Bar Les Gens Que J'aime

El bar "Les Gens Que J'aime" me lo recomendó un amigo, se encuentra en la zona de Saint-Jacques de Bruselas, a escasos metros de la Grand Place y en plena concentración de la zona de bares y copas del centro de la capital belga.

Tiene dos plantas aunque el lugar es bastante pequeño, es parte de lo que le aporta el encanto, en la planta inferior la acomodación es de sillas y mesas mientras que en la planta superior que se distribuye en torno a dos pasillos dejando un hueco en el centro a modo de patio, cuenta con sillones y sofás y la decoración es más abundante, acogedora e íntima, aunque casi siempre están todas las mesas del piso de arriba llenas por lo que hay que ser un poco pícaro para darse prisa en cogerla. También hay una mesa en el acceso que da a esta sala, en el término de las escaleras, lo cual me parece un poco molesto para quienes se sienten en esa mesa ya que la gente sube y baja constantemente.

Cierra los lunes y es un lugar que se recomienda especialmente para comer hamburguesas, también se recomiendan las lasañas y las albóndigas. Asimismo, la calidad de los dos platos típicos belgas: moules (mejillones) + frites, y las carbonadas flamencas son excepcionales.

En cuanto a las bebidas, tienen una gran selección de cervezas, cafés, tés y en general bebidas calientes, la última vez que fui ordené una taza de chocolate blanco caliente, era la primera vez que probaba el chocolate blanco en forma de bebida y la verdad que no quedé nada decepcionada. La relación calidad/precio es asequible especialmente para los jóvenes y más para los erasmus que no contamos con un presupuesto particularmente elevado. Una desventaja que le añadiría al lugar es que no tienen establecida la Happy Hour en la cual reducen el precio de las cervezas.

La música es bastante variada, desde música relajante, música de ambiente, música belga y también música comercial internacional, la suelen poner a un volumen que no impide escuchar al vecino de al lado, lo cual se agradece, y a partir de las 10 de la noche se reduce la luz y se sube el volumen de la música.

Suelen frecuentarlo bastantes españoles ya que siempre escucho alguna voz familiar, la camarera sabe español y el servicio es bastante bueno, rápido y amable. Cuenta con una terraza en el exterior de cara a la famosa friteria "Manneken Frites".

El lugar perfecto para echar unas risas, tomar un agradable café en un ambiente tranquilo y conversar antes de salir de fiesta, en pleno centro de la vida nocturna de Bruselas.