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Rocambolesc


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Rocambolesc, helados de cuento.

Publicado por flag-es * A — hace 7 años

Desde que escribí la entrada sobre los polos artesanos de Lolo Polos he estado pensando en escribir algo en el blog de sitios de Madrid sobre heladerías de Madrid (porque si de algo hay de sobra en Madrid, son heladerías muy buenas). Pero siendo sincera, mi bolsillo no siempre me permite recorrer las heladerías que encabezan las listas de "mejores helados de todo Madrid", porque normalmente la calidad hace que los precios no sean asequibles para todo el mundo.

El caso es que hace poco tuve la oportunidad de visitar una de esas heladerías que te enorgullece pisar, por su estilo, su prestigio y su calidad. Sí, hablo de la heladería Rocambolesc, del famosísimo chef Jordi Roca, al que al menos tendréis que conocer por sus numerosas apariciones en Masterchef.

Rocambolesc, helados de cuento.

Comento lo de Masterchef porque es cierto que yo nunca antes le había dado demasiada importancia al estilo de la comida hasta que empecé a ver el programa y me sumergí en las creaciones de los concursantes y chefs que iban pasando por él. Aunque parezca una tontería, ese programa fue una de las cosas que me hizo empezar a fijarme más en los platos como conjunto y no como distintos ingredientes unidos por una receta sin más.

El caso es que un día de este verano estábamos paseando por el Retiro y vimos que por un helado simple de cucurucho con una bola nos cobraban alrededor de cuatro euros. Eran helados normales, así que obviamente no íbamos a pagar ese dinero simplemente por estar donde estábamos (esto también es un consejo aparte de esta entrada: no compréis helados en el Retiro, ni de puesto, ni de heladería, porque os cobrarán probablemente el doble que en cualquier otro sitio).

Decidimos que ya que estábamos relativamente cerca, por qué no íbamos a ir a la heladería de Jordi Roca, que está en la azotea de El Corte Inglés de la Calle Serrano, a unos siete minutos andando del Retiro. Miramos los precios y al ver que los helados costaban apenas unos céntimos más que dentro del parque decidimos que por una vez nos íbamos a dar un capricho y a probar algo nuevo. Así que allí que fuimos.

Resulta que la idea de estas heladerías que también podéis encontrar en algunos puntos de Catalunya como en pleno centro de Barcelona surgió de la idea de recrear los dulces del carro de dulces que vendían en los comienzos de su restaurante y venderlos en las calles. Al final, acabaron abriendo su primer local de helados, Rocambolesc, en Girona, y visto el gran éxito que causó, terminaron por abrir otros tres locales en distintos puntos de España. entre ellos Madrid, donde se encuentra la heladería a la que fui yo.

Es una heladería muy pequeña que comparte espacio con otros lugares gourmet de comida en el Corte Inglés. Echándole un vistazo a su web, no estoy segura de si los sabores van cambiando cada cierto tiempo, o si los sabores de los helados varían en función de la ciudad y la heladería a la que vayas. Cuando fui yo, tenían alrededor de siete u ocho sabores distintos. Algunos más simples, y otros más raros y poco comunes en heladerías. Supongo que eso es lo que más llama la atención: encontrar sabores que no estás acostumbrado a encontrar.


Los sabores que probamos mis amigos y yo fueron el de chocolate, el de vainilla, el de cereza y lima y el que pedí yo en concreto, el de los caramelos violeta. Esos caramelos me recuerdan mucho a cuando era pequeña, porque a mi madre le encantaban y de vez en cuando siempre comprábamos una caja para comerlos. En cuanto lo vi sabía que iba a pedirlo. De todas formas, los trabajadores son extremadamente amables y serviciales, y te ofrecen pequeñas muestras de todos los sabores que quieras si te ven indeciso y no sabes qué pedir. Se agradece bastante que no te metan prisa ni siquiera viendo las colas que se forman en el mostrador.

Las tarrinas de helado las puedes tomar solas o acompañadas por dos o tres tipos de toppings distintos de entre todos los que ofrecen. El precio varía si los pides de una forma u otra, claro (sin toppings cuesta alrededor de 3,5€ y con toppings casi 5€). Yo sinceramente recomiendo que ya que vais a pagarlo, lo toméis completo, añadiendo los toppings.

También puede resultar complicado elegir entre los distintos tipos de ingredientes que quieres añadir a tu helado . Hay distintos tipos de frutos secos, trozos de fruta fresca, nubes y otros dulces como peta zetas y algunas salsas y líquidos como varios tipos de chocolate fundidio.

Aquí vuelven a entrar los trabajadores. Cada ingrediente está normalmente hecho para que encaje con un tipo de helado distinto, por lo que ellos siempre te hacen recomendaciones y te aconsejan sobre qué deberíamos echarle a los helados. Si no preguntas y pides directamente, no te dirán nada, claro, a ellos les da igual cómo los tomes, pero si estás indeciso no dudes en preguntar qué te recomiendan.

Uno de los helados que pedimos en la foto (el mío) era de violetas, como he dicho. Estaba riquísimo, pero eso sí, si te cansan las violetas, no lo pidas, porque es bastante denso, como si tomases un caramelo de violetas tras otro. Me aconsejaron acompañarlo por trozos de fresas frescas, nubes de violeta y rocas de miel. La verdad es que todos los ingredientes eran muy potentes, pero encajaban a la perfección como un puzle. Muy recomendable.

El otro helado era de vainilla. Iba acompañado de chocolate fundido, de nuevo rocas de miel y fresas frescas. La verdad es que también era una muy buena combinación y estaba riquísimo, aunque a mí la vainilla me hace menos gracia.

Era alucinante notar todos los sabores cuando te metes una cucharada de helado en la boca. También pude probar uno que llevaba peta zetas, y la verdad es que parecía irreal. Es como cuando de niños mezclas todos los dulces posibles en uno haciendo mezclas extrañas, pero claro, mejor hecho.

Es un sitio muy recomendable si quieres probar sabores diferentes, pero también si quieres volver a tomar los dulces que comprabas cuando eras pequeño y tenías una moneda de pocos céntimos para gastar. Merece la pena probarlos al menos una vez sin pensar tanto en si te vas a gastar un poco más o menos dinero, solo por los sabores y ver lo curiosas que son la mayoría de las mezclas.

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