Angelina

El Angelina es uno de mis restaurantes italianos favoritos en Roma. Está en el barrio Testaccio, que es una de las áreas históricas mas importantes de Roma. En Testaccio estaba el puerto Emporium, que un día fue la entrada principal de todos los bienes que llegaban a Roma. Es una de las pocas áreas que han conseguido mantener el aspecto histórico, aunque en el resto del distrito se pueden encontrar pequeños restos antiguos.

El Testaccio es muy famoso por sus pizzerías italianas auténticas, con camareros maleducados y pizzas increíbles. El Angelina, por otro lado, es más elegante comparado con los demás, lo que le hace destacar. La calidad de la comida es muy alta, y los precios están muy bien considerando lo popular que es.

La decoración es muy elegante, predominan las habitaciones blancas y las mesas de madera. Tiene mobiliario tradicional, como mesas de carnicería y mesas de comedor antiguas. La atmósfera es muy tranquila y amigable. El restaurante tiene cuatro zonas, dos salas interiores, una terraza al mismo nivel que las salas interiores, que suele ser para fumadores, y una terraza muy grande en el tejado, perfecta para cuando suben las temperaturas. La terraza es mi espacio preferido, está muy bien decorado, con olivos, limoneros y plantas, perfecto para una tarde cálida.

El personal es siempre muy atento, acogedor e increíblemente educado. Aunque haya mucha gente, siempre intentan encontrarte una mesa, pero yo os recomiendo reservar, ya que es un sitio muy popular.

Una de las mejores cosas del Angelina es su horno de leña, en el que crean sus espectaculares barbacoas y pizzas. El menú es muy tradicional, y único. Tiene platos de pasta variados, como la Amatriciana, Gricia o la Carbonara. En cuanto a carnes a la barbacoa, tienen un amplio abanico de diferentes cortes de carne, hamburguesas, salchichas, costillas de cordero e hígado de cerdo. Tienen también una gran variedad de pescados, como el bacalao frito con mayonesa, o espaguetis con pulpo al vino y requesón, y obviamente, muchas pizzas. El problema con el menú, es que está lleno de platos apetitosos, por lo que la decisión es difícil. De hecho yo suelo evitar mirar la carta, y siempre suelo pedir un plato de pasta Gricia (que es básicamente Carbonara sin el huevo).

Siempre he tenido las mejores experiencias aquí, un ambiente amigable, siempre los mejores platos de pasta del mundo, acompañados de un vino delicioso, y para coronarlo, el precio es medio comparado con la calidad que tiene el restaurante. De hecho, algo de lo que no he hablado, es del plato enorme en el que te sirven la pasta, que le añade un toque único y divertido al restaurante. Fue por los platos por lo que el restaurante llamó tanto mi atención al principio.

El Angelina tiene dos locales en Roma, uno en el Testaccio, en Via Galvani, 24a, que es al que yo siempre voy, y otro cerca de la Fontana de Trevi, en Via Poli, 27.

Para reservar o cualquier otra información, echadle un ojo a su página web:

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