Languidez colonial
Al noroeste de Medellín se extiende El Occidente ardiente. Relativamente cercano a la ciudad, el pueblo de Sopetran. La iglesia de la plaza mayor es bonita, y si tenemos la oportunidad de cruzar el umbral de una de las casa antiguas, las manijas del reloj se invierten y vamos hacia atrás en el tiempo. Una fuente con agua en el patio central, las paredes se abren y se curvan en un estilo oriental... pero la atracción turística del Occidente es Santa Fe de Antioquia, antigua capital de toda la región, uno de esos adorables pueblos coloniales de colores vivos, con las calles adoquinadas, con fachadas multicolores y finamente coloreadas, donde pululan iglesias majestuosas, cementerios románicos y zumos de fruta fresca.
Desde Sopetran podemos negociar un mototaxi ("tuk-tuk"), y atravesar el campo traqueteando, hasta el mismo Santa Fe. Podemos, bajo el calor húmedo, atravesar el Puente de Occidente, suspendido por encima de las aguas. En primavera, el pueblo se abarrota en marzo durante varios días, durante el glorioso Festival de Cine de Santa Fe, cinco días de películas gratuitas al aire libre, de música y de borrachera paisa. Y, unos días más tarde, la Semana Santa da lugar, desde hace tres siglos, a procesiones sublimes y solemnes. Santa Fe se satura, en claro oscuro, de colores, cantos, y vapores de incienso
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- Français: Coloniale langueur
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