Porte de Bagnolet y el XX Distrito de París
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- Etiquetas: Qué hacer París, París, Francia
UN PASEO PARA RECORDAR | XX DISTRITO DE PARÍS
Durante esta nueva aventura en París, me gustaría alejaros de las zonas turísticas que más se suelen visitar. Esto significa que nos marcharemos de los distritos principales de París y nos adentraremos en lo que mi amigo suele llamar "la campiña de París".
Si cogéis la línea 3 del metro en dirección a Gallieni y os bajáis en Porte de Bagnolet (la penúltima parada), os sorprenderá lo que París realmente puede ofrecer. A París no solo se la admira internacionalmente por sus icónicos lugares como la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo, el Museo del Louvre, etc., sino que también se le alaba por su rica historia. Si os bajáis en Porte de Bagnolet, descubriréis el desarrollo y la inigualable historia de la ciudad de una manera que ningún guía turístico sería capaz de mostraros.
A medida que salgáis a la superficie por la escalera de la estación del metro, veréis de inmediato unos edificios de apartamentos frente a vosotros y a vuestro alrededor. Pero, ¿por qué os estoy recomendando que vengáis a ver un puñado de edificios de apartamentos? No son edificios comunes, de hecho, son edificios que representan la transformación y el desarrollo de la ciudad a lo largo de los años. Así pues, en este post os transmitiré directamente los conocimientos que a su vez me transmitió a mí un amigo parisino; de esta forma, cuando lleguéis a este lugar, tendréis una mejor idea de todo el asunto.
Detrás de vosotros y a vuestra izquierda, veréis unos apartamentos de color blanco. Estas son algunas de las viviendas que el gobierno puso a disposición de aquellos ciudadanos que contaban con un presupuesto limitado. De hecho, muchos franceses, y muchos parisinos en concreto, me han contado que durante el periodo industrial de París los habitantes más ricos de la ciudad vivían al sudoeste, y los habitantes más pobres vivían al noreste de París. Esto se debía a que durante este periodo, las fabricas liberaban humo y otras emisiones indeseables; de esta manera, contaminaban el aire. Normalmente, el aire en París corre de este a oeste, y esto provocaba que el humo terminase dirigiéndose hacia las residencias que se encontraban al oeste de las fabricas. Los ciudadanos acomodados acabarían instalándose en viviendas en los suburbios al este de la ciudad para evitar la contaminación del humo de las fabricas. Esto dio lugar a la transformación del XVI Distrito de París, que sin duda es el más rico de toda la metrópoli.
Lo creáis o no (pero deberías creerlo), estos encantadores edificios de ladrillo y piedra de aspecto tan clásico eran en realidad las viviendas menos lujosas de la ciudad hace cien años. Pero, adivinad cuánto cuestan ahora. Me dijeron que cuestan tanto dinero que, cuando se publica el anuncio de su venta, la compañía inmobiliaria no pone una cantidad numérica en dicho anuncio. Solo se revela esta cantidad cuando un comprador potencial pregunta por ella, algo exclusivo debo decir. Debo mencionar que no es común que la gente viva en una casa aquí en París. Así que, si alguien vive en una, hay probabilidades de que sea el propietario de un banco o que tenga una historia interesante que contarnos.
Si continuáis caminando y dejáis atrás estas encantadoras viviendas, encontraréis un callejón con unas escaleras que os llevarán a la calle donde se sitúan estas casas. Este lugar es mágico. Si miráis a vuestro alrededor, jamás adivinaríais que estáis en París. La casas son preciosas y realmente tendréis al oportunidad de apreciar su elegancia de cerca. Este es el lugar perfecto para hacer unas fotos; es un sitio idílico para aquellos a los que les guste el modelaje o el arte.
Seguid caminando, pero no lleguéis hasta el final de la calle, porque este es simplemente un barrio residencial. Girad a la izquierda, subid otras escaleras y os encontraréis en la rue Irenée Blanc y la rue Jules Siegfried. Echad un último vistazo a estas calles, apreciad la belleza de estas casas de piedra y sacad algunas fotos (quizás similares a la que hice yo). Mis amigos y yo creímos que el letrero de esta calle es único porque tiene un pequeño corazón muy mono encima de la I de Ireneé. El porqué no lo sabemos, pero si seguís mirando los letreros de otras calles encontraréis más corazoncitos; nosotros encontramos al menos dos más.
Desde aquí, cruzad la calle y girad a la derecha en el primer cruce que veáis. Así llegaréis a una calle llena de bares, estancos y otros comercios locales. Cinco minutos después, volveréis a toparos con la estación de metro en la que empezamos el recorrido, pero al otro lado, en el monumento a Edith Piaf. Para aquellos que no sepan mucho sobre cultura francesa, arte y música como yo, Edith Piaf fue una excelente cantante cuya fama traspasó fronteras y todavía hoy en día se la reconoce por ser una de las personas con nacionalidad francesa que han logrado más éxito intencionalmente. El monumento es una estatua de bronce que conmemora su grandeza y el éxito que tuvo durante décadas. Si estáis interesados en saber más sobre este tema, os sugiero que busquéis en Internet la Plaza Edith Piaf o «Place Edith Piaf» para más información detallada.
Desde esta encantadora plaza, girad a la derecha y continuad caminando. Nosotros llegamos al mercado a las 14:30 y nos los perdimos por muy poco. El mercado claramente había dejado rastro: restos de verduras y frutas en el suelo y el olor a marisco que flotaba en el aire. En menos de diez minutos, llegaréis a la estación de metro de Gambetta. Pero antes de volver a casa, puede que os apetezca tomaros un helado, beberos un café o admirar la vegetación del parque Edouard Vaillant. También encontraréis los restos de algunos cines antiguos de París. A la izquierda, muy cerca del parque, se encuentra el MK2 Gambetta. Se construyó en los años 20, así que su centenario se acerca; es otro de los tesoros bien guardados de la ciudad.
Resistid la tentación de volver a casa porque todavía queda mucho que ver. Sabréis que os encontráis en el camino principal cuando veáis la estación del metro de Gambetta y el McDonald's que se encuentra al otro lado de la calle. Comprad un batido o un helado para recuperar energías y después buscad la Avenida Père Lachaise, que se encuentra justo al lado del McDonald's. Tirad por esta calle y, en cinco minutos, llegaréis al famoso y enorme Cementerio Père Lachaise.
Este cementerio es enorme, abarca más de 100 hectáreas. Si miráis un mapa de París, podréis daros cuenta de que este lugar (normalmente representado como un cuadrado verde) ocupa un espacio muy grande. El cementerio está abierto al público, y se dice que aquí están enterradas personalidades famosas como Edith Piaf, Jim Morrison y el inigualable poeta y escrito irlandés Oscar Wilde. Uno de los puntos fuertes de este cementerio es precisamente la tumba de Oscar Wilde. Podréis daros cuenta de lo importante que es este lugar de descanso si descubrís las incontables marcas de pintalabios que hay en el cristal que cubre la tumba, y en la tumba en sí misma. No puedo llegar a imaginar cuántas personas han besado esta tumba, ni pensar lo limpio que tiene que estar el cristal. Pasear por el cementerio es muy agradable, pero yo no os recomendaría besar el cristal de esta tumba como han hecho muchos visitantes anteriormente.
A partir de este momento, es probable que necesitéis la ayuda de Google Maps. Es una herramienta completamente esencial, yo mismo no puedo recordar las direcciones. Pero os recomiendo que continuéis la visita dirigiéndoos a la rue de Retrait. Esta pequeña y silenciosa calle es popular entre los parisinos gracias a su arte urbano. Muchos artistas han plasmado su creatividad y su orgullo por la ciudad en las paredes de esta calle y han creado varias obras de arte. Me dijeron que pintar en las paredes de estos espacios públicos y privados se consideraba ilegal y poco civilizado hasta que el gobierno local se dio cuenta de la importancia que tiene el mensaje que pretenden transmitir estas obras. Hoy en día, se toleran más estas obras, y seréis capaces de ver algunas. Pero buscad bien, porque algunas de ellas puede que estén un poco escondidas.
Cuando lleguéis al final de esta calle, creo que es justo decir que habréis hecho un gran trabajo paseando por las zonas menos ajetreadas de París. Necesitaréis de nuevo a vuestro amigo Google Maps para encontrar la estación de metro o la parada de autobús más cercana; pero, más o menos, la estación de metro de Gambetta y Pelleport son las más cercanas a vuestra posición.
Espero que este post os haya sido útil a pesar de lo malo que soy para indicar direcciones. Por lo menos, espero que ahora tengáis una mejor idea de qué zonas de París visitar aparte de las típicas atracciones turísticas. Si queréis ir un paso más allá durante vuestro viaje a la ciudad de la luz, echadle un vistazo a mi post Panorama del Gourmand Belleville, no solo para descubrir dónde poder degustar unos aperitivos y tomar unas copas, sino también para poder contemplar unas vistas increíbles de la ciudad.
Si os ha gustado el contenido de este post, o simplemente os gustaría ver algunas de las fotos que hice durante mis aventuras en París, no dudéis en echar un vistazo a mi Instagram: oat93. ¡Hasta pronto!
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- English: A WALK TO REMEMBER | PARIS 20e
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