Una parte muy importante de la historia de Madrid ha ocurrido gracias a la existencia del ferrocarril, que es introducido en la vida cotidiana de los habitantes a partir del siglo XX hasta la actualidad. La inclusión de trenes rápidos ha ayudado a comunicar ciudades que se encontraban a grandes distancias en un muy corto periodo de tiempo, un ejemplo de esto es el tren de Madrid a Barcelona, que conecta la ciudad en tan sólo tres horas cuando en autobús suelen ser hasta ocho.
El Museo de Ferrocarril es un museo que puedo denominar como Low Cost (de muy bajo costo para los turistas que están un poco cortos de dinero o incluso para los estudiantes de intercambio, o "estudihambres" como comúnmente nos hacemos llamar. )
Antes de aproximarse a la entrada, una antigua locomotora de irá dando la bienvenida al ambiente ferroviario. Una de las cosas más bonitas de este museo es que se encuentra en una antigua estación de trenes, que ha conservado su arquitectura y su estructura a través de los años, aunque si se ve desde arriba parecería un poco abandonada por el óxido que cubre parte de su estructura.
Al llegar se encuentra la taquilla, una pequeña tienda de recuerdos y en la entrada cuatro grandes trenes te darán la bienvenida. Los hombres tratan de guardar un poco la compostura, pero los niños no pueden ocultar la conmoción de ver semejantes máquinas en sus narices.
El museo cuenta con una sala de exposición temporal y una permanente, ésta última se encuentra en la nave central y marca la evolución de los trenes y su mecanismo de función. En la nave central se encuentran cuatro grandes vías principales que marcan la evolución en cuanto a la tecnología y diseño de los trenes, es muy importante que el recorrido lo inicies por la derecha.
Vía I
En la primera vía encontrarás la muy conocida tracción de vapor que inicia con la exposición de la locomotora mikado, ésta tiene 50 años de antigüedad. Si estudias ingeniería mecánica o eléctrica (como la amiga que venía conmigo) una de las cosas que más te va a gustar será el ver cómo funcionaban y en qué consistían las piezas que se encontraban dentro, ya que se encuentra seccionada y abierta en algunas partes. Ésta sección es muy bonita, ya que cuenta con nueve locomotoras de vapor y cada uno de los modelos tiene rodajes diferentes. Encontrarás locomotoras tan antiguas, que algunas llegan a tener hasta ciento cincuenta años! Lamentablemente la tracción de vapor se dio por terminada en 1975 y este tipo de locomotoras dejaron de ir circulando hasta ser donadas para el museo.
(Locomotora mikado con parte de la tracción abierta)
Una de las cosas más padres y dinámicas que tiene el museo es el permitir que en algunas máquinas se puedan subir los niños. En cada nave se permite el acceso como a dos locomotoras y en ocasiones hay mucha fila para subirse pero realmente vale la pena.
Vía II
En la segunda vía comenzarás a notar que el enfoque cambia de tracción de vapor a tracción eléctrica, que nació como solución a algunos problemas de consumo que traía la locomotora de vapor. Aparte de todo era más fiable. En esta sección hay siete locomotoras, en las primeras seis notarás un aspecto similar, pero la última tiene un diseño muy peculiar (Locomotora eléctrica trifásica #3) ya que al ser vista por fuera da la impresión de que está cubierta con madera y hace cien años eso parecía un lujo.
Vía III
Esta vía se enfoca a los motores de Diesel que llegaron a España entre 1930 y 1950. Al igual que en la primera nave, aquí también se encuentran siete locomotoras y una de ellas es el único ejemplar que queda en el planeta de ese modelo (Locomotora de maniobras 10201 MZA) que tiene un diseño azul, con exceso de dimensiones a mi parecer. Este modelo es como la transición visual entre las locomotoras de tracción eléctrica a tracción de Diesel únicamente de manera visual.
En esta sección la estética de los trenes mejora muchísimo. No sólo se enfocaron en ésta época de la historia del ferrocarril en hacerlos más rápidos, ligeros y eficientes, sino se empezaron a adecuar instalaciones para hacerlos más lujosos y llamativos para los pasajeros. Ya en esta época se empezaron a introducir “las clases sociales” dentro de los trenes, creándolos con divisiones y poniéndoles algunos lujos como la instalación de aire acondicionado.
Vía IV
Esta vía fue mi favorita en todo el museo, ya que los trenes tienen un diseño muy bonito y se encuentran en perfecto estado. Esta será la vía favorita de los niños, ya que es donde más se pueden subir a los trenes. Es muy curioso pensar que hace menos de cincuenta años éstos trenes solían ser los más cómodos y lujosos de España, ya que ahora se encuentran donados a éste museo. Muchos de estos vagones han sido denominados como coche-salón, por las características cómodas que tenían en ese entonces, como el poder ir checando los billetes de tren mientras éste se encontraba en marcha debido a sus departamentos independientes.
En esta sección tendrás que saber que el Coche-restaurante WR-3569 es usado por el personal de museo ocasionalmente como sala de conferencias, éste vagón suele ser usado como una cafetería, y aunque es muy pequeño se puede entrar aunque sea para ver cómo era tomarse un café en ese entonces mientras se estaba arriba del tren. Te recomiendo tomarte aunque sea un café arriba del coche restaurante, ya que por dentro tiene un diseño único y elegante que te hará navegar por el tiempo.
(Cafetería dentro del vagón)
Muchos de los vagones de esta sección se encuentran amueblados y decorados con los muebles utilizados en el siglo pasado para que los turistas puedan apreciar cómo eran los baños por ejemplo, o las camas que solían estar en cuartos muy pequeños. En una de las salas inclusive permanece los primeros sistemas de calentamiento junto con la explicación de cómo funcionaban (eran muy contaminantes). Lamentablemente el personal del museo no permite la entrada a esta área, pero no te desanimes porque a la siguiente si podrás entrar!
(Ejemplo de los vagones decorados)
El tren que más moderno me pareció fue el Talgo II, que fue uno de los más rápidos en su tiempo ya que alcanzaba una velocidad de 135 km/h mientras que las locomotoras de vapor de la vía I apenas llegaban a 80 km/h y con mucho más gasto de gasolina. Talgo se inauguró en 1950 y su diseño interior es muy diferente a los demás, ya que al parecer se olvidaron de la primera clase y se enfocaron en conservar el confort pero agregando más asientos. En este tren podrás entrar, sentarte y fingir que eres uno de los muchos pasajeros que alguna vez estuvieron sentados ahí.
(Dentro de Talgo II)
Colección de relojes
Cuando se empieza el recorrido por la vía I, a la derecha se encuentran varios salones y en uno de ellos hay una bonita exposición de relojes. El salón no es muy grande, pero ahí podrás conocer los ocho tipos de relojes que había como el reloj de andén, el de bolsillo, el de gabinete, el francés, y el de pared.
Modelismo y juguetes
Esta sala es una de mis favoritas, ya que hay representaciones del mecanismo ferroviario en maquetas de hasta 20 metros cuadrados! Las maquetas están increíblemente bien hechas y son una representación idealizada de locomotoras, coches y vagones. Al entrar encontrarás tres diferentes maquetas, la más grande por la derecha, la mediana de frente (la que más me gustó) y la más chiquita a la izquierda (bonita, pero comparada con las otras es muy simple); las maquetas tienen integrado un sistema de audio y luces, y se van prendiendo por turnos de cinco minutos, por lo que al llegar se irán prendiendo una a una y podrás ver la cómo eran los pueblos que tenían acondicionado el sistema ferroviario, de hecho en algunas de mis fotos pareciera que es una ciudad y no una maqueta porque el detalle y la calidad son impresionantes.
El tren del Jardín
Esta zona es la favorita de todos los chiquillos! Tiene unos quince años y se puede considerar como el único parque ferroviario de Madrid. Al comprar el billete en la taquilla que se puede acceder por turnos a disfrutar un recorrido en trenes reales pero en un tamaño más pequeño. Los pequeños vagones funcionan con motor y recorren una vía; la parte superior del vagón se encuentra acolchada para que los usuarios (tanto niños como adultos puedan subirse a ella). Lo más bonito del circuito es que le permite a los niños aprender de manera didáctica lo que es el paso a nivel, cómo funcionan las estaciones, el cambio de vías, la plaza giratoria entre otros. Hay que considerar que es una actividad al aire libre por lo que está sujeta a las condiciones climatológicas.
Sala de infraestructura
Esta sala es de las más aburridas para los niños pero las más representativas para conocer la maquinaria, los cables, los teléfonos y con una explicación de cómo funcionan los rieles, traviesas, balasto, y la catenaria eléctrica por decir algunas. En ésta área hay que tener cuidado porque hay muchas cosas que no se pueden tocar.
¿Cómo llego?
Se puede llegar en Renfe (para meterte un poco más al ambiente ferroviario, Renfe es el tren suburbano que conecta la ciudad con los pueblos aledaños a Madrid, también se le llama Cercanías) se debe de bajar en la estación de Delicias, ya sea tomando la línea C1 o la C10.
Si vas en metro la estación es Delicias (en la línea 3)
También puedes ir en bus tomando el 8, 19, 45, 47, 59, 85 u 86.
¿Cuánto cuesta la entrada?
La entrada general cuesta 6 euros.
La entrada para niños menores de 4 años y adultos mayores de 65 años cuesta 4 euros.
Las personas con discapacidad pueden entrar desde 1 euro.
La tarifa los domingos es de 3 euros y esa es la que yo pagué, la recomiendo mucho porque al parecer no hay descuentos a estudiantes.
¿A qué hora voy?
El Museo del Ferrocarril en comparación con el del Prado o el Palacio Real no es de los que cierra tarde, si quieres ir debes de ir antes de las 15. 00 horas que es su hora de cerrada (no dejan pasar a nadie veinte minutos antes de la hora de cierre. El museo está abierto desde las 9:30 am de martes a viernes, y de 10:00 am los sábados y domingo.
Recomendaciones
- Ve los domingos porque es más barato
- Si tienes heramintos y niños e casa llévalos porque son los que más lo disfrutan
Qué ver Madrid,
Madrid,
España
