Warner Bros Studio Tour

Llevó dándoles la lata a mis padres para que me lleven al Tour por los estudios de Harry Potter desde que abrió cerca de Londres. Planeamos ir en verano porque es mi cumpleaños, pero nunca sucedió. Así que os podéis imaginar mi alegría cuando mi padre apareció por Skype a finales del cuatrimestre para anunciarme que además de haberse pedido días libres en el trabajo para estar conmigo cuando volviese a casa por Navidad, había reservado entradas para ir a ver el Tour por los estudios de Harry Potter, ni siquiera el adjetivo "eufórica" es suficiente para describir como me sentí.

Encima el tour estaba decorado como en las escenas navideñas de la película. Solo íbamos mi padre y yo, porque mi madre odia Harry Potter y mi hermano tenía colegio. Sorprendentemente no aceptó la proposición de mi padre de saltarse el colegio y venirse con nosotros.

Reservamos el tour de las 14:30, la página web recomendaba estar allí 3 horas antes, así que seguimos el consejo, nos fuimos temprano y comimos allí antes de la hora. Fuimos en coche, pero en internet ponía que es fácil llegar en transporte público, vimos varios autobuses decorados con posters de Harry Potter que salían de las estaciones de tren más cercanas. Los aparcamientos son gratis y hay un montón de personal que te guía hasta el sitio que te corresponda dependiendo de tu hora.

A ambos lados de la entrada de los estudios estaban las enormes estatuas de las piezas de ajedrez de la primera película para que las examináramos mientras hacíamos cola para recoger las entradas de las taquillas. Cuando lo hicimos (estaban decoradas con fotos de los personajes de Harry Potter, a mi me tocó Dobby, a mi padre, Nagini). Nos dirigimos al edificio que había pasadas las huellas de las manos de Harry, Ron y Hermione. Como era la hora de comer, fuimos a la cafetería para comprarnos algo de comida, había variedad de comida, además de un Starbucks. Después de pedir, nos dieron un aparato que nos avisaría de que la comida estaba lista. Nos sentamos en una mesa y a los 5 minutos ya empezó a vibrar. Todo estaba muy bueno. Al terminar, una camarera vino a limpiar la mesa y llevarse nuestros platos.

Entonces decidimos echar un vistazo a la tienda de souvenirs. Andamos por el Gran Comedor, decorado con fotos enormes de los personajes principales de las películas. También había un árbol de Navidad gigante en el centro. Diferentes adornos y el Ford Anglia de la segunda película colgaban del techo de la Torre de Astronomía.

La primera tienda era enorme, tenía de todo lo que os podáis imaginar, desde dulces a réplicas de las escobas y las túnicas, costaban cientos de libras. Pasamos al menos una hora por allí de risas, explorando y probándonos túnicas. Mi padré intentaba adivinar a quién pertenecía cada varita y de pronto, un niño que era mucho más fan que mi padre de Harry Potter lo corrigió.

Aseguraos de llevar algo de dinero porque es muy posible que veáis algo que queráis comprar, ¡si no todo! Hay una gran variedad de artículos, lo han ideado muy bien. Decidimos no comprar nada porque no queríamos llevarlo durante el tour, podíamos comprarlo más tarde. Cogimos nuestras guías interactivas del mostrador del vestíbulo principal, tenían información muy útil y videos que nunca había visto.

Faltaba media hora para la hora, pero nos dirigimos igualmente a la cola. El chico que la organizaba dijo que podíamos formarla ya si queríamos. Nos unimos a la cola que pasaba por el armario bajo la escalera, había posters enormes con datos de Harry Potter. Cada 10 minutos daban paso a personas de cien en cien por una puerta doble, y después de lo que me pareció una eternidad (en realidad solo habían pasado 20 minutos), llegó nuestro turno.

Primero nos guiaron hasta una habitación alineada con pantallas ambos lados. Nos animaron a repartirnos por la habitación para que pudiésemos verla. Un miembro del personal muy alegre nos dio una breve bienvenida antes de enseñarnos un vídeo del desarrollo de la saga de Harry Potter, desde el concepto al fenómeno. Después nos dirigieron a otra habitación grande donde, cuando ya estábamos sentados, proyectaron un vídeo corto para prepararnos para el tour. Al terminar, se levantó la pantalla para dar paso a las puertas de la gran sala. Otro miembro del personal, también muy agradable y entusiasta, vino a darnos la bienvenida de nuevo y animó a todos los que estaban celebrando su cumpleaños a que diesen un paso y abriesen las puertas del Gran Comedor. Fue como estar en la película, lo único es que el techo no era el mismo. Nos lo enseñó todo, el decorado navideño, y con las vestimentas de los personajes de las películas. También nos dijo que todos el personal estaba compuesto por extras de las películas de Harry Potter o fans. Tenía sentido, por eso estaban tan contentos todo el tiempo.

Mi padre y yo exploramos el Gran Comedor. A los 10 minutos nos hicieron salir para que los siguientes pudiesen tener el mismo efecto al entrar al Gran Comedor. En cuanto entrasen, podríamos volver al interior de la sala. Después fuimos al primer estudio, donde empezó el tour interactivo. Había mucha gente pero nos tomamos nuestro tiempo para verlo bien, fue muy interesante. Todo era igual que en las películas, los detalles estaban muy bien logrados. Nos echamos un montón de fotos haciendo el tonto, mi padre intentó hacer comentarios sobre algunas cosas, muy cómico. Había muchas partes recreadas en ese primer estudio como:

• Las puertas de Hogwarts,
• el dormitorio de los chicos,
• el despacho de Dumbledore,
• el aula de pociones,
• la cabaña de Hagrid,
• el Ministerio de Magia,
• el despacho de Umbridge,
• una enorme pantalla verde con escobas y la moto de Hagrid.

Tenías la oportunidad de tener tu propia experiencia con la escoba en la pantalla verde, lo que fue muy divertido aunque no merecía la pena pagar £ 10 por la copia de la foto. Después de un par de horas allí, fuimos al backlot donde habían recreado los espacios exteriores. También se podía comprar comida, solo hay dos sitios en el mundo donde se puede beber cerveza de mantequilla. Sinceramente, a mi no me parece una tragedia el que solo haya dos sitios ya que no es que sea precisamente de mi gusto, es muy pero que muy dulce. Algo así como Dr. Pepper con merengue derretido, pero tenéis que probarla.

En el backlot también estaba el autobús noctámbulo, la moto con sidecar de Hagrid y el Ford Anglia, podías montar en todos. También había una pequeña sección de Privet Drive, la casa de los Potters en Godricks Hollow y el Puente Cubierto. Después de verlo todo, empezó a llover, así que nos dirigimos al siguiente estudio.

El segundo estudio se llamaba The Creature Shop y reunía muchísimos bocetos, prótesis, modelos y fotos del resultado final en las películas. Además de nuestra guía interactiva, había una proyección de Warwick Davis en cada habitación dando breves explicaciones. Fue muy interesante ver cómo dieron vida a algunos animales, así como a Hagrid, cuya cabeza es en realidad animatrónica. Los comentarios de Warwick eran muy ingeniosos e informativos, fue de gran utilidad para los que no tenían guías interactivas. Cuando salimos de The Creature Shop, entramos en el Callejón Diagón. Fue asombroso, era exactamente igual que en las películas, me resultó muy interesante andar por allí y ver todas las vitrinas de las tiendas.

Después del Callejón Diagon había una sección con todos los planos y preparaciones de cada escena, cada escena, criatura y vestimenta. Los dibujos técnicos e ideas eran geniales, había maquetas a escala de los edificios principales como el Burrow y Hogwarts. Mucha gente pasaba rápidamente por esta parte del tour, yo opino que era tan interesante como el resto, sobre todo las pantallas que enseñaban la evolución desde el primer diseño y el concepto artístico hasta lo que podemos ver en las película.

La guinda del pastel fue la maqueta a escala de Hogwarts que había al final de la habitación. A pesar de ser una miniatura, era grande y los detalles increíbles. Las luces iban cambiando de la noche a la mañana, había vídeos muy emotivos de los últimos días de rodaje en los estudios. Nos dirigimos a una habitación con varitas, cada una tenía el nombre de una persona que había estado involucrada en el rodaje. Al final volvimos a la tienda de souvenirs.

Compramos unos Fizzing Whizbee’s para mi hermano, un programa del tour y una camiseta para mí. Me sentí tentada de coger una túnica, pero se me quitaron las ganas al ver el precio £ 75. Me compré una más barata por eBay para usarla de bata. Nos regalaron marcapáginas con la compra. Después ya nos fuimos al coche para volver a casa.

Algunos puede que no tengan esta visita en el primer puesto de su lista, pero es obligatoria para todo fan de Harry Potter. Es algo muy bueno para Gran Bretaña, que se haya creado un fenónemo global así en Inglaterra. No olvidéis cargar completamente vuestras cámaras para poder echar todas las fotos que podáis, ¡nosotros echamos un montón! También había WiFi gratis en los estudios, así que registradlo cuando estéis en el Despacho de Dumbledore y en el Gran Comedor.

Fue un día muy divertido, aprendí mucho. Podré seguir viendo las películas como siempre.