Basílica Sagrada Familia
- Dirección: Barcelona
- Etiquetas: Qué ver Barcelona, Barcelona, España
- Página web: http://www.sagradafamilia.cat/
La Sagrada Familia
La Sagrada Familia es una basílica que se encuentra en Barcelona. Es el monumento más visitado de España, y no me extraña, ya que es impresionante. Además, se ha convertido en uno de los símbolos nacionales.
Se empezó a construir en 1882 pero todavía no está terminada, según vi en un cartel su terminación está prevista para el año 2026 aunque nunca se sabe que puede ocurrir. Está diseñada por el gran Antonio Gaudí, autor de otras obras importantes de Barcelona como el Parque Güell o la Casa Batló; y, la parte construida por Antonio Gaudí fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Además fue una de las candidatas para las nuevas siete maravillas del mundo moderno.
Consta de un total de 18 torres de distinta altura, 12 por los apóstoles, 4 por los evangelistas, y las otras dos por Jesús y la Virgen María.
Las vidrieras me encantan y eso que no las he visto por dentro, lo que más me sorprende es la cantidad de colores que tiene, con muchos contrastes, nunca había visto esto en ninguna otra iglesia.
Yo la he visitado 2 veces, una cuando tenía 13 años y otra en Mayo de este año. Cuando fui la primera vez me decepcionó o al menos eso recuerdo, creo que fue porque las torres estaban en obras, así como toda una fachada y no me gustó, pero se veía que la basílica resaltaba respecto al resto de los monumentos y que si no estuviera en obras ganaría mucho más. La segunda vez tuve más suerte y fue como ver otro monumento distinto, supongo que las visitas que hacemos cuando somos jóvenes no son iguales ya que vamos pensando en otras cosas y nos dan igual los monumentos. Me gustó muchísimo y me di cuenta de la infinidad de detalles que tiene y de su grandeza. Desde luego hay que darle una vuelta entera y tomarte tu tiempo, porque cada parte es como un ente independiente que merece un tiempo para observarlo bien. Me sorprendía cada dos por tres porque hay tantos detalles que te vas dando cuenta de ellos poco a poco. Es realmente distinta a todas las catedrales e iglesias que he visto, por una parte porque la veo más moderna, es como si fuera el modelo de nueva catedral, sobre todo por el interior; y, las torres también le dan un toque distintivo.
Primero vimos la fachada menos bonita y ya me quedé impresionada, es la Fachada de la Pasión, y cómo se quería reflejar el sufrimiento de Cristo, es más oscura y austera que las otras dos. Vimos a gente en las torres, pero estaban a diferentes niveles. Esta parte da a la Plaza de la Sagrada Familia, es como un jardín cuadrado sencillo, pero bonito, aunque queda eclipsado por la imagen de la Sagrada Familia al fondo; pero se puede hacer una buena foto desde allí a la basílica enmarcándola con la vegetación de la plaza.
La Fachada del Nacimiento es mi favorita, y, en contraste con la anterior, tiene muchos detalles ya que refleja la alegría del nacimiento de Jesús. Consta de tres puertas, una de ellas es la principal, y no sé cómo describiros esta parte porque hay que verla para poder imaginártela. Era algo difícil hacerse una foto en esta parte porque estaba llenísima de turistas, muchos de ellos con cámara en mano y no dejaba de pasar gente por en medio. Esta fachada da a la Plaza de Gaudí, también con forma cuadrada, pero más grande que la Plaza de la Sagrada Familia. Es una plaza ajardinada con un estanque en el centro y muchas de las mejores fotos de la Sagrada Familia son tomadas desde el lado opuesto del estanque para que quede el estanque justo debajo de la Basílica.
La Fachada de la Gloria es la fachada principal por donde se accederá al interior cuando esté terminada. Estaba en construcción así que no pude verla bien, pero supongo que por la relación entre el nombre y los detalles, tendrá que ver con elementos más espirituales y de luz.
Me gustó mucho el claustro porque contrastaba mucho con el resto del templo, por su color claro y su forma baja y horizontal que terminaba en sus partes más altas con varios picos, y en los picos hay una especie de piñas grandes de colores distintos. Además, rodea toda la Basílica excepto las tres puertas importantes.
No pudimos entrar ya que no sabíamos que había que coger la entrada con antelación en esa época, y la cola que había era enorme. Por lo que he visto en la televisión y en otros sitios el interior es impresionante y precioso, así que tendré que volver para entrar, cuando esté ya terminada es una buena opción.
El horario de visita es de Octubre a Marzo de 9:00 a 18:00 horas y de Abril a Septiembre de 9:00 a 20:00 h, el de la subida a las torres es el mismo pero los ascensores cierran una media hora antes del cierre de la Basílica.
El precio para entrar básico es de 15€ si se va con guía y con la subida a una de las torres. De todas formas hay varias modalidades como entradas conjuntas con el Parque Güell, con guía o sin ella, y hay una reducción de precio para los estudiantes y jubilados.
Hay una parada de metro “Sagrada Familia” (línea 5) con dos salidas, una a la Plaza de Gaudí y la otra en la parte trasera de la Basílica en el Carrer de Provença.
En los alrededores de la Sagrada Familia hay varios restaurantes y Fast Food. Por cierto, no dudéis en visitar el Hospital de San Pau, se encuentra a unos 5 minutos andando desde la Sagrada Familia y es precioso.
¿Sabías que por allí montan uno de los mercadillos navideños de Barcelona? ¡Dicen que es uno de los mejores mercados de Navidad de Europa!
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- English: The Sagrada Familia
- Deutsch: La Sagrada Familia
- Polski: La Sagrada Familia
- Italiano: La Sagrada Familia
- Français: La Sagrada Familia
- Português: A Sagrada Família
Sagrada Familia, obra maestra inacabada
Entre los últimos viajes que he hecho, fui a Barcelona, nada más y nada menos. Un destino turístico muy demandado, y no solo a nivel nacional, sino en todo el mundo. La ciudad catalana es la segunda más poblada de España (después de Madrid) con más de millón y medio de habitantes.
Algunos reportajes, e incluso los mismísimos barceloneses, cuentan que la ciudad se ve saturada, no solo en verano sino en cualquier época, por los miles y miles de turistas que abarrotan la ciudad; y es que merece la pena. Desde los fantásticos monumentos hasta las playas o el ambiente tan cautivador que ofrece la ciudad, Barcelona tiene todo.
En esta primera entrega de mi viaje por Barcelona, os contaré nuestra fantástica visita a la basilica de Sagrada Familia, uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad. Añadiré algunos datos de interés que me parecen fundamentales para todas aquellas personas que quieran visitarla, pues, sin ánimo de abrumar al lector con datos e historia, creo que todo turista debe informarse sobre aquellos lugares que va a conocer y así poder disfrutar mucho más de la visita.
Basílica Sagrada Familia
Cualquier persona que visite Barcelona debería visitar la Sagrada Familia, indudablemente un símbolo de la ciudad catalana. Personalmente, no soy amiga de visitar catedrales ni iglesias por dentro, a menos que vaya acompañada de un arquitecto, ingeniero o alguien que pueda explicarme las curiosidades de la construcción, pintura y ornamentación, historia del edificio… Sin embargo la Sagrada Familia es todo arte; incluso a alguien sin ningún tipo de conocimiento le parecerá una obra impresionante. Es una sensación que nadie puede explicar, únicamente uno lo vive cuando lo ve en primera persona. Es totalmente diferente de las iglesias y catedrales que puedes visitar en Europa y es mucho más interesante cuando te informas y conoces un poco más de la historia y el porqué de su arquitectura.
Además, en la mayoría de las ocasiones, puede accederse a lo alto de las torres, desde donde se puede ver Barcelona. El acceso a esta vista única de Barcelona, se selecciona al elegir el tipo de entrada (precios especificados más abajo en el apartado Entradas). El precio aumenta un poco pero merece la pena. Lamentablemente, nosotras no hemos subido y no puedo contaros en primera persona cuán fantástico es, sin embargo, creo que cualquiera de las personas que hayan ido y a las que preguntéis os dirán que es una opción que no se puede perder.
Desde luego Barcelona es una ciudad con encanto, y que recoge algunos de los monumentos y lugares más emblemáticos y conocidos de nuestro país. Para poder visitar la Sagrada Familia, el turista debe disponer de tiempo, pues puede ser todo un reto. Sin duda lo mejor es levantarse bien temprano e ir a primerísima hora del día, porque a los no madrugadores les llevará horas poder entrar - la cola se hace interminable. Mientras hacíamos cola como ilusas turistas durante más de una hora, una de las personas con las que comenzamos a hablar, que esperaba en la cola con nosotras (todo un experto en la basílica, al menos comparado con nosotras) nos dijo que era el monumento más visitado de toda España, incluso por encima de otros tan conocidos como la Alhambra, en Granada, o el Museo del Prado en Madrid. Hemos buscado en internet la cantidad de personas que anualmente visitan la Sagrada Familia, ¡y nos encontramos con la asombrosa cifra de 3. 2 millones! Después de ver este número, casi parecen escasas las colas de horas que rodean la preciosa basílica.
Al visitarla, merece la pena darse una vuelta alrededor. Algunos de los turistas caen en el error de llegar y simplemente quedarse con la fachada de los postales, de los anuncios televisivos y no recorrer las otras caras del edificio. A pesar de que existe existe una fachada indudablemente más famosa, son tres las que forman este templo y ninguna deja indiferente (y sí, aun a pesar de tener andamios y redes): la fachada del Nacimiento, de la Pasión y la de la Gloria.
Fachada del Nacimiento
Fachada dedicada al nacimiento de Jesús, con mucha ornamentación. También recibe otros nombres como Fachada de la Vida, del Gozo y de la Navidad. Posee tres pórticos: el de la esperanza, el de la caridad y el de la fe (por orden de izquierda a derecha), separados entre ellos por robustas columnas en representación a María y José.
Fachada de la Pasión
Fachada dedicada a la pasión de Jesús, pretende reflejar todo el sufrimiento por el que pasó en su crucifixión. La explicación de que esta fachada sea más austera, más sencilla y menos ornamentada es porque se busca la similitud con el esqueleto de Jesús. Como curiosidad, esta fachada se orienta hacia el Oeste, y por ello recibe la última luz del día hacia el anochecer, lo que acentúa el simbolismo de la oscuridad.
Fachada de la Gloria
Esta fachada representa la gloria celestial de Jesús. No es más que un esbozo a día de hoy, pues aún no está terminada. Se trata de la fachada principal, que parece que será la más grande e imponente de las tres. Estará orientada al sur ya que así le dará el sol la mayor parte del tiempo, dándole un mayor significado a la ascensión de Jesús.
Museo
El Templo de la Sagrada Familia cuenta también con un museo en el sótano, inaugurado en 1961, aunque no he podido visitarlo en persona. Allí se albergan los planos y maquetas originales del arquitecto catalán, Antoni Gaudí, así como fotografías de otras obras del arquitecto, textos biográficos suyos...además, tiene también una sala de audiovisuales.
Historia
A pesar de que la obra de esta basílica se comenzó en 1882, aún a día de hoy, 2014 el templo sigue inacabado, hecho que la hace más curiosa e interesante si cabe. Cualquiera que la visite pueda verla rodeada de andamios y en construcción, aun estando la obra parada.
La obra del templo comenzó en 1882 con un estilo neogótico. Sin embargo, al año siguiente, en 1883, con Antoni Gaudí al mando, a la edad de solo 31 años y al que le dedicó el resto de su vida, redirigió el proyecto dotándolo de las características de la corriente modernista catalana que la hacen tan importante actualmente.
Cuando Antoni Gaudí se hizo cargo de la construcción de esta basílica, sabía que no sería algo fácil ni algo de construcción inmediata, sino que duraría varios siglos, y que él mismo no la vería terminada. Por ello decidió levantar en primero lugar una de las fachadas para servir como inspiración a las nuevas generaciones encargadas de terminar la obra.
Una obra maestra inacabada
A pesar de que es comúnmente conocida como 'La Sagrada Familia' su nombre completo es Templo Expiatorio de la Sagrada Familia, una basílica dedicada a la religión católica. Como la mayoría de la gente sabe, está diseñada por el conocido arquitecto Antoni Gaudí, dejando esta obra inacabada como el máximo referente de la arquitectura modernista catalana, corriente de la cual el autor es un referente. Con la muerte del arquitecto en 1926, la Sagrada Familia quedó incompleta, y solo con una de las 18 torres que planeaba levantar el artista: 12 de ellas dedicadas a los apóstoles, otras 4 a los evangelistas y las 2 restantes dedicadas a María y Jesús. Actualmente, la obra sigue en construcción (aunque muy lentamente) ya que existen planos que muestran cuales eran los planes de Antoni Gaudí para la basílica, así como un modelo en yeso, que resultó dañado tras la Guerra Civil. Por ejemplo, a día de hoy ya son 8 las torres levantadas, de las 18 que estaban previstas por el arquitecto. Se ha propuesto el año 2024 como la fecha del fin de la basílica. Según nos han contado algunos catalanes, la incertidumbre se debe en parte a la obtención de la financiación, y es que desde el comienzo, ésta se basa en las donaciones y actualmente, también en el dinero recaudado a través de las visitas (¡que no debe ser poco! ).
Además de ser un símbolo de Barcelona, en 2005 fue incluida por la UNESCO como patrimonio de la humanidad. Fue también propuesta para ser una de las siete maravillas del mundo moderno.
Ubicación
Desde muchos puntos de la ciudad es posible atisbar alguna de las torres del inmenso templo. Se sitúa en el barrio al que da nombre: el barrio de Sagrada Familia, concretamente en 'Carrer de Mallorca, 401'.
Cómo llegar
Para llegar, uno puede desplazarse en metro o en tren. Próximos al monumento se sitúan las paradas de metro 'Sagrada Familia' a las cuales uno puede acceder con la línea 2. Si se prefiere el autobús como medio de transporte, puede elegirse (si no me equivoco) entre las líneas 19, 33, 34, 43 y 44.
Horarios
Para poder visitar el Templo Expiatorio de la Sagrada Familia existen dos horarios a lo largo del año:
- Desde octubre hasta marzo, la basílica está abierta de lunes a domingo de 9:00h hasta las 18:00h.
- Desde abril hasta septiembre: abierta de lunes a domingo desde las 9:00h hasta las 20:00h.
- Excepciones: días 1 y 6 de enero y 25 y 26 de diciembre solo abre de 9:00h a 14:00h.
Entradas
Las entradas pueden comprarse en la taquilla allí mismo. Sin embargo, la mayoría de la gente recomienda comprarlas por internet ya que existen pequeños descuentos y no hay que hacer las tremendas colas.
Precios
- General: 14, 80€
- Reducida: 12, 80€
- Visita Basílica + Guía: 19, 30€
- Visita Basílica + Audioguía: 19, 30€
- Visita Basílica + Torres: 19, 30€
- Visita Basílica + Audioguía + Torres: 23, 80€
En esta página pueden visitarse los precios detallados de cada una de las opciones y qué incluye cada una, y consultar también los descuentos que se hacen.
Para más información, puede visitarse la página web principal de la Sagrada Familia. En esta dirección web uno puede encontrar casi toda la información que puede necesitar. Se puede consultarse las exposiciones permanentes que ofrece el museo, así como las que van cambiando. Uno puede acceder para consultar las fechas en las que va a visitar el monumento y comprobar si existe algo acorde a sus gustos.
Además, si por cualquier motivo uno no pudiese acceder a la visita al interior del monumento, existe un apartado para poder hacer una visita virtual de las zonas interiores así como de las fachadas.
Espero que el texto os haya resultado útil, responda a alguna de vuestras dudas y os aporte información básica para cuando os decidáis a visitar el fabuloso monumento de Gaudí. Un saludo a todos y para cualquier duda sobre mi experiencia personal ¡ya sabéis donde contactarme!
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
La Octava Maravilla del Mundo (1)
La Gran Muralla China, la antigua ciudad de Petra en Jordania, la estatua del Cristo Redentor en Brasil, las ruinas de Machu Picchu en Perú y las de Chichen Itza en México, el Coliseo de Roma, el templo del Taj Mahal en India, la Gran Pirámide de Guiza en Egipto. Saben que tienen estos 7 lugares en común? Fácil, no? Son considerados como las 7 Nuevas Maravillas del Mundo Moderno, según la votación de 2007 en la cual fueron elegidos como los herederos de las 7 Maravillas del Mundo Antiguo. Bien, me atrevo a decir que si hubiera que añadir un monumento más a esta lista, el candidato más legítimo sería, sin ninguna duda, el templo de la Sagrada Familia en Barcelona.
La mayoría de ustedes probablemente estarán rodando de la risa después de leer mi declaración. Puedo entenderlo bastante bien, porque hasta que no hayan visitado el lugar en toda su extensión no se habrán dado cuenta de su grandeza. Me temo que, incluso para un buen número de gente que ha estado allí no es fácil apreciar completamente su inmenso encanto, el inmenso significado que implica. No es que yo me jacte de un conocimiento y sensibilidad superior que la mayoría de la gente. Es una simple cuestión de capacidad espiritual: La Sagrada Familia no es simplemente una gran iglesia, un increíble monumento artístico, una extraordinaria (si no inexplicable) maravilla arquitectónica. Es un templo, y como templo su principal objetivo (según la voluntad clara y firme de su creador) es poner al hombre en relación con su Dios. Como creyente, tengo la gran ventaja de estar acostumbrada a establecer ese tipo de contacto. Y, en un lugar como La Sagrada Familia es imposible fallar en alcanzar al menos una chispa de su relación espiritual. Siempre que visiten el templo de la manera correcta, lo que, por su puesto, no implica estar pendientes del móvil o hablar durante la visita.
Sin embargo, tal y como me temo, hasta ahora no he sido de mucha ayuda para aquellos que están planeando visitar el templo. Será mejor que vaya por orden y deje a un lado, al menos de momento, mis observaciones personales. Primero y principal, me gustaría señalar que La Sagrada Familia es el lugar que hay que ver en Barcelona. NO importa el limite del tiempo que dispongas, realmente no deben perderse este emplazamiento único. Localizado como la mayoría de edificios Modernistas en el distrito de L'Eixample, es fácilmente accesible con el metro, utilizando las líneas L2 o L5 y parando en la estación que lleva su nombre. Es una muy buena idea comprar el ticket online, con el objetivo de evitar las colas interminables de las taquillas; si es posible intenten acceder en las primeras horas de la mañana ya que debería ser más fácil para evitar las aglomeración turística que inevitablemente llena el templo.
Por una parte, es posible ver la mayor parte de la fachada exterior del edificio sin pagar, debo advertir que únicamente es una opción alternativa, a ser elegido sólo en caso de que tenga muy poco tiempo, ya que de esta manera usted no será capaz de apreciar la mayoría del encanto del lugar. Después de todo, el precio no es muy alto: la entrada vale 15 Euros por persona, mientras que el pase de 20 Euros también incluye la visita a una de las torres. Existen descuentos para estudiantes, niños y gente con discapacidades, mientras que pueden tener una audioguía por un coste adicional de unos 3 Euros (lo cual recomiendo totalmente). El coste de la entrada, que de todas maneras es mucho más barato que otros lugares en Barcelona (como el Camp Nou o Casa Batllò), esta completamente justificado en mi opinión, ya que los fondos recaudados son destinados a los trabajos necesarios para completar el templo.
Usted se estará preguntando como es posible que un edificio cuya construcción comenzó en 1886 siga todavía sin finalizar. Bien, que siga incompleta es, al menos por el momento, una de las principales características de La Sagrada Familia (si no la más importante). La razón de ello probablemente reside en dos motivos: la gran ambición en la que el proyecto fue concebido por Gaudi, desafiando casi los límites de las facultades humana, y la serie de eventos tormentosos por los que la iglesia (y la ciudad) han pasado durante el último siglo. La historia del templo es tan única que merece ser resumida brevemente: cuando en 1883 Antoni Gaudi sustituyó a otro arquitecto local al cual se le había encargado un proyecto de una nueva iglesia, él planeó construir un templo capaz de acomodar a 13, 000 personas.
Aunque el plan era tan ambicioso que el dinero destinado incialmente a la construcción pronto se quedo corto, y cuando finalmente se acabó Gaudi empezó a buscar financiación haciendo todo lo posible para aumentar los fondos. Cuando el arquitecto murió en 1926, habiendo gastado todo su diero en un proyecto que había sido su única misión y obsesión, únicamente la cripta, parte de los absides y una de las cuatro fachadas habían sido completadas. Para empeorar la situación, cuando la Guerra Civil War estalló en 1936, los anarquistas profanaron el edificio, destruyendo la parte interna y los proyectos y modelos dejados por Gaudi. Fue en 1952 cuando los trabajos de construcción se retomaron, siguiendo proyectos de diseño informático realizados siguiendo las bases que había dejado Gaudi. La controversia se despertó en aquellos que consideraban que los nuevos planes no seguían las ideas y el estilo del creador. Una nueva fachada fue completada en 1976, añadiendo en las siguientes décadas algunas esculturas del artista catalán Josep Maria Subirachs. En este caso, también se despertó un debate, pero los trabajos continuaron y en 2010 el techo fue finalmente completado, permitiendo al papa Benedicto XVI consagrar el templo con una solemne celebración.
Tal y como acaban de leer en el resumen de la historia del templo, La Sagrada Familia no es un monumento común, si no un lugar especial en el que su historia todavía no está totalmente escrita. Sin embargo, la parte del edificio que ya podemos admirar realmente merece un análisis cercano. La Fachada de la Natividad es la única de las cuatro (casi) completada durante la vida de Gaudi. Construida en una peculiar piedra parda, es característica por una increíble abundancia de decoraciones. Gaudi la concibió dividida en tres partes, representado las tres virtudes cristianas, Esperanza, Caridad y Lucha. La principal escena retratada es la Natividad, pero otras escenas son representadas como la Anunciación, el Vuelo a Egipto, la Masacre de los Inocentes y la Presentación de Jesús en el Templo.
Los detalles que tipifican los diferentes personajes (los pastores, los Reyes Magos) son de sorprendente belleza, y es interesante señalar que Gaudi solía inspirarse en las caras de gente local a la hora de representar a los personajes, usando un molde de yeso. Destaca también la abundancia de especies salvajes situadas debajo de los personajes: hay
plantas y animales típicos de Cataluña, en un intento de enseñar toda la creación en el momento del nacimiento de Jesús. Una función similar tienen una de las características más remarcables de la fachada, el también llamado Árbol de la Vida, que destaca con su color verde del matiz marrón uniforme de la fachada.
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- English: The Eighth Wonder of the World (1)
- Français: La huitième merveille du monde (1)
- Polski: Ósmy Cud Świata (1)
- Português: A Oitava Maravilha do Mundo (1)
- Türkçe: Dünya'nın Sekizinci Harikası (1)
- Italiano: L'ottava meraviglia del mondo (1)
- Deutsch: Das achte Weltwunder (1)
- Nederlands: Het achtste wereldwonder (1)
Basílica i Temple Expiatori de la Sagrada Família
El interior es especial. Es muy diferente de cualquier iglesia en la que haya estado hasta ahora. Es muy luminosa y espaciosa. Gaudí, su arquitecto, se inspiraba en la naturaleza. En muchas de sus obras podemos encontrar hojas, columnas con forma de árboles, etc. He observado los árboles de la basílica más de cerca y hay algunos que son realmente extraordinarios.
No sé de qué variedad son. Me encantan, así como la luz a través de las vitrinas, que produce un efecto impresionante. En el centro hay algunas sillas separadas por cintas, reservadas para aquellos que acuden a rezar. Hay un guardia de seguridad que se encarga de que toda la gente que ocupa las sillas esté en silencio. También hay mucha gente joven a tu alrededor que te ayuda si tienes algún problema.
Después de pasar media hora con la boca abierta por el asombro, fui al ascensor. No te puedes perder la Fachada del Nacimiento o del Levante. Normalmente tienes que hacer cola unos 10 minutos. Cada fachada cuenta con cuatro torres. Primero subes por el ascensor derecho y luego todo son escaleras en espiral. Pasas por un puente que une las dos primeras torres y desciendes por otras dos escaleras en espiral. Durante el recorrido hay un especie de balcones desde los que puedes admirar el paisaje y realizar algunas fotos. Pienso que este paseo a través de las torres merece la pena. La verdad es que me gusta. Las paredes interiores están repletas de garabatos, nombres y fechas. Al menos no tienen pintadas. Ha habido bastantes problemas con chicles pegados por todas partes.
Volviendo a la Tierra, me encontré con una considerable cola para comprar los tickets y empecé a arrepentirme de no haber comprado las entradas con antelación por internet. No hay mal que por bien no venga, ya que mientras una parte de la familia permanecía en la cola, nos acercamos al McDonald’s de enfrente y comimos en "botu horse".
Cuando compras los tickets tienes que indicar si quieres subir a las torres. Tanto en la torre de la Fachada de la Natividad como en la de la Fachada de la Pasión, tienes que subir por un ascensor a la hora indicada en el ticket para evitar aglomeraciones. A nosotros nos tocó las 11:30, una hora y media más tarde de la compra del ticket. Por tanto, tuve mucho tiempo para explorar la Basílica, tanto el interior como el exterior.
Pude admirar ambas fachadas de cerca. Nos explicaron los diferentes modelos que empleó Gaudí y vimos qué le inspiraba en la naturaleza. Después bajé las escaleras hasta la cripta, donde hay otro museo.
Para mí, lo más interesante de la cripta es el patrón creado por Gaudí, en el que unió sacos de arena con cuerdas para crear la imagen de un techo puesto del revés. Se fijó en la fuerza gravitacional para determinar la forma óptima que debían tener las columnas para soportar el peso. En la cripta también podemos encontrar la tumba de Gaudí, aunque solo pude verla a través de un cristal. La tumba está en un nivel inferior. Vi que había algunas personas dentro pero nunca descubrí cómo habían llegado hasta allí.
En la cripta pudimos ver a aquellos que trabajan actualmente en la basílica. Vimos trabajadores que estaban creando todo tipo de patrones, arquitectos, chicos creando modelos en piedra, etc. Fue muy interesante. Participar en la construcción de este tipo de proyectos es algo especial.
Visitar la Sagrada Familia es una experiencia que merece la pena y os recomiendo que subáis a las torres. Por lo menos a mi me encantó. También podéis ver algún documental sobre la basílica; se han grabado bastantes y en Youtube se pueden encontrar muchos vídeos.
Si salís por la Fachada del Nacimiento, veréis un restaurante KFC. Desde aquí podéis seguir la Avenida de Gaudí para visitar el Hospital Sant Pau.
Creo que nos costó entre una hora y una hora y media visitar la Sagrada Familia. Una cosa que me gustó y que había olvidado mencionar: en los tickets pone ”La Basílica de la Sagrada Familia es de todos, y también tuya. Con tu contribución las obras podrán ser terminadas”.
Después cogimos el autobús y paramos cerca del ”Arc del Triomf”. Es una zona interesante pero tampoco sé si vale la pena realmente hacer una parada allí. Me interesaría ver el ”Parc de la Ciutadella” para ver la monumental cascada y el barco.
Resumiendo, el exterior de la Sagrada Familia es impresionante y el interior (completamente terminado) superó todas mis expectativas: columnas dóricas, elegancia arquitectónica, basalto, granito y pórfido que se extienden hasta el techo, creando la sensación de un bosque tropical petrificado, rodeado por escaleras helicoidales, vidrieras que filtran gentilmente la luz natural, símbolos coloreados en lo alto de las columnas, etc. Todo es orgánico, misterioso y majestuoso. La elegancia y simplicidad del interior se combinan con la abundancia de detalles del exterior.
Es tan hermoso que te deja sin palabras.
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- English: Basílica i Temple Expiatori de la Sagrada Família
- Français: Basílica i Temple Expiatori de la Sagrada Família
- Italiano: Basilica e Tempio Espiatorio della Sacra Famiglia
- Türkçe: Kutsal Aile Kefaret Tapınağı ve Bazilikası
- Português: Basílica e Templo da Sagrada Família
- Polski: Świątynia Pokutna Świętej Rodziny
- Deutsch: Basilika und Sühnetempel der Heiligen Familie
Visita a la Sagrada Familia
Sin duda, este monumento emblemático de Barcelona, diseñado por el arquitecto Gaudí, quedará para siempre en la memoria de cada visitante. Y es que, ya sea por su altura, su envergadura, sus torres o por el colorido de su interior, cualquiera se queda con la boca abierta.
Si hubiéramos comprado las entradas por Internet, nos habríamos ahorrado tener que comprarlas allí y hacer aquella cola interminable, a pesar de haber vuelto una hora más tarde. Como hay tanta gente que quiere visitarla, el acceso se limita a un número de visitantes cada cierto tiempo. Así que, después de haberla contemplado bien y haber hecho un número de fotos y de "selfies" incalculable, por fin conseguimos entrar. La vista en conjunto es incluso más increíble del otro lado del parque que hay enfrente.
Nada más empezar, ya nos impresionó la altura del edificio y la arquitectura del interior. Como no cogimos la audio guía, estuvimos paseando por allí sin rumbo fijo. Primero, fuimos hacia la derecha, donde pudimos ver una pequeña capilla donde se podía rezar. No podíamos parar de mirar hacia arriba contemplando aquellas vidrieras tan coloridas. Por medio de una ventanita nos dimos cuenta de que había una capilla más grande en una planta más abajo pero que no era accesible para los visitantes. La verdad es que no había ni un momento en el que pudiéramos parar de pensar en cómo harán para que siga de pie.
El trabajo de los constructores es increíble viendo lo grande y alto que es el monumento.
En el centro del edificio, se puede presenciar la misa, escuchando de fondo un órgano iluminado por una lámpara colgante. Había mucha gente sentada en los banquillos rezando o admirando aquella belleza que tenían ante sus ojos.
Conforme nos íbamos adentrando hacia el fondo, más impresionados nos quedábamos con las vidrieras. A la izquierda, podíamos apreciar aquellos maravillosos reflejos verdes y azules que nos iluminaban. Hacia el otro lado, los colores se iban degradando del rojo al naranja hasta el amarillo. Y aunque estaba un poco nublado al salir, el sol atravesó la penumbra para reflejarse en la iglesia. ¡Me quedé realmente deslumbrada ante aquel maravilloso fenómeno!
A continuación, tuvimos que tener un poco de paciencia, ya que mientras podíamos escuchar un fragmento de música de órgano que se tocaba al fondo, un martillo empezó a hacer ruido. Los trabajos son constantes en esta obra y no podemos hacer nada contra ello. Después de haber dado la vuelta, nos pasamos por las puertas centrales de la fachada, hechas en bronce por el escultor Josep M Subirachs. En ellas, están grabados los textos del evangelio de Santo Tomás y San Juan en las que se cuentan los últimos días de la vida de Jesús.
Para culminar la visita, podemos acercarnos a la tienda de souvenirs, en la que se pueden comprar vasos de chupitos, tazas, libros, pequeños cuadros y muchas otras cosas interesantes, pero eso sí, a precios exorbitantes. Alrededor de la Sagrada Familia podemos ver andamios y grúas lo que nos despierta la curiosidad de: ¿y cómo será cuando por fin esté terminada en 2026? El precio de la visita es de 15 euros por 30 minutos. Desgraciadamente, esta entrada no permite tours, lo que aumentaría el precio de la entrada. Al fin y al cabo, no deja de ser un negocio...
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- Français: Visite de la Sagrada Familia
- English: A visit to The Sagrada Familia
- Italiano: Visita della Sagrada Familia
- Polski: Sagrada Familia, zwiedzanie
La octava maravilla del mundo (1)
La Gran Muralla China, la antigua ciudad de Petra en Jordania, la estatura del Cristo Redentor en Brasil, los restos de Machu Picchu en Perú y los de Chichen Itza en México, el anfiteatro llamado Colosseo en Roma, el templo del Taj Mahal en India, la Gran Pirámide de Giza en Egipto. Sabéis qué tienen en común estos siete lugares? Fácil verdad? Son considerados las siete maravillas del mundo moderno, según una votación que en el 2007 las escogió como las herederas de las siete maravillas del mundo antiguo. Bien, me arriesgo a afirmar que si tuviésemos que decidir añadir un monumento más a esta lista, el candidato sería, sin lugar a duda, el templo de la Sagrada Familia de Barcelona (España).
La gran mayoría de vosotros probablemente os estaréis riendo después de lo que acabo de decir. Lo comprendo, dado que hasta que non visitas este lugar con su debida atención no es posible darse cuenta de su grandeza. Y padezco, también que para una gran parte de las personas que la han visitado, no sea fácil saber apreciar plenamente lo fascinante que es esta obra y su gran simbología. No es que me crea con un conocimiento superior a lo común. Se trata simplemente de una cuestión de de capacidad espiritual: La Sagrada Familia no es solo una iglesia enorme, un monumento increíble desde el punto de vista artístico, una extraordinaria (e inexplicable) maravilla de la arquitectura. Es un templo, y en cuanto a su objetivo principal (según las intenciones de su creador) es meter en relación al hombre con Dios. Como creyente que me defino, tengo la gran ventaja de estar habituado a establecer este tipo de contacto. Sin embargo, en un lugar como La Sagrada familia, es imposible no entender al menos una chispa de esta relación espiritual. Admito que si visitas el templo de una forma adecuada, lo que significa no tener la oreja constantemente pegada al teléfono o estar hablando durante toda la visita.
No obstante, a modo de ampliar esta ayuda para todos aquellos que están pensando en visitar el templo, iré por partes dejando de lado, al menos por ahora, mis observaciones personal. Primero de todo, dejarme deciros que La Sagrada Familia es el sitio a visitar si vas a Barcelona. No importa si disponéis de un tiempo muy limitado, no debéis perderos el ver este monumento único. Situado como muchos de los edificios modernistas en el barrio del Eixample y muy fácil de llegar con las líneas de metro 2 y 5. Se recomienda comprar las entradas por internet, para así evitar las colas infinitas en las taquillas; si quizás probáis a ir bastante temprano por la mañana: debería ser más fácil evitar los grupos masivos de turistas que van a ver el templo.
Por una parte, es verdad que se puede ver la mayor parte del exterior del edificio sin pagar, pero no lo recomiendo, solo si de verdad vais justos de tiempo, ya que de este modo no seréis capaces de apreciar lo fascinante que es este lugar. Y a parte, el precio de la entrada no es tan elevado: la entrada cuesta 15 euros por persona, mientras que también está la opción de otra entrada por 20 euros en los que te incluye la visita a una de las torres del templo. Hay también descuentos disponibles en las entradas para estudiantes, niños y personas discapacitadas, o también la opción de pagar cerca de 3 euros más para alquilar un audioguía (cien por cien recomendado). El precio de la entrada, que respecto a otros sitios Barcelona es menos costoso (como el Camp Nou o la Casa Batllò), es un precio justo según mi parecer, ya que los fondos recogidos son una contribución importante y necesaria para llevar a cabo las obras de mantenimiento y de construcción de las partes que se quedaron por finalizar del templo.
Seguramente os estéis preguntando como es posible que un edificio que se inició a construir en 1886 pueda estar aún incompleto. Pues bien, digamos que su carácter incompleto es, por el momento, una de las características más destacadas de La Sagrada Familia (por no decir la principal). La razón quizás reside en dos motivos: Primero, qué el proyecto concebido por Gaudí era tan increíblemente ambicioso, que llegó casi a desafiar los límites de las posibilidades humanas y la segunda, es la gran cantidad de eventos que la iglesia (y la ciudad de Barcelona en general) han atravesado en el último siglo. La historia del templo es tan extraordinaria que merece ser citada: cuando en el 1883 Antonio Gaudí sustituye a otro arquitecto local al cual se le había atribuido el proyecto de la construcción de una nueva iglesia, planificó la construcción de un templo que pudiese albergar 13. 000 personas.
El proyecto era así de ambicioso qué en poco los fondos para su construcción iniciar a escasear, hasta que cuando se acabaron esos fondos Gaudí empezó buscar el mismo nuevos patrocinadores por recoger fondos para terminar la obra. En el 19266, después de haber invertido todos sus ahorros personales en un proyecto el cual se había convertido en una obsesión, el arquitecto muere, y quedando solo finalizadas la cripta, algunas partes del ábside y una de las cuatro fachadas. Las cosas fueron a peor, cuando en 1936 se declara la Guerra Civil i los anarquistas profanaron el templo, destruyendo su interior, principalmente los proyectos y modelos guardados de las partes que quedaban por construir por Gaudí. En 1952, se reinician los trabajos de construcción con ordenador, partiendo de la base de aquello conservado, después de todo lo sucedido, del templo. Surgiendo así una controversia, dado que los arquitectos contratados para seguir con la reconstrucción del templo no estaban conformes con las ideas y el estilo del creador Antonio Gaudí. Una de las fachadas fue realizada y finalizada en el 1976, a la cual se le añadieron algunas decoraciones de un escultor catalán llamado Josep Maria Subirach. Aunque en este caso, esto fue un tema de debate, los trabajos de reconstrucción continuaron y en 2010 se finalizó el techo, permitiendo al Papa Benedicto XVI consagrar la basílica con un solemne acto.
Como acabo de comentar en este pequeño resumen sobre la historia del templo, La Sagrada Familia no es un monumento cualquiera, ya que es un lugar extraordinario del cual su historia aun no se ha conseguido escribir del todo. A pesar de ello, la mayor parte del edificio que ya podemos admirar, merece de verdad una mención esmerada. La Fachada de la Natividad es la única de las cuatro que se puede afirmar que estuvo casi finalizada durante la existencia de Antoni Gaudí. Construida con un tipo de piedra de un color marrón peculiar, y caracterizada por una abundancia en decoración. Gaudí la concedió como dividida en tres partes, representantes de las tres virtudes teologales de la Esperanza, la Caridad y de la Fe. La escena principal es obviamente la Natividad (que da el nombre al edificio), pero otros cuadros secundarios son dedicados a la Proclamación, a la Fuga en Egipto, a la Matanza de los Inocentes y a la Presentación de Jesús al Templo.
Los detalles que caracterizan varios de los personajes (Pastores, Reyes Magos) son de una belleza sorprendente, y es interesante ver como Gaudí era capaz de esculpir los rostros de personas comunes del sitio, usando el calco en yeso. Podréis apreciar también la abundancia de especies tanto animales como vegetales, colocadas justo bajo de los personajes: se trata de flora y fauna características de Cataluña, che tienen como objetivo mostrar la implicación de toda la creación con el nacimiento de Jesús. Una función similar y relacionada a uno de los elementos más destacados de la fachada. El denominado como Árbol de la Vida, que se exalta en un fuerte contraste con su vivaz color verde sobre la tinta marrón uniforme de la fachada.
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- English: L'ottava meraviglia del mondo (1)
- English: The Eighth Wonder of The World
La octava maravilla del mundo (1)
Sin embargo, la Fachada de la Pasión es muy diferente, realizada en la segunda mitad del siglo XX y adornada con las obras de Josep Maria Subirachs. A decir verdad, el contraste entre los dos estilos arquitectónicos (e incluso el tipo de piedra utilizado) es muy evidente, pero parece que esta diferencia estaba ya contemplada en el proyecto original de Gaudí. Si la anterior fachada tenía el objetivo de celebrar la alegría de la Creación por el nacimiento del Salvador, esta última está dedicada a los sufrimientos de Cristo por la humanidad. La Fachada de la Pasión, por lo tanto, no debía tener decoraciones excesivas, dado que el centro de atención está en las diferentes escenas que representan los últimos días de la vida de Jesús en la Tierra.
Sin lugar a dudas, Subirachs ha modelado las esculturas con un estilo bastante tosco, cuyos perfiles angulosos son probablemente lo contrario a la idea de Gaudí de que la línea recta no fuese utilizada, ya que es inexistente en el mundo natural. Sin embargo, no hay duda de que el artista ha conseguido transmitir con éxito el gran significado implícito en estas escenas. De hecho, no es posible ver la Crucifixión, la escena del beso de Judas o aquellas que muestran el arresto de Cristo y su agonía cargando la cruz sin emocionarse.
Una vez más, como siempre que se habla de una de las creaciones de Gaudí, hasta los detalles más pequeños cuentan. Llama la atención, por ejemplo, el recuadro situado al lado de la escena del beso de Judas, sobre el cual están grabadas algunas series de números. Naturalmente hay un significado tras estos números, pero no les diré cuál es porque es muy sencillo descubrirlo (digamos que se trata de un tipo de Sudoku ante litteram... ).
Otros elementos de interés se encuentran en el cuadro que está situado justo debajo de la Crucifixión. Si han visitado la Pedrera, no podrían haber pasado por alto que la silueta de los soldados romanos de pie a la izquierda fue delineada sobre la base de las esculturas que se encuentran sobre el tejado de la Casa Milà. Sin embargo, es imposible adivinar que el rostro del hombre que está de pie a la izquierda, que representa a un evangelista que asiste a la escena (Giovanni), fue plasmado sirviéndose de una fotografía del mismo Gaudí. Resumiendo, una especie de homenaje oculto que Subirachs quiso dedicar al gran maestro. Se puede apreciar cómo el orden cronológico de las escenas es una secuencia que comienza con la Última Cena, situada abajo a la izquierda, para seguir a la derecha y subir al segundo y tercer nivel, formando una especie de S.
Con respecto al interior de la iglesia, no es menos impresionante que el exterior de la misma. Una vez atravesada la puerta de entrada (no dejen de fijarse en los grabados sobre la puerta y sobre el suelo situados justo delante de la entrada a la iglesia), en pocos segundos estarán probablemente perdidos en la maravilla, sintiendo una vez más una especie de éxtasis espiritual. La preciosa luz que se filtra por las vidrieras de colores es lo primero que llama la atención: según la convicción de Gaudí, la luz en las iglesias no debe ser excesiva, sino que debe estar presente en su justa medida para hacer posible el culto, la contemplación y la meditación. Por ello la atmósfera está bastante cargada, pero a la vez resulta encantadora.
Sería mejor alquilar una audioguía para saber más sobre los detalles de esta extraordinaria iglesia. Sin embargo, algunos detalles son tan evidentes que incluso un visitante inexperto, como yo, puede apreciarlos. Las columnas, de hecho, están hechas utilizando cuatro tipos diferentes de piedra, que difieren incluso en el color. Sin embargo, lejos de echar a perder la armonía del templo, esta variedad contribuye a su unidad.
En la entrada principal, situada sobre el lado inclinado hacia el este, está situada la estatua de Sant Jordi (San Jorge, patrón de Cataluña). No es casualidad que sea el lado por el cual sale el Sol a diario, arrojando un mágico flujo de luz hacia la iglesia. Sin embargo, del lado opuesto no proviene ningún rayo solar. Allí está colocada la estatua de Cristo en la cruz, rodeado de una serie de espigas de trigo y racimos de uva. Les aconsejo que se paren un momento delante de esta imagen sagrada. Aunque la luz variopinta de las vidrieras crea un efecto tan encantador como para quedarse fascinado e incluso hechizado, no deja de llamar la atención la peculiar estructura de las columnas. Alzando la vista hacia el techo, de hecho, tendrá la impresión de ver un selva de ramas sutiles, un efecto creado por la ramificación de las columnas que se asemejan, de esta manera, a altísimos árboles de piedra.
Como decía al inicio, la iglesia está muy lejos de estar acabada, si bien es cierto que se cree que podrá estarlo en el año 2030. La parte principal de todas las que faltan por hacer y sin duda la tercera y última fachada, llamada la Fachada de la Gloria, donde se celebrará la resurrección de Cristo. La única parte visible hasta el momento son algunos pináculos, muy símiles a los del Palau Güell, el cual Gaudí probablemente hubiera admirado. Otra ausencia importante es la de las torres: el proyecto original prevé 17, bastante símiles entre ellas, más una extraordinaria que se espera que alcance los 170 metros de altura. De momento solo 8 de estas torres han sido construidas, sin contar, evidentemente, la más alta. Un desafío bastante difícil, pero que ha sido ya emprendido.
Aún así, las torres merecen especial atención, puesto que su número y disposición es de todo menos casual (tratándose de Gaudí, por otro lado, sería imposible). Las doce torres colocadas sobre las tres fachadas simbolizan (o mejor dicho, simbolizarán, ya que solo 8 de ellas han sido acabadas) a los apóstoles, mientras que la más alta será, obviamente, un emblema de Cristo. Entorno a ella, 4 torres más representarán a los evangelistas, mientras que una última torre, despuntando sobre el ábside, simbolizará a la Virgen.
Dada su notable animadversión por la línea recta, Gaudí dio a las torres un particular perfil curvilíneo. Se dice que la fuente de inspiración para una forma tan peculiar han sido los extraños picos de las montañas de Montserrat.
En cuanto a las decoraciones, las torres existentes se caracterizan por espectaculares agujas con una envoltura de mosaicos. En respuesta a la observación de que nadie podría admirar decoraciones tan elaboradas, parece que Gaudí dijo "Las verán los ángeles".
Esta curiosa aclaración (pero bastante significativa) me vuelve a llevar a las observaciones personales que estaba haciendo al inicio. Me complace agregar un par de cosas, para evitar que este post no tenga fin, como el estado actual de la Sagrada Familia (aunque menos fascinante).
Naturalmente, cada uno es libre de visitar el templo de la manera que prefiera. Sin embargo, no será posible una plena comprensión del proyecto original (que esperamos que se pueda convertir en una realidad en unas pocas décadas) sin tener en cuenta el componente espiritual de este lugar. Llegando, finalmente, a la conclusión de este post (aunque todavía habría mucho que decir sobre la cripta, sobre el ábside y sobre el pequeño pero interesante claustro llamado Claustre del Roser), me gustaría concluir con un paralelismo tratado por la tradición bíblica. Me gusta pensar, de hecho, que si la Torre de Babel fue construida con el objetivo de alcanzar el cielo, demostrando de ese modo el poder del ser humano, un edificio extraordinario como la Sagrada Familia, aunque quizás desafiando los cánones artísticos y arquitectónicos, aspira a acercar a la humanidad a Dios.
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- English: L'ottava meraviglia del mondo (1)
- English: The 8th wonder of the world
La octava maravilla del mundo (2)
Por otro lado, con un aspecto bastante distinto, se encuentra la fachada de la Pasión, realizada en la segunda mitad del siglo XX y ornamentada gracias al trabajo de Josep Maria Subirachs. En realidad, es espectacular el contraste entre los dos estilos arquitectónicos, los cuales difieren incluso en el tipo de piedra empleado. Sin embargo, parece ser que este contraste formaba parte del plan inicial de Gaudí. De hecho, aunque Subirachs quería reflejar en su obra la alegría del mundo por el nacimiento de Jesucristo, Gaudí, por su parte, es fiel al sufrimiento de Cristo por la humanidad.
Por lo tanto, La fachada de la Pasión no fue creada para mostrar una ornamentación excesiva, sino con el objetivo de representar escenas pertenecientes a los últimos días de vida de Jesús en la Tierra. Sin duda alguna, Subirachs utilizaba un estilo bastante complejo para dar forma a sus esculturas, cuyos contornos definidos parecen estar en contra de la opinión de Gaudí, que sostenía que la línea recta no debe usarse como si no existiese en la naturaleza. No obstante, es indudable que el artista tuvo éxito al expresar el poderoso significado que entrañan sus obras. En efecto, resulta imposible no emocionarse al observar la Crucifixión, la escena del beso de Judas y las que representan el arresto de Jesús y su sufrimiento al cargar con la cruz.
Como siempre que se trata de una de las creaciones de Gaudí, incluso los detalles más pequeños importan. Por ejemplo, es posible observar unos números grabados en el cuadrado situado junto a la obra ‘El beso de Judas’. Estos números poseen, como cabe esperar, un significado concreto. No lo voy a revelar, ya que es fácil averiguarlo (digamos que es una especie de Sudoku antiguo). Más características interesantes se pueden encontrar en el retablo situado justo debajo de la Crucifixión. Si has visitado la Pedrera alguna vez, te habrás dado cuenta de que el contorno de los soldados romanos que se encuentran a la izquierda está basado en las esculturas de la azotea de la Casa Milà. Resulta imposible adivinar que el rostro del hombre situado a la izquierda del todo, el cual representa a un evangelista como testigo de la escena, ha sido diseñado tomando como modelo una foto del propio Gaudí. Una especie de homenaje oculto que Subirachs concedió al gran maestro. Por último, es importante tener en cuenta también que la secuencia cronológica de las escenas comienza por la parte inferior izquierda con la Última Cena, para continuar así por la derecha y después ascender al segundo y tercer nivel, siguiendo una especie de patrón en forma de S.
Por lo que respecta al interior de la basílica, resulta igual de extraordinario que el exterior. Antes de entrar al templo, no olvides observar los grabados de la puerta y el suelo. Después de atravesar la puerta principal, tardarás tan solo unos segundos en quedarte con la boca abierta, de nuevo con ese sentimiento de júbilo espiritual. Seguramente, lo primero que llama la atención al entrar es la increíble luz que atraviesa las vidrieras. Según la opinión de Gaudí, la luz en una iglesia no debería estar presente en exceso, sino en su justa medida, para hacer posible así el culto, la contemplación y la meditación. Por este motivo, el ambiente es bastante oscuro, si bien sigue siendo encantador.
Si deseas conocer mejor los detalles de esta extraordinaria basílica, la audioguía será de gran utilidad. Sin embargo, algunos de estos detalles resultan bastante evidentes incluso para turistas inexpertos como yo. De hecho, las columnas están construidas con cuatro tipos distintos de piedra que presentan, además, colores diferentes. Lejos de estropear la armonía de este templo, esta variedad en el tipo de piedra contribuye a su singularidad. La entrada principal se sitúa en el lado este, donde es posible encontrar una estatua de Sant Jordi, patrón de Cataluña.
Efectivamente, no es una coincidencia que se encuentre en el lado por donde sale el Sol cada mañana y que arroje, por tanto, un rayo de luz sobre la basílica. Por el contrario, no entra ni un rayo de sol por el lado opuesto del templo, donde encontramos la imagen de Cristo en la Cruz, rodeado por espigas de trigo y racimos de uva. Mi recomendación personal es contemplar en silencio y rezar delante de esta imagen sagrada. A pesar de que la luz de distintos colores que atraviesa las vidrieras tiene el poderoso efecto de asombrar e incluso deslumbrar, no hay que dejar de observar la estructura original de las columnas. Al mirar al techo, por otra parte, da la impresión de que nos encontramos ante un bosque de ramas finas. Este efecto es provocado por la ramificación de las columnas que recuerdan, de esta forma, a imponentes árboles de piedra.
Como decía al principio, aunque se cree que se finalizará para el año 2030, la construcción de la basílica dista mucho de estar terminada. La parte principal que falta todavía es la tercera y última fachada, denominada Fachada de la Gloria, donde se representará la resurrección de Jesús. En este momento, la única parte visible son unos pináculos de colores que recuerdan a los del Palau Güell, lo cual habría apreciado Gaudí seguramente. Otro importante elemento aún sin terminar son las torres. El proyecto inicial contaba con 17 torres bastante parecidas entre ellas, además de una torre espectacular de unos 170 metros. No obstante, solo se han construido 8 de estas 17 torres sin incluir, por supuesto, la torre principal. Se trata de un reto ya comenzado que, sin embargo, supone una gran dificultad.
De nuevo, es necesario prestar especial atención a las torres, ya que ni su número ni la disposición en la que se encuentran es fruto de la casualidad, lo cual sería imposible tratándose de Gaudí. Las 12 torres situadas en las tres fachadas representan (o más bien representarán, ya que de momento solo se han terminado 8) a los apóstoles, mientras que la más alta representará obviamente a Jesucristo. Alrededor de esta, será posible encontrar cuatro torres más que como las de los apóstoles medirán unos 100 metros de alto y representarán a los 4 evangelistas.
Finalmente, se construirá una última torre sobre los ábsides de la basílica para representar a la Virgen María. Dada su conocida aversión a la línea recta, Gaudí otorgó a las torres un característico aspecto curvado. Se dice que la fuente de inspiración para dar esa forma tan peculiar a las torres radica en los curiosos picos del Macizo de Montserrat. En cuanto a la ornamentación, las torres ya construidas se caracterizan por espectaculares pináculos decorados con delicados mosaicos. Al parecer, Gaudí hizo el comentario: “Los ángeles los verán” en referencia al hecho de que nadie habría sido capaz de ver esta ornamentación tan elaborada.
Este comentario, curioso y a la vez con bastante significado, me recuerda a las observaciones personales que hacía al principio. Me conformaré con añadir solamente un par de cosas, ya que de otra forma esta entrada sería, si bien mucho menos interesante, tan interminable como La Sagrada Familia ahora mismo. Naturalmente, todo el mundo puede ir y visitar con total libertad el templo. No obstante, no se puede comprender por completo el proyecto inicial (el cual espero que esté terminado dentro de unas cuantas décadas) si se pasa por alto el componente espiritual de este lugar.
Aunque aún queda mucho que decir sobre la cripta, los ábsides o el claustro llamado ‘Claustre del Roser’, llega el final de esta larga entrada y me gustaría concluir con un paralelismo extraído de la tradición bíblica. Me gusta pensar que si la Torre de Babel se construyó con el objetivo de alcanzar el cielo y demostrar así el poder de la humanidad, un edificio tan extraordinario como La Sagrada Familia, si bien desafía los estándares artísticos y arquitectónicos, está destinado para acercar a la humanidad a Dios.
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- English: The Eighth Wonder of the World (2)
- Français: La huitième merveille du monde (2)
- Italiano: L'ottava meraviglia del mondo (2)
- Polski: Ósmy Cud Świata (2)
- Deutsch: Das Achte Weltwunder (2)
- Português: A Oitava Maravilha do Mundo (2)
- Türkçe: Dünyanın Sekizinci Harikası (2)
Información sobre la Sagrada Familia de Gaudí
La Sagrada Familia no sería lo que es hoy en día si no hubiera sido por el genio obsesivo de Gaudí. Por ello, es difícil de creer que no fuera la primera opción para ser su arquitecto. Al principio, el proyecto había sido encargado al arquitecto oficial de la Diócesis, Dos Francisco de Paula del Villar y Lozano. Este dibujó sus planos neo-góticos y la construcción comenzó en 1882. Gaudí se unió al equipo en 1883 como un asistente junior. Sin embargo, Villar sólo consiguió terminar la cripta antes de que abandonara el proyecto debido a desacuerdos.
La Sagrada Familia no es una catedral
Muchas personas creen de manera errónea Sagrada Família que es una catedral. No te preocupes si pensabas lo mismo. Es fácil hacer esta suposición debido al tamaño y al diseño exuberante de la iglesia. La verdadera catedral de Barcelona es La Catedral de la Santa Cruz y Santa Eulalia en el Barrio Gótico.
Se pretendía que la iglesia de la Sagrada Familia fuera una iglesia de barrio dedicada a la sagrada familia. Fue la visión de Gaudí la que la transformó en una obra de arte. Gracias a su popularidad, en 2010 el Papa Benedicto XVI le concedió el estatus de Basílica Menor.
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- English: Facts about Gaudí's Sagrada Familia
- Français: Faits sur la Sagrada Família de Gaudí
- Italiano: Fatti sulla Sagrada Familia di Gaudí
- Polski: Kilka faktów o Sagradzie Familii Gaudiego
- Português: Factos sobre a Sagrada Família de Gaudí
¡Opina sobre este lugar!
¿Conoces Basílica Sagrada Familia? Comparte tu opinión sobre este lugar.