Retrobottega

Retrobottega es un lugar muy interesante que ha abierto hace poco en la Via della Stelleta 4, en la parte antigua de Roma. Es realmente único, y estaba muy intrigada por su diversidad, así que decidí reservar una mesa para mí y para mi familia para así poder probar este nuevo lugar. Mi tía nos lo recomendó, y es una persona que ha viajado mucho y ha hecho de todo, así que me fío completamente de sus recomendaciones.

Retrobottega ha intentado crear una cocina innovadora y experimental, con un toque "casero". Están inspirados en un laboratorio gastronómico, donde puedes probar una amplia variedad de platos experimentales. Basan toda su inspiración en la idea de evitar desperdiciar tanta comida como puedan, por tanto crean platos innovadores reutilizando los alimentos. Esta filosofía se aplica también a la decoración, donde han intentado crear nuevos elementos con deshechos. Sus mesas representan el "hazlo tú mismo", tienen un cajón en el que encontraréis papel reciclado, manteles, servilletas y cubertería. Los vasos también están hechos de cartón reciclado, y las copas son de plástico.

Si reserváis os sentarán en un comedor con una mesa grande con capacidad para 8 personas. La idea es que compartas mesa con otras personas para ahorrar espacio.

El menú, como ya os he explicado antes, está continuamente cambiando debido a sus ideas creativas. Aún así, siempre dispone de opciones diferentes como entrantes, platos de pasta, carne o pescado, acompañamientos y postres. Cuando yo fui el menú era muy variado, desafortunadamente yo no era demasiado amante de algunos ingredientes, pero eran únicos. Probamos un entrante interesante que llevaba anchoas, que estaba muy rico si te gustan. A mi tía le encantó, pero a mí no me convenció. Como plato principal, acabé eligiendo pescado con verduras, mientras que mi madre y mi tía eligieron carrilleras cocinadas lentamente con puré de patata. Tanto la carne como el pescado estaban muy tiernos y muy sabrosos. Incluso las verduras estaban buenísimas, eso sí, eché de menos unas patatas para acompañar.

Los postres eran aún más especiales. Soy una loca de la crême brûleé, y de hecho, tenían una "crema bruciata" con castañas y puré de manzana. El postre tenía un contraste entre el dulzor del puré de manzana y la acidez de la castaña, una maravillosa creación.

En general, toda mi experiencia aquí fue muy positiva. Me pareció que el restaurante era muy agradable, y sobre todo, muy interesante. Pero, sabed que este no es el sitio adecuado si lo que queréis es comer comida italiana tradicional. Por otro lado, recomiendo encarecidamente este sitio si lo que queréis es un restaurante único y diferente.

Para reservar: Retrobottega