Le Belooga

Este sábado por la noche tuve la oportunidad de ir a un restaurante llamado Le Belooga. Ubicado en Villefranche sur Saône (una ciudad a una hora, hora y media de Lyon), es un restaurante gastronómico con una decoración muy moderna. Cuando llegamos, no sabía tenía una idea exacta del tipo de comida o lo que podríamos encontrar ahí. Y justo de eso les platicaré en este artículo ^^

Foto del interior del restaurante. Esos sillones rojos estaban muy cómodos... ¡yo quiero uno así para mi casa! :D De seguro a alguien que conozco, también le gustarían... ¡pero por el color rojo pasión! ;)

La carta del restaurante…

La carta del Belooga propone entradas, platillos principales, postres y bebidas. Cuenta también con un menú completo (entrada, plato fuerte, postre), tanto para mediodía como para la cena.

Le Belooga propone platillos clásicos de la cocina francesa, pero con un toque contemporáneo.Es decir, son recetas típicamente francesas, pero la presentación es muy actual. Además, hay algunas recetas que son una versión moderna de los chefs del lugar.

Uno de los postres del Belooga. Yo no pedí ese platillo pero no pude evitar tomarle foto porque me pareció que su presentación era muy creativa. (Y pude darle una probadita: estaba rico :D Tenía pera y chocolate)

Lo que comimos y bebimos…

Para empezar y, de acuerdo a las costumbres francesas, pedimos primero un aperitivo. Ya saben, para entrar en ambiente y platicar un poco de todo y nada. Además, nos llevaron un entremés (“cortesía de la casa”, como dicen :p ). Si no mal recuerdo, era una especie de puré que llevaba mostaza, mango y un poco de camarones. Tal vez explicado así, no se les antoje, pero la verdad que sí estaba rico. (Bue, igual y como no recuerdo exactamente lo que era, por eso suena como una mezcla rara jajaja tenía algo más, pero estaba muy rico ^^).

Respecto a la comida, ordenamos un menú de tres tiempos (entrada, plato fuerte y postre). Como entrada, pedí una “tartelette d’escargots avec des sot l'y laisse”. Ajá, pueden preguntarse: “¿Y eso qué es? ¿Cómo se come? O.o” Pues yo estaba casi igual que ustedes, porque lo único que había entendido era que ese platillo tenía caracoles (y como me gustan mucho, ¡me dieron ganas de probarlo! :D).

Me explicaron que el “sot-l’y-laisse” es una parte del pollo que es muy rica, pero que, si uno no se fija bien, si uno es “tonto” (“sot”), puede comerse todo el pollo… excepto esa parte tan rica. Es por ello que esa porción de carne se llama así y, en español la traducción sería más o menos “el tonto lo deja”. Les dejo aquí este link para que, si les da curiosidad, puedan ver exactamente dónde se encuentra esa famosa parte de la que les hablo https://fr.wikipedia.org/wiki/Sot-l'y-laisse#/media/File:Huhn-Pfaffenschnittchen.png

Bueno, el caso es que esa entrada era una pequeña tartasobre la cual había unos caracoles (sin concha) y unos “sot-l’y-laisse”. Estaba bañada con una salsa verde pero no picaba. Me imagino que estaba hecha a base de verduras. Además, estaba acompañada de una ensalada con pequeñas y finas láminas de verduras fritas, al estilo de las papas fritas, chips. ¡Pero hechas de verduras! Me pareció muy original (yep, he ahí el lado creativo del cual les hablaba antes ^^).

Mi plato principal: aunque generalmente pido la carne bien cocida, me la llevaron un poco roja... ¡y estuvo muy rica! La carne estaba muy suave. Sólo de ver la imagen, se me antoja de nuevo :Q___

En seguida, como plato fuerte pedí “gibier de agneau” (carne de cordero). Como guarnición, tenía ejotes tiernos ligeramente fritos, jitomate caramelizado (estaba muy dulce... ¡me gustó mucho! ^^) y una porción de gratin dauphinois.

Finalmente, ¡el postre fue lo que más me gustó! Había postres con chocolate y una especie de pastelillo de pera… ¡todos me estaba haciendo ojitos! *_* Pero me decidí por un “parfait glacé de suki” con frutas exóticas (kiwi, mango, láminas de coco) y salsa de mango... ¡simplemente delicioso!

Por cierto, el “suki” es una fruta. En México se conoce como granada. Pero no la de granos rojos, sino la variante que tiene una cáscara anaranjada y por dentro tiene una pulpa. Vi en internet que se llama “granada china” o “granada de moco”. Sí, ¡de moco! Jajaja justo así yo le decía cuando era chica porque en interior hace pensar a eso… pero que no les de asco (¡sorry si ya es demasiado tarde! x) porque es una fruta muy rica :)

En cuanto al llamado “parfait” (literalmente, “perfecto”), es un postre francés hecho justamente a base de frutas y que es helado. Como lleva claras de huevo, tiene una consistencia particular. Y el parfait del Belooga estuvo (¡como ya lo dije!)… ¡¡¡RI-QUÍ-SI-MO!!! Pues, fue un postre que le hizo honor a su nombre: ¡perfecto! <3 (Sólo de pensar en él, ¡se me antoja de nuevo!).

¡Mi postre! :D Estaba tan bonito, que casi que no quería comérmelo... pero una vez que empecé, ¡no me detuve hasta dejar el plato vacío! :p Es uno de los postres más ricos que haya probado ^^

La decoración...

La decoración del lugar es tal y como su cocina: vanguardista. Tanto el mobiliario como las paredes están pintadas de blanco y rojo. Son los colores dominantes del espacio. Me llamó la atención una cosa detrás de una mesa, como estructura de metal con focos. Formaba parte de la decoración. (No pregunté de qué estaba hecha, ni lo que representaba… se me pasó >.< ).

Por cierto, las sillas estaban muy cómodas y tenían también un gran sillón, muy amplio, cuyo diseño me pareció original.

La decoración de la cual les hablaba. Me llamó la atención y, viéndola de cerca, me recordó a unos alcatraces que, en lugar de pistilo amarillo, tenía unos pequeños focos blancos...

El servicio...

¡De primera! Como es un restaurante de dos chefs reconocidos, es normal. Tanto en la recepción como los meseros, fueron todos muy amables. Además, nos dieron tiempo suficiente para elegir nuestros platillos: no nos presionaron cada cinco minutos preguntándonos qué queríamos, ni tampoco nos dejaron olvidados siglos y siglos (ya saben, “ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre” ^^). Asimismo, nos llevaron los platillos en un tiempo razonable

Lo que más me llamó la atención...

Un detalle me pareció muy original: la cocina en donde preparaban nuestros platillos… ¡era visible desde el comedor! Como tenía unas grandes puertas transparentes automáticas (que los meseros atravesaban cada vez que una orden estaba lista), uno podía ver el trabajo que hacían los chefs y cocineros preparando las delicias gastronómicas del Belooga.

Me llamó tanto la atención que incluso hubo un momento en el que hasta dejé de poner atención a la plática por estar viendo lo que hacían en la cocina. Vi por ejemplo que, para una crema salada (entrada), había dos cocineros trabajando en la presentación. Una vez la porción servida en el plato hondo, entre ellos dos decoraban el platillo: uno hacía diseños en la misma sopa, mientras que el otro agregaba otros detalles.

¡La cocina! Es la primera vez que veo un restaurante con una cocina así. Me pareció muy original

Los precios…

Aunque uno pueda pensar que un restaurante así es extremadamente caro, en Le Belooga tienen menús a mediodía por sólo 22 euros. Les incluye una “mise-en-bouche” (aperitivo), un plato fuerte y un postre. Tomando en cuenta la calidad de su cocina y la delicia de sus platillos, me parece un precio razonable. Y creo que el darse de vez en cuando un pequeño gusto como este, no está nada mal. Además, ¡estamos en Francia, el país de la gastronomía! Creo que venir a Francia sin probar este tipo de restaurantes… ¡¡¡es casi, casi pecado mortal!!!

Ojo: esos menús de 22 euros son sólo entre semana, no los fines de semana eh ;)

En Le Belooga tienen también menús de entre 27 y 33 euros. Una vez más, puede que esos precios sean caros respecto a otros lugares, pero considero que la calidad lo justifica.

Antes de terminar…

Cabe mencionar que los chefs de este lugar son dos chefs reconocidos: Hervé Raphanel y Guy Lassausaie. Uno de ellos, Raphanel, ha sido incluso condecorado con la célebre medalla “Meilleur Ouvrier de France”. Me dijeron que no es tan fácil obtenerla, así que eso es una prueba más de la gran calidad del restaurante Le Belooga.

Conclusión

Me siento muy contenta (y agradecida) por haber podido descubrir este lugar. De no haber sido porque me invitaron a ese lugar, no estoy segura de haber podido conocerlo. La comida es exquisita, el ambiente muy agradable y el servicio muy bueno. Si ustedes tienen la oportunidad de ir a comer o a cenar al Belooga, no lo duden. Puede que sea un poco más caro que otros lugares, pero desquitarán lo que paguen ;)