¡Hola de nuevo valientes y aventureros/as!
Si estáis disfrutando de vuestra experiencia Erasmus en esta ciudad, os envidio mucho, me encanta Barcelona.
Y si estáis leyendo este post y aún no la habéis visitado, espero que gracias a las imágenes y mi experiencia en esta ciudad os entren el gusanillo de conocerla. Aunque creo que a Barcelona la precede su reputación.
He visitado esta ciudad solo en 2 ocasiones y os voy a contar en primer lugar mi experiencia conociendo Barcelona por su periferia, esto incluye la zona de Montjuic y Horta, distritos muy chulos y con muchos tesoros y lugares que visitar, además de contar con su protagonismo en la historia.
Conociendo la zona de Montjuic.
Junto con el monte Tibidabo, Montjuic se caracteriza por ser uno de los puntos de elevación que destacan en Barcelona, pues aquí os encontraréis a 176 metros sobre el nivel del mar.
Nuestro punto de partida fue la facultad de ciencias del deporte (INEFC).
La visitamos porque mi amigo había estudiado en ella, y la verdad que lo que más impresiona es el edificio, pues su estilo arquitectónico simula a un templo romano, con sus grandes columnas de piedra y su color blanco.
Esta facultad cuenta con un enorme polideportivo donde tienen colchonetas, bancos, potros, anillas…todo para volverse un maestro en las acrobacias y que se puede divisar desde todas las plantas gracias a las cristaleras que hacen de paredes en la zona interior del edificio.
En su parte trasera se encuentran varios campos deportivos para practicar fútbol y baloncesto.
Al salir de la universidad, a la derecha, se encuentra la Plaza de Europa, que cuenta con una serie de columnas de color amarillo con líneas negras y que se ubican a lo largo de la plaza, la cual tiene forma circular y está dividida en anillos, el central es una fuente y el que lo rodea esta cubierto de césped.
Como podéis observar en la imagen, alrededor de esta plaza encontraréis unas gradas de piedra para poder sentaros y divisar una torre de 136 metros , creada por el arquitecto Santiago Calatrava como conmemoración de los juegos olímpicos celebrados en Barcelona en el año 1992, la torre de comunicaciones de Montjuic.
A partir de la salida por la plaza Europa entrais en la zona denominada anillo Olímpico de Montjuic, construida en el 1992 para la celebración de los juegos Olímpicos, al igual que todos los elementos y edificios que en ella se encuentran.
Podréis reconocer este espacio por el contraste del suelo, que pasa a ser de un color rojizo como el ladrillo y que cuenta con varios espacios de agua rectangulares que aportan un toque fresco a una zona con tantos edificios en sus alrededores.
Continuando el paseo por esta zona se encuentra el Palau Sant Jordi, edificio de espéctaculos, conciertos y obras de teatro, y que lleva el nombre del famoso santo que luchó contra el dragón y que tiene protagonismo cada 23 de Abril, junto con el día del libro.
Además, en las proximidades de esta zona, la avenida del estadio, encontramos por supuesto, el estadio Olímpico, del cual lo que más me gustó fue su arco de entrada con un pequeño reloj en lo alto que te hace estirar el cuello para ver la hora, así como sus esculturas de hierro a ambos lados de la entrada donde dos jinetes cabalgan a lomos de sus caballos, los cuales miran hacia el centro del estadio.
Desde la avenida del estadio bajamos hasta la zona donde se encuentra el MNAC, museo nacional de arte de catalunya, el cual tiene una fachada muy interesante realizada en piedra y simulando el estilo arquitectónico de las catedrales góticas, con cúpulas y pináculos, pero realmente, este edificio es una mezcla de elementos de corrientes renacentistas y barrocas, pues el fin en su construcción era representar la esencia de la cultura del arte en España, aunque ahora definen su estilo arquitéctonico como ecléctico... Muchos estilos intentando encajar en los mismos metros cuadrados... A mí, sinceramente, me gusta y creo que sigue los patrones de la Sagrada Familia, antigüedad por allí, modernidad por allá.
No visitamos el museo, pues continuamos nuestro paseo en dirección hacia el parque de las cascadas, que conecta con la fuente mágica de Montjuic.
Pero antes de mostraros este lugar, recordar que en la zona del museo, para bajar contáis con unas escaleras mecánicas, por si os sentís muy perezosos/as, la verdad que a mí me sorprendió mucho encontrar unas escaleras mecánicas en medio de aquella zona con tanta vegetación, pero tiene bastante sentido si pensamos que los que vienen desde abajo están subiendo a una zona de monte, por tanto, tiene su utilidad.
Desde la entrada a la plaza de las cascadas, tendréis una panorámica espectacular de la fuente de Montjuic y la plaza de Josep Puig i Cadafalch, en la cual se elevan 4 columnas de estilo jónico ( reconocible por sus capiteles) que se construyeron en el año 1919, por el arquitecto que da nombre a la plaza.
Si visitáis este lugar de noche o al atardecer, os llevaréis un magnífico recuerdo de Barcelona, pues todas las luces del lugar estarán encendidas, y se comprende mejor el por qué del nombre : La fuente mágica de Montjuic.
Esta obra construida en el año 1929 con motivo de la Exposición Internacional y diseñada por el arquitecto catalán Carles Buïgas, desde el momento de su construcción unicamente ha incluido el espectaculo de luces, pero ha sido a partir de los años 80 cuando comenzaron a incorporar la música en este espectáculo, donde los chorros de agua bailan al son de las notas, interactuando a la vez con los colores.
Este escenario de luces y sonidos realiza espectáculos durante el verano, de miércoles a domingo en horario de 21:30 a 22:30. para los que quieran visitarla.
Lástima que en esta ocasión fuese de día y no pueda mostraros fotos de las vistas de noche, pero os recomiendo encarecidamente ir a verla.
Este fue mi paso por la zona de Montjuic, espero que os haya gustado y que la visitéis, ya que en sus alrededores hay mucho más que ver, como el jardín botánico.
¡Un saludo y a disfrutar de Barcelona!