Louvre

The Louvre, Le Louvre, Museo del Louvre, este lugar suena igual en casi todos los idiomas y no se puede confundir con otro lugar. Hasta un niño pequeño sabe que el Louvre es una galería de arte o, mejor dicho, la galería de arte más grande del mundo, situada en el centro de París en Francia. Hay mucho más allá de esta pequeña descripción, Louvre es un universo regido por sus propias reglas, sistema y estructura.

Por supuesto, cuando fui a París, el Louvre estaba en los primeros puestos de cosas que hacer allí. Hay muchos consejos en internet sobre cuándo es mejor visitar el Louvre. Algunos dicen que es mejor ir por la mañana, otros consideran que deberías ir por una entrada «secreta», otros aconsejan ir los miércoles después de las 4 p. m. (cuando el Louvre sigue abierto hasta las 6 o 7). Yo leí todos estos consejos, pero no me pude decidir por ninguno y decidí ir cuando tuviera tiempo. Al final, pude ir un lunes sobre las 2 p. m. Bueno, en realidad, sí seguí un consejo y decidí entrar por la famosa entrada «secreta»: la entrada de la tienda de recuerdos. Claro que aun así tuve que esperar en la cola pero solo estuve 20 minutos esperando mientras que si hubiese ido por la entrada principal, habría tardado de 1 a 5 horas. Esto se debe a que no mucha gente sabe que hay más entradas y que el control de seguridad va más rápido en la tienda. Un dato curioso es que en la tienda puedes ver otra pirámide que está al revés. Algunos especialistas afirman que la pirámide muestra la armonía en la naturaleza (la pirámide del revés muestra a un hombre y la pirámide normal muestra a una mujer).

Una vez que has entrado en el Louvre, al principio no te das cuenta de que ya estás en el museo. Primero pasas por Starbucks, algunos bares pequeños, despachos y baños. No daba la sensación de que fuera un mundo del arte. Después de entrar en el gran vestíbulo, ves taquillas y la recepción. Este vestíbulo se encuentra de hecho justo debajo de la pirámide normal y la entrada principal del museo.

Coge un mapa en recepción o de lo contrario te perderás. Si eres ciudadano europeo (o tu país tiene alguna relación con la UE) y tienes menos de 25 años, puedes entrar gratis al Louvre y no necesitas un ticket, así que no hace falta que hagas cola en la taquilla. El resto tienen que pagar unos 10 euros por persona (sin contar audioguías o excursiones).

Hay tres entradas principales a la galería y tienen diferentes nombres. Se comprueban los tickets en cada entrada. El Louvre tiene básicamente 5 pisos (o incluso 6) incluida la primera planta. No se aconseja estar más de 3 horas, 3 horas y media por visita, o te puedes volver loco.

¡Desde luego, el Louvre lo tiene todo! Os aconsejo que decidáis primero cuál es vuestra etapa o tendencia artística favorita, la investiguéis con más atención y después miréis las obras más famosas de otras etapas. Es muy fácil de hacer: el mapa muestra lo que es más importante en el museo y también hay mucha información en internet. No pierdas tu preciado tiempo explorando algo que no te interesa.

Lo que yo hice fue ver algunas esculturas famosas, por ejemplo Nike Victoria, Venus de Milo, y algunas obras menos conocidas de la edad media y antiguas esculturas egipcias:

Normalmente hay mucha gente alrededor de estas esculturas así que ten cuidado con tus pertenencias. Yo perdí mi libro en el Louvre (o me lo robaron).

Después de ver las obras de arte famosas aunque no tan interesantes para mí, decidí explorar mi época artística favorita: cuadros holandeses y franceses de los siglos XVIII y XIX. El Louvre tiene una amplia colección de cuadros de este tipo y mientras me paseaba por la galería me di cuenta de un problema: algunas alas del edificio estaban cerradas. Entonces me di cuenta de que los días laborales el Louvre cierra algunas alas para restauración y ventilación. Así que, si vas a venir para disfrutar de una obra de arte en concreto, asegúrate de que esa zona no esté cerrada ese día (esa información está disponible en la página web). Tuve suerte de que solo hubo un cuadro que quería ver que no pude ver.

Cuando ya había visto casi todo y solo me quedaba el cuadro más importante (que es, por supuesto, la Mona Lisa), decidí descansar y tomarme algo en un bar local. Sinceramente, los precios eran muy altos y para nada merecían la pena.

Mi última parada fue, como ya he mencionado, la Mona Lisa pintada por el famoso artista italiano Leonardo da Vinci. Había muchos carteles que llevan a este cuadro y también se puede ver que la mayoría de la gente va en esa dirección. Entonces, entras en una gran habitación donde el cuadro está colgado en una gran pared, rodeado por sistemas de seguridad, tratas de meterte entre la multitud y hacer una foto lo mejor que puedas y te haces un selfie... e intentas entender por qué este cuadro es tan famoso.

Es famoso porque lo robaron a principios del siglo XX. Hoy en día los gerentes de marketing llamarían a esto mala publicidad. Un día un joven trabajador de Italia, siendo su último día de trabajo en el Louvre, decidió robar el cuadro (que no era para nada famoso entonces) porque pensó que era patrimonio italiano. Fue un gran escándalo, se usaron todos los recursos para buscar el cuadro y al final lo encontraron en Italia, escondido bajo la cama del antiguo trabajador. Italia decidió, por supuesto, devolver el cuadro al Louvre pero primero hizo un gran tour alrededor de Italia para participar en diferentes exhibiciones y ferias. La gente se interesó por este cuadro controvertido y fue a verlo. Cuando el cuadro ya estaba de vuelta en el Louvre, muchos «especialistas» fueron a ver el cuadro otra vez y le dedicaron su trabajo. Este es el motivo por el cual los libros consideran la Mona Lisa un cuadro único, que cuenta la historia del mundo. La sonrisa de Mona Lisa está considerada como misteriosa y mágica. Desde el punto de vista de los artistas, debo decir que su sonrisa es un interesante trabajo de óleo, luces y sombras, la explicación está en los libros de texto. En cualquier caso, así es como se convirtió en el cuadro más famoso del Louvre.

Una vez me hice un selfie con la Mona Lisa, llegué a la triste conclusión de que muchos turistas vienen al Louvre solo a ver este cuadro y no a disfrutar de otras obras de arte. Os aconsejo encarecidamente que paséis más tiempo en el Louvre y le prestéis atención a otras obras también, que no le tienen nada que envidiar a la Mona Lisa.

P. D. Como he mencionado, perdí un libro en alguna parte del Louvre. Estaba muy triste y decidí volver a visitar el Louvre para encontrarlo. Al día siguiente estaba abierto, fui sobre las 11 a. m. y debo decir que no es el mejor momento para ir, porque ya había mucha cola, de unos 30 minutos. No me dejaron pasar «solo para preguntar» y tuve que esperar en la cola. Hay trabajadores voluntarios en la cola, cambiando los carteles de tiempo de espera. Suelen ser simpáticos y estar aburridos, así que puedes pasar el rato hablando con ellos. Cuando por fin pude entrar, fui directamente al mostrador de recepción. Desafortunadamente, no habían encontrado el libro, pero aún así estoy satisfecho con el servicio de objetos perdidos. Por último, vuelvo a pedir que tengáis mucho cuidado con vuestras pertenencias mientras veis las maravillosas obras de arte.