Antes de venir a Lyon, un amigo me dijo: "¡Tienes que ir al Jardín de las Curiosidades!" Cuando le pregunté por qué o qué había, sólo respondió: "Pues hay... no, mejor no te doy más detalles. Tú tienes que ir y ya."
Poco más de un mes después de mi llegada a Lyon, un día en el que estaba algo triste, pues decidí ir a caminar y visitar el famoso Jardín de las Curiosidades. No tenía ninguna expectativa en particular porque no tenía ni la menor idea de cómo podía ser. Lo único que imaginaba era pasto y árboles. Y ya.
Fue mejor así porque enorme fue mi sorpresa cuando llegué al fin a ese misterioso jardín... ça m'a coupé le souffle ! No atiné a más que decir "¡wow!".
Desde este jardín se tiene una hermosísima vista panorámica de la capital mundial de la seda. Para muestra, no un botón, si no algunas fotos ;)
(Ignoren esa línea en medio, digamos que es la marca de agua de mi cámara de celular jajaja :p )
Este jardín es un regalo de la ciudad de Montréal (mon amour !) a la ciudad de Lyon con motivo de los 20 años de cooperación e intercambios entre ambas ciudades. Es por ello que se pueden observar detalles que hacen referencia a ambas ciudades.
Ejemplo de ello son las sillas metálicas instaladas en este parque. Están dispuestas mirando hacia distintas direcciones: al sentarte en cada una de ellas, tendrás una vista distinta de la capital galoise. Es divertido también tratar de identificar cada punto emblemático de la ciudad, como la plaza Bellecour (la plaza peatonal más grande de Europa ^.^), la Ópera, las Universidades, el edificio apodado “Le Crayon”, entre otros.
El "mapa" de al lado es la Isla de Montreal... Se parece a Córcega ¿no? :)
Los dos ríos lyonnais : le Rhône y la Saône (que yo pasé como dos meses sin saber cuál era cuál, jajaja :p )
Este espacio fue inaugurado en el otoño del año 2000 (o sea, hace no mucho… ¡¡¡hay que hacerle su fiesta de 15 años con vals y toda la cosa!!! Jajaja). Fue concebido por el artista Michel Goulet y las compañías paisajistas Daoust Lestage Inc y Vlan Paysages, todos ellos quebequenses. Así que se puede decir que este jardín es un rinconcito “pure laine” (como son denominados los quebequenses “auténticos”) en medio de la ciudad de Lyon.
Y para mí, el Jardin des Curiosités es mi lugar favorito en Lyon. Es un punto tranquilo desde el cual puedes observar el movimiento de la ciudad, su circulación, sus dos ríos, la plaza Bellecour… tranquilamente desde lo alto. Un lugar ideal para meditar a solas sobre la vida, para leer un buen libro o para ir a platicar un rato con los amigos. Es también evidentemente el lugar perfecto para admirar la puesta del sol y sus bellos colores.
Solo o acompañado, definitivamente, es una visita obligatoria si vienen a Lyon :)
Cómo llegar
Para llegar hasta este hermoso lugar, desde la estación Vieux Lyon (metro D) deben tomar el funicular Saint Just. Ojo, hay dos funiculares: uno que va a Fourvière y otro que va a Saint Just. Cada uno se encuentra, respectivamente, a mano derecha y a mano izquierda. Así que no se confundan y chequen bien cuál tomarán ;)
Una vez saliendo de la estación Saint Just, caminen a mano izquierda, sobre la calle de Trion. Verán una pequeña curva y a la derecha, podrán distinguir un parque. Toman esa calle, que se llama Place de l’Abbé Larue. Sigan todo derecho y pasarán la escuela “Classes Préparatoires Scientifiques à CPE”. A unos cuantos pasos, encontrarán la entrada al Jardin des Curiosités ^^
Tal vez mi explicación parezca complicada, pero en realidad es muy fácil llegar ahí. Además, justo en la calle de l’Abbé Larue hay un conjunto residencial desde el cual tienen también una muy bella vista panorámica de la Saône y de Lyon.
Para terminar su visita con broche de oro, pueden bajar caminando hasta el Viejo Lyon. Creo que es mejor hacer esto que tomar de nuevo el funicular. Así podrán pasear por esta zona de la ciudad que, aunque no es tan turística, vaya que es muy linda. Además, como está cerca de los antiguos asentamientos romanos, a lo largo del camino podrán observar fuentes, acueductos y otros detalles interesantes.
Les recomiendo que en este caso, regresen hasta la calle de Trion y, en vez de caminar como para ir hacia el funicular, caminen sobre la rue des Farges. De ahí tienen dos opciones: pueden continuar sobre esa misma calle hasta que se convierte en la Montée du Chemin Neuf o tomar la Montée du Gourguillon. Ya sea que elijan caminar sobre una u otra “montée”, cualquiera de las dos los llevará hasta el Vieux Lyon. Esta pequeña caminata les tomará no más de quince o veinte minutos :)
Por cierto, si aún tienen ganas de otro poco de verdor y de naturaleza, pueden detenerse en la “Place des Minimes”. Si en cambio, prefieren visitar alguna iglesia, no lejos de ahí se encuentra el templo de la “Communauté du Chemin Neuf”.
En fin, cuando visiten el Jardin des Curiosités, tómense su tiempo para caminar despacio y disfrutar del recorrido. Es un lugar magnífico para alejarse del bullicio de la ciudad. Es un pequeño refugio de tranquilidad y paz. Seguramente quedarán extasiados con el paisaje y con el ambiente de ese lugar. ¡Apuesto a que querrán regresar más de una vez y que será también uno de sus lugares preferidos de Lyon! :)
Ese día recuerdo que me hubiera quedado más tiempo ahí… de no haber sido porque ya empezaba a hacer frío. Y ya saben cómo soy de friolenta yo y peor que no llevaba suéter >.<