Zoo bar

London Zoo

La primera vez que fuí al zoo de Londres fue un verano con mi familia, cuando tenía trece años. Aunque no estaba demasiado lejos de donde vivíamos, el zoo de Whipsnade estaba mucho más cerca y era mucho más cómodo. Realmente no recuerdo mucho sobre ese viaje hace casi siete años, así que cuandome surgió la oportunidad de volver el verano pasado, gracias a un descuento para los estudiantes ofrecido por la página web "Student Beans", la tomé sin dudarlo.

Mi novio y yo decidimos visitar el zoo en un caluroso lunes por la tarde en mayo, cuando los niños todavía estaban en la escuela y de esta forma el zoo estaba un poco más vacío de lo que está normalmente los fines de semana. Él todavía se estaba recuperando de una gripe y ambos estábamos todavía en proceso de recuperación por intentar quedarnos hasta la mitad de la noche en el baile de fin de curso de la Universidad Roehampton. Fracasamos en nuestro intento y ese año no hice la foto de los supervivientes a las 5 am.

Nos situamos al calor del sol para hacer nuestro camino al zoo de Londres, situado en el extremo norte del Regent's Park. Para nosotros fue una caminata bastante larga desde el pequeño rincón donde vivimos, al suroeste de Londres. Para ahorrar dinero, tomamos el autobús 430 de Roehampton a Putney, para coger allí el número 74 a la calle Baker Street, que era una de las paradas recomendadas para el zoo de Londres. En Putney decidimos que tal vez sería buena idea pillar un poco de crema solar. Había visto un par de días antes, que había un centro comercial cerca así que fuimos. Fue nada más llegar a la estación de Baker Street y comenzar a caminar por el Regent's Park para llegar al zoológico, cuando me di cuenta de que en realidad, ¡había cogido crema "aftersun"!

Después de un largo paseo bajo el sofocante calor, finalmente llegamos al zoo. Nos habíamos perdido un poco, pero el sonido de los animales del zoo, sobretodo el de los monos, nos condujo en la dirección correcta. No había casi nadie y el hombre que nos pidió las entradas no parecía molestarse en absoluto en comprobar si éramos estudiantes o no. No me molestó, así podríamos ver los animales más rápido.

El zoo de Londres abarca un territorio bastante grande en el que hay mucho que ver y hacer. Los reptiles, los insectos y el acuario, como están en el interior, son una buena forma de tomar un descanso del calor abrasador del sol, que era un poco agobiante a veces; pero también era un día agradable para estar fuera, así que no nos quejamos demasiado. Hay una gran variedad de animales, algunos muy exóticos, como los dragones de Komodo. Yo estaba un poco decepcionada, ya que no había elefantes, ni rinocerontes, además de otros grandes animales que me esperaba encontrar allí. Todos estaban siendo cuidados en el zoo de Whipsnade, en Bedfordshire. Es un poco más difícil llegar allí a no ser que tengas coche. También serían otras quince libras o así por visitar el zoo. Por causa del inmenso calor muchos de los animales no estaban muy activos, y algunos como los leones y tigres apenas se podían ver, ya que dormían a la sombra. Esto también fue muy decepcionante ya que no podíamos simplemente volver otro día de manera gratuita, como puedes hacer aquí en Lyon. Sin embargo, estaba bastante contenta de caminar bajo el sol con un helado o dos, pasar un montón de tiempo viendo a los monos sacar la pintura de las paredes en sus recintos y comérsela... A pesar de no haber visto un par de animales; Hay muchas cosas que me gustaron sobre el zoo de Londres. Podías aprender muchas cosas gracias a las descripciones detalladas de los animales, de los cuales, ¡todos tenían nombre!

Lo que más me gustó del zoo de Londres fue el hecho de que había muchas oportunidades para acercarse a los animales e insectos. Había un refugio de mariposas en el cual tenían miles de mariposas. Había una zona de bosque también. Pero mi zona favorita era la sección "conoce a los monos", donde se podía ver a unos cuantos pequeños monos ardilla corriendo. Había muchas señales alrededor de la zona, para advertir a la gente de que no se acercasen demasiado a los árboles ni a los arbustos, ya que los monos podían morder. A pesar de las advertencias adicionales del voluntario del zoo, que echaba un ojo por la zona de vez en cuando, había dos mujeres que insistían en empujar sus carritos cada vez más cerca de los arbustos y un par de monos fueron tentados a morderles.

El zoo de Londres ofrece un montón de información sobre todas las aves, reptiles y animales que se pueden encontrar, así que si estás interesado en los animales, aquí hay mucho para aprender. Todo está muy bien presentado y parece que los animales son muy bien atendidos. También hubo charlas en determinados momentos del día alrededor del zoo sobre algunos animales, aves y bichos. Todavía recuerdo haber escuchado algo sobre la especie de araña más grande del planeta, la araña mexicana come-pájaros, cuando tenía trece años. Incluso tuve que acercarme a ver a esta criatura tan fascinante, aunque no demasiado. No soy una gran fan de las arañas.

Se tarda tiempo en ver realmente todo lo que el zoo tiene para ofrecer y la verdad es que lleva un día entero. Como el tiempo era tan bueno, el día en el zoo de Londres fue perfecto, ya que era agradable para pasear durante muchas horas, teniendo en cuenta todo lo que pudimos encontrar. Con la gran variedad de animales y el amplio espacio y cosas que ver, sin duda vale la pena venir. Recomiendo ir durante los meses de verano, ya que tengo un amigo que fue recientemente durante el invierno y apenas vió animales. Por desgracia zoo de Londres no es un sitio al que puedas simplemente volver otro día, ya que bastante caro. Estoy segura de que voy a echar de menos el hecho de que el zoo de Lyon sea gratis, ya que siempre es agradable pasarse por el cinco minutos si estás en la zona. Sin embargo, gracias al tamaño y la variedad de especies que el zoo de Londres tiene para ofrecer, vale la pena la visita, sin duda.

De acuerdo, digamos que te encuentras en Londres. No importa que estés aquí de vacaciones o si estás aquí por un año en tanto que estudiante de Erasmus. Si estás en Londres, no importa el motivo, tienes que vivir la noche londinense. Y cuando hablo de la noche, no me refiero únicamente a beber y bailar, sino también a la experiencia multicultural de Londres.

Sí, eso es lo que más me gusta de Londres. Caminas por sus calles y escuchas miles de acentos y lenguas distintas, y si eres un apasionado de los idiomas entonces, querido mío, este es tu sitio.

El inglés es sin duda mundialmente hablado pero, créeme, existen cantidad de poliglotas (personas que hablan varios idiomas) ahí fuera dispuestos a poner en práctica sus habilidades.

Fuente

Hay muchos sitios en los que se puede conocer a gente y hablar distintas lenguas, pero he de reconocer que el bar Zoo es una auténtica pasada. Está en pleno centro y después del intercambio de idiomas ofrece una noche bastante prometedora ya que, ante todo, se trata de un bar-discoteca.

El programa de intercambio de idiomas se llama Mammoth y tiene lugar todos los miércoles y sábados. También organizan visitas a lugares cerca de Londres y fiestas para disfrutar de verdad la práctica de los idiomas y conocer gente de culturas diferentes.

Dicho esto, podéis encontrar la página Web en Facebook tecleando Mammoth y apuntándoos al grupo. ¡Os animo a haceros miembros y a que vayáis por lo menos una vez!

El bar Zoo es, desde luego, es un lugar muy chulo. Tiene buena música, gente agradable y siempre está animado, lo cual significa que es siempre un buen lugar para conocer a gente guay en Londres, pero quizás también te toque hacer un poco más de cola de lo que esperabas.

En fin, diría que de vez en cuando intentarlo vale la pena.

Que disfrutéis el intercambio de idiomas y la noche en el bar Zoo.