No puedes salir de fiesta por Barcelona sin tomarte un chupito. Hay un montón de bares por toda la ciudad que ofrecen una gran selección de diferentes chupitos, aunque hoy os voy a hablar solamente de mis favoritos: el Gato Negro.
El bar pertenece a los bares Espit Chupito, hay un montón por la ciudad, pero este no se parece en nada a los demás. No hay una sola noche en la que parezca un bar sin más, siempre hay algún espectáculo.
Ofrecen más de 300 chupitos diferentes, todos por 2 €, y los tienes todos escritos en la pared. Normalmente tienen nombres divertidos o de gente famosa y no te dicen qué lleva cada uno, así que más te vale tener suerte cuando pidas. Eso sí, siempre puedes preguntarle a los camareros, que te aconsejarán según lo que les digas que te gusta:
- dulce,
- amargo,
- fuerte,
- etc.
Lo que tienen estos chupitos de especial no es tanto el sabor, sino el espectáculo que les acompaña. Si venís en grupo y probáis diferentes tipos de chupitos, los camareros montan un espectáculo muy divertido. Que no os sorprenda si veis al camarero escanciando el chupito directamente de la botella a la boca de la gente, o si veis que se le prende fuego a la barra.
Mi chupito favorito: Marshmallow. Te dan una nube y un chupito y, después, el camarero le prende fuego a la barra para que puedas tostar la nube, meterla en el chupito, comértela y después bebértelo.
Si queréis pasar una noche entretenida con los amigos o un sitio donde pasar un buen rato para empezar a beber antes de salir de fiesta, pasaos por este sitio, ¡merece la pena!
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