Palau de Lloctinent

Aunque describí este espléndido lugar en una publicación anterior dedicada al centro de Barcelona, creo que éste merece realmente un espacio extra. No es que sea particularmente difícil de encontrar; al contrario, se encuentra justo al lado de la catedral, con vistas a la Plaza del Rey, dos de los lugares más populares del centro de la ciudad. Sin embargo, la mayoría de los visitantes normalmente lo recorren contemplándolo sin detenerse a prestarlo una mayor atención. Sería una verdadera lástima pasarlo por alto, ya que ofrece, a mi parecer, algunas de las vistas más agradables del centro de la ciudad.

Fuente

Como ya dije anteriormente, el palacio, construido en el siglo XVI como residencia del virrey de Castilla, se alza sobre la Plaza del Rey. Actualmente alberga el archivo histórico de la Corona de Aragón, un conjunto de importantes documentos (el más antiguo data del siglo XII), que proporcionan información sobre la historia de Aragón, de Cataluña y de España en general. Sin embargo, el archivo es probablemente el atractivo menos interesante a los ojos de los turistas, que normalmente pasan por el palacio, atravesando el patio que une la Calle dels Comtes y la Plaza del Rey. Si bien, examinando el patio con calma, encontraréis una serie de elementos de interés.

La escalinata principal, situada en el lado septentrional, os conducirá también a una interesante puerta tallada llamada Puerta de Sant Jordi. Aunque de construcción bastante reciente (se construyó en 1975), esta puerta de bronce es realmente impresionante, y lleva inscripciones en latín, catalán y aragonés, que conmemoran las numerosas intervenciones milagrosas de San Jorge en las batallas medievales. Mirando hacia el techo, descubriréis otra joya: el techo de artesonado de madera, que data del siglo XVII y se asemeja al casco volteado de un barco.

Para terminar, una vez que lleguéis a lo alto de la escalera, encontraréis una puerta que impide el paso a la galería del primer piso, con vistas al jardín interior. No obstante, la puerta no os impedirá admirar las vistas de la magnífica doble serie de arcadas que decoran la logia.

Por último, cabe añadir que el edificio suele albergar interesantes exposiciones sobre los documentos que se guardan en el archivo. Cuando yo realicé la visita, por ejemplo, se exhibían unos papeles que se correspondían con la relación que mantuvo Colón con los reyes de Castilla tras regresar de su primer viaje a América. Según la tradición, su primer encuentro tuvo lugar Palau Reial, cercano a éste, y del cual os hablaré en otro post especial.