Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía

Para esos días de OCIO elemental hay que ponerse los zapatos y salir sin más

Durante mi intercambio en Toledo hice varios viajes de fines de semana a Madrid ¡Pues claro! Había que aprovechar la cercanía y facilidad de transporte a la capital española.

En uno de esos viajes me aventuré a conocer el afamado Museo Reina Sofía ubicado cerca de la estación de metro "Atocha" por lo que es muy fácil llegar a el, ya si de plano no eres una brújula andante puedes preguntar a cualquier persona que seguramente con gusto te orientará.

Cuando hice mi visita estaba la exposición de Eugenio Salvador Dalí que yo fascinada y a la expectativa de lo que pudiese encontrar presenté mi credencial de estudiante para pagar con descuento especial la entrada y adentrarme al museo.

El museo es un antiguo hospital que data del siglo XVIII por lo que la construcción sobre todo en exteriores conservada es antigua, sin embargo los interiores y lo que imagino eran las habitaciónes han sido adaptadas como salas, las cuales se ubican en torno a un amplio y hermoso jardín central que ilumina el resto del edificio.

Visité y disfruté de cada detalle y sala de la exposición del pintor catalán, impresionada por su obra y el desarrollo de la misma al paso del tiempo, el amor de Dalí por Gala y la inspiración que cual musa esta inspiraba en el.

Al final del recorrido no tuve tiempo suficiente para visitar el resto de las salas, decidí dar un paseo por el jardín central y disfrutar de la vegetación del mismo.

Pasé por la parte nueva del museo, realmente impresionante realizada por el arquitecto Jean Nouvel y que se adapta perfectamente al antiguo edificio haciendo el contraste de lo antiguo y lo contemporáneo que expresa el museo en sí mismo.

Esta estructura moderna enmarca además a través de sus alturas y acero en columnas el Madrid que lo contextualiza.

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Madrid es una ciudad enriquecedora en todos los sentidos, es relativamente pequeña, y todos los monumentos, museos y parques se encuentran a tan sólo unos minutos de camino. Es imprescindible que visites el Museo Reina Sofía para conocer la exposición temporal de Fuego blanco: La colección moderna del Kunstumuseum Basel en Madrid por tiempo limitado.

¿Lugar? ¿Fecha?

La exhibición es temporal, presentándose en el Edificio Sabatini, primer piso. Estará exhibida desde el 18 de marzo al 14 de septiembre de este año, no queda mucho para que la quiten, agenda un día para poder visitarla en el horario del museo:

• Lunes a sábado y festivos: 10:00 am a 9:00 pm
• Domingo: 10:00 am a 7:00 pm
• Permanece cerrado los martes

¿Costo?

Hasta el 14 de septiembre del 2015, el costo del ticket combinado para entrar al museo Reina Sofía y al Museo del Prado es de 14 €, sin embargo para el museo Reina Sofía la entrada es gratis los domingos!

¿Cómo llegar?

En Madrid el taxi es muy caro. Te puedes mover fácilmente a pie para casi todos lados. Pero si vas en metro lo recomendable es bajarse en la estación Atocha (no Atocha Renfe) sobre la línea 1 (color azul) y caminar sobre la calle Ronda de Atocha. Si se traslada en bus, puedes llegar en distintas líneas ya sea la C2, N15, N17, N12 y la 34. Visita la página de EMT para conocer las rutas de los camiones de la ciudad, así como saber los horarios en los que pasan por la estación más cercana a tu ubicación.

Sobre el Kunstmuseum Basel en Suiza

El Kunstmuseum Basel o El museo de Arte de Basilea, es una colección pública estatal dedicada al arte en la ciudad de Basilea en Suiza. Fue considerado en su época como el primer museo público de la historia del arte, con obras que datan del siglo XV y XVI, y por el otro lado obras del siglo XIX y XX.

La colección del Kunstmuseum Basel en el Reina Sofía

En la colección podrás encontrar obras clave que reflejan el arte moderno, así como un análisis histórico de las obras. La colección se encuentra intimamente relacionada con la realidad Suiza con la visión de un mundo protestante, el alza de una sociedad burguesa culturalmente activa y un cúmulo de factores estéticos.

La selección incluye más de cien obras, en las que destacan pinturas, esculturas, collages, fotografías y algunas proyecciones de video en las salas. Esta exposición invita a una travesía desde distintas épocas artísticas, desde lo moderno a lo contemporáneo, implicando movimientos importantes y culturalmente decisivos como el cubismo, el purismo, expresionismo, constructivismo, minimalismo, post-expresionismo alemán hasta el pop art. Un viaje a través de las salas muy marcado y muy interesante.

La colección del siglo XX

Se basa en dos periodos, las vanguardias históricas europeas a inicios del siglo, y el arte estadounidense enfocado en la segunda parte del siglo, enfocándose en el desarrollo del arte abstracto posterior al expresionismo abstracto.

Esta sala contiene obras cubistas de Pablo Picasso, Georges Braque y Juan Gris, así como la estética maquinista de Fernand Léger. La colección incluso adquirió obras denostadas y repudiadas por el gobierno alemán en 1937, obras de autores como Emil Nolde, o Max Beckmann.

Fernand Léger. Les deux figures (Nus sur fond rouge), 1923. Óleo sobre cartón

Una de sus grandes adquisiciones fueron las piezas de Hans Arp, que muestra tendencias abstractas y siendo una de las primeras representaciones del surrealismo, y del dadaismo en Zurich.

La obra espontánea y carente de retórica de Paul Klee, también forma parte fundamental de la pinoteca.

Paul Klee. Senecio (Baldgreis), 1922. Óleo sobre cartón, 40. 3 x 37. 4 cm.

Conforme el museo adquirió nuevos dueños y representantes, las obras minimalistas comenzaron a formar parte de esta increíble colección, sobre todo por las obras de Franz Meyer, en las que se indica la presencia de la influencia de Andy Warhol en aquellos tiempos.

Alberto Giacometti. Tête d'homme sur tige (Diego) [Head of a Man on a Rod (Diego)], 1956-1958. Bronce 41. 5 x 10. 5 x 13 cm.

Toma en cuenta lo siguiente

• Ir en ropa cómoda y llevar tenis. Cerca del museo de la Reina Sofía hay mucho que visitar y todo está a pie.
• Puedes dejar tus pertenencias en lockers seguros que se encuentran dentro del museo.
• Podrás apreciar la biblioteca del museo, la tienda de libros, la cafetería y la arquitectura. La zona tiene WiFi.
• En algunas salas, no es permitido tomar fotografías y/o videos.
• Toma como dos horas recorrer la colección.

Situado justo al lado de la estación de Atocha se encuentra el Museo Reina Sofía, una de las colecciones de arte contemporáneo más importantes (quizás la que más) de toda España.

Para llegar hasta el museo tan sólo hace falta llegar hasta la estación de metro de Atocha (Línea 1), que no Atocha Renfe, ya que esta es la que conecta directamente con la estación de trenes. Bajándose en esta parada y saliendo por la salida de metro correcta (viene perfectamente indicado) tan sólo tendrás que andar 5 minutos para llegar hasta las puertas del museo.

Pero antes de adentrarse en el museo conviene decir que el Museo Reina Sofía no es tan solo este edificio principal, el edificio Sabatini donde están juntas todas las obras de la colección permanente y donde se realizan las exposiciones temporales de mayor importancia (como la famosa exposición de Salvador Dalí). El complejo del museo Reina Sofía es además el Palacio de Cristal, un antiguo edificio que se encuentra en mitad del parque del Retiro al que se puede acceder de manera gratuita y que habitualmente guarda en su interior algún tipo de exposición temporal sencilla organizada por lo que es la dirección del Reina Sofía.

Es un edificio muy bonito que realmente merece la pena visitar después de haber visitado la colección permanente del edificio principal. Yo me atrevería a decir que es algo imprescindible, ya que es el sitio perfecto para relajarse dando un paseo después de haber visitado un museo.

Al igual, también está el edificio Nouvel, una ampliación del edificio principal del museo, de estética muchísimo más contemporánea que se puede visitar al igual que el resto del edificio Sabatini. En este edificio se encuentra también parte de la colección permantente del Museo Reina Sofía.

Exterior del museo: entrando al interior

La entrada principal del museo es la que sale en cualquier guía turística y la imagen que se tiene del museo por fuera con carácter general.

Esta fachada de la entrada principal se encuentra justo delante de una plaza peatonal donde se suele congregar la gente que va en grupos a visitar el museo. Aunque en casos extremos, como fue el caso de la exposición de Salvador Dalí en el año 2013, todo este espacio peatonal de la plaza sirvió para que la gente hiciera cola. Y es una plaza bastante grande.

Lo primero que llama la atención del exterior son los ascensores, que la verdad es que contrastan un poco con la estética general del resto del edificio Sabatini. Pero al fin y al cabo es un museo de arte contemporáneo, y el edificio no es tan señorial como lo es el edificio del Museo del Prado, por ejemplo. Es un contraste que no hace daño a la vista, por así decirlo.

Nada más entrar hay un puesto de información donde tienen folletos en cualquier idioma (bueno, todos no) y te resuelven algún problema o duda que pueda surgir.

Para comprar las entradas hay que dirigirse a la habitación de la izquierda según entras. Aquí tengo que decir que yo, a pesar de ser estudiante y no tener que pagar entrada, me di cuenta de que en ningún momento me pidieron que enseñara la entrada ni me leyeron el código de barras de la misma con infrarrojos. Esto me hace pensar que es facilísimo entrar sin pagar entrada, aunque es verdad que esta última vez que he ido (de la que hablo) era un día entre semana de primavera. Lo más probable es que durante verano sean más estrictos y sí pidan que enseñes la entrada.

En cualquier caso, el museo ofrece dos horas todos los días, las dos últimas de apertura, en la que entrar a la colección general es completamente gratuito. E igualmente, los domingos es gratuito por completo. Quizás sea por esto por lo que no se preocupan demasiado por mirarte la entrada.

Luego a la derecha según entras está la tienda de regalos y souvenires del museo, a la que se puede acceder tanto al entrar como al salir.

Interior del museo: visita a la colección permanente

Sería muy complicado ir explicando piso por piso a qué temática está dedicada cada parte de la colección permanente del museo. Y es que el Reina Sofía no está organizado de manera temporal, tal y como lo hacen museos como, por ejemplo, el Museo del Prado. Esto tiene su parte positiva en cuanto al aprendizaje y a contextualizar lo que estás viendo, pero es verdad que para el espectador del museo se le hace un poco caótica.

Actualmente, el museo está siendo reorganizado en gran medida por el historiador del arte Manuel Borja Villel, por lo que el museo hoy en día se encuentra un poco “patas arriba” en algunas partes de la colección. De hecho, la última vez que he visitado el museo, muchas de las salas pertenecientes a la colección permanente estaban cerradas. Otras se encontraban a medias, sin ni siquiera los carteles con los nombres de los cuadros colocados. Pero esto, como he dicho, se debe a que el museo está siendo reorganizado, por lo que en el futuro esto quedará como una anécdota.

Lo que no van a cambiar son la disposición de la salas o la estructura de este edificio principal, el edificio Sabatini. En este sentido, a mi parecer, moverse por el museo es algo bastante complicado hasta que consigues hacerte una idea de cómo está estructurado. Si quieres encontrar una sala en concreto va a ser algo bastante complicado la verdad, al menos es algo que yo no he sido capaz de hacer, y al final he acabado yendo de un lado a otro hasta dar con esa sala que buscaba. Es posible que se me de mal orientarme, es verdad.

La estructura del edificio es cuadrangular, con pasillos rectos que rodean un bonito jardín que hay en el centro y que está al aire libre. En este jardín hay gente sentada en los bancos leyendo o relajándose entre esculturas de artistas como Joan Miró, uno de los principales protagonistas de la colección permanente de este museo.

El museo tiene cuatro plantas, todas ellas dispuestas una sobre otra y con una disposición de salas bastante parecida. Una de ellas suele estar reservada para las exposiciones temporales que hay en cada momento; las demás, están dedicadas a una temática concreta completada con obras de la colección permanente del museo.

Por ejemplo, la colección con una de las obras más famosas de todo el arte contemporáneo en España y el mundo, el 'Guernica', de Picasso, se encuentra en la colección llamada “La irrupción del siglo XX: utopías y conflictos”. Está en la segunda planta del museo, donde se encuentran todas las obras relacionadas con esta temática. Aquí también podemos encontrar algunas obras surrealistas de artistas como Salvador Dalí u Oscar Domínguez.

Pero claro, no todas las obras de Dalí se encuentran en esta planta. Como decía, el museo se encuentra organizado por temáticas, y en la segunda planta, en la colección de “La irrupción del siglo XX: utopías y conflictos” se encuentran las obras de Dalí relacionadas con la revolución y de su época más surrealista en una determinada sala de la planta. Para ver otro de los cuadros de Dalí que se encuentran en el museo, “Muchacha en la ventana”, por ejemplo, habrá que dirigirse otra sala, concretamente la que está relacionada con la ‘nueva figuración’. Así es más o menos como funciona el museo.

Yo pienso que esto en cierta medida es un lío para el espectador, ya que al final no te queda claro lo que estás viendo cuando miras cada cuadro. Pero esto también es porque los carteles informativos se encuentran de forma individual en hojas plastificadas en un buzón que se encuentra antes de entrar en cada sala, lo cual dificulta mucho el saber qué se está tratando en cada sala y por qué. Al lado de cada cuadro, simplemente, se encuentra el autor, el nombre y la fecha del mismo. No se da ningún otro dato más del cuadro como se suele hacer en muchos otros museos que he visitado.

Con respecto al tema de moverse, como ya he dicho, es complicado. Más de una vez he visto a turistas un poco sin saber dónde estaban o adonde ir. De hecho, a mí también me ha pasado las veces que he ido, por lo que supongo que no será sólo error mío el que me cueste desplazarme.

Pero sin duda la forma más sencilla de moverse es usando los ascensores de la fachada principal, los de cristal (que además ofrecen unas vistas increíbles cuando estás dentro). Olvidarse de los mapas, pulsar el botón de cada piso del ascensor e ir visitando de forma ordenada cada parte temática de la colección permanente, siguiendo por orden cada una de las salas que aparecen numeradas.

Para guiarte en cada piso, las salas están numeradas, pero da la sensación de que no siguen un orden numérico lógico en más de una ocasión. Sin embargo, también hay carteles que te ayudan un poco guiándote por las rutas temáticas a las que se puede acceder desde cada lugar.

En algunas salas no se puede hacer fotos, por eso de la mayoría de los cuadros no he hecho fotos (además de que me gusta bastante poco hacer fotos de cuadros cuando voy a un museo, ¡es absurdo!), pero como realmente se aprecia el arte es yendo a verlo por ti mismo allí.

Una vez visitado el edificio Sabatini y su colección permanente (o colecciones temporales) y solamente quedaría visitar el otro de los edificios, el edificio Nouvel. En este edificio actualmente se guarda la colección permanente perteneciente a la temática llamada: “De la revuelta a la posmodernidad”.

Resumen

1. ¿Cuánto se tarda en visitar el museo entero? No demasiado, no es un museo realmente grande. Todo dependerá del tiempo que le quieras dedicar, pero en dos horas puedes visitarlo bien.

2. ¿Cuánto cuesta la entrada? La entrada general son 8 euros, pero está sujeta a descuentos y es gratis para los estudiantes y para los niños.

3. ¿Hay sitios para sentarse? Sí, hay bancos en los pasillos del museo y el jardín del patio interior es perfecto para sentarse a descansar.

4. ¿Está bien situado? Perfecto, al lado de Atocha y a 10 minutos andando del parque del Retiro.

5. ¿Qué clase de arte podré encontrar? Arte contemporáneo del siglo XIX al siglo XXI. Se caracteriza por tener grandes obras de artistas com Picasso (el Guernica), Braque, Dalí, Magrite, Miró y muchos más.

6. ¿Merece la pena? Siempre.

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