Lo que más me está enseñando Bruselas desde luego son sus iglesias, cada semana descubro una nueva. Esta en concreto ya la tenía fichada desde hace bastante tiempo porque se ve su cúpula desde el otro extremo de la Rue Royale, es decir, desde el Palacio de Justicia y la Place Royale, pero nunca me había acercado hasta allí hasta el día que también visité por primera vez el Botánico (lugar que describiré en otra entrada), puesto que está en el otro extremo de esta calle tan importante.
Caminando desde el Botánica llegamos en 5-8 minutos, la parada de metro más cercana es Sainte-Marie y se sitúa exactamente en la Place de la Reine, en la comuna de Schaerbeek, a escasos metros del centro.
Se trata de una iglesia católica gótica de dimensiones reducidas y casi circular con pórtico barroco. Su nombre en flamenco es Koninklijke o simplemente iglesia de Santa María en castellano. Según diversos escritos, formaba parte de un convento fundado en el siglo XIII, que fue destruido por los protestantes en 1580. La iglesia fue restaurada entre los años 1957 y 1958 para otorgarle un aspecto del siglo XV. La construcción de la Capilla de la Madeleine se remonta al siglo XV y fue posible gracias a la donación del gremio de panaderos. El estilo arquitectónico se remonta a la época bizantina y romana mezclado con elementos góticos como los contrafuertes de su fachada. Su diseño fue posible al arquitecto y pintor belga (Lovaina) Louis van Overstraeten y las famosas que se contemplan desde su interior son obra de Jean Beptiste Capronnier. Sin embargo y pese al gran interés que teníamos por entrar, la iglesia estaba cerrada. Así que supongo que me tocará volver otro día para explorarla por dentro.
La belleza de su fachada principal la hace única y como ya nos tiene acostumbrados Bruselas, está coronada por una cúpula verde, al igual que la Basílica de Koekelberg.
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