Sanukiya

Durante mi estancia en París, me planteé como reto usar el metro lo menos posible. Con el propósito de descubrir nuevos lugares y ver cosas nuevas, y básicamente, para familiarizarme con el lugar que sería mi hogar, al menos por los siguientes nueve meses. Como todo buen japonés (no lo soy, pero es una larga historia), me entró un terrible antojo por la comida japonesa. Después de todo, pasé seis años creciendo allí, a parte de la gente agradable y los lugares bonitos, la comida es otra de las cosas que echo de menos sinceramente.

Tuve demasiada suerte al encontrar "Sanukiya" mientras caminaba por la zona de la Ópera. Un amigo me dijo que había una calle llena de restaurantes japoneses cerca, pero siendo yo tan bueno con las direcciones (la verdad es que no), me perdí. Me perdí, y me encontré con tan grata sorpresa. Hacía frío y estaba lloviendo, típico en aquella época del año. Al tener cierta experiencia para reconocer verdaderos restaurantes japoneses, le eché un ojo al menú por fuera. El menú estaba tanto en francés como en japonés. Bien, eso era buena señal ya que indica que el lugar lo llevan nativos japoneses. Luego pedí a través de la ventanilla y vi lo que parecían ser empleados japoneses llevando el negocio.

No tuve más dudas para entrar, y mi estómago lo agradeció. Me saludaron en japonés, cosa que ganó puntos para ser un auténtico restaurante japonés, y me llevaron hasta la mesa. El restaurante tenía una terraza exterior que estaba cubierta en los meses de invierno y tenían un par de estufas, pero no era de mi agrado. Pedí que me pusieran dentro y el personal lo entendió y me ayudó amablemente.

Examiné el menú. Sanukiya se especializa en Udon. Desafortunadamente, no soy mucho de Udon ni Soba, así que se me reducían las opciones. Sin embargo, para los que no eran partidarios del Udon como yo, había muchas opciones. También tenían un menú presentando bebidas japonesas, con sake y otras bebidas para los que quieran probar cosas nuevas. Otra de las cosas que me sorprendieron fue que tenían un aperitivo típico de la época de invierno llamado "Oden". En el Oden puedes encontrar un montón de cosas, el Oden se hace de un caldo japonés muy rico ya que se sirve como una sopa y es perfecto para los meses de invierno. Fue el primer sitio donde encontré algo muy japonés a parte del típico ramen, sushi y yakitori.

Opté por el clásico Katsudon, que es una porción de cerdo, cubierto de migas de panko y frito hasta que adquiere un color dorado. El plato como tal no viene acompañado de arroz, así que lo pedí para acompañar la carne. El plato llegó enseguida. La presentación, como pueden ver en la foto, es más o menos como sería en un restaurante en Japón. La forma en la que la carne está colocada en el plato, con ensalada a un lado. Y por supuesto, con un poco de mostaza. La salsa Tonkatsu, que suele ser casera o varía según cada chef, estaba deliciosa con esa pizca de semillas de sésamo. Mi bol de arroz también tenía algunos vegetales encurtidos que estaban bien conservados.

Ahora la parte más emocionante, el sabor. El cerdo estaba sublime. Se notaba que el o la chef sabía lo que estaba haciendo por como cómo la carne estaba rebozada primero en harina, luego el huevo y finalmente las migas de panko. En otros sitios, desafortunadamente, probé otras versiones de Tonkatsu donde la cobertura de migas se desperdigaba por todos lados al cortarlo. Aquí el Tokatsu mantenía su forma y estaba crujiente. La salsa, repito, era excelente e iba perfecta con el cerdo. El arroz era un ejemplo excelente de cómo debería ser el arroz japonés. Los granos eran redondos a diferencia del arroz jazmín tailandés. El arroz se agarraba muy bien, ya que siempre tiene que quedar ligeramente pegajoso. Perfección era la palabra, desde el atención hasta la comida, desde el ambiente y la decoración hasta incluso la música de fondo. La música me hizo sentir de nuevo en Japón y me trajo muchos recuerdos del instituto. Y por supuesto, la charla de los empleados japoneses con la armonía del japonés.

Creo que ya he dicho bastante para convencerles de probar este sitio. ¡He hecho fotos de la parte de atrás de la tarjeta del negocio para que tengan una idea de dónde está el restaurante!