Bunkers del Carmel

Barcelona es una ciudad muy mágica, y está llena de lugares ocultos que sólo sus habitantes conocen. Uno de estos lugares es el llamado Bunkers del Carmel. Una de mis compañeras de trabajo me habló de este lugar en la facultad donde hice mis prácticas Erasmus. Estábamos hablando de los mejores miradores de Europa y ella mencionó lo afortunados que somos de estar en Barcelona porque el mejor mirador europeo, según ella, está en lo alto de Barcelona.

Los Bunkers del Carmel, también conocido como Turo de la Rovira, es de lejos el mirador más impresionante que he visitado nunca. Situado en la preciosidad de Barcelona, los Bunkers del Carmel ofrecen unas vistas sin obstáculo alguno de 360º, no solo de la ciudad sino también del mar que la rodea.

Por supuesto, necesitas bastante tiempo y algo de conocimiento sobre el transporte público de Barcelona para llegar hasta allí, pero una vez alcanzas la cima, serás recompensado probablemente con la vista más impresionante de tu vida.

¡No está mal para un mirador!

¿Cómo llegar?

Para llegar a los Bunkers del Carmel de la forma lo más indolora posible, puedes, por supuesto, tomar un taxi, aunque esta no es una buena opción si tu viaje depende de un presupuesto determinado. Al fin y al cabo, un trayecto de ida en taxi desde el centro de Barcelona a los Bunkers del Carmel te costará fácilmente veinte euros o más, mientras que los billetes de metro y autobús combinados no sobrepasan los cinco euros. Bueno, llegar en taxi es más rápido, pero aún así yo elegiría el transporte público.

Así que, si decides llegar a los Bunkers de Carmel con transporte público, esta es la forma de hacerlo. Toma la línea de metro verde hacia Trinitat Nova y bájate en la estación de Vallcarca. Desde allí, sal de la estación de metro, y camina un poco cuesta abajo hasta que llegues a una parada de autobús. Es fácil de localizar, puesto que es amarilla y puedes divisarla desde que sales de la estación de metro.

Desde esa estación de autobuses, toma el autobús número V17 en dirección a Gran Vista-Turo de la Rovira. Los autobuses V17 circulan con bastante frecuencia, cada quince o veinte minutos, así que no tendrás que esperar mucho tiempo a que llegue el siguiente.

Una vez en el autobús, siéntate y admira algunos de los llamados "barrios" de Barcelona, y bájate en la última parada. ¿Cómo sabrás cuándo bajar del autobús? Es fácil - las paradas serán anunciadas por un altavoz, y Turo de la Rovira es la última estación, así que el autobús dará la vuelta en una rotonda -parte del estilo de la carretera-, y entonces volverá por donde vino. Es aquí donde también cogerás el autobús de vuelta a la ciudad.

Y en este punto me gustaría darte un pequeño consejo: es impresionante ver la puesta de sol desde los Bunkers de Carmel, pero tienes que prestar atención a los horarios de los autobuses, porque no querrás perder el último autobús de vuelta: el camino de retorno al centro de Barcelona es bastante largo.

Desde la estación de autobuses, tendrás que caminar cuesta arriba un buen rato antes de llegar a la cima. Sólo la primera parte del camino está pavimentada, y asegúrate de caminar a un lado de la carretera, ya que en ocasiones pasan coches. Sólo hay un único camino para subir (bueno, al menos lo había la última vez que estuve allí, con suerte no hayan cambiado nada), y una vez que llegues arriba, prepárate para dejarte llevar por las propias vistas.

¿Cómo es el lugar?

En el pasado, los Bunkers del Carmel eran en realidad un puesto de vigilancia para descubrir posibles aeronaves que pudieran bombardear la ciudad. Hoy en día, todavía se pueden ver los restos de un lugar no tan positivo en el pasado. Hay algunos carteles informativos que explican la historia del lugar, donde puedes leer más sobre ello.

Los restos de las antiguas construcciones ofrecen la oportunidad de realizar fotos fantásticas.

La mejor vista, sin obstáculo alguno, requerirá que subas por encima de una valla a una plataforma de piedra. Cuando fui por primera vez a los Bunkers del Carmel, no estaba seguro de que este tipo de comportamiento fuera legal, pero como había otras personas haciéndolo, decidí hacer lo mismo.

Todo lo que tienes que hacer ahora es sentarte (o acostarte) y disfrutar de la maravillosa vista. Y puedes jugar a distinguir los diferentes edificios famosos de Barcelona con tus amigos. Es bastante fácil ver la Sagrada Familia, la Torre Agbar y el Hotel W. ¿Puedes verlos en esta foto?

También puedes traer algo de comida o aperitivos y disfrutar allí de un picnic (al atardecer). La puesta de sol en los Bunkers de Carmel debería aparecer en la lista de deseos de cualquiera, pero como mencioné antes, no olvidéis los horarios del bus.

Cuando visité los Bunkers del Carmel por primera vez, me sorprendió lo grande que es realmente la ciudad de Barcelona.

Punto en contra para los turistas

La última vez que visité los Bunkers del Carmel fue unos meses después de mi semestre Erasmus en Barcelona. Viajé de vuelta a Barcelona para visitar a algunos de los amigos que conocí allí, y cuando visité Bunkers del Carmel de nuevo, me di cuenta de que estaban instalando baños públicos allí arriba, lo que probablemente significa que pronto empezarán a cobrar la entrada a los visitantes.

En general, la gente de Barcelona no es muy agradable con los turistas, simplemente porque hay demasiados turistas en la ciudad, y otra razón por la que no les gusten los turistas, es el problema del AirBnb, que aumenta los precios de alquiler mensual. Pero el odio hacia los turistas es especialmente evidente en la zona donde se encuentran los Bunkers del Carmel, y cuando subas allí, verás varios graffitis muy poco acogedores, diciendo cosas como: "¡Turista, vete a casa!", o "Detén la invasión". Ver eso me entristeció bastante, porque sabía que era una de esas personas a las que iban dirigidos, pero realmente quería comprobar por mí mismo el bombo de este lugar.

El "arte callejero" como este es algo común en la zona donde se ubican los Bunkers del Carmel. Entiendo a los lugareños, pero también me alegro de haber descubierto este lugar.

Unas pocas palabras para finalizar...

Me encanta viajar y me encanta compartir mis experiencias de viaje y mis lugares favoritos con mis amigos (bueno, y con todos los demás), pero tenía algunas dudas al escribir esta entrada de blog. Después de todo, escribiendo esto solo iba a conseguir que más y más gente descubriera este hermoso lugar. Pero, al final, decidí que un lugar de tal belleza merece ser compartido con el mundo.