Museo de Orsay

Cuando hice la entrevista para el programa Erasmus+, lo primero que me preguntaron fue: "¿Por qué quieres ir a París? " En ese momento, una interminable lista de motivos me vino a la mente, y no supe por dónde empezar. "Porque París es una ciudad famosísima", "porque tiene una arquitectura única", "porque es la ciudad del amor" y, bueno, por su arte y su historia. Tenía 21 años y me sentía confusa y agobiada por todo lo que estaba pasando en ese momento. Aunque suene a cliché, buscaba un lugar donde pudiese encontrar paz interior, felicidad y alimento para mi alma. ¿Y qué mejor sitio para empezar que París?

El museo de Orsay

Mi primera parada en París fue este museo. Con los años, mi pasión por artistas como Monet o Van Gogh solo ha ido en aumento. Siempre me encantó estudiar su vida y sus obras e intentar comprender qué les hizo pintar cada cuadro. Cuando observo sus "chefs- d'œuvre", siento paz y tranquilidad, siento emociones auténticas, y ese es uno de los motivos por los que adoro el arte.

He aquí una lista de motivos por los que visitar el museo de Orsay, te guste o no el arte:

• Su arquitectura es impresionante. ¿Sabías que originalmente era una estación de tren? ;
• Es digno de subir a Instagram, ¡pero no vayas solo por el postureo!
• Hay cuadros famosos e históricos como "Mujeres en el jardín" de Monet o el autorretrato de Van Gogh;
• Hay un precioso reloj en la última planta que funciona como ventana;
• Tiene una terraza con vistas;
• La entrada es gratuita para los menores de 26 años residentes o ciudadanos de la UE.

Más que Monet

Monet tiene un efecto "Mona Lisa" en el museo de Orsay. Todos los turistas quieren hacer fotos de sus obras. ¿A quién no le gusta Monet? Pero el museo cuenta con muchos otros cuadros preciosos. Aquí se encuentran las famosas bailarinas de Degas, "Almuerzo sobre la hierba" de Manet y el impresionante "Baile en el Moulin de la Galette" de Renoir. El uso del color y de la luz que fueron capaces de idear en sus pinturas, el nivel de detalle y la perspectiva son increíbles. Si pasas suficiente tiempo observando estas obras, empiezas a confundirte con los personajes.

Así que...

Tanto si estás en París durante mucho o poco tiempo, no te puedes perder esta joya. ¡Tú decides si la quieres descubrir!