Lindo Laureles: Un Poblado sin los Gringos
El Estadio, entonces, es el centro neurálgico de Laureles, la bonita comuna adinerada de nombre imperial. Como en El Poblado, uno camina a lo largo de las canalizaciones, pequeñas selvas donde los bambús, de noche, relucen con verdosa fluorescencia mientras restaurantes y bares resuenan con alegría paisa. Al sur del Estadio, en medio de un triángulo formado por la Universidad de Medellín, al oeste, el hotel Nutibara, al lado del río, y el Estadio al norte, se encuentra la UPB, Universidad Pontificia Bolivariana, otra universidad privada prestigiosa de la ciudad, donde maravillosas exposiciones se organizan.
Al norte de la UPB está el Tíbiri Bar (Cr 70 # 44B-01), bar de salsa en el sótano, alternativa pasional y callejera del Eslabón, el que queda al otro lado del río. Un poco al oeste, a unos 200 metros el uno del otro, de cada lado de la Transversal 39B o Nutibara que bordea a la UPB, están ubicados los Primer y Segundo Parques de Laureles, los cuales se distinguen por los extraños y hermosos árboles que los pueblan y por las tiendas y bares que los rodean, entre los cuales se destaca París en Llamas (Avenida 39D # 73-70, Primer Parque), donde tocan a veces los grupos locales. Los parques de Laureles… una guarida para fumar bareta, tomar pola y perderse en interminables conversaciones paisas.
Al otro lado de la Universidad, mirando a la puerta de la Nutibara, hay un bar que más pareciera ser una de esas innumerables tienditas, tan íntimamente colombianas. El Proveedor (Cr 71 # 39A-43), de nombre profético, reúne a todos a quienes provee, la mayoría estudiantes de la UPB. Allí, como existe la remota posibilidad de encontrar sitio en alguna de las desequilibradas mesas, los precios son mayores a los de una tiendita de barrio cualquiera. Hay, finalmente, al otro lado de la Avenida Bolivariana, a la frontera entre Laureles y Belén, a cinco minutos del centro comercial Unicentro, el Parque Malibu (Carrera 68), donde al atardecer los murciélagos surgen, en un baile extraño se revuelven.
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La encantadora ciudad de Laureles: el poblado sin gringos
El centro neurálgico de Laureles es Estadio, la bonita comuna adinerada cuyo nombre procede de la época imperial, el barrio de los laureles. En este poblado lo mismo paseamos por calles con tuberías o por las diminutas junglas donde los bambús y la noche resplandecen verdes con los fluorescentes, que lo mismo nos encontramos con restaurantes y bares que hacen resonar las calles de tanta alegría. Al sur de Estadio, a la altura de la estación Alpujarra, justo en el centro del triángulo que forman la Universidad de Medellín al oeste, el hotel Nutibara cerca del río y el Estadio al norte, se encuentra la UPB, la Universidad Pontificia Bolivariana, esta es otra universidad privada con prestigio de la ciudad, donde se organizan de vez en cuando unas exposiciones geniales.
Al norte de la UPB, está el Tibiri Bar, es un bar de salsa que está en el subsuelo, una alternativa muy interesante para cambiar del Eslabon, que está al otro lado del río. Y un poco más al oeste, están el Primer y Segundo Parque de Laureles, están a 200 metros el uno del otro, al lado de la Transversal 39B conocida como Nutibara, que te conduce enseguida a la UPB. Es un poblado magnífico lleno de árboles y extranjeros, rodeado de tiendecitas y de bares como el París en Llamas (en la Avenida 39D número 70-73, Primer Parque), donde se juntan de vez en cuando los grupos de gente local, en los parques de Laureles se junta la gente a beber cerveza, fumar hierba y tener interminables y profundas conversaciones.
Al otro lado de la facultad, cerca de la puerta que da a la avenida Nutibara, se encuentra una de las muchas tiendecitas (pequeños comercios) donde más se puede respirar la esencia colombiana. El Proveedor (Carrera 71, número 39A-43) tiene el ron ambarino a buen precio, por eso es el adorado proveedor de borracheras de toda la jauría de estudiantes de la UPB. Y como tiene tres mesas contadas y a veces puedes conseguir sentarte, le roba la clientela a los bares, en serio. Y finalmente, al otro lado de la Avenida Bolivariana, en la frontera entre Laureles y Belén y a cinco minutos del centro comercial Unicentro, está el Parque Malibu (Carrera 68), donde podrás ver apelotonados a los murciélagos cuando llega el crepúsculo.