La Vía Láctea es un local de fiesta situado dentro del distrito de Malasña, concretamente en la calle Velarde, una de las calles con más ambiente de toda la zona. A cinco minutos andando de la parada de metro de Tribunal (Línea 1) es uno de los sitios más imprescindibles para conocer la noche madrileña.
¿Cómo es?
Se trata de un local de estilo principalmente rockero, aunque también tiene bastante de indie-rock en la actualidad. Es un bar no muy grande de dos plantas decorado al estilo de los 80, con carteles de diversos grupos pegados a la pared y el techo.
En la primera planta se encuentra la barra, en un pasillo estrecho. No es demasiado grande, por lo que se suelen formar bastantes aglomeraciones. Aquí es quizás donde más ambiente hay, ya que es donde se suele congregar la gente y la música está más alta. Al fondo de esta planta hay una mesa de billar, la cual yo personalmente nunca he logrado encontrar libre para poder jugar.
Subiendo por unas estrechas escaleras se pasa a la segunda planta, a mi parecer mucho más espaciosa y tranquila donde poder sentarse a hablar en compañía. También hay una barra aquí arriba, mucho más espaciosa. La música es la misma que en la planta de abajo, pero yo al menos siempre tengo la sensación de que está puesta a un volumen mucho más bajo. Además aquí hay muchas más mesas y bastantes sillones que invitan a sentarse a pasar el rato en compañia.
Abre hasta las 3:30 aproximadamente, aunque se debería cerrar a las 3 de la madrugada. Está abierto desde la 8 de la tarde, pero como en casi todos los locales que hay en Malasaña no empieza a haber ambiente hasta la 1 de la madrugada.
Los precios son normales, los habituales que hay por de la zona. No son baratos pero tampoco se pasan, en este sentido es un buen sitio para consumir en su interior.
Ambiente malasañero
El ambiente en el interior es el clásico que hay por la zona: mucho buen rollo y gente joven. Es habitual que en la calle en la que se encuentra la gente esté bebiendo fuera antes de entrar, pero esto es a este y a cualquier local de la zona.
Es importante tener en cuenta que se suelen formar colas para poder entrar en el local, sobre todo a partir de las 00:30 de la madrugada. Al ser un local bastante pequeño es normal que se llene, y más aún teniendo en cuenta que suelen ser muy extrictos en cuanto al aforo máximo se refiere para evitar posibles grandes multas.
Todas las veces que he estado aquí lo he pasado muy bien, tanto con mis amigos como con la gente que he podido conocer espontaneamente en el interior, algo que suele ser muy común en los bares de la zona. Casi todo el mundo suele ser joven y, aunque es un local principalmente conocido por madrileños, también se puede ver a gente extranjera en su interior.
Sin duda es uno de esos lugares a los que hay que salir de fiesta sí o sí siempre que se visite o se viva en Madrid.