Visita al Coliseo Romano.
La mañana empezó bastante activa ya que el día era especialmente para conocer el Coliseo y disfrutar nuestra última tarde en Roma, como habíamos salido ya del hotel necesitábamos dejar las maletas en algún lugar pero no nos acordamos de esto hasta haber caminado un montón de tiempo.
Íbamos caminando hacia el Coliseo y aunque se veía cerca, no lo era, yo creo que duramos al menos veinte minutos o media hora creyendo que estábamos muy cerca de él pero no, tocaba seguir y seguir caminando.
Cuando llegamos allí por supuesto estaba llenísimo de turistas y también de guías, o vendedores de paquetes turísticos, nos aseguraron dos cosas, uno que la entrada solo se podía hacer con ellos y que tenía un costo de aproximadamente 35 euros por persona y dos que allí no se podía entrar con maletas a menos que compráramos las entradas con ellos y nos darían un lugar para guardarlas.
Como buenos colombianos rebuscamos cual era la mejor opción ya que 35 euros era un precio demasiado elevado para lo que pensamos que nos costaría la entrada, este precio también incluiría vista desde lo más alto del coliseo ya que nos aseguraron que solo se podía estar en piso principal con la entrada normal.
Lo primero que hicimos fue decidir que hacíamos con las maletas. Pues cerca del coliseo hay un lugar en donde tienen lockers y las guardan, vimos esto en internet y fuimos de una vez a guardarlas, el precio por maleta era de cinco a diez euros y para dejarlas allí todo el día antes de irnos estaba muy bien.
Dejar las maletas en un sitio en un momento en donde ya estás cansado de tenerlas todo el tiempo es una satisfacción impresionante, muchas veces llevamos cosas innecesarias que nunca nos colocamos en un viaje o nunca las usamos y nos encartamos con esto, la mejor opción para viajar es hacerlo ligero, no viajar con mucho más que lo necesario al final es un peso que hay que estar cargando durante todo el viaje.
Bueno la aclaración anterior se hace para viajeros que disponen de dinero suficiente y necesario para viajar, no para viajeros que están acostumbrados a darse grandes lujos sino para viajeros que son a la vez mochileros y que no organizan todo su viaje meticulosamente sino van sorteando el destino como va viniendo en el camino.
Al dejar las maletas caminamos de una forma más enérgica y con ganas de conocer el Coliseo, llegamos allí y no sabíamos exactamente que hacer ya que nos indicaron que las personas que estaban haciendo la fila ya tenía reservación y por ende ya habían comprado las entradas.
Fue allí cuando un chico latino nos ofreció el paquete de entrada que ya nos habían ofrecido al menos unas cinco veces antes por eso sin poner mucho cuidado solo dijimos gracias y seguimos caminando, fue ahí cuando nos dijo “obvio pues son latinos, son pobres”.
No peleamos con él solo nos volteamos y lo miramos con cara de “qué putas?” “Que putas, es una expresión colombiana para indicar desconcierto y/o desacuerdo”.
En ese instante solo pensamos, como este man claramente latino también nos dice eso a nosotros los cuales somos latinos y sabemos que tan difícil es poder llegar a este punto, venimos de una zona del mundo en donde hay riqueza repartida para pocos y hay demasiada desigualdad económica, ¿Eso es lo primero que nos piensa decir a cinco muchachos que tienen la gran oportunidad de conocer un poco más del mundo?
Claro entiendo que el comentario fue porque no le pusimos mucha atención para el paquete que nos quería vender, pero hubiera dicho lo mismo con cualquier otra cultura? Con estadounidenses, asiáticos, otros europeos?
Estoy seguro que no porque se tiene la idealización de que cuando uno de los tres últimos que nombré dice que “no” es porque no quiere pero si lo dice un latino es porque no puede, y a ese nivel hemos llegado en donde la misma cultura ataca los puntos débiles de nuestra sociedad y los refuerza con los estereotipos globales establecidos.
Luego del incidente con el otro chico latino, decidimos hacer la fila sin seguir las recomendaciones de las personas que estaban afuera, ya que todos nos habían ofrecido los mismos paquetes, pero decidimos hacer la fila y entrar a ver que podíamos conseguir allí.
Primero nos indicaron que no era necesario comprar un paquete turístico ya que uno miso decidía que quería ver y segundo por el hecho de ser estudiantes el precio del tiquete nos salió supremamente económico, pasó de querer cobrarnos en la calle 35 euros a tener el beneficio de ser estudiantes y obtenerlo por 7.50 euros.
Por esta razón siempre recomiendo ir a las taquillas personalmente a preguntar el precio antes de poner atención a los guías que se encuentran afuera, si buscan una opción económica claro está, ya que estas agencias tienen que ganar una comisión y a menos que realmente deseen ponerle cuidado al guía y a todo lo que este ofrece pues es mejor simplemente empaparse un poco del tema y luego ir a visitar estos sitios de gran interés por un costo mucho menor.
Entrando al coliseo no lo podía creer y a decir verdad desde la entrada ya estaba tocando las paredes, o sea yo me sentía en la época del imperio romano, creo que ese sentimiento de estar a puertas de encontrarse frente a frente con la historia es indescriptible.
A decir verdad yo soy muy perceptivo con el tacto en este tipo de situaciones, me gusta sentir estos lugares, tocarlos, no solo estar allí sino que por medio del tacto imaginarme situaciones que pasaban allí y además sentir que se está tocando historia.
Al entrar yo digo que cada persona siente al Coliseo de una manera distinta según sus conocimientos acerca de este y cuan allegado se quiera sentir con el recinto, pues este tiene 189 metros de largo por 156 de ancho y 57 metros de altura. Fue construido desde el año 72 hasta el 80 después de cristo, y es declarado patrimonio de la humanidad, o sea estaba en un verdadero paraíso histórico.
Estando allí vimos la arena y el hipogeo, el cual era una plataforma construida en madera y cubierta de arena. Debajo de este se encontraban los laberintos y túneles en donde estaban los condenados, los gladiadores y los animales, pues era todo un espectáculo, se imaginan haber visto esto en vivo? Que locura.
La cubierta que se encontraba allí de madera ya no está vigente por eso se puede divisar con claridad lo que había debajo de esta y los caminos que estos tenían que sortear para luego encontrarse en una batalla campal a muerte.
Cabe destacar que el Coliseo en la historia fue reconocido por ser una obra maestra en cuanto a la infraestructura y su diseño sin embargo no era del agrado de los cristianos para la época ya que se considera que este lugar era escena de castigo para los cristianos por seguir sus creencias.
Muchos saben que allí habían peleas con animales y el animal más conocido por sus batallas es el león, de igual manera cabe recalcar que este no era el único ser salvaje que peleaba en contra de gladiadores allí, se traían animales desde África y también se lanzaban al campo de batalla, estos animales eran rinocerontes, hipopótamos jirafas, elefantes, leopardos, panteras, cocodrilos y hasta avestruces.
Estuvimos allí observando este sitio que la historia nos ha regalado y conservado, pero no podía faltar la foto juntos estando en el Coliseo y con la bandera de Colombia, que orgullo, que colombianos, que chicaneros, que criollos pero que chimba estábamos viviendo nuestros sueños.
En el coliseo hay una parte totalmente renovada dentro de él supongo que es para las visitas grupales, esta zona será exclusiva para ellos, no sé si estoy de acuerdo con esto ya que por razones económicas se está quitando una parte importante de la historia, no es un cambio abrumador en la estructura, más bien es vagamente perceptible pero considero que vale más conservar la historia que ir reemplazandola.