Pomet

¿Estás en Milán y no sabes dónde comer? ¿Buscas un sitio en el que tu única preocupación sea llenarte la barriga?

Has llegado al lugar idóneo, POMET es la solución a tu problema gastronómico. Pomet es una pizzería donde podrás saborear los ingredientes clásicos de la gastronomía italiana de una forma particular y reinventada por el señor Pasquale Pometto.

• Carta: La extensión de su carta es inversamente proporcional a la calidad de sus platos. Es decir, aunque os asuste leer una carta tan "pobre" os sorprenderá cada uno de los platos a elegir.
• La atención: Pomet puede presumir de tener una atención al cliente que muchos otros establecimientos envidian. Los camareros se expresan en distintos idiomas lo cual facilita mucho el trato con el cliente, además de que las sonrisas en sus caras son prácticamente eternas. Te reciben con un trozo de su particular pizza para degustar y una copa de vino, lo cual se agradece sobretodo si tienes que esperar.
• El local: Tienen diferentes establecimientos por Milán pero el que mi intuición eligió fue el que se encuentra en una de las calles principales de Milán. La decoración es tan pintoresca que invita a observarla sin perder detalle, la sensación es tal y como debe ser comer en un museo.
  Nos sorprendió al entrar que la música reinaba en el restaurante y que además había para todos los gustos y en todos los idiomas.
  Como curiosidad, cuando terminas de comer te prestan un rotulador para que dejes tu huella personal en la pared.
• El precio: Asequible para todos los públicos, aunque debáis llevar cuidado con el precio de la cerveza que como en toda Milán la venden a precio de oro líquido. Cada pizza ronda los 10€ mientras que la cerveza ronda los 6, nosotros optamos por beber agua durante todo el viaje viendo los precios exagerados para una cerveza normal que en España valdría incluso menos que el agua.
• Recomendación personal: El pomet tartufato fue el plato principal que más disfruté en Milán, el tiramisú es espectacular y como colofón final no podéis dejar de probar el famoso licor italiano limoncello o su variante: meloncello (yo, personalmente, soy partidaria de este último)
  Los pomets no son muy grandes pero al ser una especie de pizza hecha como una empanada llena bastante, así que su apariencia engaña y vas a tener que tratar de no salir rodando.
  
  
• Curiosidad a tener en cuenta: Dado que Pomet es un local pequeñito y acogedor, tratan de aprovechar al 100% su espacio y para ello recurren a la famosa técnica de compartir mesa. Para algunas personas será algo novedoso, en mi caso nunca había comido compartiendo mesa con desconocidos porque en España no es la costumbre pero me consta que en algunos países es de lo más común.