La Búha

Vengo a hablaros de un restaurante bastante guay que me enseñaron hace poco en Madrid. Está situado en el barrio de Chueca. Aquí siempre hay ambiente, pero cuando llega el fin de semana, el ambiente es todavía más. Yo fui no hace mucho aquí a cenar.

En realidad, son dos restaurantes, uno en frente del otro, ambos con la misma carta, pero cambia el nombre, son La Búha y el Buo (no, no es una falta de ortografía, ellos mismos explican el nombre en su página web). Lo mismo pasa en el barrio de La Latina, que tiene también estos dos restaurantes juntos.

Me parece que en el que yo entré fue en La Búha. Fui un viernes por lo que había bastante cola para poder entrar. En uno de ellos tienes que dejar tu nombre y te van llamando, mientras que en el otro tendrás que hacer una cola para entrar. Lo mejor, y lo que nosotros hicimos, fue dar nuestro nombre en uno y después ponernos a la cola del otro y ya aprovechar para entrar al que nos atendiera primero.

La única diferencia que vi entre los dos fue la decoración. Son dos tabernas, pero uno de ellos tiene esta decoración, más tradicional, y el otro, en el que yo entré finalmente, tenía una decoración más moderna, típica del barrio de Malasaña, muy cerca de allí.

El mío, la Búha era un local muy modernopero muy pequeño. Habían aprovechado el espacio al milímetro y tenías que ir esquivando mesas hasta llegar a la tuya. Saben perfectamente la afluencia de gente que tienen y han conseguido sacarle el mayor provecho al local que tienen. Me llamó la atención la luz, que es bastante tenue. También debido a que yo fui para cenar, por el día tienen unas grandes cristaleras, luego tiene que entrar muchísima luz del exterior.  

Tenían una barra en la que no entraba ni una sola persona más, estaban todos tomando copas y las mesas tenían unos sillones en vez de sillas que eran bastante cómodos. Como han aprovechado tanto el espacio, las mesas están muy pegadas entre sí, por lo que, si buscas privacidad, este no es tu sitio.

También había mucho barullo, hacía falta casi gritar para poder entenderte, pues había mucha gente.

En cuanto a la carta, llegamos a lo verdaderamente importante de este sitio. Tienen comida muy española: tapas, raciones y cosas por el estilo. Pero, la joya de la corona, son sus tortillas. Sí, no hay cosa más española que una tortilla así que, queridos estudiantes Erasmus, si queréis probar la comida española, me parece que este es un lugar clave al que deberíais acercaros.

Pero es que, además, no son unas tortillas cualquieras, son unas tortillas rellenas y que están elaboradas con un kilo de patatas. Un kilo de patatas son muchas patatas para una persona, incluso para dos, por lo que con una sola tortilla podéis comer fácilmente tres personas. Son muy grandes, pero sobre todo son muy gordas, por lo que un trozo pequeño ya os llenará bastante, pues las tortillas son en general bastante densas.

Además, cada una es de un sabor distinto, les añaden queso, verduras o salsas como el pesto, por lo que hay tortillas para todos los gustos. La que yo probé estaba rellena de tres quesos (de cabra, de oveja y de vaca). Estoy obsesionada con el queso y la tortilla no me decepcionó en absoluto, se me hace la boca agua solo con recordarlo. Éramos dos personas y sobró bastante tortilla, por eso digo que tres personas es el número ideal para una tortilla, aunque siempre podéis pedir varias y compartirlas, así podréis probar más.

Encima de cada tortilla te ponen una salsa rojaque no sé exactamente de qué está hecha pero que a mi no me convenció bastante, aunque todo el mundo se la estaba tomando, luego no soy realmente objetiva con esto. 

Lo mejor fue que, cuando ya no pudimos más, se nos acercó un camarero a preguntarnos que si queríamos que nos lo envolvieran para llevar. En muchos restaurantes tienes que pedir que te lo pongan para llevar y en otros muchos, la mayoría, no te dan esta opción, sin embargo, aquí me llamó la atención que no hubo que decir nada para que nos ofrecieran preparárnoslo. Obviamente nos lo llevamos, había sobrado bastante.

No recuerdo exactamente el precio, pero recuerdo que era barato y bastante, sobre todo si vais en grupo y compartís tortilla. Aunque no tenéis por qué pedir esto, pero el precio del resto de cosas sí que no lo recuerdo. Y además la calidad fue buena, por lo que no tuve ninguna queja al respecto.

Realmente es un sitio que repetiría para ir a cenar y para poder probar todos los sabores que tienen. Y vosotros, si queréis probar por una vez la comida española (que está, en general, buenísima), es un gran sitio para poder hacerlo. ¡Espero que os guste!