Hace ya más de un año que me enamoré de Barcelona, de sus calles, de sus edificios y de su ambiente. Cuando llegué a Barcelona en agosto de 2014, no me esperaba que se me hiciera tan duro irme de ese sitio cinco meses después. Hay una parte de la ciudad que tiene un lugar especial en mi corazón, y es el barrio del Born.
Barcelona se divide en diferentes barrios y distritos, y cada uno tiene su estilo, arquitectura y características propias. Muchos de ellos, como el Gracia, el Raval, la Barceloneta y, por supuesto, el famoso Barrio Gótico son sitios increíbles con mucho encanto pero, sin lugar a dudas, mi rincón favorito de Barcelona es el Born.
El Born está en el casco antiguo de la ciudad, que se llama Ciutat Vella, junto con el Barrio Gótico y el Raval. La Ciutat Vella está en el corazón de Barcelona, y es también el centro cultural de la ciudad. Como hay muchos puntos turísticos (como museos o la famosa calle de la Rambla) están en el casco antiguo, también es una de las zonas más concurridas de la ciudad, sobre todo el Barrio Gótico, por el que pasan miles de turistas todos los días, más aún en temporada alta o en vacaciones.
Al contrario que en esa zona, plagada de turistas a todas horas, el Born, que está a pocos metros, es un respiro entre el agobio de gente. Aunque el estilo de este barrio sea muy parecido al del Barrio Gótico, con las mismas callejuelas, arquitectura histórica y las típicas casas con balcones, el Born es una zona mucho más tranquila y, en mi opinión, también tiene más encanto que el barrio vecino.
Cuando me mudé a Barcelona, alquilé sin pensarlo mucho un sitio para vivir en otra zona, porque no estaba muy familiarizada con las zonas de Barcelona, ni sabía cuál sería una buena para vivir. Ahora que echo la vista atrás, creo que tuve mucha suerte al alquilar una habitación justo al doblar la esquina del Arco del Triunfo, que, junto con su gran plaza, está básicamente en la entrada del Born. Una vez descubrí este precioso barrio, me aficioné a dar paseos por la zona, simplemente para disfrutar del ambiente y de lo bonito que era el barrio.
No solo destacan las callejuelas y la arquitectura, sino también las preciosas plazas, las cafeterías y los restaurantes que hay por allí. Para los amantes de las compras, el Born puede ser un sitio interesante: es una zona muy chic y de moda, hay un montón de diseñadores, tanto nacionales como internacionales, que se han asentado por aquí, y han abierto un montón de tiendecitas con miles de cosas preciosas, lo que le da aún más encanto a la zona. Algunos de los mejores bares de tapas de Barcelona están en este barrio, además de algunos puntos turísticos, como el Museo Picasso o el Parque de la Ciudadela. Además, la vida nocturna en el Born merece mucho la pena: hay un montón de buenos bares por los que salir de fiesta.
Al corazón del barrio también se le llama "passeig del Born". Es una plaza que antiguamente era el centro de todas las fiestas de Barcelona. Hoy en día, encuentras más bien bares, cafeterías con mucho encanto y restaurantes muy buenos. Los estudiantes se reúnen aquí, especialmente por la noche, para sentarse juntos por la plaza y hablar, tomarse una cerveza y pasar la tarde.
Un pequeño punto negativo del Born es que, como se ha convertido en un sitio muy de moda y un sitio muy apreciado, tanto por los turistas como por los locales, todo es cada vez más caro, más que en otras partes de la ciudad. Sin embargo, todavía podéis encontrar algunos bares o cafeterías que no son tan caros y, si no, siempre podéis compraros una lata de cerveza o una botella de vino y sumarte al ambiente que hay por la plaza.
El Born es un barrio maravilloso de Barcelona que tenéis que ver por vosotros mismos. Todas las terrazas y plazas que hay para sentarse al aire libre, la preciosa arquitectura, el arte que hay en cada esquina y la impresionante comida... Hay para todos los gustos. El Born es un sitio del que no podrás evitar enamorarte y, una vez lo hagas, siempre querrás volver.