Lyon, Marseille, Versailles, Paris

Cuando estaba escogiendo mi ciudad para el programa Erasmus la ubicación jugó un papel importante. Lille parecía casi perfecta ya que está cerca a muchos países… pero cuando comencé a planear mis viajes casi olvido que debía tener en cuentas explorar Francia. Nunca he estado en Francia antes así que este intercambio fue mi primera vez en Francia. Durante enero mi amiga eslovaca Lucia ya empezó a buscar posibilidades donde podíamos viajar. No le tomó mucho tiempo planear el viaje. Encontró billetes muy baratos hacia el sur de Francia – a través de París, Lyon, y Marsella. Escogimos Megabus porque a menudo ofrece muchas ofertas, no solo en Francia. Planeamos nuestro viaje loco para el tercer fin de semana de marzo. ¿Por qué loco? Lo explicaré en un momento.

Nuestro plan

La idea principal era ahorrar dinero (porque queremos viajar lo que más podamos) y usar de manera eficiente nuestro tiempo. Megabus cumplía todos nuestros requisitos. Reservamos los billetes por solo 15 libras por el viaje entero. Era increíble. Aunque cuando vi nuestro programa no estaba segura de si podría sobrevivir. Queríamos reservar el alojamiento solo para una noche de 3 y estábamos preparadas para dormir mayormente en el autobús.

El primer día quería visitar el castillo de Versailles. Después de un día entero en París encontramos el autobús que se dirigía hacia Lyon. En realidad está lejos de la parte norte de Francia así que el autobús salía a las 11 pm y se suponía que estaríamos en Lyon a las 8 am. Parecía agotador pero de esta forma ahorrábamos dinero para el alojamiento y viajando en la noche también ahorrábamos mucho tiempo.

Después de un día en Lyon se suponía que disfrutaríamos de la noche en Lyon y tomaríamos el autobús a las 4 am al día siguiente porque el siguiente autobús iba desde las 4 am a las 9 am a Marsella. Esa fue la peor parte pero creo que puedes sobrevivir. Finalmente, el último destino era Marsella como dije. Una vez más solo teníamos un día para explorar esta ciudad. Para la última noche decidimos reservar alojamiento. De hecho no queríamos dormir mucho porque se suponía que viajábamos de vuelta a París el día entero el domingo - 18 horas en total (15 horas a París y después 3 horas a Lille). ¡Es incluso más que viajar desde Lille a República Checa! Después de todo, se suponía que llegábamos a Lille sobre la medianoche. No lo dudábamos para nada y estábamos emocionadas por nuestro viaje de marzo al sur de Francia. Compramos inmediatamente los billetes.

Nuestro grupo

En primer lugar, reservamos el viaje para tres personas – Lucia, Katarina y yo. Queríamos que otras personas se nos unieran así que subimos el viaje en nuestro grupo de la uni. Gracias a eso Bruno de Croacia se nos unió. También coincidimos con nuestro amigo Juan de Argentina. Ahora estoy muy contenta de que se nos unieran porque a veces no nos sentíamos tan seguras en el sur de Francia y siempre es mejor con los chicos. De hecho un montón de personas de la uni le escribieron a Lucia que iban a venir con seguridad o que ya habían reservado los billetes. Aunque como siempre pasa, al final no vinieron. Por otro lado, nuestro nuevo amigo de Tanzania Walter decidió unirse a nuestro grupo un día después del viaje. Por tanto éramos seis personas que nos íbamos y el viaje comenzó.

Versailles

El primer día empezó bien. Tomamos el bus desde Lille a París. En ese momento yo ya había visitado los lugares más favoritos de París así que se nos ocurrió la idea de visitar Versailles (también porque no compramos el viaje a Versailles con el club Internacional). Versailles no está tan lejos del centro de la ciudad. Después de todo era una idea perfecta porque la entrar es gratis para los europeos menores de 26 y el viaje de ida y vuelta al castillo en tren cuesta 7. 20 euros.

No sé como paso pero empezamos nuestro primer día solo con Lucía. Las otras personas tenían algunas obligaciones de la uni. Era bastante difícil empacar en una mochila porque el clima en París y Lyon o Marsella era totalmente diferente. En París podíamos llevar la chaqueta de invierno y en el sur podíamos llevar solo camiseta. Afortunadamente, el clima el jueves era realmente bueno en París. Preguntamos en el centro de información como llegar a Versailles (finalmente hablé un poco de francés), tomamos el tren y llegamos allí a la 1 pm. Aunque era un día entre semana, ¡había una fila enorme! Al menos teníamos un billete gratuito… Fuimos bastante rápido a través del castillo porque había cientos de chinos tomando fotos con todo y el aire y la temperatura estaban calientes. Por el contrario, afuera estaba estupendo. Estábamos siguiendo el mapa y disfrutando el ambiente de Versailles con un montón de lugares verdes. Estaba tan sorprendida cuando comprobé la hora porque eran casi las 6 pm. El castillo cerraba a las seis y media. Siempre es verdad que cuando lo estás pasando bien, el tiempo vuela. Estábamos hablando con Lucía sobre todo, comiendo nuestro baguette casero y caminando por todas partes. Nuestra salida estaba llegando así que cogimos el tren de vuelta para encontrarnos con nuestros amigos en frente de la Torre Eiffel.

Un buen consejo: ¡nunca establezcas tu punto de encuentro en frente de la Torre Eiffel! Cuando llegamos al centro de la ciudad de París, Juan nos envió el mensaje de que nos podíamos encontrar ahí. ¡Estuvimos esperando una hora! Y nos estábamos congelando. Fue muy difícil contactar otra gente porque no teníamos Internet. Primero, malinterpretamos. Luego de eso, no podíamos encontrar el lugar correcto (“en la entrada principal cerca de la Torre Eiffel”) y finalmente solo vino Juan. Katarina dijo que nos encontraríamos en la estación de autobús y también Bruno y Walter. Así que finalmente cuando encontramos a Juan nos tomamos un café rápido y empezamos a caminar hacia la estación de autobús.

Lyon

Sorprendentemente, todos ya estaban ahí. el autobús ni siquiera estaba lleno así que todos teníamos nuestro propio asiento y dormimos en el autobús. Al día siguiente llegamos a Lyon a las 8 am. No estábamos muy cansados pero necesitábamos tomar un café y desayunar. En primer lugar, fuimos al centro de información y cogimos un mapa y encontramos un lugar para desayunar. Recuerdo que ocupamos todos los enchufes para cargar nuestros teléfonos y ordenadores. Después de eso, nos cepillamos los dientes en el baño y también nos cambiamos de ropa. Después de dos horas, estábamos preparados para explorar Lyon. El clima era fantástico.

¡Era mi primera vez que llevaba solo camiseta desde enero y lo disfruté mucho! Decidimos no usar el metro porque caminando podíamos ver más cosas. La primera parada fue un zoológico. Solo era un zoológico normal pero caminando en el parque, bebiendo vino y comiendo con un clima soleado; eso era lo que queríamos.

El problema fue cuando decidimos comer/cenar. Las 4 pm era la hora menos apropiada para eso. Estuvimos escogiendo el restaurante casi una hora y después llegamos a la conclusión de que comer en el restaurante sería imposible porque en Francia tienen un descanso especial entre las 2 y las 6 pm. No me lo podía creer. No me di cuenta pero era así. Puedes comer hasta las 2 pm o cenar después de las 6 pm. Por tanto, la única posibilidad era la comida rápida. Afortunadamente, encontramos Domino pizza. Al principio no estábamos muy contentos con ello pero después de que encontramos un lugar agradable con rio donde un montón de gente estaba descansando en el suelo. Así que empezamos a comer esta rica pizza.

Para explorar la ciudad decidimos caminar hacia arriba en la colina donde teníamos una buena vista de todo Lyon. Era casi el final de la tarde y era incluso mejor con las luces.

Después de esto, vino la parte graciosa de nuestro viaje. Como dije nos teníamos que quedar despiertos hasta las 4 am para coger el autobús a Marsella. Ahora me da vergüenza mencionarlo pero empezamos nuestra fiesta en McDonald´s. Me sentí como que estaba de vuelta al tiempo cuando tenía dieciséis. Durante la noche era frio y si hubiésemos ido a los bares y nos hubiésemos quedado ahí hasta las 4, hubiéramos pagado un montón. Así que solo compramos muchas botellas de vino y empezamos ahí. Quizás sea una cosa que todos recordaremos porque nos divertimos mucho ahí. De hecho estaba sorprendida de que no nos echaron. Cada vez que abríamos una botella Katarina hacía un ruido muy gracioso tan fuerte como fuera posible. Además, estaba en el modo de ser ruidosa como siempre. Me encanta irme de fiesta con ella. Esa noche Arnaud y Andreas también venían a Lyon para pasar tiempo con la familia de Arnaud. Fue una oportunidad perfecta para vernos pero estaban demasiado cansados para quedar (excusas como siempre). Después de emborracharnos, fuimos al bar. El ambiente en Lyon en la noche no fue placentero para mí. Puedo decir incluso que no me podría imaginar haciendo un intercambio ahí porque no me sentí segura ahí.

La noche entera fue super rara. Ni siquiera sé si se me permite contar la historia pero solo mencionaré los hechos principales. La primera cosa es que Walter no fue capaz de reservar los billetes con nosotros y tuvo que pasar más tiempo en Lyon. No estábamos muy contentos de dejarlo solo pero no podíamos hacer nada. La segunda cosa era que todos discutimos. No sé cual fue la razón. Solo sé que cuando fui con Lucia al bar para ir al baño, los otros estaban enfadados de que nosotras estábamos ahí solas. En mi mente tengo muchos recuerdos. Cuando finalmente estábamos caminando hacia la estación de autobuses, en primera fila estaban caminando Juan y Lucia y justo detrás de ellos estábamos nosotras con Bruno. Recuerdo que Katarina me parecía bastante bebida y estaba pensando en caminar a su lado pero ya la conocía y todas las veces ella era responsable. ¿Por qué iba a ser diferente? No me podía imaginar que ella podía desaparecer. Sin embargo, exactamente paso eso. Estábamos hablando con Bruno y cuando giré mi cabeza Katarina no estaba ahí. Estaba totalmente sorprendida. Solo teníamos unos minutos hasta la salida del autobús y se fue. Lo más sorprendente fue que cuando la llame, no contesto el teléfono y solo me envió un mensaje diciendo: “No se preocupen por mí. Yo me quedo. ”

¿En serio? Estaba completamente anonadada. Simplemente era demasiado. Pero por supuesto ahora tengo un punto de vista diferente y de hecho vamos a hacer un viaje juntas otra vez en una semana y nos burlamos de esa noche. ¡Ojalá todo vaya bien la próxima vez! Para resumir, después de todo encontramos a Katarina. Pero tenemos la teoría de que quizás alguien puso algo en su bebida en el bar. Fue muy extraño. Después de pasar casi todas las fiestas con Katarina en Lille puedo decir honestamente que ella esta acostumbrada a beber mucho y no creo que ella actuaría así después de la cantidad de alcohol que hemos bebido. Además, de verdad ella no quería entrar al autobús (lo cual era raro) y en la mañana ni siquiera recordaba lo que había pasado esa noche.

Marsella

Todo el drama desapareció y pasamos nuestro último día en Marsella. Mucha gente me advirtió que la ciudad no era tan bonita. Para mí, era solo una ciudad normal donde tampoco me sentí segura y me pareció demasiado sucia. Sin embargo, encontramos una playa y también caminamos hacia la colina para tener una buena vista en la noche y me gustó.

En realidad, tuvimos momentos agradables en lo alto de la colina porque nos pusimos sentimentales por el semestre entero (mientras veíamos el vídeo de despedida de Mattia – nuestro amigo que dejo París en la mitad del semestre). También probé una cerveza de cereza muy buena.

La otra cosa importante en Marsella era la noria. Las norias son mi fascinación. Cuando me mudé a Lille estaba tan impresionada de que tuviéramos una noria en la plaza principal. Desafortunadamente, después de dos semanas desapareció. Comencé la tradición de montarme cada vez que estoy en un ciudad nueva y que hay este tipo de atracción. Lo hice en Lille y en París y ese es el fin de la tradición. En Marsella nadie quiso montarse conmigo y en Londres era súper caro.

En Marsella, también tome una foto francesa típica con un café y un croissant. Es mi favorita.

En el camino de regreso, paramos otra vez en París. Decidimos visitar un barrio llamado Montmartre. Cuando estaba en el instituto, oí mucho sobre él por mi profesor/a de francés. Por supuesto, vimos el Moulin Rouge y la basílica del Sacre Coeur. De verdad es una parte muy agradable y definitivamente merece la pena verla. Después, en la tienda me enamoré de las tarjetas que tenían citas. Tengo que admitir que me vuelven loca las citas. A veces paso mucho tiempo leyéndolas. Simplemente me gusta el hecho de que algunas de ellas se adaptan perfectamente a las situaciones que he atravesado. No compré ninguna de ellas pero las grabé.

“La alegría está en todo, debemos aprender a extraer. ”

En cuanto a las citas, también usaré la cita de Walter usada en esta imagen

“Cuando de raza se trata, soy daltónico”.

En Marsella, no tuvimos suerte con el alojamiento. El problema fue que reservamos la habitación solo para dos personas aunque eramos seis. Normalmente, estaría bien (en caso de que hubiéramos reservado el apartamento) pero desafortunadamente era un hotel y había un chico antipático sentado en la recepción todo el tiempo. Por supuesto, notó que eramos más de dos. Por tanto, tuvimos que cambiar la habitación y se suponía que no podíamos estar ahí juntos al mismo tiempo. Todos nos duchamos uno por uno. Odié que aunque “teníamos” alojamiento tuvimos que pasar la ultima noche fuera otra vez. Fue incluso peor que la noche anterior porque teníamos que esperar hasta las 5:30 am para nuestro autobús. Al final sobrevivimos. No teníamos otra opción.

Este viaje fue hace 2 meses, así que no tengo recuerdos muy claros. De todas formas, ¡con seguridad puedo decir que disfruté estos 4 días llenos de aventura y alegría un montón! Y me volvió más cercana a toda la gente. Es lo que importa para mí y estoy feliz por ello. No puedo esperar para hacer otro viaje con Bruno y Katarina – vamos otra vez al sur de Francia en unos pocos días – a Bordeaux, Nantes y Arcachon… ¡Veremos que pasa esta vez!