Cines Verdi
En plena calle de Bravo Murillo tenemos uno de los cines con más encanto de toda la ciudad de Madrid. Se trata de un pequeño cine en una zona algo apartada del centro de la ciudad. Para llegar aquí habrá que coger metro como opción más cómoda, y la mejor parada en la que bajarse es Canal (Líneas 2 y 7).
El encanto principal de este pequeño cine reside en dos aspectos principales. En primer lugar, el cine en sí. Tan sólo hay un par de salas, por lo que se trata de un cine muy íntimo, por así decirlo. Es ideal para ir en pareja o incluso solo si te apetece ir a ver una película que nadie más quiere ver contigo porque nadie te quiere (en ese momento). Está decorado de forma perfecta, buscando la sensación de ser un pequeño cine de barrio (que lo es) clásico pero moderno a la vez. Las salas no son muy grandes, al igual que la pantalla, pero puedo garantizar que las películas se ven genial.
En segundo lugar, está el hecho de que las películas que proyectan en estos cines son siempre películas en versión original subtituladas al español. No hay demasiados cines en toda la ciudad que ofrezcan esta opción, lo que les hace unos cines perfectos para cualquier persona que ame tanto como yo ver películas en versión original, o para gente extranjera que esté viviendo en Madrid y el nivel de español aún no sea lo suficientemente bueno como para poder ver una película entera en español.
Las películas que suelen proyectar son de géneros muy variados, pero principalmente lo que suelen proyectar son las películas de estreno más famosas que hay cada cierto tiempo. Pero otra de las características de estos cines es también suelen proyectar otra clase de películas de género más independiente que no se suelen ver habitualmente en los principales cines de la ciudad. Al igual también es común que se puedan ver algunos de los documentales de estreno más importantes del año o alguna remasterización de películas clásicas, algo que suele ser bastante habitual a lo largo del año.
Han sido bastantes veces las que he podido ir yo a ver una película aquí. Un par de veces fue para ver estrenos de ese año, como fue el caso de la película Boyhood, o para ver una remasterización de una película clásica, la cual fue Cantando Bajo la Lluvia. En ambas ocasiones acabé muy contento de ver la película en esta sala, ya que como he dicho el ambiente es muy íntimo, bastante alejado de lo que suelen ser los demás cines convencionales.
Eso sí, el precio de los aperitivos es algo que no cambia, de hecho me atrevería a decir que es incluso más caro que en el resto de cines de la ciudad, aunque tengo que decir que las palomitas de aquí son de las mejores que he probado nunca en un cine.
Por desgracia, el precio de las entradas suele ser bastante caro por lo general. Lo normal es que el precio de las entradas llegue a los nueve euros, ya que no aceptan ninguna clase de descuentos por ser estudiante. Pero bueno, en cualquier caso la experiencia es satisfactoria.
Como crítica personal, la única queja que tengo es que el espacio entre sillas dentro de la sala es muy pequeño, lo que hace que las personas altas como yo suframos un poco. Pero por todo lo demás es perfecto.