Después de haber visitado la Fontana di Trevi y el Coliseo, ¡teníamos mucha hambre! No habíamos comido gran cosa de desayuno y tampoco habíamos comido algo consistente a mediodía. Sólo un sándwich que estuvo más o menos. Eran poco más de las 6:00 p.m. y estábamos cerca del Coliseo. O bueno, estábamos EN el Coliseo.
Ya que es un importante punto turístico, hay varios restaurantes en los alrededores. Eso puede parecer algo bueno. Pero... ya saben que generalmente esos restaurantes son sólo como dicen en francés “attrape touristes”. Es decir, muchas veces sus precios son altos y su calidad baja :/
Justamente vimos uno que estaba mero enfrente del Coliseo, a la salida del metro. Aunque tenía unas mesas bonitas y una decoración que no parecía mal, cuando vimos su carta y sus precios... ¡decidimos seguir derecho y buscar otro lugar!
Subimos unas escaleras y llegamos a la Via Nicola Salvi. Ahí vimos dos o tres terrazas y, aunque sabíamos que probablemente los precios serían también altos, fuimos a ver. No perdíamos nada…
La terraza exterior del Oppio Caffè. Ese día hacía más bien frío (¡era principios de enero! >.< ), pero me imagino que en los días soleados de verano, debe ser un lugar perfecto para tomar una bebida refrescante y disfrutar del sol :)
Hicimos bien porque, aunque el primero no tenía nada interesante en su carta (y lástima, porque el lugar se veía coqueto), encontramos un bar/café llamado Oppio Caffè. Su oferta parecía buena: apericena por 12 euros. Es decir, tenías una bebida (alcohólica o no) y acceso a un buffet. Era un buen precio y quedaba como anillo al dedo. Así que sin dudarlo mucho, entramos ahí... ¡estábamos hambrientas!
Sin embargo, cuando le preguntamos al mesero por esa promoción, nos indicó que era válida sólo a partir de las 7:00 p.m. :( Eran las 6:20 p.m., más o menos, así que para poder aprovecharla, tendríamos que esperar.
Aunque pudimos ir a buscar otro restaurante, preferimos ir a dar un paseo por los alrededores y esperar así a que llegara la hora para poder comer ahí. Bueno, y es que los demás lugares que habíamos visto por la zona, no nos habían convencido para nada. Capaz que por querer buscar algo mejor, nos alejábamos y no encontrábamos nada bueno .-.
La oferta de la "apericena"
El caso es que regresamos para las 7:30 p.m. y poder al fin comer. Aunque la comida no fue algo extraordinario, hubo una que otra cosa que estaba buena. Eso sí, no crean que era un buffet consistente y surtido como los asiáticos. En realidad, se trataba de una variedad de bocadillos, tipo botana.
Había pasta y mini pizzas (¡claro, estábamos en Italia! ;) ), un platillo con charcutería y otras cosas más. No recuerdo todo con precisión y bueno, eso demuestra que no fue una comida fuera de lo común.
Lo que sí me pareció muy bien fue que podías elegir cualquier bebida de su carta. Fuera alcohólica o no. Y es que me ha tocado ver esas promociones de “bebida gratis”, pero en realidad sólo les incluye refresco o jugo. En esa ocasión, mi mamá y yo pedimos vino blanco dulce.No recuerdo el nombre, ¡pero estaba riquísimo! Eso salvó la comida ^^
Parte del interior del lugar... justo en el espacio que se ve al fondo, pasando el arco, es ahí donde se encuentra le buffet. Así que si van a para la "apericena", les recomiendo que se sienten cerca de ese espacio para que no tengan que atravesar medio restaurante cada vez que se paren para servirse algo...
El servicio...
Pues el servicio fue regular. Y a causa de una cajera, poco faltó para decir malo. Recuerdo que cuando entramos, una chica que estaba en un mostrador, nos dijo de manera grosera: “Pueden ir a sentarse allá”. No le hicimos caso porque el chico que nos había atendido primero, fue más amable. (Eso y que teníamos hambre x) ).
Algo que me desagradó fue que tardaron en atendernos… ¡a pesar de que el lugar estaba casi vacío! Pero bueno, al menos la mesera que se encargó de nosotros, lo hizo de manera amable y sonriente. Además, nos aconsejó bien a la hora de elegir bebida ^^ Ya que se había portado así, decidimos dejarle propina. De haber sido por la otra tipa, nada que hubiéramos dejado ese extra, eh :P
Las instalaciones, la decoración y el ambiente...
El Oppio Caffè cuenta con mesas tanto al interior como al exterior. Además, tienen también una especie de mostrador donde venden cigarros. (Me pareció algo curioso. Nunca antes había visto eso dentro de un bar/café… en fin). Y sí, fue en ese mostrador donde estaba la chava maleducada y grosera ¬¬’
Como el día que fuimos hacía frío, decidimos sentarnos en el interior, cerca del área de buffet (¡posición estratégica! Jajaja :P ). Pero si ustedes van en primavera o verano, cuando se puede disfrutar de un buen clima y del sol, les recomiendo que se sienten en las mesas exteriores: ¡tendrán una hermosa vista del Coliseo! :)
A la derecha, la barra con sandwiches y demás bocadillos. A la izquierda, el mostrador para comprar tabacos... con la tipa malencarada x)
En cuanto al ambiente, no había muchas personas el día que lo visitamos. Tal vez por la época (invierno), pero también por la hora. Así que no puedo decir si en el Oppio Caffè hay un buen ambiente o no. Eso sí, recuerdo que tenían música a un volumen adecuado para poder platicar tranquilamente sin necesidad de gritar hasta dejar sordo al otro ^^
Acabo de recordar algo que me gustó del lugar: en el interior había luces que cambiaban de color y que matizaban las salas con tonos rojo, morado, rosa, azul…
Por cierto, checando en TripAdvisor, vi que Oppio Caffè tiene sólo tres estrellas (¡las mismas que le di en este artículo!). Pues creo que lo que salva a este lugar, lo que lo ayuda a seguir vivo, es su ubicación.
Conclusión
Mmm… ¿recomiendo o no este lugar? Pues bueno, sí y no. Sí, lo recomiendo porque me pareció el establecimiento con la oferta más decente en comparación a todos los demás de la zona :P Además, sin duda alguna su estratégica ubicación y su hermosa vista desde su terraza exterior, dan ganas de volver.
En cuanto al buffet… ese día, su oferta de “apericena” nos salvó. Pero reconozco que no fueron los mejores platillos que hayan probado. Digamos que fue una alternativa “de emergencia”.
Así que les aconsejo que vayan al Oppio Caffè sólo para tomar un café u otra bebida y disfrutar así de la bella vista al Coliseo. Si van a la hora de la “apericena” y que no han comido nada más, creo que es mejor que vayan a otro lugar ^^ Busquen en internet alguna dirección por esa zona (en sitios como TripAdvisor, por ejemplo). Con su buffet, sí, podrán llenarse, pero si tienen la oportunidad de ir a otro lugar para deleitarse con una verdadera comida, háganlo ;)
La vista del Coliseo, desde la terraza del Oppio Caffè... creo que es sólo esto lo que ha salvado este lugar... porque su servicio y comida, aunque no son de lo peor... tampoco son lo máximo :p