Paul

Juro que de verdad, las mejores cafeterías son todas de origen francés, esta es la tercera de la que hablo que viene de ahí.

La historia de Paul es muy interesante porque fue Frances Holder, cuya familia tenía una pequeña panadería, quien se hace cargo del Paul con sus padres. Cuando los padres de Francis murieron, este se hizo cargo del negocio familiar y abrió una segunda panadería en 1963 y trabaja mucho en convertir este negocio familiar en una panadería única e innovadora en Lile.

En 1985, se abre la primera panadería Paul en Barcelona. Francis Holder fue una gran parte de ello al introducir dos elementos fundamentales: la estética exterior negra tan icónica y una línea de panes artesanos hechos sosteniblemente con producción de trigos de invierno. Paul se ha expandido desde entonces y cuenta con locales en 33 países, en ciudades como Londres, Washington, Dubái, Tokio, etc.

Comida:

Una de las cosas que me fascinan de Paul es que se ha creado a través de 5 generaciones de entusiastas del pan y se nota de verdad su amor y compromiso con este producto. El pan se hace dentro de la panadería todos los días, el proceso tarda siete horas para asegurar que la masa tiene el mayor sabor posible, siguen recetas francesas tradicionales y crean una gran variedad de panes como la baguette de semillas de amapola, pan de nueces, pan de semillas de calabaza y pan de jengibre entre otros. Esta variedad los hace verdaderamente únicos, ¿o es que vas a encontrar en otro sitio un pan de higos de seis cereales?

El pan no es lo único en lo que sobresalen, también tiene una gran selección de cruasanes y brioches que incluyen dos de mis favoritos: el cruasán de almendras y el pain au chocolat de almendras. Además, también tienen tartas de manzana y pasteles de melocotón así como una selección de productos salados como el cruasán de jamón y queso o simplemente de queso.

A Paul, no solo se puede ir a por un buen desayuno, sino también a comer. Todos los días preparan sándwiches, ensaladas y comidas calientes, mi comida favorita indudablemente es la quiche; tienen quiche Lorraine, quiche de apio y de espinacas con salmón. También tienen una increíble selección de sándwiches que hace que se me haga la boca agua cada vez que los veo. En Navidad, tiene el especial “sándwich de pavo navideño” que lleva pavo, bacón, queso crema, salsa de rábano picante, hojas de espinaca en arándanos, salvia y pan de cebolla. Todos los sándwiches están hechos con pan del día por supuesto, lo que le da un toque especial.

Como dicen en su página web, Paul está diseñado para “compartir”. La cafetería prepara diferentes surtidos para cualquier ocasión, ya sea una reunión, un acto o una ocasión especial, por ejemplo, ofrecen un surtido de sándwiches de pan artesano, un surtido viennoiserie gourmet, surtidos de mini macaroons y una mezcla de surtidos dulces y salados.

Después de ir al nuevo Paul en Earl’s Court Road, debo decir que se ha convertido en mi cafetería favorita. Cuando fui con mi novio de casualidad, pasamos por delante de Paul y no parecía que estuviera listo para abrir en absoluto, pero la puerta estaba abierta y se veía a una persona dentro en la barra pidiendo un café. Se me iluminó la cara y arrastré a mi novio dentro donde nos dijeron que era el primer día que abrían y que todo tenía un 50 % de descuento. No os podéis imaginar lo emocionada que estaba, si fuera una de esas personas que puede comer hasta reventar sin engordar ni una pizca, seguro que me hubiera pedido 10 cruasanes diferentes, por no hablar de los merengues gigantes o macaroons. Pero como no lo soy, solo nos pedimos un cruasán y un capuchino cada uno, aunque aún así fue muy guay, al final solo pagamos 4 libras por eso.

Ahora mismo estoy sentada en Paul escribiendo esto después de volver a desayunar en esta nueva cafetería en Earl’s Court. Para desayunar hoy, mi novio y yo hemos pensado en darnos un caprichito y nos hemos pedido un cruasán de almendras, un pain au chocolat y un brioche de azúcar. Como he dicho antes, el cruasán de almendras es mi comida favorita y el de aquí ha superado mis expectativas con creces. Hacen los cruasanes con hojaldre vienés, un hojaldre muy especial se originó en una pequeña panadería parisina, que hace que el cruasán tenga una textura suave perfecta dentro y un exterior más crujiente y brillante.

La cafetería también es ideal para estudiar o trabajar. El interior es sencillo, contemporáneo y los asientos son muy cómodos. Además, ¿hay un mejor sitio en el que estudiar que en una panadería rodeada de olor a recién horneado? También tienen Wi-Fi para sus clientes, y acuérdate de solicitar la tarjeta de cliente “Carte Noire”, una tarjeta de puntos con la que puedes desayunar gratis una vez si acumulas una cierta cantidad de puntos con los que conseguir un café gratis o un sándwich.