Le Tavernier

Este particular local en pleno corazón de Ixelles es una de las primeras cosas que te enseñan tus mentores o tus colegas erasmus o incluso tus amigos belgas cuando aterrizas en Bruselas, y más concretamente si eres habitante del barrio de Ixelles, barrio de estudiantes por excelencia de todo Bruselas.

En mi caso, fue mi compañera de piso de Bilbao, que ya llevaba conviviendo entre belgas un año, quien me enseñó este lugar al segundo día de aterrizar en el aeropuerto de Charleroi. Fue nuestra primera cerveza. Era viernes y como os podéis imaginar, estaba a reventar de jóvenes y estudiantes. Aún era verano y el buen tiempo llamaba a que nos sentásemos en la terraza. Sin embargo no había sitio así que entramos dentro pero sin suerte.

Volvimos a salir y al cabo de estar unos minutos esperando de pie tuvimos suerte de que unos chicos se levantaran de su mesa y nos sentamos. Mi nueva amiga me comenzó a introducir en el mundo de la cerveza con una carta con decenas de tipos de cerveza... yo no sabía por cual empezar así que le dejé que recomendase. La verdad es que no entré directamente a las que más grados tienen, quería empezar por algo más suave pero que no hubiese probado nunca así que me recomendó la Kriek y fue la que ordené.

Es de estilo afrutado con un 4% de alcohol, está elaborada a partir de cerezas y ya se aprecia desde el aroma. La verdad me encantó, nunca he sido demasiado de cerveza así que empezar por algo suave que me supiese mitad cerveza mitad zumo, fue sin duda un acierto. A día de hoy la sigo tomando, no cuando quiero emborracharme a base de cerveza evidentemente porque prácticamente no sube nada. Pero sí cuando sales solo para tener una conversación agradable y no quieres dejar de ver las cosas claras. Así que siempre agradeceré a mi "exroomie" por haberme presentado esa variedad de cerveza y ese lugar.

Una semana después llegaron a Bruselas un par de amigas erasmus que había conocido por Facebook y como buena 'host', Le Tavernier fue el primer sitio de la comuna de Ixelles que les enseñé.

El ambiente es muy agradable, siempre está muy animado y frecuentado por jóvenes y es el sitio indicado para ir a cualquier hora del día ya sea para tomar algo con los amigos o como precedente a una buena fiesta. Su ubicación es maravillosa, al lado del Cimetière d'Ixelles, a escasos dos minutos de mi casa, al lado del pub Le Waff, la chocolatería Leónidas y enfrente del Carrefour Market donde todos los estudiantes de la zona acuden a hacer sus compras.

Es necesario atravesar una puerta como si entrases a un parking y la terraza de la que consta es muy amplio con espacio suficiente para no quedarse corto de mesas cuando el buen tiempo acompaña.

Dentro, cuenta con una barra bastante amplia y las mesas y sillas son más cómodas que las que instalan fuera y más espaciosas. La decoración la encontramos en tonos negros y el letrero indicando el nombre del bar aparece dibujado con letras rojas y dos pingüinos a su lado con la frase "Let's go to... Le Tavernier". Se supone que los pingüinos son de los seres más cachondos de los Polos, entiendo que por eso es el animal elegido.

En ocasiones también se pueden presenciar conciertos en vivo en un escenario del que dispone, en la azotea hay otra terraza más pequeña e íntima.

El mojito a 6,5€ es otra opción muy solicitada por los clientes, no siempre debemos relacionar Bélgica con la cerveza, hay locales como este que preparan muy buenas y refrescantes bebidas.

Abre a partir de las 11 de la noche y es el lugar indicado para empezar la noche todos los alumnos de la ULB, debido a su cercanía con la universidad belga francófona.