¿Qué ver en Milán en 2 días?

Si tienes poco tiempo, muchas ganas y no sabes qué ver en Milán en dos días, en este artículo te contaremos cómo sacarle el mayor partido a tu visita a Milán en tan solo un par de días, así que no te lo pienses y sigue leyendo. Además, aquí encontrarás muchas opciones para todo tipo de viajes, tanto cosas que hacer en Milán con niños como si se trata de un viaje a Milán con amigos; en este artículo encontrarás montones de cosas que ver en un finde en Milán y hasta te puede servir si no sabes qué hacer en Milán en Navidad o estás pensando en qué hacer en Milán en diciembre.

Primer día: duomo, Galleria Vittorio Emanuele II, Castello Sforzesco y mucho más

La mejor manera de empezar es por lo básico, lo principal. En nuestra opinión esto es la Catedral de Milán. Se encuentra en la plaza con el mismo nombre (Piazza del Duomo), es una de las principales atracciones turísticas y está justo en el centro de la ciudad, así que es ideal para comenzar nuestro finde en Milán. Lo mejor es visitarla por la mañana temprano porque a lo largo del día se va abarrotando cada vez más. Puedes comprar la entrada allí mismo o por adelantado y, desde luego, no te puedes perder su terraza; desde allí puedes ver casi toda Milán junto a las gárgolas y las torres de la catedral. Se puede subir tanto por ascensor como por las escaleras, pero esta última opción es más barata y rápida.

Lo mejor de este sitio es que después de subir y bajar escaleras puedes sentarte a descansar y tomar un aperitivo en una de las muchas terrazas que hay en la misma plaza de la catedral. Si prefieres unas vistas más altas, el centro comercial La Rinascente está tan cerca de la catedral que desde las terrazas de sus bares podrás ver toda la fachada de la catedral; eso sí, estas vistas tienen un precio (y no precisamente barato) pero es algo digno de ver y, ¿qué mejor que con una copa y unos aperitivos?

Para no perder ni un segundo, el siguiente punto de la lista es la Galleria Vittorio Emanuele II. Está justo al lado de la plaza de la catedral y destaca por las pinturas y los detalles de sus muros y su techo acristalado, pero lo que más suele llamar la atención es la cantidad de tiendas lujosas que se encuentran allí (Gucci, Prada, Versace, etc. ). También tiene muchos restaurantes y cafeterías en los que puedes sentarte a descansar; pero eso sí, no puedes marcharte sin pisar los testículos del toro. Sí, suena raro, pero el caso es que hay una imagen de un toro en el suelo de la galería y se dice que, si apoyas el talón en sus testículos y giras sobre él tres veces, te traerá buena suerte.

Siguiendo el mismo camino, al otro lado de la galería se encuentra el Teatro alla Scala. Desde el museo que hay en la tercera planta, a veces, se pueden llegar a ver las obras que se representan; no es como una butaca en primera fila, pero es mucho más económico. Después de esto, seguramente estarás deseando sentarte a probar alguna delicia italiana. Nosotros te recomendamos Luini Panzerotti, y es más, si quieres probar los mejores panzerotti de Milán, mucha gente te recomendará este lugar. Está junto a la catedral y la galería y sus platos son muy conocidos y apreciados en toda la ciudad. Sin embargo, ninguna comida está completa sin el postre y, ¿qué mejor postre en Italia que el helado? Nosotros te proponemos que visites la Gelateria della Musica pero, evidentemente, no te hará falta demasiado para encontrar buenas heladerías en Milán porque, ¡están por todas partes!

Ahora, con el estómago lleno podemos continuar con nuestro tour y la siguiente parada sería el Castello Sforzesco, es la mejor opción si lo que estás buscando es descansar de todo el bullicio y el paisaje urbano. La entrada al patio del castillo es gratuita; también puedes visitar algunas habitaciones del castillo y su museo, pero para eso tendrás que comprar la entrada. Otras opciones a tu dispodición serían ir el primer domingo del mes, puesto que ese día la entrada a todos los museos es gratuita, o buscar descuentos en Milán; esto te será muy útil si no sabes qué ver en Milán y alrededores. El patio del castillo da acceso, además al Parco Sempione; conocido, también, como “el pulmón verde de Milán”, es la zona más amplia de la ciudad. El parque tiene un lago en el centro y, a su alrededor, muchos caminos para pasear y montar en bicicleta. Desde allí se puede ver el Arco della Pace, un monumento histórico de Milán.

La manera ideal que proponemos de terminar este primer día es paseando por Via Dante. Podrás encontrar restaurantes de todo tipo en casi todas las zonas de la ciudad, pero una de las más recomendadas es esta. Desde sus terrazas podrás observar el Castillo Sforzesco mientras descansas.

Segundo día: cementerio, San Ambrosio, Santa Maria delle Grazie y el Cuadrilátero de la Moda

Para empezar a lo grande, te aconsejamos que visites el cementerio monumental. Aunque no parezca la típica atracción turística, la arquitectura de sus tumbas hace de este lugar, prácticamente, un museo al aire libre. Se puede llegar allí en tranvía, con las líneas 7, 12 y 14, además del autobús y el metro.

La siguiente parada es la basílica de San Ambrosio. Es una de las iglesias más antiguas de Milán, fue edificada en el siglo XI. Tras ser construida se convirtió en el modelo para todas las iglesias posteriores. El exterior presenta una imagen poco común, y en el interior se encuentra el Sarcófago de Stilicho, una obra de arte del siglo XIV compuesta de relieves religiosos. En la cripta están expuestos los esqueletos de varios santos.

No te puedes perder la Iglesia de Santa María delle Grazie, que es la siguiente parada de nuestra lista. Esta iglesia fue construida en 1463 como parte de un convento dominicano. La iglesia en sí no destaca sobre el resto, de modo que el único interés turístico que se puede encontrar en ella es la obra que guarda. El atractivo principal de este lugar y que, además, se puede observar en una de las paredes de su comedor es “La última cena” de Leonardo da Vinci. Para poder ver la pintura es necesario hacer la reserva de las entradas con bastante antelación. Las visitas se realizan en pequeños grupos y no está permitido hacer fotografías.

Un lugar ideal para tomarte un descanso es Spontini. Si lo que te apetece es una pizza milanesa, entonces esta es tu mejor opción. Las pizzas milanesas se caracterizan porque su masa no es como la de una pizza normal.

Ningún viaje estaría completo sin un momento dedicado a las compras; nuestra recomendación es que te des un paseo por el Cuadrilátero de la moda, aunque solo sea para mirar. Aquí se encuentran las boutiques más prestigiosas de toda la ciudad. Las calles principales son la Via Montenapoleone, Corso Vittorio Emanuele y Via Torino.

Para terminar, después de la emoción de las compras y los paseos, recomendamos pasar por Navigli. En italiano significa “canal” y, de hecho, este barrio está situado junto a un canal. Los bares de esta zona se caracterizan por su ambiente genial. Puedes relajarte en una de sus terrazas, la mejor forma de acabar un viaje tan intenso.

Esta es solo nuestra proposición de un itinerario por Milán y alrededores, sin embargo, tú mismo podrás desarrollar tu propia ruta por Milán y alrededores una vez estés allí. Además, todo esto es solo una parte de lo que podrías encontrar allí, así que, si en algún momento te planteas dedicar algo más de tiempo para conocer esta hermosa ciudad, ¡podemos ayudarte! Erasmusu ofrece cientos de espaciosas habitaciones, estudios, residencias universitarias y apartamentos por toda Milán para que, de ese modo, puedas encontrar tu lugar ideal online, incluso antes de llegar a la ciudad.

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