Patinaje sobre hielo en la pista de Charlemagne

La pista de hielo más grande de Lyon es la de Charlemagne y se encuentra en la línea del tranvía T1 (parada Hôtel de Région), muy cerca de la Confluence.

Al entrar en el edificio, primero tienes que comprar la entrada en la taquilla, si ya tienes tus propios patines, es muy barato (2, 30/3, 80€), pero si tienen que prestarte unos es un poco más caro, pero aún así es razonable y puedes conseguir una tarifa de estudiante presentando tu carnet: 5, 40 euros.

Luego, pide tus patines en el mostrador del "guardarropa", cambiándolos por tus zapatos. Recuerda pedir una talla superior a la tuya (por ejemplo: un 39 si calzas un 38) porque los zapatos son de talla pequeña. Un pequeño consejo: llévate tiritas y ponte dos pares de calcetines uno encima del otro, de lo contrario la fricción de los patines podría hacerte ampollas e incluso arrancarte la piel, y créeme, duele..... Después de este paso, perderás tu identidad, tendrás los mismos patines de color azul oscuro que todos los demás, pero te divertirás. Ahora puedes ir junto a los casilleros para guardar tus objetos de valor o las cosas que te molesten (no guardes tus guantes ni tu sudadera o chaqueta porque en la pista de hielo hace mucho frío, pero tampoco es el Polo Norte).

Para llegar a la pista tienes que andar sobre un extraño suelo negro, que parece una especie de espuma, un poco dura y siempre mojada. Da la sensación de que estás andando sobre huevos, y después a la hora de patinar verás que es aún más extraño... Y listo, ya estás preparado para lanzarte a la pista de hielo.

La pista está rodeada de un buen número de gradas y barreras protectoras, es ovalada y divertida aunque al final siempre es lo mismo, patinar, hacer trucos... Pero sigue siendo agradable, con los amigos o con la familia. Ponen música pop, y eso da un poco de ambiente.

Por lo general, el centro de la pista está ocupado por dos o tres patinadores que se entrenan para realizar trucos. Y como en todas partes, en los alrededores de la pista, verás a gente un poco tonta que sabe patinar rápido y bien e intentarán demostrarlo pasando muy cerca de ti o parándose en seco. Presta especial atención a estos porque a menudo te sorprenden o te desequilibran, y terminas en el suelo. Aunque eso también es gracioso, ¿no?

Después de patinar un rato, si quieres descansar un poco, puedes sentarte en los bancos que rodean la pista, coger algo de la máquina expendedora o ir al bar situado en la zona derecha de la pista partiendo de la entrada.

Y por supuesto, si el patinaje no es tu fuerte, ¡puedes ir a ver los partidos de hockey sobre hielo en el recinto de la pista!

Cuidado, cuando hay partido no se puede patinar, así que pregunta antes si no quieres sorpresas.

Es interesante saber que existe otra pista de patinaje, más pequeña y relativamente nueva, se llama Baraban. Además, en invierno (dentro de poco) la ciudad de Lyon pone una pista al aire libre en la Plaza de Bellencour.

Atención: la pista de patinaje de Charlemagne cierra en mayo y me parece que no vuelve a abrir hasta octubre.

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