Algo característico de Francia, son sus mercados. Son diferentes de los de México porque solamente se ponen en días y en horarios determinados. Digamos que son más bien como nuestros tianguis.
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Por ser una ciudad grande, Lyon cuenta con varios mercados durante toda la semana (en ciudades más pequeñas, sólo hay mercado una vez por semana, generalmente los domingos). Hay algunos que son sólo de frutas y verduras, otros donde también puedes encontrar ropa y otros dedicados principalmente a las artesanías.
Uno de los más característicos de Lyon es el mercado de la colina de la Croix-Rousse. Esto por dos razones: una por su ubicación en el barrio del mismo nombre (que es considerado como el lugar bohemio de la ciudad) y otra por la cantidad de comerciantes ahí presentes. Los fines de semana, llega a haber hasta cien de ellos.
Vista de una de las bajadas de la Croix-Rousse.
Que por cierto, desde lo alto de esta colina, se tiene una muy hermosa vista panorámica de la ciudad. En Lyon hay dos colinas: la de Fourvière (donde está la catedral del mismo nombre) y la de la Croix-Rousse. Cada una es, respectivamente, llamada “la colline qui prie” (la colina que reza) y “la colline qui travaille” (la colina que trabaja). ¿Por qué? Para Fourvière es fácil deducirlo debido a que es ahí donde se ubica la principal iglesia de la ciudad así como una gran número de templos y conventos. Para la Croix-Rousse la explicación es que es ahí donde se encontraban los talleres de seda que desde principios del siglo XIX le dieron a Lyon su fama en cuanto a la producción de esta tela (recordemos que Lyon, además de conocerse como la capital gastronómica mundial, es también conocida como la capital de la seda).
Un mural que pueden encontrar en esta parte de la ciudad. El arte en la ciudad.
Vista panorámica de la ciudad.
En cuanto al mercado, aquí encontrarán principalmente puestos de frutas, verduras, carne, quesos y flores. Es la salida perfecta para un domingo por la mañana. Pasearse entre los puestos, observar lo que cada comerciante ofrece, el colorido del mercado hacen que valga la pena levantarse temprano. Porque eso sí, sólo lo pueden encontrar de martes a domingo a partir de las 6am y hasta antes de la 1 pm (de viernes a domingo, hasta la 1:30pm).
Quesos... ¡De colores! Para obterner esas tonalidades, les agregan ingredientes naturales como jitomate, por ejemplo.
Ahora, tal vez se preguntarán, ¿cómo que despensa gratis? Pues bueno, aquí en Francia tienen la mala costumbre de desperdiciar alimentos. Y en el mercado, no es la excepción. Podemos atribuirlo al hecho de que los franceses son más (mucho más, tal vez) tiquis miquis y si la verdura ya no se ve tan “bonita”, pues no la compran ¡incluso si puede ser consumida sin ningún problema! Los comerciantes entonces dejan los productos que saben que ya no venderán porque ya empiezan a echarse a perder o porque ya están maduros.
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Pero la gran ventaja es que si vas al final del mercado, a partir de la 1pm, puedes recuperar esas frutas y verduras que los comerciantes dejan. Tal vez algunos digan “¡¿Qué?! ¿¡Andar de pepenador(a), yo?! ”, pero la verdad es que hay varias personas que lo hacen, de hecho quien me habló de esta práctica fue un amigo francés. Y tampoco crean que tienen que conformarse con productos llenos de mohos, no. Como dije más arriba, dejan las frutas y verduras que ya están maduras y que tienen que consumirse rápidamente. Sólo es cuestión de elegir bien. Así que matan dos pájaros de un tiro: tienen despensa gratis y contribuyen a evitar el desperdicio de comida (¡que bien saben cuánto se desperdicia hoy en día en el mundo! )
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Además, tampoco crean que los van a ver como vagabundos o limosneros eh. No, de hecho es algo que se hace comúnmente aquí en los mercados de Francia. Hay algunos comerciantes que incluso llegan a ofrecerte, ellos mismos, aquello que piensan dejar. La mayoría son muy amables, no hemos tenido ningún problema con ellos y hay incluso quienes hasta nos identifican a mi amiga y a mí. Voy muy seguido, pero ha habido algunas semanas en las que no he podido ir así que cuando regreso, me dicen: “Ahhh, ya no te había visto, ya no habías venido”.
Y eso sí, en cuanto a lo que puedes recuperar, pues es un poco como Emmaüs (lean mi artículo al respecto) : ¡es una sorpresa, porque no sabes lo que puedes encontrar!
Si aún piensan que esta práctica es dudosa, pues tal vez las fotos de lo que he recuperado los puedan convencer.
He aquí mi primera cosecha: jitomates, calabaza, berenjena, fresas, manazanas, kiwis, cebolla, perejil, aguacate, chile y zanahoria (Ignoren los cables y eso).
Si hacen las cuentas de cuánto saldría el comprar todas esas frutas y verduras… El aguacate está aquí por ejemplo a 70 centavos de euro LA PIEZA o el kiwi igual lo venden por pieza. Y nos podemos seguir con los precios de cada cosa.
Ah por cierto, hace dos semanas tuvimos la suerte de recoger… ¡SANDÍA! Cabe decir que aquí en Francia la fruta es algo cara, sobre todo las frutas tropicales. Eso es debido a que evidentemente no son cultivadas ni cosechadas aquí. En México tenemos mucha suerte por toda la variedad de fruta disponible a lo largo del año, pero como aquí en Francia hay varias que tienen que ser importadas… pues ya entenderán que el precio sube. Pero vamos, que gracias al mercado de la Croix-Rousse yo he podido deleitarme con kiwi, manzana (verde, ¡mi favorita! ), ¡litchis, inclusive! Las vez que encontramos litchis, encontramos todo un cartón, me duró como una semana y yo sola no me pude acabar todo.
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Y ni qué decir de todas las delicias que pueden preparar con aquello que recuperen. Les dejo un último argumento para que se animen: el dinero que ahorren, lo puede destinar a… ¡viajes!
Pues bueno, ya sea que vayan a pasearse entre los puestos para curiosear, que vayan a comprar o que vayan recuperar las frutas y verduras, el mercado de la Croix-Rousse es otra visita que tienen que hacer en Lyon.
Bon marché!
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