Park Güell
- Dirección: Calle Olot en la ciudad de Barcelona (cp: 08024)
- Etiquetas: Qué ver Barcelona, Barcelona, España
- Página web: www.parkguell.es
Para pasar la tarde
El "Parc Güell" es un parque diseñado por Antoni Gaudí, un reconocido Arquitecto en Barcelona por haber diseñado otros edificios como la Sagrada Família o la casa Batlló...
El Parc Güell está inspirado en la natura y en los animales, es muy bonito, hay mucho ambiente y se puede ir a pasar la tarde. La entrada cuesta 7€ ¡pero vale la pena! Si estás en Barcelona debes ir a verlo, es muy grande y diferente al resto, ya que ¡el estilo de Gaudí és único!
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- Deutsch: Den Nachmittag verbringen
- English: To Spend the Afternoon
- Français: Pour y passer l'après-midi
- Italiano: Per passare un bel pomeriggio
- Polski: Pomysł na spędzenie wieczoru
Park Güell
Volviendo a Barcelona de nuevo, hoy os hablaré de otro de los sitios de más atractivo turístico de la ciudad, que casi con certeza ya conocéis: el Park Güell.
Siguiendo nuestra ruta por Barcelona, otro de los destinos que no nos podíamos perder era el Park Güell. Solo por sacarnos una fotografía en los asientos de mosaicos merecía la pena, y por supuesto para disfrutar de la vista que ofrece de Barcelona. Fuimos cuando ya conocíamos la ciudad a base de recorrer las calles a pie, y desde allí arriba nos entretuvimos un buen rato intentando situar las diferentes zonas de la ciudad y los monumentos que ya conocíamos.
El parque consta de una extensión de más de 17 hectáreas (170, 000 metros²), con grandes zonas verdes y jardines que rodean la obra arquitectónica de Gaudí. Ver la zona central no lleva demasiado tiempo, sin embargo si uno quiere aprovechar la visita, debería darse un buen recorrido por los jardines y subir hasta los puntos más altos.
A diferencia de lo que pensábamos nosotras, la entrada al parque no es gratuita: desde Octubre de 2013 impusieron la venta de tickets para la visita a la zona central del parque donde se sitúa todo lo monumental: la plaza central con los asientos de mosaicos, el colegio, la casa de Gaudí, incluso para poder ver los pabellones de la entrada y la escalinata. Sin embargo, todo el resto del parque es público, de acceso gratuito. Parece ser que el cobro de entrada se estableció dado que el acceso de turistas era demasiado alto, y es que desde que se ha hecho de pago, el número de turistas ha descendido desde los 9 millones hasta los 2. 5 millones al año.
Personalmente, disfruté mucho más de la visita por los jardines que de la visita al centro arquitectónico, llegando a lo más alto y viendo desde los miradores la ciudad condal (a pesar de que el tiempo no acompañaba demasiado, y es que aún haciendo calor, el cielo estaba anunciando una tormenta). No cabe duda de que es precioso y desde luego cualquier persona sin ni ningún tipo de formación en este ámbito puede apreciar las preciosas formas y como Gaudí integra la naturaleza en sus obras, sin embargo para mi, carece de un interés más allá del meramente decorativo.
Historia
El parque Güell comenzó a construirse en el año 1900, obra que se prolongó hasta 1914, siendo inaugurado como parque público en 1926. La construcción del parque comenzó por orden de un empresario, Eusebi Güell, de ahí el nombre que recibe el parque, que le encomendó la obra al arquitecto Antoni Gaudí, un referente de la corriente modernista catalana. Al igual que comenté en la entrada anterior, como la sagrada familia el parque Güell también ha sido declarado como patrimonio de la humanidad por la UNESCO en el año 1984.
Estructura
A la entrada del parque, con la compra del ticket, te dan unos folletos muy explicativos donde explican la historia del parque y proporciona una breve información de la estructura arquitectónica que alberga en el interior. Este folleto sirve de guía para no perderse y explica en qué orden debe ser visitado (ya que el orden natural que sería desde la entrada está cerrado desde 2013 que se empezó a cobrar la entrada). Además, existen rutas recomendadas ya establecidas, cuyo itinerario permite visitar todos los puntos de interés: Sant Josep de la Muntanya, Calle de Olot o Plaza de la Naturaleza. En un principio estaba pensado como una urbanización, un lugar donde se situarían viviendas para gente de clase alta. Salta a la vista de cualquier persona, cómo Gaudí se basó en formas naturales para construir los bancos, las columnas, viaductos…
El parque tiene una fantástica entrada en su parte más baja con dos pabellones a los lados. Esta entrada permanece cerrada, cabe pensar que es por el carácter privado que adquiere el centro arquitectónico del parque. Ahora el acceso está en una de las regiones más altas del parque, donde se sitúa la taquilla para la venta de tickets.
Los pabellones que mencionaba anteriormente, tienen formas muy poco comunes, coronadas por techos de múltiples colores que sugieren un cuento de fantasía. El más pequeño de ellos está destinado a la administración mientras que el más grande se destina a la función de portería.
A continuación, según se atraviesa el vestíbulo y se entra en el parque, podemos encontrarnos con una escalinata con dos vertientes, en medio de las cuales se sitúa el famoso dragón colorido recubierto de mosaicos, o para otros la escultura de una salamandra. Sea como sea, es un icono del parque. Se dice que todo aquel que pase a su lado debería tocarla ya que este hecho le dará suerte.
En el último tramo de las escaleras se sitúa un banco cubierto, formando lo que parece un hueco en la pared (puede verse al fondo de la foto anterior, rodeado con un mosaico de color predominantemente verde). Como curiosidad, este banco está construido de manera que en invierno de la el sol y durante el verano le da la sombra. Además, para el turista es un precioso sitio para sacar una fotografía de toda la panorámica de la entrada del parque.
Continuando las escaleras se llega a la plaza central de lo que en principio pretendía ser una urbanización, destinada, según la idea inicial a ser el centro de reunión de la comunidad así como lugar de celebración de los eventos religiosos o culturales.
Esta plaza es el conocido mirador de Barcelona, de aproximadamente unos 3000m2 con forma oval, desde donde puede divisarse toda la ciudad.
Su construcción comenzó en 1907 y terminó en 1913. En los límites de la plaza se encuentran los famosos bancos de formas onduladas decorados con piezas de cerámica y cristal, donde claramente predominan los colores amarillo, verde y azul. Siguiendo la escalinata, antes de llegar a la plaza central, nos encontramos con la Sala Hipóstila o Sala de las 100 columnas. Una sala muy curiosa, y es que está abarrotada de columnas (86 concretamente) y en el techo se divisan pequeñas bóvedas a lo largo de toda la extensión. Su construcción comienza un año después que la de la plaza central, pues su función es la de hacer soporte a la misma.
Al igual que la plaza central estaba pensada para las reuniones y los actos culturales y religiosos, esta sala hipóstila estaba pensada para servir de mercado y lugar de intercambio. Sin embargo, actualmente es una sala cuanto menos curiosa, que sirve para el disfrute del turista y en algunas ocasiones es usada por los músicos ya que ofrece buena acústica.
A la derecha de la plaza central según se entra, se sitúa el Pórtico de la Lavandera, un tunel que conduce desde la plaza hacia la Casa de Larrad, antigua masia que desde 1931 se convirtió en un colegio. Este pórtico es un ejemplo de que Gaudí buscaba la inspiración en las formas naturales, ya que busca la similitud con una gran ola.
Fuera de lo que es el área monumental, existen una serie de viaductos, caminos y calles característicos cuya función es permitir el tránsito por el parque, incluso están diseñados de manera que su anchura permitía el paso de los carruajes. Sus decoraciones están integradas en el ambiente natural en el que se encuentran, pues se adornan con columnas en formas de árboles…
En el parque puede visitarse además la Casa / Museo de Gaudí, donde el arquitecto vivió con su padre y su sobrina desde 1906 hasta 1925. Esta residencia fue construida como modelo del resto de casas que compondrían la urbanización y fue más tarde cuando Gaudí la compró dado que ya veía que el proyecto de la urbanización sería un fracaso. Hoy en día es un museo, al que yo no he entrado por lo que no puedo explicaros cómo es ni que contiene.
Todo esta región central, está rodeado por grandes zonas verdes, que merece la pena recorrer. Nosotras nos paseamos por los caminillos hasta que comenzó a llover y tuvimos que dejar la visita. Nos dio tiempo de subir hasta uno de los puntos más altos, llamado el Calvario, lugar que inicialmente según los planos de Gaudí, estaba destinado a la construcción de una capilla (proyecto que fracasó al igual que el resto de la urbanización). En este punto se ven tres cruces que Gaudí levantó con el objetivo de representar la pasión de cristo en la crucifixión. Una de las curces es más alta (1. 70 m) y las otras dos son algo más pequeñas (1. 50 m). Las cruces fueron destruídas durante la Guerra Civil en 1936, y fueron reconstruidas más tarde a su finalización, en el 1939.
Entradas
Como ya he nombrado en alguna parte del texto, desde 2013 el parque Güell es de pago. El acceso a la zona monumental era masivo, por ello ha dejado de ser de carácter público con el fin de garantizar su conservación y mantenimiento.
La compra de entradas depende del número de visitantes diarios, acogiendo a un máximo de 400. Por ello, es recomendable comprar la entrada con antelación para no perder la oportunidad de entrar al parque. Al realizar la compra del ticket se dará una hora de acceso a la zona monumental, cuya entrada permanecerá hasta media hora después, de manera que los accesos estarán abiertos determinadas horas al día. Por ejemplo, nosotras fuimos a las 9:30 a comprar el ticket. La entrada no habría hasta las 10:00h y teníamos tiempo para poder entrar solo hasta las 10:30h. una vez dentro cada uno puede salir en el momento que quiera sin límite de tiempo.
Horarios
- Temporada baja: del 01 de enero al 26 de marzo: de 8:30 h a 18:00 h (última hora de acceso a las 17:30).
- Temporada media: del 27 de marzo al 30 de abril: de 8:00 h a 20:00 h (última hora de acceso a las 19:30).
- Temporada alta: del 01 de mayo al 28 de agosto: de 8:00 h a 21:30 h (última hora de acceso a las 21:00).
- Temporada media: del 29 de agosto al 29 de octubre: de 8:00 h a 20:00 h (última hora de acceso a las 19:30).
Precios
- La entrada general realiza por internet: 7€
- La entrada general a la taquilla: 8€
Para consultar los precios con descuentos, podéis visitar esta página.
Mucha gente no lo sabe pero se puede entrar al parque gratis si se llega antes de la hora de apertura.
Cómo llegar
El parque está situado en la calle Olot de Barcelona.
Para llegar al parque uno puede ir en metro hasta la estación de Vallcarca o Lesseps (con la línea verde, L3) y a partir de ahí ir caminando. En todo momento el parque está señalizado, por lo que aún sin ser de Barcelona no tiene pérdida. De cualquier modo, cualquier mapa o plano de la ciudad está perfectamente indicado tanto la parada de metro como el parque por lo que no debería haber problemas para llegar. Desde que se sale de la parada de metro hasta la entrada del parque, calculo unos 15 minutos andando. Dado que la entrada del parque ahora es otra, hay que subir una importante cuesta, que se ameniza con escaleras mecánicas en un buen trayecto.
Otra opción son los autobuses urbanos. Las líneas 32, 24 y 92 pasan allí. Además, por supuesto, otra forma de acceder es a partir de una de las paradas del autobús turístico.
¡Espero que os haya gustado y servido de ayuda para vuestro plan de turisteo!
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Contenido disponible en otros idiomas
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- Italiano: Park Güell
El triunfo de la fantasía
Durante mi primera visita a Barcelona, cuando la entrada para el Park Güell aun era gratis (aunque limitada a un cierto número de visitantes), yo estaba tan fascinado por este lugar que no pude resistir la tentación de tomar miles de fotos. Me encantó el parque. Éste es probablemente el legado mas extraordinario dejado por Gaudí. Yo nunca lo hubiera dejado.
Y de hecho, el lugar es tan especial que se necesitaría todo un día para poder apreciarlo completamente. Obviamente, eso no es posible ya que miles de personas lo visitan diariamente, aun cuando pusieron la entrada a 7 EUR.
Esta decisión ha levantado una serie de quejas, como si en algún sentido el espíritu de Gaudí (el parque tenía que ser un espacio público) hubiera sido parcialmente traicionado. Todo sea dicho, aunque, el Park Güell, lejos de ser un parque común, es un punto de referencia que tiene que ser preservado con todo el cuidado.
Ciertamente, el Park Güell se compone de dos partes principales: el parque en sí, que se extiende hacia una colina desde la que tienes vistas maravillosas de Barcelona, el mar y la llamada "zona monumental", que se encuentra a los pies de la colina y el declive cercano. Esta última área incluye una serie de edificios extraordinarios, probablemente la mejor expresión del ingenio y la fantasía de Gaudí.
Mientras que la zona anterior esta abierta a todo el mundo, se necesita comprar una entrada para la segunda parte. Si te interesa ir a esta zona, es una buena idea comprar la entrada online (pincha aquí para comprar la entrada), ya que así te ahorras hacer colas en las oficinas y desagradables sorpresas los días que están abarrotados de gente (porque el número de visitantes es limitado).
Aun así, yo recomendaría visitar el parque por la mañana, cuando la multitud de turistas que se abalanza después de la hora de comer aun no ha arruinado la atmósfera. El mejor acceso al parque es probablemente el de Sant Josep de la Muntanya, que se encuentra a poca distancia (15 minutos) de la estación de metro Vallcarca y es accesible a través de una serie de escaleras mecánicas que te ahorran la mayor parte de la colina.
Incluso antes de llegar a la zona de los monumentos, tendrás la oportunidad de admirar una serie de vistas de la ciudad. La inconfundible silueta de la Torre Agbar destacada en el horizonte, además del magnífico perfil de la Sagrada Familia, emergiendo de una selva de pináculos y grúas. En los días despejados puedes ver toda la ciudad e incluso el azulado del mar. Habiendo pasado la entrada un sendero sinuoso, y cubierto de vegetación, te llevará hasta el área de los monumentos.
Saliendo cerca de los edificios de la calle Gracia, podrás pensar durante un par de segundos que has acabado en uno de los cuentos de hadas de los hermanos Grimm. La casa situada enfrente, parece haber salido del cuento de Hansel and Gretel. En cambio, este es el edificio que Gaudí creó como recepción para los visitantes del museo. Su fascinante tejado es un ejemplo del trencadís, probablemente el estilo decorativo preferido de Gaudí, el cual consiste en una cobertura de coloridos fragmentos de cerámica. En muchos de los casos este material era reciclado y derivado en objetos de segunda mano.
Características similares se pueden encontrar en el edificio que flanquea la entrada principal del parque, la cual se dice que era la vivienda del cuidador. Actualmente alberga una sección del Museu d'Historia de Barcelona. Aunque es posible admirar ambas casas desde las dos cuevas artificiales que se encuentran justo en frente de ellas, y recuerda que lo mejor esta por venir.
Una enorme escalera, que te llevará hasta un monumento similar a un templo griego. Las escaleras en sí, se merecen una mirada de atención: rodeadas por una serie de decoraciones trencadís, que incluyen unas coloridas esculturas, entre las cuales esta la famosa salamandra que sirve de fuente, uno de los temas favoritos para hacer fotos (y para souvenirs). El templo, actualmente llamado Sala Hipóstila, consiste en un denso bosque de 86 columnas ligeramente inclinadas, coronadas por un magnífico techo, compuesto por una serie de pequeñas cúpulas y unas pocas decoraciones, que son la enésima maravilla de este increíble parque.
Subiendo las escaleras entre una serie de mosaicos, probablemente darás la vuelta y pararás por un momento justo antes de alcanzar la cima. Desde los últimos escalones, podrás apreciar una espectacular vista del lado exterior del templo y, sobre todo, de la secuencia de mosaicos ubicados justo encima.
Finalmente, alcanzando la parte superior del templo, saldrás a un amplio claro llamado Plaza de la Naturaleza. La zona, que fue proyectada por el colaborador más cercano de Gaudí, Josep Maria Jujol, esta rodeada por un único y colorido banco caracterizado por la cobertura de cerámica.
El lado con vistas a la ciudad ofrece una vista espectacular del que es sin duda uno de los paisajes más populares de Barcelona. Después de dejar esta maravillosa zona, puedes hacer tu camino a la entrada a través de otra zona casi igual de fascinante, la llamada Laundress Porch. Cogiendo el nombre de la evidente estatua de una lavandera, consiste en una columna espectacular cuya estructura es casi tan elegante como la original.
En resumen, el Park Güell es un lugar realmente único, probablemente por la esencia de Gaudí y su estilo. Aunque este un poco alejado (y hora, desafortunadamente, de pago) creo que es un lugar que vale la pena ver, ya que ningún viaje a Barcelona estaría completo sin visitarlo. Y te preguntarás como el sería el parque si las obras no se hubieran parado en 1914... de todos modos, Eusebi Güell, el principal mecenas de Gaudí, no se habría quedado satisfecho al ver el proyecto original acabado, pero él tuvo su nombre vinculado a la obra de arte que será admirada en los siglos por venir.
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- English: The triumph of fantasy
- Italiano: Il trionfo della fantasia
- Polski: Triumf fantasy
- Français: Le triomphe du fantastique
- Deutsch: Der Triumph der Fantasie
- Português: O triunfo da fantasia
- Nederlands: Het toppunt van fantasie
- Türkçe: Fantazi zaferi
Otra obra maestra de Gaudí
Hoy he tenido un día bastante interesante. Ya que tenía algo de tiempo libre por la tarde, decidí ir a visitar alguna obra de Gaudí que aún no hubiera visto. Pude ver tres de ellas - Casa Batlló, La Pedrera, que también conocida como casa Milà, y la parte pública del famoso Park Güell. Sobra decir que todos ellos me impresionaron pero, por supuesto, el Park Güell fue el que más.
Lo que es asombroso sobre él, es que la mayor parte del parque es público, lo que significa que no tienes que pagar para verlo. Solo necesitas pagar entrada si quieres ver el zona Monumental. Yo solo vi la zona pública - no entre en esa otra zona. Bueno, ¡aún no! La entrada a esa área exclusiva cuesta siete Euros. Pero si piensas en que obras verás allí, no es para nada caro. Y además el dinero está destinado a mantener el parque en buen estado, así que estás haciendo algo bueno aquí.
Varias páginas web y organizaciones turísticas también ofrecen tours guiados alrededor del Park Güell, lo que cuesta unos veinte Euros. Pero a mí me gusta descubrir sitios por mí mismo, más que escuchar a un guía, diciéndome que tengo que hacer y donde ir.
Desde que decidí ir a allí de manera espontánea (lo que significa que simplemente comprobé la ubicación en el mapa y salí de casa), no compré la entrada a la zona Monumentos. Después de todo, ya que es fiesta nacional española, pensé que todo estaría bastante lleno. Y estaba en lo cierto. Quiero decir, hoy era caótico por todas partes. ¡Esperé media hora en la tienda! Y fue tan gracioso para mi ver a gente con banderas españolas. Así que, probablemente visitaré la zona Monumental algún día de esta semana, cuando vaya menos gente, y actualice la entrada un poco.
Llegando al Park Güell
Por lo que sé, hay tres posibles entradas al Park Güell. Decidí coger la que parecía más sencilla - salí del metro en la estación Vallcarca (línea verde L3), y seguí las señales, que me llevaron hasta Baixada de la Gloria.
Baixada de la Gloria es una calle empinada con bastantes escaleras y, por suerte, también hay escaleras mecánicas en los puntos más empinados de la calle. En serio, ¿cómo puede la gente de Barcelona sobrevivir cogiendo esas escaleras todos los días? ¡He estado aquí unas tres semanas y todavía no puedo subir todas esas cuestas sin tener que para recuperar el aire!
Hay una serie de pequeñas tiendas que venden souvenirs, y tiendas donde puedes comprar comida y bebida. Al lado de cada una, hay una señal que dice que esta es casi la última oportunidad para comprar algo de beber. En el caso de que no lo supieras, no puedes comprar nada de beber o comer una vez entres en el Park Güell. Pero recuerda que comprar algo en estas tiendas te costará una fortuna. La mejor idea es traer todo lo que vayas a necesitar desde casa.
Me llevó casi media hora llegar hasta la cima, a pesar de las escaleras mecánicas, aunque la página web dice que tardas quince minutos en llegar a la entrada del parque. Si, claro. Solo si tienes superpoderes.
Me gustaría destacar que el camino a la entrada del parque esta bien señalizada. Bueno, no sé sobre las otras dos entradas, pero asumo que sería lo mismo allí, desde que el parque es famoso.
Área pública del parque
Cuando entre en el parque, mi primer pensamiento fue: ¿dónde están todas las vistas? Porque todo lo que vi fue algunas plantas exóticas y nada más.
Después, cuando giré a la derecha, pensé que este era una de las vistas más espectaculares de Barcelona que haya visto hasta ahora. ¡Si, la vista desde Montjuïc no es tan buena como la del Park Güell!
Inmediatamente me arrepentí de no haber impreso el mapa del parque en casa. Quiero decir, tienes las señales que te marcaran el camino a las distintas partes del parque, pero no es lo mismo que si tuvieras el mapa. Al menos puedes orientarte mejor de esa manera. Así que decidí no leer las señales e ir a cualquier sitio que me apeteciera ir.
Por supuesto, esto no sería Barcelona si no tuvieras colinas, así que tuve que caminar cuesta arriba un poco más. Pero al menos esta parte no fue tan empinada, así que puede llegar hasta arriba sin tener que haber parado por en medio.
En la cima, las vistas son aún mejores. Me sorprendí que los árboles no cubrieran las mejores partes de la vista. También me sorprendió cuantos edificios era capaz de reconocer. Por un segundo me sentí de la ciudad.
Después, continué con mi exploración de este asombroso lugar. Esta vez, escogí el camino que descendía, para que mis piernas descansaran un poco. Unos cien metros más tarde, llegué a la zona de pícnic, donde algunas personas parecían celebrar cumpleaños, y allí había otra puerta, lo que parecía otra entrada al parque. Desde este punto, era capaz de ver el Tibidabo, y me fascino lo cerca que parecía estar.
También había dos músicos, uno tocaba el violín y el otro la batería, y vi otro justo pasada la entrada. Tengo que decir que hay un montón de grandes músicos callejeros en Barcelona, y a mí siempre me sabe mal cuando no tengo tiempo de escucharles.
Como había un pequeño claro en la parte derecha de la zona de pícnics, decidí acercarme y ver que había allí. Me sorprendí mucho al ver la zona Monumental allí. No tenía pensado llegar tan lejos, pero ya que parecía estar cerca, decidí echar un vistazo y ver cuan lejos podía llegar. Ya que, antes de ir al parque me había imaginado que la zona Monumental estaría a una hora de distancia de la entrada. ¡Estoy tan contento de haberme equivocado!
El camino fue casi plano, lo que me hizo feliz por un par de minutos, pero después vi otra cuesta arriba. Con suerte, no era muy inclinada, y en la cima, fui recompensado con una vista espectacular de la zona Monumental bajo mis pies y de la ciudad de Barcelona detrás de mí. Tuve que pararme un par de minutos admirar la vista. En verdad, probablemente estuve de pie más de unos quince minutos, pero no me importo.
Hubo algo que empezó a molestarme, así que decidí continuar. Dentro del parque, verás a muchas personas vendiendo botellas de agua por un Euro y gritando, como si todo el mundo tuviera que saberlo. Así que, había un chico, que cada vez que pasaba por delante de mí (pare de contar cuantas veces pasó después de un rato), hacía como si fuera la primera vez, se acercaba y gritaba: ¡agua por un Euro! Como si no le hubiera oído la primera vez. Aparte de eso, si hubiera querido comprar agua, me hubiera acercado a él, y ya que era tan ruidoso, era obvio que ya le había oído.
Bueno, como decía, continué. Unos metros más adelante encontré unas escaleras en la parte derecha, la cuales pensé que te llevaban a la zona Monumental. Y estaba en lo cierto. También me impresionó lo mucho que eres capaz de ver desde allí. Estoy seguro de que es muy diferente a cuando realmente estás de pie en el corazón de la zona Monumental, pero aún estando arriba es más que satisfactorio para mis expectativas hoy.
Las colas de las personas que esperan para entrar en la zona Monumental, no fueron tan largas como me esperaba, pero aun así fue suficiente como para hacerme sentir que no quería esperar. Después de todo, podrían decirme que no puedo comprar la entrada y hubiera gastado mi tiempo para nada. Si por algún casual os preguntáis si es posible colarse dentro sin tener que pagar los siete Euros, avisarme cuando queráis hacerlo, porque necesitaréis unas capas de invisibilidad. Hay muchos trabajadores en cada punto de la entrada, y tienes que tener tu entrada contigo.
Después de deambular un poco, decidí volver. Al principio estaba preocupado de no encontrar el camino de vuelta, pero resultó ser bastante fácil. Estaba bastante asustado de acabar en otra parte del parque y no ser capaz de salir antes de que anocheciera. Pero con suerte, lo conseguí. También sobreviví a esas malditas escaleras sin sufrir ningún daño. Bueno, mientras escribo esto mis gemelos siguen doliendo, pero valió la pena.
Una conclusión artística
Como os podéis imaginar, he leído varios artículos sobre el Park Güell antes de ir y tengo que decir que la organización de parque es bastante diferente a lo que me había imaginado. Pero en el buen sentido por supuesto. Casi todo el mundo en Barcelona dice que el Park Güell tendría que ser considerado como un museo, y ¡estoy totalmente de acuerdo con ellos! ¿He mencionado que Gaudí era un genio? Bueno, ahora ya lo sabéis. Pero aún así tienes que ver el Park Güell con tus propios ojos, solo para asegurarte de que no miento.
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- English: Another Gaudi's masterpiece
- Français: Un autre chef-d'oeuvre de Gaudi
- Italiano: Un'altra opera di Gaudi
- Polski: Kolejne dzieło Gaudiego
- Português: Outra obra-prima de Gaudí
- Türkçe: Gaudi'nin Diğer Başyapıtı
- Nederlands: Een ander meesterwerk van Gaudi
- Deutsch: Ein weiteres Meisterstück von Gaudi
Consejos de un verdadero local para disfrutar del Parc Güell al máximo
El Parc Güell es probablemente una de las vistas más famosas de Barcelona. Es una de las obras maestras de Antoní Gaudí, quien ha dejado sus trazos a lo largo de varias partes de la ciudad. El parque está situado en El Carmel, en el barrio de Gràcia, y fue construido entre 1900 y 1912 y declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. El Parc Güell es conocido por ser una de las más atestadas atracciones turísticas, y hoy quiero contaros una manera especial de disfrutar del parque de un modo diferente a como el turista medio lo hace.
Para mí el parque es una fantástica mezcla entre un parque natural y la especial arquitectura del legendario Gaudí. Especialmente en la parte trasera, el parque no es más que un parque natural normal, con árboles, flores y pequeños caminos empedrados perdiéndose a lo largo del mismo. A la entrada, no obstante, puedes zambullirte directamente en el arte de Gaudí. Los dos edificios con el típico estilo gaudiano ofrecen un anticipo de lo que se espera al otro lado de la entrada. El parque consiste de numerosa y colorida mampostería de Gaudí, y ya al comienzo se puede encontrar una de sus obras maestras: la salamandra o dragón. Está hecha con mosaicos de diferentes colores, y es uno de los elementos más fotografiados del parque. Sobre la salamandra se pueden encontrar al lado de más hermosos mosaicos, un fascinante edificio con altas columnas. Es una gran terraza, la cuál en mi opinión es el plato fuerte del Parc Güell. La plaza de la terraza es bastante grande y se caracteriza por las famosos bancos de mosaicos, los cuales te invitan a sentarte y disfrutar de la increíble vista del parque y de la ciudad de Barcelona. Junto a otros tantos arcos, muros y estatuas de Gaudí, hay también una pequeña casa donde el propio Gaudí vivió durante un periodo, y que hoy día se puede visitar.
El aspecto negativo del Parc Güell es sin duda alguna la masa de turistas que se puede encontrar durante todos los meses del año. Si queréis visitar el parque durante una tarde cualquiera y no habéis realizado reserva alguna tienes que contar con un tiempo de espera que en ocasiones asciende a varias horas, ya que tan sólo permiten la entrada a la plaza a un cierto numero de personas. El precio de entrada para la terraza es de 7€, bastante caro en mi opinión teniendo en cuenta que sólo es para entrar a la terraza, ya que podéis estar seguros de que tendréis que compartir el banco con docenas de turistas, cada uno de ellos intentado sacar una bonita foto del banco y la ciudad.
Lo que hice cuando visité el Parc Güel, como un verdadero local, fue disfrutar de este precioso lugar de una manera mucho más agradable que probablemente el 99% de los visitantes. Fui temprano por la mañana, en octubre, antes del amanecer. Ya que era antes de las 8 de la mañana, cuando el parque no está aún oficialmente abierto, pudimos entrar (por la parte trasera, eso sí) sin tener que pagar un solo céntimo por la entrada. Otros dos beneficios de madrugar y subir la colina aún de noche son primeramente el hecho de tener el parque entero prácticamente para ti, y por otro lado el poder observar el sol naciente sobre la ciudad! Cuando estuvimos allí tan sólo eramos yo, mis dos amigos, y puede que dos o tres personas que también madrugaron para sacar fotos al amanecer sobre la ciudad. Sin duda alguna es una vista poco común la de la terraza completamente vacía, llena durante el día en cualquier momento del año, y que probablemente no habréis visto así ni siquiera en fotos. Cuando el sol comenzó su ascenso nos ofreció uno de los más bellos comienzos de un día en Barcelona. Es una vista única: el parque, el "skyline" de la ciudad, el mar al fondo y el sol saliendo por detrás del mismo. Nos sentamos completamente a nuestro aire sobre los bancos de Gaudí mientras comíamos nuestro desayuno, observando bajo nosotros el Parc Güell y la ciudad de Barcelona. ¡Un momento irrepetible! ¡No recuerdo una mañana mejor en Barcelona! Para cuando el sol ya había comenzado su camino hacia el cielo, los primeros turistas comenzaron a entrar lentamente a la plaza de la terraza, y tuvimos tiempo de disfrutar del resto del parque en tranquilidad.
Para mí este parque es una belleza increíble, con muchísimos detalles y color, especialmente el banco que se asemeja a una ola en la terraza es una verdadera obra de arte y si siempre estuviese tan vacío como a la mañana, probablemente habría estado allí cada día! Pero las olas de turistas me hicieron cambiar de idea. De todos modos, si vais por primera vez a Barcelona, tenéis que visitar el Parc Güell. Y si tenéis las ganas suficientes para madrugar, vais a disfrutar de la experiencia de una manera completamente diferente, en silencio y paz. Y además, el amanecer desde el banco más hermoso de Barcelona es una experiencia inolvidable.
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Contenido disponible en otros idiomas
- English: A true insider's tip on the best way to enjoy the Park Güell
- Français: Comment profiter de votre visite au Parc Güell: les conseils
- Türkçe: En keyifli Park Güell gezisi için tecrübeye dayanan tavsiyeler :
- Italiano: Come godersi al meglio Parco Güell: consigli di un vero insider.
- Português: Parque Güell: Como ter uma experiência única
- Polski: Wskazówki dla wtajemniczonych na dobrą zabawę w Parku Güell
- Deutsch: Tipps von einem echten Insider wie man den Park Güell am besten genießen kann
- Nederlands: Echt advies van een insider om het meeste plezier aan het Park Güell te beleven
Parque Güell
Este espléndido Parque Güell en lo alto de la colina, creado a principios del siglo XX por el arquitecto Gaudí, es absolutamente notable. Consiguió crear un jardín donde la naturaleza es el lema gracias a toda la vegetación que hay en este espacio. Cuando se pasa la puerta de la entrada, nos rodean dos casas que parecen pan de jengibre. Una es la tienda de recuerdos, y como cualquier negocio que quiere llamar la atención a los turistas, los artículos son caros. La segunda es la casa de Gaudí, pero hay que estar preparado para esperar 45 minutos para visitarla por dos motivos. Uno de ellos es la nimiedad del lugar que impide a la multitud entrar, y precisamente, el otro motivo es la gran cantidad de turistas. En definitiva, no teníamos la convicción para esperar tanto tiempo.
Después, frente a nosotros, subimos unas escaleras blancas. En el centro de estas hay dos fuentes, una era la emblemática salamandra y la otra tenía forma de serpiente.
Al llegar a lo alto, la "Sala Hipóstila" nos recibe con estas 86 columnas que sostienen la plaza superior. La ligera inclinación hacia el exterior de las columnas externas y el perfil ondulado de la cornisa la cual sobresale más arriba, concede un papel primordial en la composición de la entrada principal del parque.
Alrededor se pueden contemplar de nuevo jardines floridos, y en la subida de nuevas escaleras se puede ver el banco ondulado con los mosaicos y sus columnas, incluso a las palomas les gusta.
Después llega el momento más esperado, llegamos al sitio más conocido del Parque Güell: este magnífico banco colorido que rodea toda la plaza con una vista impresionante de Barcelona y de las casas de Gaudí. Las fotos y los selfies proliferan con el objetivo de marcar su presencia. Para cualquier fan de la película "Una casa de locos" este lugar es mítico, y volver a estar donde estuvo Romain Duris fue para mí un sueño cumplido, ¡reto conseguido!
Toda esta descripción anterior se relaciona con la zona de pago del parque, que son 8 euros la entrada, pero vale la pena, aunque el recorrido solo se haga en 30 minutos.
El resto de la zona del parque gratuita está dedicada a un paisaje de vegetación y fabulosos caminos para pasear, o hacer carreras para algunas personas. Desde luego que es un lugar de ensueño para hacer "running", pero no es muy práctico zigzaguear entre los visitantes. Por desgracia, debido a la gran cantidad de turistas, los pakistaníes aprovechan para vender recuerdos de todo tipo y para tocar música típica española o el saxofón, intentando hacer la visita más agradable.
Al parque se puede acceder de distintas maneras. Los más valientes y listos pueden subir la cuesta, está a 30 minutos andando del Hospital San Pablo. Sino, la otra opción es coger el autobús número 24 en la Plaza Catalunya, dirección Carmell.
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- Français: Pleins les yeux au Parc Güell
- English: So much to see at Parc Güell
- Italiano: Il fantastico Parc Güell
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