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Tigre Bar


  - 2 opiniones

Comer hasta el infinito

Publicado por flag-es Héctor Vera — hace 7 años

Tigre Bar

Este bar, situado en pleno corazón de Madrid, junto a la Gran Vía, es uno de esos sitios a los que tienes que ir si quieres comer rápido, mucho y barato.

Se encuentra concretamente por la zona del barrio de Chueca, cerca de la plaza de Pedro Zerolo, concretamente en una de las calles que salen de esta plaza, la calle de las Infantas. Es en esta calle donde podemos encontrarnos esta maravillosa taberna, la cual cuenta con dos bares bastante grandes en esa misma calle, pero ambos a diferente altura en la calle.

Situados ya en el lugara al que hay que ir, pasamos a entrar en materia y explicar un poco los detalles que hacen de este bar un sitio que merece la pena mencionar.

Las veces que he ido yo, que no son pocas, siempre ha sido con un grupo de amigos de entre tres y seis personas. Esto suele ser un inconveniente pequeño, porque lo más habitual es que este bar se encuentre lleno de gente en todas las mesas durante las horas de comer y cenar. No sería extraño si hubiese que esperar un pequeño rato en la puerta hasta que saliese algún grupo de personas para poder entrar.

Una vez dentro, después de la posible espera, uno de los camareros se encargará de dirigiros a tus amigos y a ti hacia el sitio que haya quedado libre. Los camareros son majisimos, la verdad. Es de esos pocos sitios en los que siempre te atienden con muy buena cara, los camareros te hablan y te gastan pequeñas bromas incluso. Todo ello siendo un sitio realmente masificado.

Después tomarán nota de lo que cada uno quiere beber. Lo que más triunfa, como resulta obvio a estas alturas de la vida, es la cerveza. Sirven San Miguel de barril, que aunque no es mi cerveza preferida ni mucho menos, se puede beber sin que sea una mala experiencia.

La oferta que te ofrecen nada más atenderte es la de las jarras de cerveza, es decir, medio litro de esta San Miguel de barril. He de decir que esto es un poco un truco, ya que lo que mejor sale de precio es pedirse una caña, con la que se como de la misma forma y tan solo te cuesta 2’50 euros la caña. Sin embargo, la jarra te cuesta 5 euros que, la verdad, si tienes en cuenta la cantidad de cerveza en relación con el precio pagado sale mucho mejor, pero si lo que se quiere es ir a ahorrar y a comer hasta reventar, lo mejor es pedir la caña.

Yo siempre caigo en la trampa, y en cuanto me dicen que si quiero una jarra no puedo evitar decir que sí. Pero a mis amigos les ha pasado siempre igual, por lo que supongo que será algo bastante habitual y en parte un truco comercial para ganar más dinero. Pero no engañan a nadie, vamos.

Pero la mejor parte, y por la que estoy hablando de este bar en realidad, es por las raciones de comida que te ponen. Este sitio es precisamente conocido en la ciudad por eso, porque el concepto de tapa lo elevan hasta una cantidad ingente de comida en forma de pequeñas tapas en raciones muy abundantes. Básicamente, lo que hacen es que por cada consumición te ponen una bandeja de 20 centímetros de diámetro llena de tapas del tipo croquetas, pincho de tortilla, chorizo y jamçon serrano con pan, panceta con pan, patatas bravas… Un grandísimo número de tapas. De esta forma, si vais 6 amigos os pondrán seis bandejas de estas. Sí, habéis oído bien, seis bandejas.

Comer hasta el infinito

De esta forma te puedes acabar hinchando de comida hasta que cierren, porque no solo son todas estas bandejas las que están incluidas en la oferta de tapas con la bebida. En todo momento, cuando se acaben las bandejas de comida, volverán a traerte más los camareros. Y no sólo eso, también puedes acercarte y directamente pedir de forma amable la bandeja de tapas que te apetezca, porque te la van a dar sin ningún problemas. De aquí nace la fama de este lugar, por lo que es un aspecto que se encargan de cuidar bastante bien. En resumidas cuentas, no vas a salir con hambre de este lugar.

No todo es bueno, eso sí…

Pero claro, todo lo bueno tiene siempre algún aspecto negativo, y el Tigre Bar también lo tiene, por supuesto. Y es que, aunque te ponen muchísima comida y prácticamente infinita, esta comida no es muy buena precisamente. No es comida de gourmet ni mucho menos, aunque no hasta el punto que es desagradable en cuanto al sabor. Es más bien una comida con mucha grasa y con ingredientes de muy poca calidad, por eso te ponen todas las bandejas que quieras, porque al final les sale rentable.

Y no sólo eso, es un sitio en el que no se desaprovecha la comida, por lo que es normal que te lleguen a poner muchas tapas que directamente están frías porque ya llevan un rato ahí esperando a ser servidas.

Pero bueno, al fin y al cabo, cuando te vas a un lugar así sabes que te vas a encontrar algo que, aunque sea muy bueno en algunos aspectos, va a flaquear en otros puntos. En este caso es la calidad de la comida. Aunque por tan poco dinero no se va a encontrar un sitio en toda la ciudad que te sirva raciones de ese tamaño y todas las que tu quieras. Estamos hablando de una barra libre de comida por tan solo 2’50 euros y una caña de cerveza, no hay que ponerse exquisito con todo.

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Barato y alegre - Sitios de comer para estudiantes en Madrid

Traducido por flag-es Javier B. — hace 6 años

Texto original de flag-gb Amy Donegan

El Tigre parecía algo así como una leyenda cuando llegué aquí. Todo el mundo hablaba de él y sugería que lo probara. ¡El rumor cuenta que pagas 6 Euros por una bebida y te traen comida hasta que no puedes comer más!

Siendo un estudiante sin mucho presupuesto pero queriendo salir y explorar Madrid tantas veces como tuviera oportunidad, este lugar parecía una oportunidad para mí. Así que cuando Geertje, una chica que había conocido en la clase de español que tomé cuando llegué a Madrid, me propuso ir ahí con otros compañeros de clase, acepté la oferta.

Barato y alegre - Sitios de comer para estudiantes en Madrid

Escuchamos que el restaurante se llena de gente a las 22. 00 así que decidimos quedar justo antes de esa hora. Sin embargo, como era de esperar, la gente llegó tarde, así que acabamos llegando a un bar con mucha gente dentro y con un camarero intentando meternos dentro. A pesar del atiborrado ambiente, él estaba seguro de que nos haría un hueco dentro ya que éramos un grupo muy grande, y nos llevaron a una esquina alrededor de una mesa que tenía una robusta pata de animal. Poco impresionado por donde nos habían colocado, y no pudiendo caber todo el grupo alrededor de la mesa, el camarero movió amablemente a un grupo de gente más pequeño en nuestra mesa, dándonos su lugar alrededor de dos grandes barriles que habían transformado de forma inteligente en mesas.

El camarero tomó la orden de nuestras bebidas; parece que la verdadera elección era entre sangría y cerveza, así que yo opté por sangría. En cinco minutos vino con las bandejas de bebidas; ¡traía 3 en una mano! Los recipientes de las bebidas eran vasos del tamaño de una pequeña jarra de sangría y tenían una gruesa capa de azúcar en el fondo. Encima de las bandejas había platos y más platos de comida. Él colocó las bandejas y repartió todo y empezamos a disfrutar de lo que habíamos pedido.

Barato y alegre - Sitios de comer para estudiantes en Madrid

Sabiendo que El Tigre es tan barato, la comida no es de calidad gourmet, los platos eran básicamente pan con queso y carne, o croquetas y patatas bravas con algún tostado.

Siendo tanta gente como éramos, el camarero nos presentó con un festín digno para un rey (o dos). Quiero avisarte de que bajo ninguna circunstancia debes venir aquí para un snack rápido. La inmensa cantidad de pan y las bebidas azucaradas te van a llenar hasta que no puedas moverte, así que ¡estate seguro de que vienes con hambre!

Barato y alegre - Sitios de comer para estudiantes en Madrid

Aunque la comida no es mala, es definitivamente otra de las características de la noche por la que la gente está dispuesta a entrar. Fuimos impresionados por cómo los camareros podían moverse entre las masas de gente con estas bandejas de tres pisos, lo cual añadió otro tipo de entretenimiento a la noche. Todos los trabajadores del bar eran muy amables y dispuestos a echarse unas risas, incluso a colarse en alguna de nuestras fotos por lo que es como si te sintieras en casa. Pero te aviso, puede que no consigas un sitio, especialmente sobre las 10 ya que ¡hay literalmente una cola fuera en la calle! Pero según la noche va continuando, la gente se va moviendo y vas a poder respirar algo mejor.

Un punto a tener en cuenta es que vas a sentir mucho calor dentro del bar, yo necesité ir a por un poco de aire fresco, y las paredes estaban sudando. De todas maneras, la atmósfera es animada y el sitio me recuerda a cuando vas a casa de un amigo o a una reunión familiar grande, ya que el bar está lleno de mesas de cenar de comedor, y el sonido de conversaciones alegres llena el aire libre que queda en la sala.

Como conclusión, podemos decir que para alegre y barata comida en Madrid, definitivamente recomendaría El Tigre. De todas formas, para aquellos que están más acostumbrados a comida de mucha calidad, o gente que lleva a sus padres a visitar la ciudad, ¡sugeriría visitar otro sitio!

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