Viajes de un día

Si algo es seguro de Milán, es que

es una ciudad bulliciosa y llena de vida.

Algunas veces eso puede llegar a sobrepasarnos, y necesitamos escapar de la vida de la ciudad. No me refiero ir a parque Sempione, no. Me refiero a irnos muy lejos. Siempre que necesitaba alejarme, tenía dos opciones: ir al lago o al mar.

Estas son mis dos escapadas favoritas:

1. Un día en el lago - Como

Una hora de trayecto en tren te lleva a un mundo completamente diferente. Como es una ciudad pequeña ubicada en la zona sur del lago Como. Solo tiene 84 000 habitantes, así que es la ciudad perfecta para relajarte y disfrutar de un día tranquilo con unas vistas preciosas.

Para ir, recomiendo mucho coger un tren desde la estación central. Como he dicho antes, solo es una hora de trayecto, y no cuesta más de 10 € ida y vuelta.

Qué hacer

• Una vez allí, daos un paseo por el precioso lago, y disfrutad de la arquitectura.
• En medio del lago hay una escultura con una forma bastante interesante. El autor de esta obra, Life Electric, es Daniel Libeskind.
• Si os gustan las catedrales, visitad la Catedral de Como (el duomo). ¡Podéis entrar y todo!
• Montad en un funicular. ¿Que por qué? Porque hay unas vistas preciosas de la ciudad y del lago. ¡No os lo podéis perder!

Dónde y qué comer

Me encanta la cocina italiana, así que no creo que os sorprenda que os hable de lo más importante: la comida. Si queréis comer algo tradicional y de calidad, no busquéis más, e id a Tigella Bella di Garavaglia Matteocomo. De allí me gustan sobre todo los bocadillos. Están buenísimos y son una opción perfecta si queréis pedir algo rápido para llevar.

Para comer un buen helado, recomiendo Guidi. Tienen una selección genial de sabores y el helado, como suele pasar en Italia, es de otro mundo.

2. Para los amantes de la playa - Sestri Levante

Me crié al lado del mar y, cada vez que paso mucho tiempo en la ciudad, necesito ir al océano. Un día, una amiga y yo nos despertamos y decidimos que ese iba a ser un día de playa. Hicimos los macutos, nos fuimos a la estación central, y preguntamos por la mejor playa que estuviera cerca para ir a pasar el día, que resultó ser Sestri Levante.

Os tengo que decir que, probablemente, no sea la playa más bonita que habéis visto en vuestras vidas, pero es la escapada perfecta para huir del bullicio de la ciudad. Saltar al océano en esos momentos sienta mejor que nunca, sobre todo en verano. En esos meses, Milán se convierte en una sauna gigante de la que parece que no puedes huir.

Vuelvo a recomendar el tren. Es un trayecto de unas dos horas y media y cuesta menos de 20 €.

Seré sincera: lo único que hice fue tumbarme en la playa, nadar en el océano, y quemarme muchísimo por el sol, así que id preparados y no os olvidéis la crema solar en casa.

Como amante de la comida que soy, es mi deber recomendar una heladería: Le Granite.

Estas son mis dos escapadas favoritas fuera de la ciudad.

Pronto escribiré sobre otras ciudades que hay alrededor de Milán. Algunas son perfectas para pasar el día, pero otras merecen pasar todo un fin de semana.

Espero que hayáis cogido alguna idea para la próxima vez que sintáis que la ciudad puede con vosotros.

¡Buen viaje!