Café Bar La Playa
Antonio.... ¿De qué me vas a hablar ahora?
Vuelvo a la historia de siempre, a los típicos bares que conoces de casualidad, como el que no quiere la cosa y siempre te acabas llevando una buena sorpresa. En este caso, no hay duda de que se volverá a repetir y que por tanto no me ha quedado otra que escribir un artículo describiendo en todo lo que mi experiencia me permita a este bar. Su nombre es Playa.
¿Alguna página web para completar todo lo que pueda leer aquí?
Como su facebook lo define, https://www.facebook.com/barplayagranada?fref=ts, el Bar Playa es un bar de tapas y restaurante, bar de vinos y cafetería. Y es que ya a estas alturas de milenio es raro el bar que no tiene al menos un facebook en el que publicitarse (ya de restaurante ni te cuento porque no hay ni uno que no tenga web o facebook). En este caso, se ve que el hombre que lo lleva, ya mayor, también se ha puesto a ello y ha escrito y subido todo lo que él ha creído útil con respecto al bar o simplemente le ha apetecido sobre su persona.
En su página, podemos divisar la localización a la izquierda, su horario (siendo éste de 8.15 de la mañana a 0.30 de la noche a diario menos domingos y festivos que cierra), y hasta 15 opiniones por el momento con una media de más de 4,5 estrellas, que nos quiere decir que a la gente le gusta el sitio y debe ser por algo (ahora lo iremos descubriendo entre todos).
Poco a poco Pepe, el dueño, va subiendo sus obras de arte para que las conozcamos sin ni siquiera haber ido al Bar Playa, aunque ganas no faltan al ver de lo que es capaz, ya sea con un salmorejo que a muchos les entraría en estos precisos momentos, un arroz de muy variados sabores y por supuesto sus conocidos burritos de carne que están deliciosos. Él mismo se muestra tal y como es y de vez en cuando le hace fotos a su terraza o a la parte de dentro para seguir haciendo público su bar de toda la vida, en el que tantas y tantas horas ha echado.
Si avanzamos por las pestañas, en el de información lo único nuevo que se añade es el número de teléfono, mientras que el punto clave siempre será el de las fotos para hacernos una mejor idea de todo lo que el Bar Playa puede ofrecernos cada día si lo visitamos.
Sí claro, sé de qué se trata todo, pero.... ¿Cómo encontrarlo?
Se encuentra en la Calle Emperatriz Eugenia, número 16, perpendicular a la Calle Sol, y que da un poco más abajo con Pedro Antonio del Alarcón, por lo que no nos debe ser muy difícil encontrarlo. Y es que con su logotipo característico de una playa, con palmera y pelota incluidos, saltárnoslo es simplemente por el hecho de no estar lo suficientemente atentos en la calle.
Desde Camino de Ronda, se encuentra a menos de 3 minutos andando y desde la Plaza de Gracia por ejemplo, no llega a los 8. El Cash Converter está muy cerca para los que sepan donde está, al igual que el Supersol de la zona. La disco Vogue se encontraría a menos de 10 minutos de allí, al igual que el Pub Legend y el Pensylvannia.
¿Y si soy de fuera y no tengo ni idea de llegar hasta allí? ¿Qué cojo?
Aquí el problema del aparcamiento va entrecomillado, ya que casi termina Pedro Antonio, y por Camino de Ronda también se puede aparcar sin excesivos problemas, por lo que si no estás cerca del sitio, lo suyo es que cojas el coche o la moto y te vayas por esa zona, más tirando a Fuentenueva que a Pedro Antonio, sin olvidar de que hay algunas calles cercanas en las que la zona azul prima sobre todo lo demás y que no tendrás otra que acabar pagando.
Si eres de la zona de Neptuno, sepa que andando tardarás unos 15 minutos, al igual que si te han dejado allí en algún “blablacar” o “amovens”. Desde Fuentenueva serán 3 minutos máximo y ya desde la estación de tren, no terminarás por andar más allá de unos 8-9 minutos, por lo que todo ello es síntoma claro de que está céntrico y de que lo mejor sería andar. Ya desde la estación de buses, nadie te quita los más de 35 minutos que seguro te llevará la travesía, pero que podría ser mucho peor. Las ganas que tengas de moverte será lo que dicte hasta donde quieres llegar.
¿Cómo llegaste a conocer el lugar del que me hablas?
Pasaba por la zona, con la intención clara de ir a la bodega el Vinny (de la cual espero me de tiempo a hablar un poco sobre ella), pero como aún estaba cerrada, pues con los compañeros que iba tuvimos que tomar una decisión. Paseamos por la zona y entonces vimos la terraza del Bar Playa, por la que estando vacía nos dijimos a nosotros mismos “nos tomamos una y nos vamos para el Vinny”. Pedimos la bebida y al ver la tapa que era enorme pensamos “oye, pues no se está nada mal aquí la verdad”. El fallo fue no decirle a Pepe que dos de los 5 que íbamos son musulmanes y que por tanto la carne de cerdo no la pueden comer. No pasaba nada, pues era fallo de los allí presentes y nunca del dueño del bar.
Y es que estando en una buena zona como es cerca de discotecas, de la mítica Calle Sol, y también de Pedro Antonio, muchos de sus clientes son esporádicos que pasan por allí y que tarde o temprano viendo un hueco libre, pues acaban sentándose para tomarse lo que sea.
¿Lo recomiendas para algún tipo de persona en concreto?
No hay un perfil claro de personas que vayan al Bar Playa ni tampoco el hombre tiene pensado tal como para que sus tapas o forma de servir, sea beneficiado para ello; por lo que cualquiera de cualquier clase social, vestimenta o pensamiento, tiene las puertas abiertas en el bar y será bienvenido con una sonrisa y un trato fabuloso. Eso sí, que nadie se espere alta cocina ni ese tipo de cosas, aunque todo tenga una buena pinta increíble y de sabor también vaya bien servido.
Si quisiera visitar el local del que me hablas, ¿Cuándo y cuál sería la mejor opción?
Estando abierto desde primeras horas de la mañana para servir los cafés típicos y las tostadas para desayunar, el Bar Playa no discrimina clientes ni horarios, y por ello depende de lo que vayas buscando, para poder encontrarlo sin problemas. Y es que si quieres desayunar, podrás hacerlo, también si quieres tomarte alguna tapa más tarde o incluso beberte alguna copa. En mi opinión, por cantidad y tamaño de lo que te ponen al pedirte algo, no hay mejor hora que para la de comer (la de almorzar para que se me entienda), y es que cuando veas lo que te suele poner y acompañado de qué, te darás cuenta de que lo que hablo no hay que tomarlo por un oído para soltarlo por el otro. No se elige la tapa y eso quiere decir que él con lo que tenga pensado, te surtirá de buena manera para que quedando contento por todo, vuelvas tarde o temprano.
¿Primeras impresiones?
El primer pensamiento que nos rondaba la cabeza era de que seguro nos ponía un mini plato con un refresco minúsculo por el hecho de que la zona era muy fluída de personas, y por tanto querrían cobrar lo máximo dando lo mínimo, pero nos equivocamos. Nos quedamos sorprendidos con lo que nos pusieron de primeras, y además las bebidas, al menos el tinto de verano que yo mismo me pedí, era de tamaño considerable para que no te quedaras seco mientras comes.
Además, el tamaño de la terraza de fuera, de nuevo nos jugó una mala pasada, ya que con sus pocas mesas y tamaño reducido, creíamos que por dentro seguiría la misma dinámica y todo fue un grandísimo error, ya que las numerosas mesas que luego se verán en la foto, eran completadas con sillas cómodas de madera para tener la espalda siempre recta y firme.
Sumemos que el hombre de primeras serio y con mirada penetrante, intimida más que otra cosa, hasta que luego charlas un poco con él y te das cuenta de que es una fantástica persona, que habla con todos y que sonríe sin parar, siempre simpático y amable. Todo fueron prejuicios que pronto agraciadamente se desquitaron para ver la verdad.
Descripción física y qué es lo que más te llama la atención.
Desde fuera puede verse la terraza del bar en cuestión, que no es para nada grande, si bien caben seis mesas que aparentemente son suficientes para la demanda del bar. Vale que con el buen tiempo, se queden cortas, porque la gente quiere estar fuera, quizás incluso mientras se fume su típico cigarrito; pero en época de frío y lluvia, lo normal es que la gente se vaya para dentro y es por ello que la parte interior es mucho más grande de lo que es la de fuera. Son mesas blancas, cuadradas, con sillas de plástico que lo cierto es que al menos son cómodas a pesar de la primera vista. Además, ahí fuera con sus grandes sombrillas marca Coca Cola desde aparentemente bastante tiempo, recubren de lo que pueda ser demasiada calor.
Las vistas no es que sean demasiado buenas, tan solo bloques y bloques mires por donde mires, pero es esa viveza del gentío la que hace que tenga todo también un color especial. Incluso la contaminación por los coches se nota y al final las conversaciones entre los vecinos se multiplican de la nada, para que todo parezca en familia.
Por dentro, todo cambia, las mesas son marrones al igual que la sillas, y el plástico se deja a un lado por la madera, para darle un toque clásico más a fondo. Justo al subir las escaleras para entrar, te encuentras de repente la barra, y si ya cruzas por la derecha te encuentras de primeras una mesa y sus respectivas sillas. Ya tendrás que doblar hacia la izquierda para ver el pasillo principal y la otra multitud de mesas y sillas que se quedan a la derecha, con la barra amplia y gruesa de madera en la parte izquierda. Los servicios quedarán al fondo.
Con numerosos cuadros al paso de las paredes blancas, no cabe duda de que el dueño le ha querido dar un toque personal al bar para que no quede demasiado soso (cosa que no consigue del todo). Y al fondo, se podrá encontrar una de esas máquinas recreativas o mejor dicho, tragaperras, por las que poca gente pasa debido a que se sabe que cualquier máquina de este tipo tan solo vale para sacarte el dinero en unas pocas tiradas. Por último, en cuanto al cuarto de baño, no es muy amplio, pero siempre se encuentra en perfectas condiciones para su uso, por lo que limpio siempre estará por si te aprieta uno de esos momentos en los cuales ya no puedes aguantarte más.
¿Por qué tendría que ir solo porque tú, Antonio, me lo recomiendes?
No es que tenga una variedad infinita, tampoco es que sus precios sean sobrenaturales, ni las tapas las mejores del mundo, pero ya que pasas por la zona y dudas de un bar decente, donde no saldrás escaldado en el sentido de haber pagado mucho y haber comido casi nada; este bar, el Bar Playa, es una opción segura para que al menos salgas con buenas vibraciones (porque ya sabemos que eso no es tan fácil como parece, y seguro me da tiempo a hacer algún que otro artículo de este tipo de bares que te intentan sacar los cuartos sin ofrecerte nada o poco a cambio).
Y es que si lo vemos por el otro lado, con un precio aceptable, unas tapas grandes y buenas, un servicio adecuado y una zona buena para luego dirigirnos hacia donde queramos, qué más podemos pedir. Pues lógico estando en Granada, algo más que esos adjetivos, pero estate contento al menos.
¿Cómo está normalmente el aforo?
Muy poca gente veo normalmente cuando paso por allí, y vale que no haya pasado muchas veces al mes, pero las suficientes como para decir que por norma general, hay en torno a dos mesas de la terraza llenas y tampoco con mucha gente, pues es frecuente que haya solo una persona tomándose a lo mejor un café, una tostada o simplemente un refresco para pasar el rato con su consiguiente tapa, por lo que el aforo está incompleto por fuera y más aún por dentro, con el sitio grande que es y en la buena zona en la que está. Todo ello tiene un punto bueno y uno malo, y es que no habrá problema de asientos casi nunca cuando vayas a ir, y por otro lado, que si la cosa sigue bastante justa, no sabemos hasta cuándo le será rentable a Pepe seguir con el bar.
Descripción de fondo (para qué, qué tiene, ofrece, objetivo yendo, etc)
Si el bar sigue abierto, y ya son algunos años que lleva así, debe ser sin duda por los desayunos, porque si a la hora de comer que es cuando paso generalmente por allí, está la cosa como decía en el punto anterior (justita); o bien son los desayunos los que pegan el pelotazo o bien la gente para allí a tomarse copas (lo cual no tiene pinta porque tampoco es que tengan un gran surtido de botellas de alcohol allí encima de las estanterías detrás de la barra donde sirven).
Y es que en zona rodeada de institutos, colegios y en general zona de paso de muchas personas a lo largo de las horas, es lógico que más de una madre o padre se pare a tomarse un café con unas buenas tostadas marca de la casa. Por lo que leo en las críticas, hay algunos que las tachan de que la mantequilla no está demasiado bien y otros que todo fue excelente. Para gustos los colores.
No tienen actividades alternativas a las que comento de comida o bebida y ello les corta en cuanto a la gente que pueda llegar a ir durante un día. Tendrían que pensar en algo como hacer ofertas por días, y sobre todo atraer a los estudiantes extranjeros para que se llene al menos de ellos. Supongo que si no lo hacen es porque no les hará la falta que parece, pero igualmente, nunca está de más, que vengan más y más personas a lo largo de los días y mucho menos que siendo estudiantes Erasmus y sabiendo que cobran una beca muchas veces muy interesante; no estaría nada mal que se dejen el dinero allí aunque solo sea un día a la semana. Algún que otro sitio ha pensado en tener en sus recintos un día por ejemplo tándem y la verdad es que no les va nada mal. El Pub Legend por ejemplo, que pasó de ser un pub más a uno de los referentes Erasmus, donde cada día pasan por allí decenas de ellos, donde trabajan gente de fuera y donde al final acabas conociendo a decenas de personas solo por el hecho de haberte tomado algo de vez en cuando, o simplemente pasar por allí, conocer a alguien que se encontraba dentro y al final quedarte atraído por múltiples factores.
Pero no debemos olvidar la clave de este bar, y es su comida casera además de la comida de playa como es el pescado. Variedad de pescado no tienen mucha, pero la suficiente como para estar por encima de otras tantas alternativas gastronómicas de la zona correspondiente a este tipo de comida. A la mítica merluza, se le añaden boquerones, calamares, atún e incluso bonito; por lo que no está nada mal para estar en pleno centro de una ciudad que no tiene playa.
En cuanto a la comida casera, puedo enumerar las siguientes especialidades que he probado:
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Burritos: me encantaron susburritos, grandes, conjugado con patatas y rellenos de carne con pimientos rojos y cebolla que les daban un sabor muy bueno. Su salsa ranchera típica de México le daba esa fuerza que debía, para que nos picara un poco.
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Salmorejo: receta de la casa, que algo tiene que tener de especial, porque aunque lo que se ve es un color y textura muy similares a cualquiera que podamos probar en Granada u otras ciudades de Andalucía; lo cierto es que había algo más que potenciaba todo, quizás más cebolla, quizás ajo, quizás otro ingrediente que no supe descifrar.
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Arroz: con especialidad dándole color amarillo o quizás el negro con tinta de calamar, no hay duda de que es uno de sus platos estrella, y es que a Pepe le encanta y le sale fenomenal, ya que no es raro el día que tenga una olla enorme de este tipo de comida que nunca falla.
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Croquetas: de jamón y queso como suelen ser habitual, están perfectamente fritas para que su sabor intenso y su textura crujiente no se pierda en absoluto. Acompañadas normalmente de patatas fritas, podrás echarte la salsa que quieras para seguir saboreando todo aquello que te gusta y que quieres seguir probando allá por donde te vayas a mover.
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Berenjenas: hablo de las clásicas berenjenas fritas, que con miel están siempre de muerte y que el dueño del local, se cuida especialmente en hacer, para que nadie se quede con ganas de seguir comiéndolas, ya que los platos son increíbles y eso se agradece con un producto que al final, cuesta poco hacerlo y cuesta poco comprarlo.
Por último, nombrar que prepara unos cócteles increíbles, y es que solo diciéndole el tipo de alcohol que te gusta, Pepe sabrá cómo combinarlo de la mejor manera posible para que te lleves un grato recuerdo de la visita al Bar Playa. Combinando alcohol, con zumos y licores que pueden o no tener graduación; elige las copas adecuadas para el tipo que te hayas pedido y con un precio bueno de 3€, no quedarás defraudado con lo que bebas.
¿Y si de dinero no ando muy bien? ¿Es el sitio adecuado?
No hay problema por el dinero, porque la tapa o mejor dicho, el refrescos suele costar dos euros, como es habitual en la mayoría de los sitios de la ciudad de Granada y sabiendo que las tapas son bien grandes, pues no hay duda de que con un par de cervezas y sus correlativas tapas, ya irás perfectamente servido.
Si te da por pedir un chupito, por el precio simbólico de un euro te lo servirán sin complicaciones, y si eres más de licores como el vermú, el precio de nuevo se irá a los dos euros que tampoco está mal. En cuanto, al café con media, vale 1.50 euros y la entera se iría a los de nuevo repetidos dos euros, poniéndose dentro del mercado medio, con un precio que no es barato ni tampoco caro, sino que se encuentra en ese límite por el cual te lo tomas con gusto todo y no te sientes timado. Decir, por otro lado, que algunos refrescos costarán algo más, como es el caso del aquarius que se va a los 2.20 euros (cosa que nunca entenderé por qué, puesto que les sale a todos muy barato).
Tengo ganas de seguir la marcha, ¿cuál sería el siguiente paso apropiado para mí?
Estás ahora mismo en una zona propicia con decenas de alternativas todas buenas. Porque si simplemente te has parado a tomarte una tapa rápida y quieres seguir adelante con ello, tienes la ya mencionada Bodeguita de el Vinny a tiro de piedra en la cercana Calle Sol, pero es que justo en frente de la calle en la que te encuentras está uno de los kebabs que dicen que es el mejor de Granada (vale que lo dicen muchos, y vale que por ello paso de probarlos porque ya el oído me escuece de tantas historias y técnicas comerciales). Si eres de los que quiere este tipo de productos, como sabréis en la Calle de Pedro Antonio, hay casi una quincena de ellos, que se ve completada con la Plaza Einstein donde hay otros tantos.
En la plaza nombrada, Einstein, en la esquina ya para tirar a Gonzalo Gayas, hay un bar del que no recuerdo el nombre, con toldo rojo, pero con unas tapas deliciosas a precio medio, pero con un tamaño muy bueno para estar en una zona donde pasan cientos de estudiantes cada día. Pero es que en la misma Gonzalo Gayas, que está justo cruzando a la otra parte de Plaza Einstein, encontraremos la que para mí es la mejor zona de tapeo de toda Granada, y es que te metas donde te metas no vas a fallar con un perfil claro eso sí, en cuanto a la cantidad y no la calidad, por lo que los especiales que quieran algo más elaborado y lejos de las patatas fritas, esta no será su zona. Con sitios como el Biggies, el chino por el que comes de todo con bebida por tan solo 3.50 euros, Los Grifos que siempre se portan con jarra de medio litro de cerveza y dos tapas por tan solo 3 euros, o bien por uno de mis favoritos como es el Garden, que te acompañará la tapa elegida con un cuenco de ensalada y un plato de patatas fritas con mayonesa y ketchup (mmmmmmmmm).
Si te vas a Pedro Antonio, no hace falta de nuevo explicar como en otro artículo mío, que hay sitios de todo tipo, desde los bares para tomarte algo rápido, hasta otros para jugar al futbolín o billar, otros en los que la música sube y puedes bailar, y otros en los que simplemente querrás salir a toda velocidad porque el rollo que llevan no es el tuyo (es el típico de Las Marismas, que justo al entrar y petado de gente que se está comiendo pipas y tirando las cáscaras al suelo, no sabes si huir por el asco que te dan, o quedarte porque te apasionan). Siempre te quedará la opción de la chupiteria muchas veces nombrada, y por supuesto del Escándalo para bailar más a tope.
La Mae West te queda a unos quince minutos desde el Bar la Playa, y la discoteca más cercana sería Khimera (que no sé cómo está pues nunca entré) y algo más lejano Campus. El Pub Legend te pilla a menos de cinco minutos y es otra de las alternativas que no pueden faltar en tu ruta. Si quieres escuchar música electrónica, lo suyo es la Vogue, que además pasando por el Legend y pidiéndote una cerveza, te regalan la entrada, por lo que no ir previamente allí es solo ser torpe. Ambos sitios están pegados a menos de dos minutos andando sin pérdida, porque todo aquel que esté en esos momentos por allí los conoce a la perfección.
Como última opción, que quedaría ya a unos quince minutos del Bar Playa, se encontraría la Booga, que depende del tipo de música que escuches puede ser tu preferida o una a la que nunca vuelvas. Con un estilo más rapero, de música negra, hip-hop e incluso break; no es raro el día que te ponen música swing y la gente comienza a bailar este tipo de baile movido que algún día habría que aprender (solo por curiosidad de ver si las sonrisas de la gente son de verdad o no). Todo el mundo allí bailará de una u otra manera, a su ritmo y su historia, y eso siempre te hace sentir más ganas de hacerlo, de levantarte de la silla, pegar un brinco y darlo todo en medio de la pista. Es barato entrar, 5€ con dos cervezas y por ello siempre hay gente, aunque nunca lo haya visto a aforo completo (no como la Vogue que es raro el día que no esté llena).
¿Cuáles serían los adjetivos propicios para definir finalmente de lo que he hablado?
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Correcto: ya que parece que no triunfa en nada, pero tampoco falla. Sería un David Ferrer de la vida, si lo comparáramos con el tenis, y es que para el que no sepa cómo juega este jugador español, decirle que él, pocas veces pegará golpes decisivos y subirá a la red; sino que esperará devolviendo una y otra bola, a que el rival termine fallando (que normalmente excepto los más grandes, termina haciéndolo). Todo esto traspasado a la jerga en un bar, viene a significar que el Bar Playa no te disgustará pero tampoco estará en la lista de tus favoritos. Lo luchará y te irás más o menos contento, pero nunca te calará del todo.
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Rápido: otra cosa no se, pero que cuando menos te lo esperas, tienen ya todo preparado, caliente (o frío dependiendo de lo que te vayan a poner claro está), y en la mesa, eso seguro. Y es que a pesar de que no te pidan opinión con respecto a la tapa en concreto, eso no quita para que otros muchos lugares tarden una eternidad en ponerte algo encima de la mesa. En este aspecto tienen un sobresaliente y es de agradecer.
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Casero: todo lo que hacen viene de su propia mano, ya que pasan de comprar cosas prfabricadas o ya hechas y tan solo calentarlas un poco para ponértelas. Al final estas cosas se pagan caro con la no vuelta de los clientes, por lo que si vas a poner por ejemplo los burritos míticos del bar, lo suyo es comprar una masa decente y coger ingredientes que estén buenos, para que los que los prueben quieran volver a repetir el próximo día que pasen por allí y no se vayan con el sabor de boca de que se las han intentado colar.
Pero vamos a ver, ¿me juego el all in o no me lo juego?
Juégatelo, quizás te deje indiferente, pero seguro no te defraudará. Como apuesta segura sabiendo que no conoces ningún sitio bueno o especial cerca no está nada mal. Yo lo conocí porque el Vinny estaba cerrado, y como seguro más de un día te acercarás a este sitio y o bien está lleno (hablo de El Vinny), o bien está cerrado por lo que sea (o la tercera opción es que haya fiesta privada); pues no desesperes y vete al Bar Playa a comerte una buena tapa mientras disfrutas de su terraza.
Número, quiero número (vale sí, lo mismo que antes pero más concreto para no discriminar a los que somos de números).
Por todo lo que he ido comentando a lo largo de este artículo y por el hecho de que todo lo hacen entre solo dos personas, con una eficiencia inigualable, debo ponerles un 6.5. Ponerles menos es no ser justos, pero tampoco quiero ponerles un notable por el hecho de que en una ciudad como la de Granada, o te desmarcas con cosas especiales o terminas quedándote corto como es el caso.
Sus variedades no son demasiado amplias, y los desayunos algunos criticados y otros alabados no termina de ser lo más recomendable; por lo que o bien piensan en una estrategia alternativa por la cual atraigan nuevas personas al sitio, o terminarán quedándose siempre por descarte o por la gente que pase por allí, vea hueco y termine parándose. Lo suyo es tener una clientela fija, para que aunque tengas días mejores o peores, lo fijo, la base de todo negocio, te haga que no se te vaya al traste y por tanto no tener que sufrir más de la cuenta a fin de mes.
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