La leyenda de Notre Dame de París
La legendaria Notre-Dame de París, la cual inmortalizó Víctor Hugo en la novela del mismo nombre, está en el cuarto distrito de la capital francesa, en la parte este de la isla de la Cité. Es el centro geográfico no solo de París, sino de toda Francia. Siempre hay un montón de gente por la zona, sobre todo turistas y gente joven por las tardes; ya nada se parece al paisaje plomizo que describía Hugo.
Obviamente, todo el mundo espera ansioso encontrarse con la catedral. ¿Quién no ha leído Notre-Dame de París de Hugo o, al menos, no ha visto la película? En general, todo el mundo conoce las dos enormes cabezas de la catedral que se alzan sobre la entrada al edificio y flanquean las naves donde descansan las gárgolas, y saben que es el símbolo de París. Además, la isla de la Cité, donde está ubicado el templo, se considera el sitio más simbólico de Francia. Me acerqué al templo lleno de nervios. Mis expectativas se cumplieron con creces: la catedral impresiona muchísimo, tanto en tamaño como en arquitectura. La entrada al interior es gratuita y suele haber un montón de gente haciendo cola, pero avanza rápido. La catedral en sí misma es preciosa y majestuosa. Hay una sala dentro que está designada para proteger a los fieles de las multitudes de turistas, y se ruega guardar silencio en toda la zona, aunque es difícil, porque siempre hay gente que hace lo que quiere.
La construcción de esta catedral gótica comenzó en 1163, bajo el mando de Luis VII de Francia, en el lugar donde un día estuvo la primera iglesia cristiana de París, la basílica de s. Esteban. Las obras duran más de 170 años, y más de una docena de arquitectos se vieron involucrados en el proyecto. Esta construcción prolongada en el tiempo, así como el cambio de arquitectos, se ven reflejados en la apariencia externa del templo, que combina elementos del gótico temprano y tardío con otros del románico.
Si te pones a examinar todos los detalles de esta catedral, no te extrañará que hayan tardado tantos años en construirla. Estuvo considerada como el edificio religioso occidental más grande del mundo, hasta la edificación de la catedral de Amiens.
En Notre Dame de parís, una de las mayores reliquias cristianas que se conserva es la corona de espinas de Jesucristo, que trajo consigo Luis IX de manos del emperador bizantino en 1238, además de uno de los clavos con los que se le crucificó.
En la plaza de en frente de la catedral hay una estatua de Carlomagno y el símbolo del meridiano cero parisino, desde donde se contabilizan cientos de kilómetros de carreteras francesas.
Merece la pena observar con detenimiento el exterior de la catedral. Entre otras atracciones que tiene la catedral, está el órgano más grande de toda Francia, que cuenta con 111 registros y 8.000 tubos. También están las gárgolas y quimeras que adornan la fachada de la catedral, la galería del rey, y mucho más. En el campanario se encuentra la campana más grande de Notre Dame, que se llama Emmanuel. Se puede visitar, está justo antes de llegar a la terraza panorámica, que ofrece una vista de 360 º de París.
A esta catedral, que produce sensaciones tan especiales, ha venido la gente durante siglos a rezar, a sufrir y a regocijarse pero, hoy en día, ya no se hacen ese tipo de ceremonias. Recomendaría que viniérais antes de que comenzara la misa de la tarde, para poder investigar la catedral.
Información útil
- La entrada a la catedral es gratuita.
- La estación de metro más cercana se llama Cité.
- Además, también está cerca la estación de metro -Saint-Michel-Notre-Dame, que está abierta todos los días de 8 a. m. a 6:45 p. m. y, en fin de semana, hasta las 7:15 p. m., menos el 1 de mayo, el 25 de diciembre y el 1 de enero.
- La entrada a la torre de junio a agosto es hasta las 11 p. m.
- quieres visitar la torre, cuesta 8 € y es gratuita para menores de 18.
La historia de la catedral
A Notre Dame la hirieron un siglo y medio antes de que se escribiera la novela: bajo el mandato de Luis XIV, Robespierre ordenó decapitar a las estatuas que decoraban la catedral. La reconstrucción se inició tan solo 10 años después de la publicación de la novela. Se decía que la catedral era tan grande que podría haber acogido a todos los habitantes de París que, por entonces, serían unos 10.000. Otro aspecto a tener en cuenta de la construcción de la catedral es que no tiene paredes internas. En su lugar hay columnas, conectadas mediante arcos, y las distintas salas se separan con vidrieras.
La catedral de Notre Dame es, sin duda, la más famosa de Europa. Durante siglos, se ha considerado a la catedral como el centro de la vida en la ciudad: dentro de ella se han coronado emperadores, se estableció el primer Parlamento de Francia, se han oficiado bodas reales y funerales, los ricos han ofrecido sus tesoros y los pobres han buscado refugio. En la actualidad, cada año la visitan 13 millones de turistas.
La decoración y datos interesantes sobre la catedral
La fachada occidental principal está dividida en tercios.
- En el de abajo hay tres pórticos: el Juicio Final, la Madona con el Niño, y Santa Ana, la madre de la Virgen.
- En el de en medio está la galería de los reyes, con 28 estatuas de los reyes de Judá e Israel, además de un rosetón del S. XIII.
- En el de arriba están las dos torres de 69 metros de alto, que fueron las estructuras más altas en el momento de su construcción.
El mirador es el lugar más interesante, las vistas son impresionantes.
Cada una de las campanas que hay en las torres tiene su propio nombre. La más antigua, Belle, es de 1631; la más grande, Emmanuel, pesa 13 toneladas, el badajo por sí solo ya pesa 600 kg. De todas formas, esas dos campanas solo se usan para ocasiones especiales, mientras que el resto suenan todos los días a las 8 a. m. y a las 7 p. m. Si os atrevéis, podéis subir los 387 escalones que llevan a lo alto de una de las torres.
La decoración de las ventanas de la catedral es muy colorida. En algunas partes del templo destacan los colores violeta y azul; en otras, naranja o rojo, y le dan al interior un aspecto muy lujoso. Los tres rosetones del S. XIII brillan como si fueran joyas en las fachadas norte, sur y oeste.
Durante años, se han utilizado objetos de valor y regalos durante los servicios, y se han ido acumulando con el tiempo: las vestiduras de los obispos, cuencos, valiosos manuscritos, colecciones de 268 camafeos y un clavo y un trozo de madera de la cruz en la que crucificaron a Jesús.
La catedral de Notre Dame es una iglesia en activo en la que se hacen servicios gracias a unos modernos efectos audiovisuales: el texto de las oraciones, tanto en francés como en inglés, se proyecta en una pantalla, además de distintas imágenes de historias bíblicas. A esta representación le acompaña el órgano más grande de Francia.
Mientras la catedral se estuvo construyendo, cambiaron los gustos y las ideas de los encargados, por lo que en el resultado final se aprecia la mezcla de distintos estilos. En la parte más baja parece un edificio románico y, en lo alto, hay toques góticos. Es una combinación única.
A pesar de todo, Notre Dame sigue en pie, y es un edificio muy querido por los parisinos de hoy en día, a la vez que ha conseguido mantener su hospitalidad. Las puertas de la catedral siempre están abiertas a los parisinos que quieran ver las vidrieras restauradas, escuchar el antiguo órgano, tocar las reliquias cristianas o ir a misa.
Pide un deseo en esta catedral y ¡se hará realidad!
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- English: The legendary Notre-Dame de Paris
- Italiano: La leggendaria Cattedrale di Notre-Dame
- Français: La légendaire Notre-Dame de Paris
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