Uno de los destinos más visitados en Roma son la plaza y la Basílica de San Pedro. Aunque anteriormente ya hice mención de estos lugares, en este artículo les hablaré más a detalle de ellos. A continuación, les contaré sobre mi visita a la Plaza de San Pedro.
Un poco de historia…
Construida por el arquitecto Gian Lorenzo Bernini, la Plaza de San Pedro (en italiano, Piazza di San Pietro) fue inaugurada en 1667 y es una de las más impresionantes de todo el mundo debido a su gran extensión. Mide 320 metros de largo y 240 de ancho. En un inicio esta plaza era rectangular, pero Bernini hizo que fuera ovalada.
Por otra parte, el proyecto de la Plaza de San Pedro surgió con el objetivo de poder recibir grandes cantidades de fieles y peregrinos.
Fuente
Qué ver en la Plaza de San Pedro
Hay tres elementos que resaltan de este lugar: sus columnas coronadas con sus más de cien estatuas de santos (ciento cuarenta, para ser precisos), sus fuentes y su obelisco. Las estatuas y las fuentes son del siglo XVII. El obelisco, por su parte, ya se imaginarán que es muuucho más antiguo y que no es italiano, ni siquiera europeo.
Foto de una de las dos fuentes de la Plaza de San Pedro. Noté que había varioas dragones en esa zona. Se observa uno tallado sobre la fuente y, cuando caminamos sobre la Via della Conciliazione, vimos dos fuentes más de dragones... me pregunto lo que representarán, el por qué de esas figuras...
Éste último fue traído de Egipto y fue llevado a Roma en el año 37 después de Cristo. Sería legítimo preguntarse… ¡¿Y qué rayos hace hasta un obelisco egipcio en medio de la plaza más importante para la religión católica?! ¡¿No debería haber más bien una cruz, una imagen de Cristo u otro elemento claramente perteneciente al catolicismo?! O. o”
Pues, aunque no lo crean, este obelisco representa (de cierta forma) un homenaje al mártir San Pedro. Y es que anteriormente, este obelisco se encontraba en el circo romano donde San Pedro fue asesinado y crucificado. De hecho, se dice que este obelisco es el “testigo mudo” de ese acontecimiento. Así que, en homenaje a él, el Papa Sixto V mandó a que fuera puesto en medio de esta plaza.
En fin, ¡basta de datos, nombres y fechas! Pasemos a mi visitaa ese lugar, lo que vi, lo que me gustó y me impresionó :)
Mi visita a la Plaza de San Pedro…
Fuimos ahí saliendo del Museo del Vaticano y después de haber visto la famosísima Capilla Sixtina. Creo que la visita del Vaticano no está completa si uno no va a la plaza y a la Basílica de San Pedro. Esta plaza queda muy cerca del Museo del Vaticano, a menos de diez minutos a pie.
Escuché decir que la forma más espectacular de llegar a la famosa Plaza de San Pedro es por la Via della Conciliazione. Es esa larga calle que va desde el Ponte Vittorio Emanuele II y que los lleva directo a la plaza. Y es que de esta forma, irán poco a poco acercándose a la plaza y apuesto a que eso debe ser impresionante. Sin embargo, mi mamá y yo llegamos por otro camino.
Cuando mi mamá y yo estábamos aún el Museo del Vaticano, y que nos dirigíamos a la salida (o más bien, cuando ya estábamos ahí), escuché que una chica le decía a su mamá que iba a preguntarle al guardia sobre cómo ir a la Plaza de San Pedro… así que yo fui tras ella para escuchar las instrucciones del policía :p Como cuando llegué, el policía ya iba a media explicación, en cuanto ella se fue, le hice la misma pregunta (de seguro pensó: “Ash, otra que me viene con lo mismo ¬¬’ ” Jajaja x) ).
De todas formas, ya antes había checado un mapa y había visto que no era difícil llegar ahí. Así que menos de diez minutosdespués, llegamos hasta un arco a través del cual se veía parte de las tan características columnas blancas de la plaza.
Este es el arco del cual les hablaba más arriba. Me parece que forma parte de la fortificación de la ciudad del Vaticano. Recuerdo que me emocioné cuando empecé a ver esas columnas... ¡sabía que la plaza de San Pedro estaba ya a tan solo unos pasos de nosotras! :)
Por cierto, en el camino nos encontramos a un vendedor de castañas asadas. Como ya teníamos hambre otra vez (habíamos comido una rebanada de pizza a eso de mediodía… ¡y ya eran las cuatro de la tarde! ), nos compramos un cono pequeño por cinco euros (creo que eso fue lo que nos costó. -. ). Estaban muy ricas ^^
Uno de los puestos de recuerdos que se encontraba pasando el arco, antes de llegar a la Plaza de San Pedro.
El caso es que llegamos hasta el arco que mencioné antes y lo atravesamos. Había visto fotos de la Plaza de San Pedro, así como transmisiones de misas en la tele. Tenía en la mente la idea de que era una graaaan plaza ovalada… pero cuando llegamos, ¡oh, sorpresa! En todo ese espacio había unas vallas que no permitían circular libremente ahí :( Además, eso daba la impresión de que la plaza no era tan grande (¡cuando realmente sí lo es! ).
Pero bueno, a pesar de ese “defecto visual”, no pude más que maravillarme al estar en ese lugar, del cual tantas veces había oído hablar… ¡y que no había imaginado que visitaría algún día! Y lo mejor, en compañía de mi mamá :)
He aquí las famosas vallas que mencioné antes... me parece una lástima que no hayan hecho algo para buscar un diseño más bonito, ¡algo más estético!
Además de las altas columnas blancas, lo primero que vimos fue una bella fuente. Me llamó la atención la manera en la que caía el agua, así como las ondas que formaba. Después de sacar fotos, me quedé un muy buen rato viéndola. Estaba hipnotizada y, de no haber sido porque me di cuenta de que mi mamá ya iba hasta quién sabe dónde, me hubiera podido quedar un bueeeeen rato más ahí. Capaz que ni hubiera seguido el recorrido, todo por estar viendo la fuente :P Y es que era tan relajante escuchar el agua caer y ver ese movimiento…en fin, si quieren ir a meditar un rato (y que el ruido exterior no les molesta tanto), puede ser que la Plaza de San Pedro sea una buena opción jajaja.
Recuerdo que nos desconcertamos un poco porque vimos varias filas de turistas, así como una especie de arcos detectores de metal. Por un momento creí que debíamos pagar para entrar. -. Por curiosidad, nos acercamos y nos formamos en una de las filas. Nos dimos cuenta de que no se tenía que comprar boleto alguno. Solamente se trataba de unos controles de seguridad.
Después de pasar esos controles, entramos al camino que nos llevaría hasta la Basílica de San Pedro. Ahí vi nuevamente otras filas de espera para entrar. Y otra vez me pregunté si tendríamos que pagar, aunque me dije que sería mucho descaro por partes de las autoridades del lugar…
Camino hacia la Basílica de San Pedro... ¿ya vieron el montón de personas al fondo? Bueno, pensándolo bien... ¡tal vez eso no sea nada en comparación a el mar de gente que debe haber en verano o durante las misas importantes que atraen a miles y miles de fieles! :O
Afortunadamente no fue así y, de hecho, no nos tardamos tanto como creía (¡y temía! ). Entramos mucho más rápido de lo que esperaba ^^ No les platicaré ahora sobre lo que vi en la Basílica de San Pedro (que eso ya lo haré en otro artículo; ) ), pero estuvimos alrededor de dos horas ahí dentro. Al salir nuevamente, ¡ya había obscurecido! Aunque no era tan tarde, como era invierno, el sol se acostó más temprano.
La vista de la Basílica y de la Plaza de San Pedro al anochecer... ¡me gustó mucho más cómo se veía este lugar durante la noche! :)
Eso nos dio la oportunidad de ver tanto la Plaza como la Basílica de San Pedro bajo un rostro diferentes. Me parece que son sus iluminaciones nocturnas, la belleza de este espacio resalta más. Sobre todo, la de la Basílica. Me gustó mucho cómo se veía ese gran templo, con el fondo negro de la noche. Las fuentes también me gustaron mucho cuando las vi de noche. Y lo mismo que al principio: me quedé un buen rato viendo el movimiento del agua.
A propósito, olvidé mencionar que como era época de Navidad, había un gran nacimiento en la Plaza de San Pedro, justo frente al obelisco. ¡Creo que es el nacimiento más grande que he visto en toda mi vida! :O
Datos curiosos…
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Como ya dije antes, la Plaza de San Pedro fue concebida para poder recibir a un gran número de feligreses. Es por ello que este lugar es usado para dar misas a la cuales, hay tantos asistentes que no caben en la enorme Basílica de San Pedro (¡y que vaya que es grande! ). De esta forma, la Plaza de San Pedro ha llegado a recibir hasta… ¡más de doscientas cincuenta mil personas!
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¿Pueden imaginar cuál es la relación entre la Plaza de San Pedro y la Plaza de la Concordia, en Francia? ¡Pues la famosa plaza francesa es una copia de la Plaza de San Pedro! Cuenta con el mismo diseño: un obelisco central y dos fuentes laterales. (Aunque sinceramente, me gustan mucho más las fuentes de la Plaza de la Concordia: verdes, con detalles dorados y con estatuas de tritones, sirenas y otros elementos marinos. Querido Vatinano… ¡sorry! :p)
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Originalmente, el obelisco de la Plaza de San Pedro se encontraba en otro lugar de la ciudad de Roma. Hay una leyenda que dice cuando el Papa ordenó que éste fuera cambiado de lugar y trasladado a la gran plaza, dio la orden de que todo el mundo estuviera callado… de lo contrario, la persona que hablara sería ex comulgada. Sin embargo, hubo un hombre que desobedeció para avisar que una de las cuerdas que sostenían el obelisco… ¡estaba a punto de romperse! Ya que esto evitó que el descomunal obelisco se cayera rompiéndose en mil pedazos, el papa perdonó a este hombre.
¿Cuánto cuesta?
Pues por ver no se paga, así que podrán ir a visitar de la Plaza de San Pedro sin tener que pagar un solo euro. Es uno de los más bellos destinos de Roma, del cual podrán disfrutar completamente gratis; ) Sólo que, eso sí, tendrán que pasar por los detectores de metales, hacer fila y todo eso.
Nosotras fuimos a las 4:00 p. m. y no tuvimos que esperar mucho para entrar. Así que considero que es una buena hora para que el recorrido de este lugar (al menos en la época que fuimos, principios de enero… no sé cómo esté en verano. -. ). Además, si entran a la Basílica de San Pedro y que pasan tanto tiempo ahí que al salir está ya obscuro, verán las iluminaciones nocturnas de esos dos monumentos. De todas formas, pienso que deben ir a ver este espacio tanto de día como de noche, porque ambas perspectivas valen la pena; )
¿Dónde comer?
Como era de esperarse, al ser una zona tan concurrida hay varios restaurantes y cafeterías en los alrededores. Vi que en la Via della Conciliazioni había cuatro o cinco. Pero eso sí, ninguno me convenció ni me dio ganas de entrar. Además, los precios son elevados. Por ejemplo, había una tienda de recuerdos que vendía unas pulseritas “Made in China” a… ¡cinco o seis euros! Sabiendo esto, creo que ya se pueden dar una idea de los precios de esa zona.
Es por ello que les aconsejo que busquen antes en internet un restaurante en los alrededores. Pueden checar en la página TripAdvisor, ahí hay varios establecimientos y, sobre todo, opiniones de personas que han ido a esos lugares. Esas opiniones suelen ser muy acertadas y dan una mejor idea del lugar (comida, precios, calidad, servicio, ubicación) para saber si vale la pena o no; ) De hecho, es así como he descubierto uno que otro restaurante interesante.
La otra fuente de la Plaza de San Pedro... Creo que si viviera en Roma, iría muy seguido a este lugar. No tanto para rezar, sino para observar sus bellas fuentes. Creo que esto fue lo que más me gustó de la Plaza de San Pedro ^^
¿Cómo ir?
Esta zona está bastante bien comunicada: hay varias líneas de buses que pasan por ahí y, sobre todo, el metro los lleva. Sólo tienen que tomar la línea roja y bajarse en la estación Ottaviano – San Pietro. De ahí, una vez saliendo del metro, tienen que caminar sobre la via Ottaviano (es una gran avenida), pasan la Piazza Risorgimento. Continúan sobre la via di Porta Angelica. Una vez ahí, verán un arco café y verán también parte de las columnas blancas de la Plaza de San Pedro.
Otra opción es que tomen alguno de los buses que los dejan ahí: el 34, el 45, el 64, el 98, el 881, el 982, el 916 o el 62.
Por otra parte, si antes de ir ahí, han visitado el Museo del Vaticano, podrán ir muy fácilmente hasta la Plaza de San Pedro a pie. Se tardarán menos de diez minutos :)
Finalmente, si prefieren caminar un poco más y que quieren disfrutar de las bellas calles de Roma, pueden ir a la Plaza de San Pedro fácilmente desde el centro histórico de la ciudad. Sólo tendrán que seguir el Corso Vittorio Emanuele II y cruzar el puente del mismo nombre. De ahí, van hasta la Via della Conciliazione y caminan todo derecho sobre esta avenida. Justo al final de esta vía, verán el obelisco y las fuentes de la Plaza de San Pedro, así como su Basílica. 
Estos son algunos de los guardias del Vaticano. Tal vez no fue de mucha educación sacarles foto, pero no pude resistir la tentación. Además, había uno que otro guapetón :P
Para continuar la visita…
Pues una visita a este lugar no podía terminarse así como así. Es por ello que les recomiendo que den una caminata por los alrededores. Recuerdo que cuando íbamos hacia la Via della Reconciliazione, vi a la derecha una calle que subía y al final de la cual se veía que había una bonita fuente. De no haber sido porque ya era noche (y porque quería mi gelato :D), capaz que hubiéramos ido hasta ella para verla de cerca. Así que si ustedes tienen tiempo, háganlo. Me parece que se trataba de la via SS. Michele e Magno.
Además, si continúan por la Via della Conciliazione, llegarán hasta el Ponte Vittorio Emanuele II. Una vez ahí, tendrá dos opciones. La primera, es cruzar el puente para caminar sobre el Corso Vittorio Emanuele II eir hasta el centro de Roma.
La segunda (y es lo que nosotros hicimos ^^) es que pueden doblar a izquierda, sobre el Lungotevere Vaticano. En ese borde, verán el gran Castel’ Sant’ Angelo y, enfrente de éste, encontrarán un puente del mismo nombre. Una vez más, tienen la opción de continuar este puente o continuar caminando sobre el Lungotevere. Si eligen lo último, llegarán al edificio llamado Palazzo di Giustizia. Frente a este encontrarán la Piazza del Tribunali. (Les aconsejo que vayan a ver este edificio más bien de día, porque lamentablemente en la noche no está bien iluminado y no se puede apreciar al cien por ciento su belleza.
Ya muy cerca del Palazzo di Giustizia, atravesando el Ponte Umberto I, queda la Piazza Navona. Se trata de una muy bonita plaza que mi mamá y yo descubrimos por accidente. Si ya leyeron mi artículo anterior sobre nuestro viaje a Roma, sabrán que precisamente después de haber visitado la Plaza de San Pedro, dimos una pequeña (o no tan pequeña :p) caminata y que llegamos justamente a esa otra plaza :)
En fin, les doy estas sugerencias sólo para que igual ustedes se den una idea de tooodo lo que pueden hacer después de haber visitado una de las plazas más importantes del planeta.
Conclusión
En conclusión, la visita a la Plaza de San Pedro fue una muy bella experiencia. Tal vez no tanto por el aspecto religioso (aunque estoy segura que para quienes son fervientes creyentes, debe ser una visita inmensamente especial, y es totalmente respetable), sino por todos los detalles que pude observar. Así como por todo lo que pude aprender al respecto.
Además, considero que fue un sueño más hecho realidad: porque, al igual que la Torre Eiffel, al Arco del Triunfo, el Coliseo, la Fontana di Trevi y todos los demás monumentos populares, ya había visto este lugar en la tele y en reportajes… pero no había imaginado que lo visitaría, que llegaría a estar ahí :) Definitivamente, la visita a la Plaza de San Pedro es algo que tienen que vivir si van a Roma.
