Fui solo y no muy convencido ya que soy bastante tímido, pero al llegar ya me presentaron a los que formaban el "distinguido grupito de bailadores".
Según me contaron algunos de los que moraban por el local. El grupo de amigos se juntó un poco por casualidad y otro poco por necesidad. Algunos venían por primera vez, otros ya llevaban algún tiempo aprendiendo por las academias de baile de la Barcelona más rumbera. Yo nunca había bailado salsa pero por lo que ya sabía No era el único.
Me fui a la barra y me pedí un gin-tonic "Por perder la vergüenza, ya se sabe..." me esperaba una clase de salsa totalmente gratuita, algo que le viene a una economía escuálida cómo la mia.
La clase empezó con unos pasos libres, que es la parte individual del baile. Pero lo mejor vino con el baile en pareja. Chicas de todas las edades que me ayudaron y no me hicieron sentir el patoso que realmente soy...Un profesor hecho a mi medida que me enseñó lo que necesitaba para atreverme a entrar en la pista y lo mejor de todo descubrir que en la salsa uno aprende divirtiéndose.
Aún no había vivido lo mejor y fué cuándo Rosa me sacó a bailar. Me llevó a una esquina de la pista y empezó a darme indicaciones para empezar al ritmo de la canción; Comenzamos, le di una vuelta a la derecha, me sonrió y me preguntó.
Cómo te llamas?..........
En definitiva he repetido unas cuantas veces y voy a seguir repitiendo
Ahora soy parte de lo que hemos llamado @salsagraciafriends y queremos que te unas a nosotros para que seas parte de nuestra historia.
Todos los jueves la liamos parda con la salsa en el Bar Falstaff a partir de las 21:30.
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