Un edificio moderno con nombre gracioso
Si estáis haciendo una lista de cosas que ver para vuestro próximo viaje a Barcelona o si sois estudiantes que os mudáis allí un semestre o el año completo, conozco un lugar que tenéis que incluir sin falta en vuestra lista de cosas que visitar en Barcelona. Os aseguro que ese lugar os dejará con la boca abierta. Si no es así, os debo una cerveza. El nombre de ese famoso punto de interés turístico es Casa Batlló y es conocido por ser una de las muchas obras modernistas de Gaudí.
Cómo llegar a Casa Batlló
Al estar situada cerca de otros puntos de interés turístico, se puede llegar a Casa Batlló a través de varios medios de transporte público. Pero, sin duda, la forma más fácil de llegar es en metro y podréis escoger entre distintas líneas y estaciones, ya que todas están cerca de Casa Batlló.
Para llegar allí, podéis coger la línea verde L3 y bajar en Paseo de Gracia (Passeig de Gracia) o la línea lila L2 y bajar en la misma estación. En una misma estación hay varias salidas; cuando yo fui, tuve suerte de elegir la salida que estaba justo en frente de Casa Batlló.
Pero si salís por otra salida de la estación, no os preocupéis, solo tendréis que echar un vistazo por la zona y enseguida encontraréis este magnífico edificio. A fin de cuentas, una casa que parece estar borracha y que no tiene casi ninguna línea recta, no suele ser muy común.
Si queréis visitar más lugares de esta zona, la Plaza Catalunya y la famosa calle de La Rambla, están situadas a tan solo diez minutos andando. A unos metros de Casa Batlló, hay otra famosa obra de Gaudí llamada Casa Milà, pero conocida popularmente como La Pedrera.
El exterior
Me tuve que parar a pensar unos minutos antes de saber cómo describir este espectacular edificio. Llegué a la conclusión de que la mejor manera de empezar es de arriba a abajo.
Cuando miré hacia arriba, me di cuenta de que el edificio que había a la izquierda de Casa Batlló también era muy interesante, aunque si comparáis ambos, enseguida notaréis cuál es mejor. Bueno, a mí por lo menos me gusta mucho más Casa Batlló. Además, tampoco estoy segura de si a el edificio de la izquierda se le considera lugar de interés turístico o no. Pero mirad su tejado, parecen escaleras.
El tejado era muy colorido, aunque el color que predominaba era el azul seguido del verde y me recordaba a la piel de una serpiente. Después de examinarlo detenidamente, me di cuenta de que también podría representar a un dragón. Pero como me resultaba difícil ver todos los detalles de arriba, me crucé al otro lado de la calle y fue la mejor decisión que pude tomar.
Desde allí, podía ver a la perfección casi todos los elementos del tejado. Aunque no sepáis que este edificio es de Gaudí, lo podéis adivinar mirando el tejado, ya que tiene un montón de pequeñas columnas, algo típico de todas sus obras. Perdonadme, pero no le pude hacer una foto mejor al tejado. Problemas de ser bajita.
La fachada de esta increíble casa tampoco se queda atrás. Al fin y al cabo, de las obras de Gaudí solo se puede esperar la perfección. Para contemplar este edificio en conjunto, lo tendréis que ver desde lejos. Después de admirarlo desde lejos durante un rato, decidí acercarme de nuevo para poder prestar más atención a los detalles.
Debajo del tejado, hay unas ventanas y, después de ellas, hay una hilera de ventanas aun más grandes con interesantes balcones. No hay que olvidarse de mencionar la fachada, que no es para nada como las otras blancas normales. Está pintada con flores de diferentes colores. Bueno, yo pensaba que estaba pintada, hasta que me acerqué más. La fachada entera está hecha con coloridos azulejos de cerámica.
De verdad, cuando yo vi todo aquello, me emocioné tanto que me hubiera gustado poder hacer la Casa Batlló en miniatura para poder llevármela a casa y admirarla de cerca todos los días. Me pregunto qué cosas nuevas descubriré la próxima vez que la visite.
Pero volviendo a los balcones, me recuerdan a una calavera; se pueden ver estupendamente dos ojos y una nariz. Es un poco extravagante, pero yo viviría sin duda en esta casa si pudiera.
Lo primero en lo que me fijé cuando vi esta casa (y puede que vosotros también) es en la forma tan rara de las ventanas del primer piso. Esa es la razón por la que las he dejado para el final. Son la parte de la casa que dan la impresión de que está borracha. O de que vosotros lo estáis, ya que el edificio no parece estar recto. Así que, esas ventanas parecen enormes pompas de jabón rodeadas de huesos. No sé por qué, pero la parte baja de este increíble edificio da la impresión de que está hecho de huesos.
También podéis ver el interior de Casa Batlló y, por las fotos que he visto en Internet, tiene que ser toda una experiencia visitar el interior de este edificio. Como digo, podéis entrar, pero lo malo es que la entrada cuesta 21, 5 euros. Yo aún estoy decidiendo si merece la pena o no, pero creo que cuando vaya, lo comprobaré. Al fin y al cabo, creo que me arrepentiré más de no haber entrado que de gastarme veinte euros en ver lo que parece ser una auténtica obra maestra.
Conclusión
Hace años que oí hablar de una famosa obra de Antoni Gaudí llamada Casa Batlló. Antes de saber el nombre del edificio, ya había visto algunas fotos suyas y cuando descubrí cómo se llamaba, pensé que lo habían escrito mal. Si os digo la verdad, aun no sé pronunciarlo y me da cosa preguntárselo a la gente de allí porque se reirían de mí seguro. Pero lo importante es que me prometí a mí misma que vería ese edificio con mis propios ojos y tengo que decir que superó mis expectativas.
Cuando estaba viendo Casa Batlló, me entristeció un poco ver que la gente estaba más pendiente de hacerse selfis en frente del edificio que de tomarse su tiempo para contemplarlo. Si solo habéis visto el edificio a través del objetivo de una cámara, no se puede decir que lo hayáis visto de verdad.
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- English: Funky building with a funny name
- Français: Un bâtiment stylé au drôle de nom
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