O'Neill's Irish Pub

Muchos son los pubs irlandeses que hay distribuidos por todo Madrid, pero cada uno tiene algo especial por lo que puede destacar. Por este motivo, es muy probable que dentro de los mejores de la ciudad cada persona tenga sus preferencias a la hora de decidir en cual realizar una reunión de amigos o llevar a su amigo o pareja a tomar unas pintas.

Porque si algo tienen los pubs de este estilo es su carácter familiar y abierto propenso a reuniones y encuentros íntimos, así como ser lugares inmejorables en los que vivir la retransmisión de muchos eventos deportivos.

Este pub en concreto del que hablo se encuentra en pleno centro de Madrid, en la calle del Príncipe 12, una de las calles que salen de la plaza de Canalejas, que a su vez se encuentra a escasos metros de la puerta del Sol.

Experiencias en el pub

Hace ya tres años atrás que me propuse encontrar por Madrid un buen pub irlandés al que ir habitualmente tanto a tomar pintas como a ver partidos de fútbol importante. Con el O’Neill’s di en el clavo a las primeras de cambio. Después de que lo descubriese he visitado multitud de pubs por Madrid, sin embargo a todos ellos les encontraba algún que otro defecto (música muy alta, pocas pantallas de televisión, pintas excesivamente frías) que no hacía de ellos ser el sitio al que mereciese la pena ir cuando se duda del lugar al que se quiere ir a parar.

A partir de entonces no he dejado de encontrar excusas para reunir a amigos en sus sofas. Tanto para acabar tardes como para empezar noches de fiesta o simplemente como lugar de reunión. También para estar a solas con alguien especial es un sitio perfecto, ya que la música, además de ser muy buena, está a un volumen que hace que se pueda hablar sin levantar la voz y escucharla sin problemas.

Pero sin duda, el momento del que mejor recuerdo guardo fue durante la final de la Champions League de 2014. El pub estaba a rebosar lleno de aficionados del Atlético de Madrid y Real Madrid animando como si estuviésemos en el estadio en un día en el que las horas antes del partido la ciudad de Madrid fue una auténtica fiesta. Un ambiente inmejorable para ver tal acontecimiento deportivo.

¿Por qué me gusta tanto?

Como ya he dicho, todo es cuestión de gustos, y yo a veces soy muy maniático, sobre todo con la cerveza, pero estoy casi seguro de que el O’Neill’s roza la perfección.

En primer lugar, y por lo que se tiene que caracterizar un pub irlandés, están las pintas. He visitado multitud de pubs en los que, por ejemplo, las Guiness las sirven a una temperatura excesivamente fría y con una técnica de tirarlas no muy depurada. Aquí no, en primer lugar la temperatura de las pintas siempre es algo más fría que la temperatura ambiente, pero sin pasarse, ya que muy frías no se saborean lo suficientemente bien. Y en segundo lugar, se puede ver como siguen el proceso de tirar las Guiness, proceso el cual la mayoría de camareros lo hacen correctamente.

Después está el espacio, ya que si por algo destaca es porque es el pub más grande de todo Madrid. Con dos pisos, hay espacio más que de sobra para todos incluso en las horas de mayor afluencia, aunque sitio en los sofás va a ser difícil coger. Otro gran punto a favor del pub, los cómodos sofás que hacen a uno creer que está en un episodio de Friends y son el sitio perfecto para sentarse en una reunión de amigos. La barra es inmensa, y hay dos (una arriba y otra abajo), por lo que tanto pedir como sentarte en la barra no es una tarea complicada.

Las pantallas de televisión son otra de las piedras angulares de cualquier pub irlandés. Un pub de este estilo la mayoría de las veces es sinónimo de lugar en el que se retransmiten eventos deportivos tales como el rugby, el fútbol nacional e internacional, las motos o la Formula 1… Por lo tanto es importante que haya buenas y grandes pantallas, las cuales no faltan en el O’Neill’s. En las planta de arriba hay tres, distribuidas de forma que es casi imposible sentarse sin ver una pantalla. En la planta de abajo tienen disponible un proyector en el que los días de eventos deportivos de mayor importancia ponen en marcha.

Por último, pero no menos importante, cabe destacar el ambiente que hay en él. Es uno de los pubs en los que más gente extranjera de todas las edades he visto congregarse, lo cual de un ambiente de internacionalidad al sitio muy enriquecedor que hace sentir la esencia de lo que un pub irlandés debe ser. A la hora de comer se congregan familias y a medida que llega la noche van llegando personas más jóvenes (y no tan jóvenes) a beber con sus amigos o ver el rugby o el fútbol. Es algo que hay en muchos pubs, pero en el O’Neill’s se da la combinación perfecta.

¿Por qué más es un buen sitio?

La carta de comidas es muy buena y amplia por lo poco que he podido comprobar. Me gustaría haber probado más porque todo tiene muy buena pinta, pero como también es costumbre en este tipo de pubs, la comida es muy cara. Y, por supuesto, hay fish and chips.

Otra de las cartas por las que destaca es por la carta de whiskeys. Una gran variedad de whiskeys escoceses e irlandeses de muchos tipos cuyos precios rondan los 7 euros por copa dependiendo de cuál de los whiskeys se trate. Cualquier amante del whiskey lo sabrá apreciar.

Los conciertos en directo también son una gran baza. Algunos fines de semana se organizan conciertos gratuitos de bandas y cantantes de folk rock que amenizan la estancia desde la planta baja del local. Merece la pena asistir durante estos días a beber mientras se escucha música en directo.

A pesar de ser un sitio caro (todos los irlandeses lo son), aquí cada mes tienen de promoción una pinta de Paulaner, Guiness, Murphys, Foster o Heinekken (las cuatro principales cervezas tiradas que se sirven) a un precio inferior al que se sirven normalmente (5 euros todas salvo la Heinekken que son 4 euros). No es un mal precio para tratar de un pub irlandés en pleno centro de Madrid. Si te gusta la buena cerveza bien tirada este es tu sitio sin dudarlo.

Los juegos típicos también tienen lugar en su interior. Aunque si bien es cierto que se echa en falta unos dardos, tiene una mesa billar situada en un lugar espacioso que hace que sea muy cómoda para realizar la actividad.

Y por último, también un clásico de los pub irlandeses, están las noches de intercambio de idioma, las cuales ofrecen la posibilidad de practicar un idioma con gente nativa en dichos países sólo a cambio de que ellos practiquen el español contigo. Es una idea maravillosa que todo el mundo debería poner en práctica más a menudo.