Dentro del Retiro está el Palacio de Velázquez, muy cerca del Palacio de Cristal. Este palacio pertenece al Museo Reina Sofía y muchas veces se organizan en él exposiciones de arte.
Hace poco que pasé por allí y de casualidad encontré esta exposición que me llamó la atención.
La sala de exposiciones es enorme, hay como tres o cuatro salas totalmente blancas. Los techos son tan altos que las pinturas quedan totalmente empequeñecidas, parece que le restan importancia.
La exposición que hay ahora es toda ella sobre un solo artista. El autor de los cuadros es Tetsuya Ishida, un japonés que realiza unas composiciones cuanto menos curiosas. Lo había escuchado en las noticias, pero no le había hecho mucho caso. Sin embargo, al ver las obras en persona, me llamaron muchísimo la atención y a pesar de ser un arte muy contemporáneo y extraño, me gustaron bastante.
Todos los cuadros se basan en una composición entre la figura humana y algún objeto. Os empiezo a dejar fotos por aquí para que entendáis un poco a qué me refiero.
Todos los cuadros son muy modernos, una visión muy actual de la sociedad, y transmiten a su vez una tristeza extraña y una soledadenorme. Ya desde la imagen que presenta la exposición se ve un poco esta soledad. Me parece una representación del vacío, de la soledad de una persona.
Cada cuadro me hizo reflexionar sobre una cosa distinta. Me parece que es eso lo que intentan, criticar la vida actual a través de esta representación del cuerpo humano. Además, al estar cada cuadro tan separado del siguiente te da tiempo a pensar un tiempo sobre él antes de pasar a observar el siguiente.
Un cuadro en concreto que me gustó bastante fue un hombre, convertido a su vez en radiador, que daba calor a su hijo. Me impactó bastante y no sabría decir muy bien por qué.
También me llama mucho la atención cómo para ser cuadros bastante abstractos, que crean una realidad que no existe, son a su vez muy realistas. Obviamente sabes que se trata de una pintura, no es un hiperrealismo, pero representa muy bien lo que hay de real en los cuadros.
También se notan mucho las influencias japonesas. Es un arte distinto al nuestro, otras características distintas que sería muy aburrido de contar. Tan solo os diré una de ellas que vi aquí y es que tradicionalmente en la pintura occidental que conocemos estaba totalmente prohibido cortar figuras, había que meter todo dentro del lienzo. Este artista no tiene reparo en cortar figuras, dejarlas a medias. También se ven cosas típicas de su cultura, como los típicos peces de los estanques japoneses.
En general la exposición me pareció muy interesante. Los cuadros son impresionantes de ver, muy modernos, pero igual de veristas. Si os llaman un poco la atención estos que os he enseñado, os animo a acercaros a verlos todos. Además, tendréis un folleto con información que os ayudará un poco a entender lo que estáis viendo.