Duomo

La Catedral de Milán, más conocida como Duomo, se encuentra en la Plaza del Duomo (Piazza del Duomo). Es una de las catedrales más bonitas que he visto, y también, es una de las más famosas.

El nombre "Duomo", es muy característico de las iglesias de Italia, significa “casa de Dios”; el nombre real de la catedral de Milán es “Basilica cattedrale metropolitana di Santa Maria Nascente” pero se conoce más como Duomo.

La catedral es de estilo gótico, tiene una altura de 108. 5 metros, 157 metros de largo y una superficie de 11. 000 metros cuadrados. Tiene capacidad para ¡40. 000 personas! Es la tercera catedral más grande del mundo y la primera más grande de las catedrales góticas. Cómo yo ya sabía estos datos me decepcioné al ver la fachada principal, ya que la vi muy pequeña (o yo tenía muchas expectativas), aunque los laterales y el interior no me decepcionaron. Lo que me encantó de la fachada es la terminación de las torres y del tejado, creo que es un trabajo bastante elaborado y detallado, y le aporta una imagen muy característica.

Tiene un tono blanco, que la hace muy bonita y diferente, pero también depende de cómo la iluminen, ya que a veces estaba algo más amarillenta o rosada.

Si de día es bonita, de noche creo que aún más. El contraste entre el cielo oscuro y el color claro de la catedral con su iluminación es digno de ver. Por lo que si podéis es mejor visitarla de día y de noche. De noche hay menos turistas y se puede disfrutar más de las vistas.

La planta tiene forma de cruz, cómo muchas otras catedrales. El interior es también muy bonito. El techo es muy alto, y al ser una catedral tan grande, te da una sensación de majestuosidad y de inmensidad característica de las mejores catedrales. El altar era muy bonito. Habían esculturas y pinturas; la escultura que más me llamó la atención fue la de San Bartolomé de Marco da Agrate, no por bonita, sino porque reflejaba todos los músculos y venas del hombre de manera pronunciada (luego me enteré que es porque desollaron a este santo). También entré a una cripta (de forma gratuita), son tan pequeñas y hay tanta gente que agobia un poco, pero merece la pena verla.

Al entrar a la catedral hay una tienda de souvenirs que tiene forma de cuadrado, pero no se puede entrar dentro, sino que unas dependientas te despachan lo que quieres como si fuera un kiosco. Había rosarios, postales, miniaturas de la catedral, collares, etc. Y el precio no era demasiado elevado.

Se puede subir al tejado de la catedral, y creo que la entrada vale 8€ si se sube en ascensor y 5€ si se sube por las escaleras. Dicen que la visita merece la pena, tanto por las vistas (Milán no es una ciudad muy bonita pero las vistas están bien), como por ver los detalles de la catedral desde más cerca. Tiene unas torres muy muy finas que acaban en punta con muchos detalles, que desde allí se tienen que ver muy bien.

En el lateral derecho de la catedral, hay una pantalla de publicidad gigante. No entiendo como se prestan a algo así, bueno con mucho dinero a cambio está claro, pero es un edificio religioso y el símbolo de Milán, así como una de las catedrales más famosas del mundo. Es horrible tanto estéticamente como simbólicamente. Espero que otras catedrales no se presten a este tipo de Marketing, ya que aunque las catedrales atraen a muchos turistas, da una muy mala imagen, lo pueden poner en un edificio de la plaza en vez de en la catedral.

Algo que me sorprendió bastante, y no gratamente, fue que para hacer fotos había que pagar 2€ por una pulsera que te permitía hacer todas las fotos que quisieras sin flash. Entre la pantalla, y esto parece más un negocio que una catedral. Respeto que no te dejen hacer fotos, pero ¿sólo para los que paguen? ¿Qué será lo próximo?

La Plaza del Duomo (Piazza en italiano) es muy grande y turística. Estaba llena de gente; unos haciéndose fotos; otros jugando con las palomas, llegué a ver a dos hombres que ponían los brazos para que se posaran las palomas, era algo bastante raro, no sé si es que llevaban pan en los brazos. También hay que llevar cuidado porque al ser tan turística también hay carteristas. Y, los vendedores de souvenirs son bastante pesados, entiendo que es su trabajo pero es que son muchos dándote el follón durante la visita, además son de lo que te tocan y te ponen la pulsera en la muñeca. Tampoco aceptéis las rosas de los vendedores, te dicen hasta que son gratis, las coges, y al rato vuelven para quitártela si no les das dinero, no sé si les funcionará mucho la táctica.

En la misma plaza está una de las entradas a la Galería Vittorio Emanuel II, llena de tiendas.

La parada de metro se llama “Duomo” y se llega con las líneas 1 y 3. Si cogéis la salida que va directa al Duomo, os gustará, ya que está en la misma plaza y cuando vas subiendo las escaleras para salir fuera la catedral va a apareciendo poco a poco en frente tuyo.

Si estáis pensando hacer un viaje a Milán y buscáis ideas o itinerarios, este artículo os presentará una guía de Milán muy útil.

El destino turístico por excelencia en Milano es su imponente catedral. Antes de venir, había visto fotos de esta majestuosa iglesia, ¡así que estaba ansiosa de verla en vivo y a todo color! Llegué a Milano desde Torino en bus, a la estación Lampugnano y desde ahí tomé el metro para llegar hasta el Duomo. Así que el Duomo (como llaman a esta catedral) sería lo primero que vería en Milano. Cuando salí del metro y comencé a ver el Duomo, ¡wow! ¡Me sentí tan impresionada de ver ese edificio! Me dejó sin aliento.

Ese primer día no entré a la iglesia, sino que preferí solamente observarla desde afuera y caminar por los alrededores de la plaza. Cabe decir que es todo un placer simplemente caminar por las calles de Milano y poder admirar sus bellos edificios, con sus puertas, su herrería y todos sus demás hermosos detalles arquitectónicos. Aunque bueno, en cuanto al ritmo de esa ciudad y el trato de la gente, me gustó menos que Torino. Como es una ciudad más grande (¡mucho más grande! ), pues la vida es más acelerada, se nota que hay más movimiento y estrés. En fin, todo eso no quita la hermosura de la catedral de esta ciudad;)

Un poco de historia...

Esta imponente catedral tiene una arquitectura de estilo gótico. Ya había visto varias iglesias y catedrales de este tipo porque en Francia las hay. En México, nuestras catedrales y templos son más bien tipo barroco, colonial. Sin embargo, el Duomo de Milano los dejará sin aliento. Es normal ya que por su tamaño, es la segunda catedral más grande de todo el mundo (la primera se encuentra en Sevilla, España).

Como ya se imaginarán, una catedral así de grande necesitó muuuuchos años de construcción. De hecho, su edificación inició a finales de siglo XIV (en 1386, para ser precisos) y se terminó a principios del siglo XIX. Es decir… ¡se llevó un poco más de cuatros siglos para acabarla! Y de hecho, hubo algunos detalles que fueron completados durante el siglo pasado.

Por cierto, me di cuenta de que las calles aledañas a la catedral están trazadas tomando como punto de referencia este edificio. Y es que en un inicio, el Duomo estaba pensado como el centro de Milano. Además, una amiga me contó que durante varios siglos hubo incluso una ley que prohibía que se construyeran edificios más altos que el Duomo. Eso habla de la importancia de este monumento.

La visita, parte I: el Duomo

Si bien es cierto que, como dicen, “por ver no se paga”, en el caso del Duomo de Milano es una verdad a medias. Afirmo esto porque por ver el imponente exterior de la catedral no cuesta ni un solo centavo. Pueden quedarse embobados observando la infinidad de detalles de este edificio. Creo que habría que visitar este monumento en más que una ocasión para llegar a apreciar su belleza al cien por ciento. De por sí que es un inmueble enorme, pues súmenle a eso que está cargado de esculturas, gárgolas, columnas y demás detalles arquitectónicos.

Bueno, eso es para el exterior… ¿y el interior? Pues el primer día me di cuenta de que para entrar al Duomo se tiene que pagar. A diferencia de Notre Dame de Paris, donde la entrada es gratis y sólo cobran si quieres subir a las torres, el acceso a la catedral de Milano tiene un costo de 2€. Si quieren hacer una visita guiada son 4€ más (6€ en total) o si quieren subir a las torres para apreciar la vista panorámica de la ciudad, tendrán que pagar 18€.

En realidad, ok, no es un precio alto para poder entrar al monumento, pero me sorprendió (y no positivamente…) el que se tuviera que pagar para poder visitar el lugar… en fin. Dinero, dinero, dinero… Italianos avaros.

Si quieres entrar, escucha a tu mamá… ¡ponte suéter!

Las mamás siempre nos dicen “tápate bien, ponte un suéter, estás todo destapado”. Pues en la catedral de Milano les pasará algo así. Con el pretexto de que se debe entrar a la iglesia vestido de manera "apropiada" (entiéndase, no camisetas sin mangas... ) te venden un mísero "kimono" desechable... ¡por 2€! Y que ojo, esos 2€ son extras a los que se pagan por el boleto de entrada, eh. Además, estoy segura ese “kimono” no cuesta ni 50 centavos... en fin.

Evidentemente la razón de este "código de vestimenta" es únicamente el sacar más dinero. Como dijo un señor que estaba detrás de mí cuando entré a la catedral: hace tiempo que Milano no es una ciudad católica, además de que no tiene absolutamente nada de inapropiado el estar vestido(a) con una camiseta o blusa sin mangas. Si se tratara de un vestido con un amplio escote, de una falda súper corta, etcétera, pues podría entenderlo (tal vez... ), pero en fin... pues el caso es que cuando supe eso, mi primera reacción fue la de decir: ¡Pues no entro a la iglesia y punto!

Peeeeero caminando unos cuantos pasos, me dije que sería una lástima el estar en esa ciudad, el haber atravesado todo un océano para venir a Europa y no visitarlo por un capricho mío (sí, que en cierta forma era un capricho lo que estaba haciendo ). Así que… ¡encontré una solución respecto al famoso kimono!

El piso de la catedral. Hecho en mármol.

Fui a la puerta por la que salían los turistas y le pregunté a una chica si me podía regalar el suyo. La primera me dijo que no, que porque volvería a entrar, pero la segunda me lo dio de muy buena gana y con una amplia sonrisa. Realmente fue muy generosa conmigo. De hecho, cuando le pedí su kimono, su novio le decía que no me lo regalara, que le había costado 2€ y que me lo vendiera a ese precio. Todo eso lo dijo en italiano pero yo lo entendí perfectamente. Sin embargo, me hice la que no entendía, puse mis ojitos del Gatito de Shrek y la chica me lo dio. Así que bueno, si van a entrar a la catedral, lleven una blusa de manga corta, un suéter o una mascada para cubrirse los hombros. O como última opción, pidan un kimono regalado, como yo. Que vamos, quítense la pena y como dicen: el no ya lo tienen, ¿qué les cuesta ir por el sí?

¿Dónde compro mi boleto?

Pueden ir a una de las varias taquillas que hay ahí. Hay 5 o 6 en total donde pueden adquirir los boletos de entrada (o los míseros kimonos). Aunque eso sí, o van temprano o se arman de paciencia para esperar en una larga fila a que les toque su turno (sí, no serán los únicos turistas que querrán visitar este lugar).

Un pequeño tip que les puedo dar es que vayan a la taquilla 3, que se encuentra justo detrás de la catedral. Al estar "algo escondida", hay mucha menos gente que en las otras. Aunque eso sí, nada es perfecto: aunque la espera será más corta, la amabilidad no estará a la orden del día… Los que atienden en esa taquilla no son nada amables. ¡Se nota que les encanta su trabajo!

El primer día que llegué a Milano, pedí ahí un mapa de la ciudad (fue gratis, menos mal) y el señor de esa ventanilla me lo dio sin siquiera mirarme a los ojos ni dármelo directamente en la mano, con una actitud de "Toma y ya vete, no estés molestando". En cambio por ejemplo, en Torino, ¡qué diferencia en la oficina de turismo! Sonrientes, muy amables, agradables, etcétera. Puedo entender que Milano es una ciudad más grande y más concurrida que Torino, pero un mínimo de amabilidad no estaría nada mal... en fin... El segundo día regresé ahí (obligada porque era donde, ya lo dije, había menos gente) para comprar mi boleto y... mismo señor, misma actitud. Pues, afortunadamente no todos los italianos son así, me he topado con gente muy linda, eso sí.

La visita, parte II: el museo del Duomo di Milano

Si creyeron que una vez habiendo recorrido el interior de la catedral, la visita estaba terminada… ¡no! ¡se equivocan! Resulta que el boleto de 2€ también les da derecho a visitar el museo del Duomo di Milano.

Personalmente durante los viajes no soy mucho de museos, pero cuando iba a salir de la catedral, no sé por qué se me ocurrió ver mi boleto y vi que decía "Catedral + Museo". De hecho, no pensaba ir ahí pero me animé porque vi que otra chica preguntó dónde estaba el museo, así que seguí su ejemplo. ¡Fue una muy buena decisión!

Es un museo grande, con muchas salas. Debido a que yo visité la catedral algo tarde, cuando fui al museo no me quedaba mucho tiempo para recorrerlo. En este museo podrán apreciar piezas de arte religioso.

Hubo varias piezas que me cautivaron. Una de ellas fue una elaboración nada más y nada menos mexicana, hecha a partir de plumas de pájaros tropicales.

¡Todo está hecho con plumas!

Tal vez en la foto no se aprecie tan bien, pero realmente es muy impresionante el ver el trabajo tan detallado, las figuras humanas hechas tan minuciosamente. Me pregunto cuánto tiempo habrá sido necesario para su realización…

Éste es uno de los primeros objetos que pueden admirar al entrar a este museo. Esta cobertura de Evangelio está tallada en marfil y tiene algunas incrustaciones de piedras preciosas.

Estas pinturas y su realización en arcilla también me llamaron mucho la atención. Se puede comparar la diferencia de los detalles entre las pinturas y las esculturas. Por ejemplo, la expresión de los personajes no es la misma en el boceto que el la escultura.

Había también gárgolas y varias estatuas.

Todas las piezas del museo son de arte religioso. Me sorprendió la diversidad de objetos que hay ahí. Desde pinturas y esculturas, hasta telas y coberturas de libros.

Recomendaciones generales…

• Para disfrutar al máximo de su visita, vayan lo más temprano posible. Ok, si no les gusta madrugar (como a mí), pueden ir a partir de mediodía. Después, pueden hacer una pausa para comer en algún restaurante o café cercano y terminar su recorrido en el museo. Realmente recomiendo ir a los dos lugares. Ambos son muy interesantes.
• El famoso kimono… ¡lleven suéter! O camiseta con mangas. O en el peor de los casos, un chal para que puedan cubrir esas partes de su cuerpo que (de acuerdo al comité turístico de la catedral) causan tanta tentación… ¡los hombros! Además, en lugar de ser estafados y de pagar por un tonto kimono hecho en China, podrán comprarse mejor un rico helado italiano.
• Si van en verano, chequen bien los horarios. Verifiqué en la página internet y me parece que no son los mismos según las temporadas. Cuando yo fui, entré a la catedral a las dos de la tarde, aproximadamente. Salí a las cuatro y media y, como el museo cerraba a las cinco y media, sólo tuve una hora para visitar velozmente el museo.

En conclusión, tanto la catedral como el Museo valen la pena. Pueden visitar los dos en dos horas, dos horas y media.

Cuando estudiaba Italiano en Lima y miraba mi libro con la página del Duomo, me preguntaba siempre cuando llegaría el día en que al fin pueda conocerla. Y ese día llegó como regalo de Navidad cuando en Diciembre pude ir a conocer Milano con mi tía y mi prima.

Para llegar al Duomo fui por tren, después de estar unos días en Voghera sentía que estaba en una gran ciudad, y por ello iba a ver al menos por fuera al Duomo que es la catedral de la ciudad y la segunda más grande del mundo.

Toda la Arquitectura del Duomo es impresionante, son piezas y piezas que parece que esta obra arquitectónica fuera un armado de rompecabezas (mi prima me contó que demoraron muchos años en terminar de construirla) así que eso ameritaba.

Para los conocedores del arte van a darse cuenta que el Duomo tiene un estilo Gótico por su arco apuntado además de sus detalles alzados.

No pude oportunidad de ver el Duomo por dentro pero, tengo que regresar para poder visitarla y subir y a la parte más alta para apreciar esa maravilla.

Cuando pasé por el Duomo las fachadas estaban iluminadas y al costado del Duomo vas a encontrar un mercado donde venden queso y artesanías.

Milano me encantó y el Duomo fue lo mejor que pude haber visto en mi corto recorrido a esta parte della bella Italia.

¿Dónde deberíamos pasar las navidades este año? Y el primer país que me vino a la mente fue ¡Italia! Y así, las navidades de 2011 fueron las mejores navidades que he pasado con mi familia. Había muchas cosas que ver en Italia, pero muy poco tiempo para verlo todo. Nuestro primer destino fue Milán, la segunda ciudad más famosa de Italia. Como todos sabemos, Milán es reconocida internacionalmente como una de las mejores capitales de la moda del mundo, por lo que alguna compra al principio no haría daño. ¿Dónde ir después en Navidad? Déjame contarte mi inolvidable experiencia en la Piazza del Duomo mientras disfrutaba la víspera de Navidad.

Molto bello! La bonita catedral diseñada es la más grande de Italia y la cuarta más grande del mundo, y define completamente su hermosa arquitectura. ¿Te puedes creer que esta catedral tardó 6 siglos en ser construida? Mi cerebro ni siquiera puede poner este hecho en orden, seguro que fue un desafío infernal para los arquitectos. El primer pensamiento que vino a mi mente cuando vi la catedral fue que es de "estilo gótico". Después de algunas búsquedas encontré que el nuevo arquitecto que llevaba el proyecto en 1649, Carlo Buzzi, decidió cambiar el exterior del edificio dándole el estilo gótico que se planteó en un principio.

Y aquí está una vista del espectacular Duomo de noche. Esto era arte a gran escala.

Allí podríais ver el destello plateado del oropel del árbol de navidad que estaba plantado allí como un modelo adornado con joyas. Ese árbol rodeado de una enorme masa de gente contagiada del espíritu navideño.

Se podía oler la nieve en el aire y había una sensación de calidez y felicidad que llenaba el espacio.

Otra foto del impresionante árbol de navidad de noche.

A veces hay una larga cola en la entrada principal de la catedral, y algunas personas se dirigen a la entrada señalada que se dirige a un ascenso de 250 escalones. Los tickets para la terraza que hay en el tejado cuestan 6'50 euros cada uno. Aquí podéis ver el interior de la catedral. La gente inserta monedas en la caja de donaciones y encienden velas diciendo una oración. Debo admitir que me encanta cómo están alineadas las luces.

¡Ey! No olvides dar una vuelta en el bus turístico de Milán. Cuesta alrededor de 22 euros los adultos y 13 euros los niños. Godetevi il viaggio! (Disfruta el viaje).

El corazón de Milán es, sin lugar a dudas, ¡el Duomo de Milán! De estilo gótico y construida con mármol Candoglia, la catedral cuenta con 150 m de largo x 93 m de ancho x 108, 5 de alto (en su punto más elevado). Desde mi punto de vista, es imposible pasar por ella sin detener el paso. ¡La riqueza de los detalles es simplemente increíble!

¡Su visita es obligatoria! Contar con el tiempo suficiente sería la mejor de las opciones para poder disfrutar de la visita con calma; ya que son tantas cosas que ver que serán muchos los detalles que pasarán desapercibidos. Basta pensar que su construcción tuvo una duración (alucine) de casi 500 años! Existe incluso una placa que data del inicio de su construcción - 1386!

La entrada a la catedral es gratuita, pero cuidado, si quieres sacar fotos ¡deberá pagar por ellas! Para ello, debe acercarse hasta una mesa próxima a la entrada de la iglesia, y, por el precio de dos euros, recibirá una pulsera como muestra del pago realizado. De acuerdo, not a big deal! Con ello, podrá acceder a casi todo el recinto de la catedral, incluyendo uno de sus sectores subterráneos el cual, con un acceso no visible a primera vista, se encuentra en las profundidades del lugar. Además, pagando un precio adicional, existe todavía la posibilidad de visitar la "sala del tesoro".

Todo lo visto hasta el momento es bonito y maravilloso, ¡pero nada puede compararse con las vistas desde la azotea! Puede subir por las escaleras o coger el ascensor por un precio de 7 y 12 euros respectivamente.

Yo, como persona joven y ahorradora, decidí subir por las escaleras. Tome aliento, porque son varios ( v-a-r-i-os e interminables) escalones. ¡Pero bien, garantizo que merece la pena! Desde la terraza del Duomo tiene una vista increíble a la Plaza del Duomo y sus alrededores, además de poder ver con mayor proximidad los pináculos y sus estatuas. En el punto más alto de la catedral, vigilando a los milaneses, se encuentra situada una estatua de Nuestra Señora, La Madonnina, un verdadero símbolo para la ciudad.

Podrá encontrar más información sobre los precios y los horarios aquí.

¡Preste atención a su vestimenta! Debe llevar algo que le cubra los hombros, ya que no está permitido entrar en la catedral con ellos al descubierto. Las mujeres que quieran subir a la terraza no podrán llevar falda ni vestido.

Se trata de una visita que, a ser posible, ha de realizarse más de una vez. Ya que por más que uno quiera capturar la escena con fotografías, nunca serán suficientes para reproducir lo que es visto con los propios ojos en ese lugar. En parte, se debe a la imposibilidad de poder encuadrar la dimensión de la catedral (generalmente, centra su atención en el edificio como un conjunto, o se interesa por los detalles - frustrante, en el buen sentido de la palabra). Definitivamente, ¡se sentirá como una hormiga dentro de ella!

Preste atención a las vidrieras que narran historias de santos y profetas.

Bajorrelieves y parte de atrás de la catedral.

Increíble estatua de San Bartolomeo cargando con su propia piel.

Planta subterránea. Detalle del techo.

Vistas desde la terraza.

Detalles de la terraza.