La verdadera esencia de la ciudad
La Plaza de Cataluña no es solo la principal entrada al centro de la ciudad, sino que también es símbolo del orgullo catalán y es uno de los lugares más significativos de Barcelona. De hecho, la plaza está situada en la unión de tres de las calles más importantes de la ciudad: la Rambla, el Paseo de Gracia y la Avenida del Portal del Ángel. Esta última lleva directamente a la catedral. La Plaza de Cataluña marca también la separación entre la parte antigua de la ciudad y los barrios que se construyeron durante la expansión que tuvo lugar en los siglos XIX y XX.
En efecto, no fue hasta 1927 cuando la plaza se inauguró oficialmente, después de más de 25 años de obras de construcción. En la actualidad alberga una serie de monumentos interesantes y elegantes. El más reciente (1991) es el monumento dedicado a Francesc Macià, el primer presidente de la Generalidad de Cataluña. Se trata de una escalera incompleta (símbolo de la construcción gradual del futuro) que descansa en un pedestal sólido (el pasado glorioso de Cataluña). Sin embargo, las diversas esculturas y estatuas esparcidas por todo el centro de la plaza (entre las cuales se encuentran La Diosa, de Josep Claro, y El Pastor, de Pablo Gargallo) son probablemente más fascinantes. Además, justo en el centro de la plaza hay un fino mosaico que representa una brújula.
Por otro lado, la Plaza de Cataluña también es uno de los puntos cruciales del sistema de transporte de la ciudad: escondido debajo de la armonía y elegancia de la plaza hay, de hecho, una estación de metro importante que conecta el sistema de metro urbano con las líneas de ferrocarril regionales. No hace falta decir, por supuesto, que la Plaza de Cataluña también está rodeada de algunas de las tiendas más famosas y concurridas de Barcelona: en la parte sur podemos encontrar el famoso Hard Rock Café (siempre lleno), mientras que en el lado contrario está la tienda de Apple. Además, algunas de las compañías financieras más importantes de la ciudad tienen sus sedes centrales en los edificios majestuosos que rodean la plaza.
Por último, pero no menos importante, la Plaza de Cataluña también es el escenario habitual para las manifestaciones públicas que tienen lugar en Barcelona. Tanto las protestas más acaloradas del movimiento independentista como las más pacíficas de esa parte de los catalanes que están a favor de la permanencia en España suelen tener lugar allí, por no mencionar la ocupación de los indignados en los últimos años. Para resumir esta larga historia... La Plaza de Cataluña es la esencia real de Barcelona, perdérsela sería un error imperdonable.
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- English: The real essence of the city
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