Bar Aliatar
Antonio.... ¿De qué me vas a hablar ahora?
Me pongo con un bar ahora, uno de esos que no te dejan indiferente por mucho que vayas tan solo una vez, o bien repitas varias de ellas. Las razones se irán exponiendo a medida que vaya contestando a las preguntas que creo resumen todo sobre un lugar. No podemos confundir con otros dos sitios de mismo o parecido nombre. Por un lado, una discoteca que se encuentra a unos metros de este sitio, situada en la Calle Recogidas, y que simplemente sabremos distinguir al preguntar a cualquiera por la zona por “bar” y no “discoteca”. Pero es que por otro lado, ya a unos 10 minutos, se encuentra otro bar con el mismo nombre, pero acabado “los caracoles”, por el hecho de que no pueden tener dos bares de la misma ciudad el mismo nombre (tampoco entenderé el hecho de que sean casi igual, claramente confundan a los que allí viven, y a pesar de ello se acepte sin más). En este caso, se encontraría en la Plaza Aliatar (para que quede aún todo más claro, de manera irónica por supuesto).
No me queda otra que deciros qué significa la palabrita que tanto está por la ciudad de Granada. En cuanto al castellano, cualquiera puede comprobar que no existe en nuestro diccionario. Pero si bien el traductor de google me dice que proviene del esperanto (claramente ni de coña), poniendo su significado desde el árabe, me dice que es sinónimo a estructura. Quizás por ello, todos estos sitios tengan una estructura común basada en las formas rectas, sin cargar demasiado la vista, o quizás simplemente sea todo una coincidencia.
¿Alguna página web para completar todo lo que pueda leer aquí?
El Bar Aliatar tiene página web, http://bar-aliatar.es/, donde podemos divisar de primeras numerosas fotos de sus típicos bocadillos, para que directamente y sin más preámbulo ya nos entren ganas de probarlos. En el medio a la derecha, vemos un recuadro donde nos introduce a su historia, que va desde 1947 a nuestros días, y con un público fiel que siempre encontrará sitio donde ponerse en este mágico bar granadino.
Ellos se definen como un bar para tapas y bocadillos, si bien la gran mayoría de la gente que va a visitarlo busca los bocadillos y en mucha menor medida las tapas. Además, se definen como uno de los 50 mejores bares de toda España según Trip-Advisor, si bien si lo buscáis en ésta última página, no lo encontraréis en las primeras posiciones dentro de la ciudad, por lo que la fuente de su información no es demasiado fidedigna.
Pasaremos de esa información, y nos concentraremos en la web. Disponen de una página simple, con pocas divisiones, fruto de que en realidad, tampoco hay que enrollarse para venderse bien. Si metemos lo típico como es la manera de contactar, el dónde está y alguna que otra foto, meter demasiado más, es simplemente hacer que la gente no visite tu página muchas más veces (aunque siempre puede ser entretenido y por ello rectificaría mis palabras). Tienen algún que otro artículo sobre su historia y origen de granada, para sobre todo concentrarse en la galería de los locales que disponen (en el apartado “locales” sabremos más de ellos). De nuevo no se calientan la cabeza con ello, y ponen los bocadillos más pedidos y comidos, para que sumado a la publicidad de su cerveza que ofrecen (como no podía ser de otra manera, hablo de la Cerveza Alhambra), hacer que el público quiera visitarlo en el menor tiempo posible de espera.
Sí claro, sé de qué se trata todo, pero.... ¿Cómo encontrarlo?
El cómo encontrarlo no es tarea sencilla, ni tampoco demasiado compleja. No es sencilla en primer lugar, por el hecho de que en la zona hay tantas cosas que tienen la palabra “aliatar”, que no pocos serán los que se confundan o directamente no conozcan el bar del que estoy hablando. Además, el hecho de que la calle por la que podemos llegar hacia este bar, no tenga el nombre puesto por donde llegamos, no ayuda absolutamente a nada (ayer mismo pasé por allí a echarle un vistazo, y cierto es que no aparece la calle en cuestión). Además, ellos se ponen la Calle San Antón, la cual en realidad se le conoce más por ser la que está al lado de la iglesia de en frente de la discoteca Aliatar que no por la que continúa por el otro lado al cruzar la calle; por lo que el error está asegurado.
Y es que el Bar Aliatar, no se encuentra en una calle paralela de las principales de la zona, sino que está en un recoveco, a la izquierda o derecha según por donde vengamos. La clave entonces para ello, es que nos pongamos en Bib Rambla, miremos por una de sus salidas hacia la Calle Recogidas y dependiendo de si hemos cogido más por la parte de la derecha o por la izquierda, mirar al lado contrario para poder ver esa pequeña callejuela que une ambas opciones y justo en medio, ahí encontrarlo. Por si no queda del todo claro, pongo un ejemplo:
Imagina que estás en Bib Rambla justo en medio. Primero mira hacia donde esté la Cafetería Alhambra (conocida por todos y con carteles que te aclaran todo, por lo que solo tienes que preguntar o mirar tu mismo un poco para llegar a ella). Ahora ya estamos mirando en frente de nuestros ojos dicha Cafetería. Ahora tenemos dos opciones si en esa dirección sabemos que encontramos la Calle Recogidas. Imagina que eliges la que está a tu izquierda, pues ahora debes mirar a la derecha, porque como dije antes, cruza ambas opciones. Si haces lo contrario, tan solo de nuevo tendrás que cambiar la dirección de tu cabeza, pero sabiendo que no se verá del todo el cartel del Bar Aliatar, por lo que si ves varias opciones de callejuelas, métete un segundo y echa un vistazo para ver si la que elegiste es o no la correcta.
En definitiva, el GPS no te va a ayudar demasiado entre tantos puntos cercanos, y al final o bien preguntas o bien te orientas con la recomendación anterior.
¿Y si soy de fuera y no tengo ni idea de llegar hasta allí? ¿Qué cojo?
Como en el caso de otros sitios típicos como la Catedral o alguno para beber o comer de la Plaza Bib Rambla, lo suyo es ir andando, pues aparcar no es nada fácil por allí. La zona más cercana para ello sería por Alhamar, y ya hablamos que tus 10 minutos no te los quita nadie para llegar a tu destino. Entonces, sabiendo esto, lo más sensato es por tanto, el ir andando desde el lugar que estés (vale que todo ello debe entenderse entre comillas por el hecho de poder vivir en sitios realmente alejados, que te hagan no ir andando en 4 vidas o por el contrario perder un pie en el intento).
Si eres entonces, de los que están lejos de la zona, el autobús te dejará en Gran Vía (pregunta por cuál te deja allí), y si por contra coges un taxi, mejor que vayas acompañado para que el levantamiento de bandera no te haga pagar de más por el hecho de no querer andar un poco. Como siempre, todo es saber dónde te encuentras y a dónde vas.
¿Cómo llegaste a conocer el lugar del que me hablas?
Fue hace poco, por una compañera de clase, y es que por su historia, una vez venía de fiesta con unos compañeros de trabajo, habían tomado previamente alguna que otra cerveza, y al final el estómago aprieta y te entran ganas de meterle el diente a algo consistente. Dieron con él al parecer medio queriendo, medio de casualidad, y no les defraudó. Al final, pues ella lo recomienda a los que están a su alrededor, y claramente si siguen estando tan activos como lo están, es por este tipo de publicidad, por ese boca a boca que siempre hace cosas importantes para según qué lugares y en qué momentos (lógico también te puede hundir, todo dependerá de si te lo curras lo suficiente o todo lo contrario). Ella llegó allí, pidió el mítico bocadillo de pollo empanado, le encantó y ya es uno de esos sitios que cuando no sabes donde ir, siempre tendrás a tiro de piedra por los recuerdos de aquella salida nocturna, que seguro pasó bien y por consecuencia completa con este bar.
¿Lo recomiendas para algún tipo de persona en concreto?
La verdad que en este caso sí que el bar parece estar pensado para un tipo de perfil en concreto, como es el de los estudiantes. Las razones son simples, ya que a buenos precios, se complementa el hecho de que la gran parte de los bocadillos que se ofrecen salen de frituras y la salsa que predomina en la mayonesa. Al final, no es que sea muy sano, más bien todo lo contrario (y no por el hecho de la mayonesa, fiel defensor que soy de la misma e informado, que os diré que hecha principalmente de aceite de oliva, huevo y jugo de limón, no podrá ser más perjudicial que el mismo aceite de oliva, y nadie dice que sea malo), claramente por el hecho de las frituras, que con la velocidad que te lo preparan todo, seguro es el mismo aceite una y otra vez.
Lejos de querer entrar en demasiados detalles ahora sobre la comida y el método para hacer el determinado plato que elijamos, lo curioso del asunto, es que no son pocas las personas mayores que se encuentran allí cada día. El perfil medio es el estudiantil, pero el subsidiario se encuentra entre las personas ya jubiladas o casi en periodo de jubilación, con esa pinta de que les da igual ya todo, comer lo que sea, en la cantidad que sea y punto. Quieren comer algo que les guste y claro, este tipo de comida siempre gusta (de hecho, me asombra como la tapa de ensaladilla no para de ser pedida en tu rato allí por este tipo de personas).
En cuanto a clases sociales, vestimenta, etc, aquí hay poco que rascar, porque ni buscan un determinado perfil ni quieren por tanto perder clientes por otros. Se basan en bocadillos, y quién no come bocadillos. Es por ello, que habrá gente en camiseta corta, en camisas, blusas, etc.
Si quisiera visitar el local del que me hablas, ¿Cuándo y cuál sería la mejor opción?
Lo suyo es para la cena, y no porque sea el horario predilecto para comer este tipo de comidas que he dejado entrever que sirven; sino que por el hecho de que la cantidad tampoco es demasiado grande, si solo te pillas uno de esos bocadillos que ofrecen como “grande”, estoy seguro de que te vas a quedar corto sin más remedio y ahora te preguntarás qué debes hacer, si comer más, qué comer, si no comer y quedarte con ese gusanillo que te crece por dentro y no sabes cómo tapar, etc.
Decir entonces, que si vas por la noche, ellos tienen que su horario es hasta las 23.00, si bien los he llegado a ver abiertos algunos minutos más tarde y te sirven sin problema. Como suele ser norma en este tipo de casos (bares hablo), el que haya más o menos gente hace que se cierre más o menos temprano, aunque haya un horario fijo que cierra a las 23 de la noche.
Si tienes pensado visitarlo por el hecho de que no haya demasiada gente para poder comer tranquilo y que te sirvan rápido, te diré que no tendrás problema alguno con este bar, pues siempre son eficientes, hay numerosos trabajadores por todos lados detrás de la barra y si encima sumamos que mágicamente te hacen todo al segundo; pues la verdad que en cuanto a la hora no te preocupes, porque muy pronto tendrás ese bocadillo que estás deseando probar y que tanto te han hablado de él. Decir al respecto, que tampoco pierdes tiempo en cuanto a mirar sitio donde ponerte, porque la barra hace una especie de octógono y por lo tanto, suele haber sitio en la misma muy cerca de donde van preparando las cosas (además de los respectivos asientos que siempre hay).
¿Primeras impresiones?
Notas un nerviosismo especial y es que no es para menos cuando lo ves con muchas personas, todas con una bocadillo o tapa que parece deliciosa, con el estómago que te aprieta para que ya te decidas y pidas algo y encima con un complejo organizativo de gente trabajando, que parecen haber nacidos ya con hiperactividad. Se mueven y mueven por todos los lados más allá de la barra y les digas lo que les digas, siempre sabrán qué hacer y cuándo hacerlo. Por poneros un ejemplo, la primera vez que estuve, y pagué, me cogieron el dinero sin preguntarme qué había pedido (lo pagas una vez terminas y quieres irte), y sin decir nada más, y tras haber puesto otros varios bocadillos a la gente del local, simplemente como el que no quiere la cosa, deja las monedas exactas que te pertenecen lo más cercanamente posible que se lo permita al trabajador y ya está (no errores, no doubts).
Si hay algo que por encima de todo te llama la atención de primeras, y por supuesto una vez te ponen lo que te han pedido, es la cantidad inmensa de mayonesa. Y es que ya sea con pollo, ya sea con queso, ya sea con lo que sea, te van a meter una cuchara gigantesca dentro de un bote de 5 kilos de mayonesa (mínimo, porque es el típico bote de pintura que solemos ver, enorme), y con todo lo que arrastre, ahí que irá para dentro. La mayonesa en sí no está mal, es suave, si bien tanta cantidad para el que no esté acostumbrado le puede pasar factura. No es anormal ver cómo alguien tras haber comido en el Bar Aliatar, se lleva las manos a la barriga porque sabe que su digestión ni está siendo buena, ni va a tardar poco en terminarse. A pesar de ello, no seamos tiquismiquis que lo único que tenemos que hacer es pedirle un tenedor o cuchara a los camareros y siendo ésta servida a los pocos segundos, tan solo hay que quitar lo que creamos oportuno hasta tener esa cantidad que creemos perfecta para el bocadillo en cuestión.
Y ya para rematar sobre la mayonesa, lo curioso del asunto es que hay un cartel que te dice, extra de mayonesa 10cts y mega extra de mayonesa 15cts. ¿Cómo puede ser posible que alguien se pida un mega extra de mayonesa con ingentes cantidades de la misma que te sirven en cada cosa que te pides? Vale que yo soy un loco de esta salsa como se puede notar de muchos artículos que ya he escrito en la página, pero eso se pasa del límite humano. No hay duda de que el dueño del local es amante más que nadie de esta salsa más sana de lo que muchos se creen.
Por último, sobre las primeras impresiones, se comprende perfectamente que a la entrada principal a la derecha te encuentres con una balanza en la que te puedes pesar las veces que quieras, de manera totalmente gratuita. Ellos la defienden por el hecho de que te vas a ir lleno, si bien dependiendo de lo que te pidas podrá ser cierto o no (cosa que ya comentaré más adelante). Es de estas antiguas, enormes, con una aguja que puede medir sin problemas medio metro. Siempre veremos a más de una persona que se sube mientras saboreamos lo que nos han servido.
Descripción física y qué es lo que más te llama la atención.
El sitio en sí no es demasiado grande, si bien por el hecho de que la barra como dije es una especie de octógono cortado a la mitad, sí que se aprovecha muy bien el sitio. Alrededor de ella, no será mayor problema el estar de pie o sentado y pedir lo que se te ocurra. Y si no, siempre puedes estar a un metro de ella algo más atrás, rodeado de diversas barras por las que te puedes quedar de pie apoyando lo que te vas a comer sin ningún problema. Si eres de los que prefiere mesita alta en vez de barra, no te preocupes porque también las hay.
Detrás de la barra, se colocan todos los camareros/cocineros, que en ningún momento saldrán de allí, pues no sirven fuera, al no haber espacio para ello (recordemos lo de la callejuela estrecha entre las dos que tiran desde Bib Rambla hasta Recogidas). Por eso, la división que existe entre ellos es más de línea delante detrás que de otra cosa. Están los que te ponen el plato en la barra, te cogen el pedido, te sirven las bebidas y te cobran; y luego los que ponen el pan, fríen lo que tengan que freír, meten los ingredientes dentro de todo y lo tienen listo en pocos segundos. Los unos sin los otros no tienen sentido y se compenetran de una manera excepcional para que todo funcione.
Arriba, podremos encontrar todas las variedades de tapas y bocadillos que ofrecen, haciendo una clara distinción entre los fríos y los calientes, para que sepamos en todo momento de qué manera se nos va a servir. Además, en esa parte de arriba (que todo hay que decir que es bastante alta como se puede ver en la imagen), podemos ver también varios cuadros (por llamarlo de alguna manera), ya sea con su logotipo, con la fecha que nos deja clara su iniciación en todo esto (como ya dije, 1947, si bien en Granada llevan unos 30 años), o más de un jamón colgado.
Decir además de todo lo anterior, que los precios son totalmente públicos y que están escritos en los carteles de los productos que decía arriba que te exponían. Así se ahorran preguntas miles que no valen para nada, y encima quejas y otras cosas que solo les hacen restar. Evitar para progresar.
¿Por qué tendría que ir solo porque tú, Antonio, me lo recomiendes?
Pues porque no solo yo lo estoy recomendando, sino que no son pocas las personas que conocen el sitio, y que una vez conocido, recomiendan a otras personas que vayan para probar sobre todo los bocadillos que proponen. Lo gracioso del asunto, es que en su cartel principal dice: “especialidad en jamones serranos”, y lo cierto es que las veces que he ido nunca vi a nadie pedírselo. A priori debe ser lo mejor que tengan, por ser la especialidad de la casa, si bien yo aún no me la jugué a por ello al querer mejor algo con mucha mayonesa (y bueno..... jamón con mayonesa tampoco es que sea lo más normal del mundo). Aparentemente son de buena calidad por lo que se puede observar una vez allí dentro, si bien algún día lo probaré.
El precio (que luego aumentaré lo que hable de ello), no es malo, aunque tampoco una exageración, pero la clave de todo es que te quedas bien, gusta, el servicio es rápido y eficiente y está en una zona céntrica que muchas veces al ser de paso, hace que digas: “why not?”.
Y por supuesto, porque si eres como yo que le encanta la mayonesa, más mayonesa por menos precio es imposible.
¿Cómo está normalmente el aforo?
Siempre encontrarás a gente dispuesta a comerse un bocadillo apetitoso. Como dije en otro apartado, si bien está pensado para los estudiantes que tienen pocas ganas de cocinar, y que son capaces de estar toda la semana a base de bocadillos; las señoras mayores son numerosas allí, pidiendo la mítica ensaladilla y otras tapas varias para que le de un toque de mezcla entre edades. Pueden caber sin problemas más de 50 personas gracias a la disposición de la sala, si bien se encuentra normalmente entre los 30-35 comensales, que hace que haya “ambiente”, pero que tampoco rebose en demasía para no espantar a aquellos que quieran estar comiendo algo tranquilamente, sin tener que escuchar a la gente hablar.
Descripción de fondo (para qué, qué tiene, ofrece, objetivo yendo, etc)
Primeramente, sobre el objetivo yendo, no hay otro que rellenar el estómago saboreando algo que debe estar bueno al poder elegir entre muchos tipos de tapas y bocadillos, y sobre todo que tampoco te la “claven” demasiado en el precio. Y como sobre todo se basan en los bocadillos, expondré algunos que he probado o han probado la gente que me ha acompañado, y nombraré algunos más que próximamente no me quedará otra que también darles la oportunidad.
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Pollo empanado: fue el primero que me comí del Bar Aliatar, y es que si me gusta el pollo, sobre todo el empanado y sabiendo que la cantidad de mayonesa es sobrehumana; no queda más que pedirlo para ver si verdaderamente todo lo que decían sobre el sitio era real. Seré sincero, el bocadillo estaba bueno, el pollo era grueso, por lo que no te hacían la “mitiquinha” de ponerte un par de filetes a grosor pluma para que abarque pan y punto. De hecho, podrían partirse fácilmente 2-3 filetes del que te ponen, y claro eso es algo que a unos les gustará y a otros claramente no. Hay gente que prefiere tener filetes separados para parecer que comen más, y otros como yo, ya que te comes lo mismo de la carne, pues para qué dividir, si simplemente abres un poco más la boca, y listo.
En cuanto al pollo en sí, la verdad que tenía mucho sabor, estaba perfectamente empanado y frito y como todo, te lo hacen al milisegundo, por lo que por ahí no me puedo quejar; si bien como no todo en la vida es bueno, tengo que decir que el hecho de que no lo acompañen con nada más, y que tan solo te metan un macrofilete gordo en el pan con mil gramos de mayonesa, hace que pueda ser mejorado. Algo de lechuga, tomate, cebolla, maíz incluso o zanahoria no hacen daño a nadie, y al revés, completas aún más el bocadillo, puedes servirlos más grandes, más apetitosos y no es solo fritura sin más. Pero bueno, todos estos ingredientes los meten en algún que otro bocadillo, por lo que la crítica va por este en concreto y ya veremos por cuáles y cuántos más.
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Perrito: que para el que no lo sepa o sea de fuera y se llame de otra manera, es el típico bocadillo basado en una salchicha grande y gorda que recubra gran parte del pan (eso suena un poco mal Antonio, hijo). En este caso es la salsa la clave de todo, pues en contra de la lógica, no te ponen mayonesa (cuando le pega claramente con ketchup como suele ser habitual), y te ponen una medio picante de color más bien marrón rojizo, que sí que tiene mostaza por el sabor, pero que se ve recompensada con otro distinto de ketchup mezclado con algo que sigo sin saber a día de hoy qué puede ser.
No es que sea demasiado grande la salchicha, ni tampoco demasiado gorda, pero el sabor es intento, y quieres seguir probando esa salsa que algún día tendré que investigar de qué se trata exactamente. De nuevo como en el caso anterior, no le meten demasiados ingredientes, más bien ninguno a parte de la salchicha y eso se acaba notando en la crítica hacia él.
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Tortilla francesa: parece simple, pero lo cierto es que no lo es tanto como lo que podemos llegar a pensar. El hecho de que cualquiera de nosotros pueda hacerse en pocos segundos una de ellas, no desprestigia el bocadillo de la misma, que esta vez sí, cumple con todo lo esperado, pues no simplemente le echan huevo y punto, sino alguno que otro ingrediente entre el que está el queso que se va derritiendo al paso de los bocados, y también pavo o jamón de york para que le de un sabor más intenso. Sea como fuere, aquí si te lo rellenan hasta los máximos para que te quedes a gusto. Por supuesto, tiene su gran ración de mayonesa que no puede faltar en una tortilla que se precie.
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Hamburguesa: es de las pocas cosas en las que sí que te echan algo de condimento a parte de la sustancia principal, que como todos podemos llegar a saber, es carne de cerdo. La carne es sabrosa y en su punto, hecha con cebolla para darle ese toque justo de fuerza que hace que sigamos queriendo comérnosla. Además, le echan lechuga y algo de tomate como se suele demandar por los comensales y por supuesto tiene mayonesa, muchísima, pero también otra salsa al gusto del que la pida.
Y es que una cosa no debemos pasar por alto si vamos al Bar Aliatar, ya que cuando queramos cambiar o añadir cualquier ingrediente solo hay que decírselo a la persona que te atienda y encantado estará de ponértelo sin coste superior alguno; por lo que si somos predilectos en cuanto a uno u otro, solo hay que abrir la boca y pronunciar las palabras mágicas para obtenerlo. Lo mismo pasa con las salsas que te echan, pues por ejemplo recuerdo que la persona que estaba a mi lado, cuando se pidió el filete de pollo empanado, en vez de mayonesa, le dijo al camarero roquefort, siendo contundente también la cantidad que le echan de éste, para que el que lo pida sienta que ha merecido la pena.
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Ensaladilla: por último, como otro de los productos estrella, no me queda otra que hablar de la ensaladilla que sobre todo las personas mayores degustan una y otra vez cada día que van al local. Y es que pudiendo pedírtela en el plato o en el pan (yo siempre seré de pan y lo recomendaré), no queda otra que probarla antes de irte del lugar. No es la típica simple con solo patata, mayonesa, huevo y ya está, sino que le meten guisantes, zanahorias y algo de rábano o parecido para que todo sea una mezcla aún más apetitosa. Por la cara de la gente no podía si no describirla, aunque no la haya probado de momento.
¿Y si de dinero no ando muy bien? ¿Es el sitio adecuado?
No es una respuesta tan simple como parece, porque aunque los precios de todo lo que te puedes pedir allí, nunca superará los tres euros, bien es cierto, que para los que tengan los estómagos lo suficientemente grandes, al final la comida se le queda a poco. Y es que hay que recordar que en una ciudad como Granada, te vas a cualquier sitio, te pides una bebida por una media de dos euros y encima te ponen una tapa, ya sea de la casa o bien a elegir por uno mismo. Por lo que, si tenemos en cuenta que en el Bar Aliatar, no te ponen bebida y que por tanto si no quieres atragantarte tienes que pedir algo que te va a sumar todo hasta los cercanos, cinco euros; pues barato, barato tampoco es.
La clave, para todos, es pedirse el bocadillo de tamaño pequeño, y es que los panes que ponen en uno u otro caso, no cambian prácticamente nada, por lo que si te cuesta entre 60 y 80 céntimos más el grande con respecto al pequeño, no hay duda de que este último es la mejor opción. Ahora bien, que si crees que te merece la pena ese plus, porque tampoco quieres comer dos de los pequeños, pues págalos con gusto, porque aunque poco, algo se diferencia con respecto al tamaño de la hamburguesa, de los filetes, o de la cantidad de ingredientes que te vayan a poner.
Pero claro, pensemos una cosa, ¿cuánto verdaderamente cuesta hacer un bocadillo de los que se nos ofrece? Porque el pan tampoco es que sea demasiado bueno, y al final es una de las cosas que se notan cuando vas a comerte uno o varios bocadillos. En mi opinión, se podían portar algo mejor con esto, porque solo con que esté crujiente, en su punto y tenga la calidad suficiente, ya ganan muchísimo. No lo tienen, quieren ahorrar en algo que no cuesta casi nada, y la acaban pagando. Suma que un panecillo de los que te ponen les cueste máximo 15-20 céntimos, y ahora piensa que un filete empanado no superará jamás los 50 céntimos (sabiendo que puedes encontrar un kilo de pollo fileteado a 3,90 euros en muchos sitios), por lo que lo único que hay que sumar es la mayonesa, que siendo de esos botes enormes de varios kilos, tampoco les debe salir muy caro el hecho de que te echen muchísima en una cucharada (pongamos 15 céntimos más). Al final, uno de los bocadillos típicos grande les sale a menos de 1 euro en todos los casos y lo cobran a 2.50 euros, por lo que barato barato no es. Eso sí, de alguna manera habrá que pagar los numerosos sueldos de las personas que trabajan allí cada día durante jornada completa, y pagar el mantenimiento del local, sin contar con la luz y el agua que teniendo tantas freidoras, no deben ser facturas precisamente bajas.
En conclusión con este apartado, no es muy caro, pero tampoco te saldrá barato si tu intención es beber algo y comer lo suficiente como para no pedir nada más en el almuerzo o la cena.
Tengo ganas de seguir la marcha, ¿cuál sería el siguiente paso apropiado para mí?
El hecho de que el Bar Aliatar y la discoteca Aliatar estén al lado, te hace meterte ese sentimiento por dentro, de que al menos tienes que darle una oportunidad a esta discoteca (ya sea por destino, señal o lo que sea). Y es que no es ninguna mala opción sabiendo que el ambiente y la música son muy decentes, con una decoración moderna, con luces que no te dejarán indiferente y con unos porteros que siempre se portan y respetan. En cuanto a la gente que va suelen ser ya personas de en torno a los 30-40, por lo que tenlo en cuenta si finalmente es tu decisión. Por supuesto deberás pagar, en torno a 10 euros, que tampoco hace que se te vayan a caer los anillos, claro.
Por otro lado, Granero no está muy lejos, si tu intención es irte a algo más movido y con sensación de que está más lleno. Es uno de esos sitios que nunca falla vayas el día que vayas, y eso se agradece para tenerlo en la retina. Es gratis y la música que te suelen poner es reggeaton, hip-hop o bien algo más electrónico con un toque de pop para que la gente le de por ahí.
Además, no muy lejos de allí, veremos la plaza de los lobos, donde hay dos sitios clave para según que plan llevéis. Por un lado, el Pub Legend, donde siempre habrá erasmus por todos lados, donde los chupitos cuestan un solo euro y donde el buen rollo abunda. Con una música más de RnB, Hip-Hop y algo más movido, se capta la atención del público y hace ganar clientela fiel a lo largo del año, para que siempre haya gente con ganas de ir allí. Sumemos, que pidiéndote una cerveza o cubata, te dan la entrada gratis a la discoteca Vogue que se encuentra a escasos metros de la plaza, pues no te queda otra que pasarte por allí en las previas de las fiestas que tengas pensado montarte, con el consiguiente “all in” para generar “amistades” para futuras visitas.
Al lado, hay un lugar diferente como es el Pensylvannia, en el que podrás tomarte una copa de una marca media a tan solo 3.50 euros, por lo que muchos lo que hacen es pedirse los chupitos en el Legend y luego una copa en el Pensylvannia para entrar en ambiente. Por ello, también habrá siempre un número curioso de personas con las que entablar una conversación o lo que surja (ya llegará el momento de expandirme sobre estos sitios míticos de la ciudad).
Por último, justo al lado del Pensylvannia, hay un sitio también con un sentido especial, pues siempre con música Jazz, Soul y Swing, te entran ganas de bailar tarde o temprano. Ideal para ir con alguna persona a la que queramos conquistar, este sitio con encanto, tiene todo lo que podemos esperar de un sitio con estas características, pues a bebidas de todo tipo, siempre te muestra una decoración especial, ya que las estanterías de libros antiguos abundan por todos lados, huele a madera antigua y las mesas están recolchadas con imágenes de todo tipo para hacerte ver que estás en los años 50-60 de la época. La música es de la misma época como no podía ser de otra manera, y aunque los precios no son del todo buenos, no le podemos pedir mucho más a un sitio así.
¿Cuáles serían los adjetivos propicios para definir finalmente de lo que he hablado?
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Diferente: y es que solo el hecho de que la salsa principal con la que van a rellenar absolutamente todo todo lo que pueda, sea la mayonesa, ya lo hace un sitio especial, un sitio clave para aquellos a los que como a mí, nos encanta esta mezcla de aceite de oliva, huevo y jugo de limón (además de muchas otras cosas, claro está). Si le sumas el medio octógono de la barra principal y encima que anteponen la simpleza de poner el ingrediente base y clásico a atiborrarte de verduras que por supuesto no a todos les gusta (mítico bocadillo en el que hay más lechuga y tomate que de lo que te has pedido); por lo que les da prueba clara de sinceridad, de ser francos, y acordes a lo que venden.
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Propio: se centran en bocadillos y poco más. No intentan abarca muchas cosas con las que seguramente nunca estarán los demás satisfechos, por lo que para qué hacer 8 cosas regulares, si se pueden hacer 3 buenas o una muy buena. No hay duda de que esa es la perspectiva del Bar Aliatar y por ello se merece mención (lo nombro como algo positivo).
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Recatado: en el sentido de que no les hace falta mucha publicidad ni en redes oficiales ni una gran página web, ni por supuesto tampoco anuncios en radio y televisión para ser competitivos. Están vivos desde 1947 y si siguen en marcha es por algo. Saben a lo que “juegan”, continúan con lo mismo y ello no puede significar otra cosa, de que se están haciendo bien las cosas. Funcionan sobre todo por el boca a boca y al final es un ciclo en el que si una persona acaba contenta, acaba haciendo que otros visiten el lugar y por ello se llegue a ese bucle infinito, en el que no te queda otra que ir si alguna vez has escuchado de cualquier conocido (o no), algo medianamente bueno del sitio.
Pero vamos a ver, ¿me juego el all in o no me lo juego?
Juégatelo, aunque solo sea para probar el kilo y medio de mayonesa que te vas a meter entre pecho y espalda y por el que quizás nunca jamás vuelvas a ese sitio, o por el contrario sea uno de los sitios preferidos de tu estancia en la ciudad de Granada. Si no lo pruebas no lo sabes, y está claro de que es momento de ponerte y punto. Anímate a ello, recuerda de cogerte el bocadillo de tamaño pequeño al no haber demasiada diferencia entre éste y el grande y poco más, disfruta y cuéntame tu experiencia si has ido o vas a ir a este local.
Número, quiero número (vale sí, lo mismo que antes pero más concreto para no discriminar a los que somos de números).
Le pongo un 6, no más, y es que aunque haya dicho algunas que otras cosas buenas sobre el bar, al final estando en una ciudad perfecta para comer o tomar algo, el hecho de pedirte un bocadillo que no prima ni por su tamaño, ni por sus ingredientes, ni por su precio ni por su comodidad, hace que termines decantándote por otros tantos a los cuales seguro se les cogerá más cariño. No están tampoco nada mal y por eso los apruebo, pero que lleguen al notable sería un insulto para todos los demás que les hace competencia y que iré desentrañando poco a poco.
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