Parque del Retiro

El Parque del Retiro es una etapa obligatoria en Madrid, a pesar de no ser el área verde más extensa de la ciudad (la Casa de Campo es bastante más grande).

Durante la semana es una lugar bastante tranquilo, mientras que el fin de semana se llena de madrileños que se dan cita en el parque para todo tipo de actividades: patinaje, correr, dar una vuelta en bici, picnic o largos paseos por sus caminitos. El sitio no es caótico en ningún caso y siempre se puede ir a relajarse (a veces más, a veces menos) a algunos rincones más apartados.

Hay varias entradas. Yo, viviendo en la calle Atocha, para ir a correr al parque subía siempre por la calle de Moyano. Esta calle, llamada también Cuesta de Moyano, es muy bonita gracias a los numerosos puestos, instalados a lo largo de una ligera pendiente, que venden libros usados de todo tipo, retomando el ambiente parisino de los "bouquinistes". Otras entradas importantes son las de la Puerta de Alcalá (cerca de la Plaza de Cibeles) y la de la Avenida de Menéndez Pelayo (en la zona opuesta del Retiro).

Dentro del parque, además de los viales arbolados, la vegetación y los parterres bien cuidados, existen diversos puntos de interés. Pasando por la entrada más conocida, la de la Puerta de Alcalá, a pocos pasos lo primero que salta a la vista es una gran fuente con un laguito y el monumento al rey Alfonso XII. En el lago artificial, llamado "estanque", es posible dar una vuelta alquilando una barca a remo. En los días soleados está lleno de gente que se relaja sobre las aguas de esta gran bañera. El complejo monumental está formado por unas columnas, estatuas de mármol y por la escultura de bronce de Alfonso XII que sobresale sobre el resto.

Continuando recto encontramos el Palacio de Velázquez. Este edificio del siglo XVIII, con una fachada de ladrillos y azulejos de colores es realmente muy bonito y en su interior alberga continuamente exposiciones temporales. Cuando yo fui (enero-febrero 2016) había cuadros al óleo expuestos de un artista del este de Europa. No me acuerdo bien de su nombre, pero me gustó observar sus obras en el interior de un espacio tan particular.

Aún más bonito, en mi opinión, es el cercano Palacio de Cristal, inmerso entre árboles y plantas de varios tipos. Está situado delante de una fuente y durante el otoño es más sugerente que nunca, gracias a las hojas de colores. La estructura, de cristal y metal, recuerda a un gran invernadero del siglo XVIII, y durante algunas horas del día, cuando el sol se refleja sobre la superficie, se convierte en un lugar mágico. El Palacio de Cristal también alberga exposiciones temporales de arte moderno y contemporáneo. En el otoño de 2015/invierno de 2016 recuerdo que había colgados del techo centenares de palitos que quedaban suspendidos en el aire.

Más al sur, llegando a la entrada de la Cuesta de Moyano, se encuentra la famosa estatua del Ángel Caído (o lo que es lo mismo, del demonio), colocada a 666 metros sobre el nivel del mar, para ser precisos. Más abajo encontramos la Rosaleda, un gran rosal que da a este rincón del parque una atmósfera muy romántica.

Desde aquí, acercándonos en dirección al Paseo del Prado, es posible visitar el Jardín Botánico, ubicado justo al oeste del Retiro.

Los senderos más grandes dentro del parque son los paseos de Colombia, de la República de Cuba, de Uruguay y del Duque de Fernán Núñez.

La parte este del Retiro no la conozco muy bien, pero sé que se puede encontrar la llamada Casa de Fieras (un antiguo zoo) y la Casita del Pescador, que vi una vez de pasada. Se trata de una casita de cuento, situado en medio de un pequeño lago, a la que se puede acceder a través de una pasarela. Ahora se utiliza como punto de información.

Esto es más o menos con lo que uno se encuentra cuando nos adentramos en el Parque del Retiro. Aconsejo tomarse el tiempo necesario para pasear y descubrir los rincones más escondidos de este gran jardín. Yo siempre he caminado o corrido, pero podría ser buena idea alquilar una bici o unos "roller blade", de modo que se pueda visitar el lugar de forma alternativa y seguramente más rápido que a pie.

El parque está abierto todos los días desde por la mañana temprano hasta las 23-24h (según la estación del año), y por la noche se cierran los candados. Y siempre es gratis.