Jardín de los Naranjos

Uno de mis lugares romanos favoritos es, sin lugar a dudas, El Jardín de los Naranjos. Este es el nombre que se utiliza para indicar aquello que en realidad es el Parque Savello, bajo el monte Aventino, pero en realidad, este sobrenombre viene dado por la presencia de dieferentes narajas y muchisimos naranajas que caen al suelo y se depositan sobre el cesped. Es un pequeño parque donde se puede disfrutar de una bellisima vista del Tíber y de Roma, y no obstante, ahora se ha convertido en un lugar muy turístico, todavía es bastante tranquilo, sobretodo al caer la tarde cuando no es todavía verano y comienza a hacer un poco más de fresco. Es precioso para relajarse y para leer un libro, escuchar algun artista callejero que se suelen encontrar allí tocando algun instrumento. Es posible, entre otras cosas, admirar la Cúpula de San Pedro desde el agujero que viene llamado, no por casualidad, "El agujero de la cerradura". Y una pequeña curiosidad, justo en ese parque fueron grabadas algunas de las escenas de "La Gran Belleza" de Paolo Sorrentino.

Me gusta ir allí a relajarme porque, aunque se entiende que esta bastante lleno, este parque me ha dado siempre una sensación de paz. Me gusta llevarme un libro para leer en un banco y quizás escuchar la música de algún artista callejero en busca de alguna moneda de los turistas. Como podéis ver en mis fotografías, la puesta de sol es la hora ideal para visitar este parque, pero las vistas que proporciona de toda la ciudad lo hacen especial a todas horas.

El parque varía sus horarios, de apertura según la estación: en los meses invernales, de octubre a febrero, abre a las 7 y cierra a las 18. En los meses de verano, de abril a agosto, abre a las 7 y cierra a las 21, mientras que en septiembre y marzo abre siempre a las 7 y cierra a las 8.

Hay diferentes autobuses que llegan cerca del parque, yo personalmente había cogido el metro hasta Circo Massimo e despues subí al monte a pie. Es un cuarto de hora de camino como mucho y podreís ver unas bonitas vistas sobre algunas excavaciones.

El jardin de los Naranjos, desde donde se puede vislumbrar la cupula de la Basilia de San Pedro.

Vista sobre el Tíber

La puesta de sol en el Jardín de los Naranjos